Las aventuras del bachiller Trapaza - IPFW
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40 ALONSO DE CASTILLO SOLÓRZANO<br />
dejaron lazo 202 por hacer, con mucho concierto, como si al mismo Rey<br />
se hiciera aquella fiesta. Acabada, uno de los enmascarados se llegó a<br />
la cama y dijo al mirón:<br />
—¿Qué le ha parecido a vuesa merced nuestra danza con que le<br />
hemos divertido?<br />
Respondió él:<br />
—Certifico a vuesas mercedes que es la más linda cosa que he<br />
visto en mi vida y que merecía haberla visto el gran monarca de las<br />
Españas, porque es cosa digna de tal presencia.<br />
—Pues con esa aprobación —replicó el danzarín— y darnos vuesa<br />
merced todas las llaves de sus escritorios y cofres, nos daremos por<br />
premiados.<br />
Alterose sumamente el festejado; y queriendo resistir lo que le<br />
pidían, le dijeron:<br />
—Esto ha de ser; vuesa merced no resista lo que le ha de estar<br />
bien hacer de gracia, si no quiere que le salga costosa la fiesta.<br />
Temió en cuanto hombre a muchos que le amenazaban con la<br />
muerte y, por escusarla, dio de buena gana las llaves, con que en<br />
breve espacio le dejaron escritorio y arcas limpios de moneda y ropa,<br />
sin dejarle más que el jubón que tenía puesto. Y habiendo hecho a su<br />
placer líos de todo, con buen compás de pies se bajaron por la<br />
escalera y se fueron, dejándole cerrada la puerta, que no había<br />
necesidad <strong>del</strong>lo, pues estaba la casa segura ya de ser robada.<br />
No osó el pobre paciente dar un grito ni mover el labio para<br />
quejarse. De los dientes adentro eran las penas, viendo que le habían<br />
robado más de dos mil escudos en dineros y joyas, y todos sus<br />
vestidos, y dejádole en carnes, que no quedó sino solamente con<br />
cincuenta escudos que siempre traía pegados al jubón en un bolsillo<br />
de terciopelo carmesí.<br />
Lo que aquella noche se lamentaron a tres voces Hernando,<br />
Varguillas y su ama no es para decir. No tenían remedio 203; y así, de<br />
sus puertas adentro fueron tristes lamentaciones.<br />
Alguna gente <strong>del</strong> barrio vio entrar la danza y salir, y luego oír las<br />
quejas <strong>del</strong> dolorido estudiante; y así, a la mañana publicaron el hurto,<br />
que llegó a oídos <strong>del</strong> Alcalde Mayor, el cual vino a hacer<br />
averiguación dél a la casa <strong>del</strong> perdidoso. No publicó tanto como<br />
había sido 204 por no dejar abierta la puerta a preguntarle de dónde<br />
202 Paso de danza.<br />
203 Consuelo.<br />
204 No declaró todo lo robado.