São Paulo Convention & Visitors Bureau
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Alrededores: bien cerquita de aquí<br />
Una de las ventajas de <strong>São</strong> <strong>Paulo</strong> es la de tener, a pocos quilómetros de sus límites, diversos programas. Hay deportes radicales, como el rafting, tirolesa<br />
y arvolismo en el Sítio Canoar, a 74 km. de la capital, por la ruta Régis Bittencourt. También es posible comprar antigüedades, decorar la casa con<br />
muebles rústicos o, simplemente, probar la buena comida nativa con muchas calorías. O hacer todo al mismo tiempo. Y todavía aprovechar el más<br />
moderno parque temático del País, el Hopi Hari, que, al lado del internacional parque acuático Wet’n Wild, está a cerca de 40 minutos en auto de la<br />
capital. Otra buena opción son los spas, que también están próximos. Entre ellos, destaque para el Shishindo, em el The Royal Palm Plaza, en<br />
Campinas, y Villa Rossa, en el hotel del mismo nombre, en la ciudad de <strong>São</strong> Roque. Ambos también están a 40 minutos en auto de <strong>São</strong> <strong>Paulo</strong>.<br />
ACERVO SÃO PAULO TURISMO<br />
Artesanía de Embu<br />
Compras<br />
El municipio de Embu, a 28 km. de <strong>São</strong> <strong>Paulo</strong>, por<br />
la ruta Raposo Tavares, es un paraíso para quienes<br />
quieran comprar objetos hechos de madera. Mesas,<br />
sillas, sofás y diversos objetos de decoración son<br />
vendidos en las fábricas o directamente con artesanos.<br />
También hay otros tipos de artesanía, como<br />
puntilla y artículos de cuero. Los domingos, un<br />
mercado al aire libre – llamado antiguamente de<br />
“feria hippie” – lleva a una pequeña multitud a la<br />
ciudad. Si preferís un programa más tranquilo,<br />
andá el sábado y, después de las compras,<br />
aprovechá los buenos restaurantes de la ciudad.<br />
WANDERLEI CELESTINO<br />
Comer & Beber<br />
Mucha gente no se incomoda en rodar 21 km. Por la vía Anchieta hasta <strong>São</strong><br />
Bernardo do Campo (la letra B de la región del ABC) para probar los platos<br />
servidos en los restaurantes de la avenida Maria Servidei Demarchi. Aparte de<br />
la buena comida los propios restaurantes son atracciones aparte. El Florestal<br />
es uno de los más antiguos, con una cocina gigantesca, que puede (y merece)<br />
ser visitada. Los mozos, graciosísimos, equilibran varias bandejas al mismo<br />
tiempo, repletas de pollo, polenta y otros platos.<br />
Por la Ruta Castelo Branco, se llega a Santana de Parnaíba, a 41 km. Fundada<br />
en 1580, la ciudad es una antigua parada de bandeirantes. Buena parte de la<br />
arquitectura antigua está preservada, con más de 220 edificios conservados.<br />
Allá queda el restaurante <strong>São</strong> <strong>Paulo</strong> Antigo. Abrigado en un caserón del siglo<br />
XVIII, sirve comida minera – que muchos estudiosos prefieren llamar de<br />
caipira. El destaque es el lechón a la pururuca, hecho en la brasa. Es un viaje<br />
a las mesas del pasado.<br />
Para los lados de Mairiporã (a 39 km., por la ruta Fernão Dias), pará para<br />
comer en el mixto de restaurante, anticuario y tienda de demoliciones As<br />
Véia, con comida típica brasileña. El lugar se llena los finales de semana, pero<br />
con paciencia encontrás tu lugar al sol.<br />
Por la ruta Raposo Tavares, tomá el camino de Cotia. Dirigite a la salida del<br />
quilómetro 26 y encendé una vela – los alrededores de la Tal da Pizza<br />
merecen. La pista es la de calabresa, cubierta con chorizo de fabricación<br />
propia. No hay mozos o cubiertos: la pizza es pedida en el mostrador y se<br />
come con las manos. Los postres prueban que pizza dulce no es un sacrilegio.<br />
Hopi Hari<br />
Hopi Hari y Wet’n Wild<br />
El Hopi Hari es uno de los más modernos parques temáticos del País y<br />
acostumbra a llenarse los finales de semana, aparte de contar con una<br />
buena frecuencia durante la semana, especialmente cuando la<br />
temperatura está agradable. Se trata de un país ficticio con 760 mil m2<br />
de área, 1,3 mil habitantes, 40 atracciones y capacidad para recibir cerca<br />
de 25 mil visitantes por día. Y hasta un idioma, el hopés, para garantizar<br />
que la gente entre en el clima. Entre los destaques del parque, que está<br />
a 40 minutos aproximadamente en auto desde <strong>São</strong> <strong>Paulo</strong>, próximo a<br />
Campinas, la montaña rusa de madera, que les da a los visitantes la<br />
sensación de que van a saltar fuera del carrito, de tan rápida; la rueda<br />
gigante, que tiene una bella vista de todo el parque y que también<br />
puede ser vista de cualquier punto del Hopi Hari; el rafting, que simula<br />
una correnteza, entre otros (www.hopihari.com.br). Al lado, por la<br />
misma entrada de la ruta de los Bandeirantes, está el Wet’n Wild. El<br />
parque acuático norteamericano, con 116 mil m? y capacidad para 7 mil<br />
personas, está con novedades, aparte de las muchas atracciones,<br />
radicales o no (www.wetnwild.com.br).<br />
NO ES POR NADA QUE SÃO PAULO ES LLAMADA DE LA MEJOR DE AMÉRICA LATINA EN CASI TODO. SÓLO EN SÃO PAULO, QUE ES<br />
LA TIERRA DEL APURO, LA SÃO SILVESTRE PODRÍA SUCEDER”, BILLY BLANCO, EN “SINFONÍA PAULISTANA”<br />
www.spturismo.com<br />
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