Versión completa en pdf - IES La Arboleda
Versión completa en pdf - IES La Arboleda
Versión completa en pdf - IES La Arboleda
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
18<br />
PINIÓN<br />
Qui<strong>en</strong> pregunta ...<br />
hallará respuestas<br />
Gracias a esa curiosidad natural<br />
del ser humano y a su capacidad<br />
para hacerse preguntas sobre todo<br />
aquello que le rodea, hemos ido avanzando<br />
<strong>en</strong> el conocimi<strong>en</strong>to de los misterios<br />
que rodean nuestra pres<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />
el mundo. Todas nuestras preguntas<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> respuestas, a veces, incluso varias<br />
posibles, otras veces la respuesta<br />
se hace esperar, bi<strong>en</strong> por el tipo de<br />
pregunta o por los medios a nuestro<br />
alcance para hallarla. De todas formas,<br />
siempre hay que hacer todo lo<br />
posible para llegar a las respuestas,<br />
pues quedarse simplem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> preguntar<br />
cosas no conduce muy lejos, sobre<br />
todo cuando las respuestas son s<strong>en</strong>cillas<br />
y están a nuestro alcance. Este es<br />
el caso que nos ocupa, pues <strong>en</strong> el pasado<br />
número de Arbolé, una compañera<br />
expresaba sus dudas y se hacía<br />
preguntas sobre un tema que parece<br />
preocupar <strong>en</strong> nuestra sociedad y que<br />
pese a las innumerables ocasiones <strong>en</strong><br />
las que se ha tratado de aclarar y de<br />
dar respuesta a través de diversos medios,<br />
todavía hay qui<strong>en</strong>es sigu<strong>en</strong><br />
haci<strong>en</strong>do una y otra vez las mismas<br />
preguntas sobre la pres<strong>en</strong>cia de la <strong>en</strong>señanza<br />
religiosa <strong>en</strong> los c<strong>en</strong>tros educativos.<br />
Cada cual es libre de p<strong>en</strong>sar o<br />
creer aquello que mejor le parezca,<br />
pues la libertad es una cualidad natural<br />
del ser humano, aunque la hemos<br />
convertido <strong>en</strong> un derecho que hay que<br />
conquistar. Con el respeto que merece<br />
la libertad de cada cual y haci<strong>en</strong>do uso<br />
de ella, desde aquí solo se pret<strong>en</strong>de<br />
dar respuestas objetivas a preguntas<br />
concretas sobre este tema.<br />
- En primer lugar, ante la pregunta<br />
sobre la pres<strong>en</strong>cia de la <strong>en</strong>señanza religiosa<br />
<strong>en</strong> un Estado laico y aconfesional,<br />
hay que aclarar un error de principio<br />
que lleva a conclusiones erróneas.<br />
Ni nuestro Estado ni la escuela<br />
son laicos, al m<strong>en</strong>os, <strong>en</strong> un s<strong>en</strong>tido<br />
estricto. Aclaremos este vicio de raíz.<br />
Isabel Mª Bermejo<br />
. Para expresar la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia del<br />
Estado respecto a la Religión exist<strong>en</strong><br />
dos términos distintos: laicismo y aconfesionalidad.<br />
El “laicismo” implica<br />
un rechazo expreso, una marginación<br />
explícita del universo religioso<br />
por parte del Estado. Este laicismo<br />
ti<strong>en</strong>e su orig<strong>en</strong> y expresión más firme<br />
<strong>en</strong> la Ilustración. En este s<strong>en</strong>tido, ni el<br />
Estado ni la escuela son declarados <strong>en</strong><br />
ningún texto legal como “laicos”.<br />
. Mi<strong>en</strong>tras que la “a-confesionalidad”<br />
supone indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, pero apertura<br />
al diálogo y a la colaboración, que es<br />
nuestro caso. Esto supone que el Estado<br />
hace una declaración de no asumir<br />
como estatal ninguna confesión religiosa.<br />
Así lo recoge la Constitución:<br />
“Ninguna confesión t<strong>en</strong>drá carácter<br />
estatal” (art. 16.3). Sin embargo,<br />
manti<strong>en</strong>e su indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la vez<br />
que salva su capacidad de relación,<br />
diálogo y negociación con instituciones<br />
religiosas. Sigue afirmando la<br />
Constitución: “Los poderes públicos<br />
t<strong>en</strong>drán <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las cre<strong>en</strong>cias religiosas<br />
de la sociedad española y<br />
mant<strong>en</strong>drán las consigui<strong>en</strong>tes relaciones<br />
de cooperación con la Iglesia<br />
católica y las demás confesiones” (art.<br />
16.3). Este segundo párrafo es de carácter<br />
sociológico: se reconoce la realidad<br />
y fuerza social de la religión como<br />
expresión de una comunidad plural<br />
y religiosa.<br />
. De ahí que el Estado, sin comprometer<br />
su indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia ni id<strong>en</strong>tificarse<br />
con confesión religiosa alguna, puede<br />
–como de hecho hace- <strong>en</strong>tablar<br />
conversaciones, firmar acuerdos y recoger<br />
<strong>en</strong> la Constitución el derecho de<br />
los padres a la formación religiosa y<br />
moral de los hijos (art. 27.3). Tales<br />
exig<strong>en</strong>cias, por parte del Estado, no se<br />
deb<strong>en</strong> a su id<strong>en</strong>tificación con tales valores,<br />
sino por respetar y salvaguardar<br />
el derecho de los ciudadanos, que es<br />
su deber.<br />
. A partir de este planteami<strong>en</strong>to, se<br />
justifican los Acuerdos que la Iglesia<br />
ha firmado con el Estado sobre temas<br />
culturales y educativos (3 de <strong>en</strong>ero de<br />
1979: BOE 15/12/79) y posteriorm<strong>en</strong>te<br />
ratificados. <strong>La</strong> clase de religión es<br />
uno de los puntos que quedan bi<strong>en</strong><br />
perfilados. El “acuerdo” garantiza una<br />
correcta relación de ambas instituciones.<br />
Además, este derecho de los<br />
padres ratificado constitucionalm<strong>en</strong>te<br />
queda también avalado por la normativa<br />
internacional. Basta citar: Declaración<br />
Universal de Derechos Humanos<br />
(art. 18 y 26.3), Pacto internacional<br />
de Derechos Civiles y Políticos,<br />
Conv<strong>en</strong>ción Europea para salvaguarda<br />
de los Derechos del Hombre,<br />
etc. El caso español no es una<br />
excepción, se suma y ratifica esa normativa<br />
internacional.<br />
Por otro lado, es función de<br />
la escuela la educación integral<br />
-conquista pedagógica de las últimas<br />
décadas- , que conlleva constitutivam<strong>en</strong>te<br />
educar también la dim<strong>en</strong>sión<br />
religiosa del educando. No sólo por su<br />
implicación <strong>en</strong> la educación <strong>en</strong> valores,<br />
sino también porque ilumina el<br />
s<strong>en</strong>tido y significado de nuestra cultura<br />
y nuestra historia; además, es una<br />
exig<strong>en</strong>cia académica y curricular que<br />
se fundam<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> las mismas razones<br />
sociales, psicológicas, pedagógicas y<br />
epistemológicas que fundam<strong>en</strong>tan la<br />
pres<strong>en</strong>cia de otras materias o áreas. No<br />
es ni un capricho político ni un privilegio<br />
de la Iglesia. De ahí que la formación<br />
sobre el hecho religioso <strong>en</strong><br />
g<strong>en</strong>eral, esto es: Sociedad, Cultura y<br />
Religión, que ofrezca distintas opciones<br />
–dado el carácter plural y diverso<br />
de nuestra sociedad-, sea una exig<strong>en</strong>cia<br />
académica. También posibilita el<br />
diálogo fe-cultura, a través de una síntesis<br />
de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to para un crey<strong>en</strong>te<br />
o para qui<strong>en</strong>, no siéndolo, vive <strong>en</strong> un<br />
contexto sociorreligioso como el nuestro.<br />
Cuando <strong>en</strong> la m<strong>en</strong>te humana se<br />
“<strong>en</strong>quista” una obsesión, no cabe razón<br />
alguna que la haga cambiar. <strong>La</strong><br />
postura que favorece tal <strong>en</strong>quistami<strong>en</strong>-