You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
o angio-TC) para evidenciarlo. Con mucha menos<br />
frecuencia tendríamos la situación opuesta, en la<br />
que encontramos ptosis y miosis, si esta situación<br />
se establece de forma aguda y es dolorosa estamos<br />
ante un síndrome de Horner doloroso, que puede<br />
deberse a una disección de la carótida interna. El<br />
protocolo de actuación también debe ser urgente y<br />
con el uso de neuroimagen e interconsulta a otras<br />
especialidades. En los casos de síndrome de Horner<br />
no doloroso las causas pueden ser muy variadas,<br />
pero nunca debemos banalizar esta situación, ya que<br />
puede acompañar a patologías graves, por lo que<br />
también se requiere neuroimagen y estudio exhaustivo<br />
hasta encontrar la causa. El resto de situaciones en<br />
las que una ptosis puede requerir un manejo urgente<br />
suelen ser casos en los que se asocia a otras manifestaciones,<br />
por lo que tendremos más clínica, y la<br />
complejidad del cuadro nos hará que necesitemos<br />
exploraciones complementarias, este grupo es heterogéneo<br />
y comprendería las parálisis oculomotoras<br />
combinadas, los traumatismos, los cuadros en los<br />
que sospechemos patología orbitaria asociada, etc.<br />
<strong>Ptosis</strong> “no urgente”<br />
Descartadas las causas de ptosis que requieren un<br />
manejo rápido en urgencias, el resto de cuadros se<br />
pueden seguir en consultas externas, a veces el diagnóstico<br />
y planteamiento terapéutico son rápidos, y<br />
otras veces se requieren varias visitas y exploraciones<br />
complementarias.<br />
Agradecimientos<br />
Esta revisión ha sido evaluada y consensuada por<br />
los miembros del grupo de Neuro-oftalmología de<br />
Barcelona, compuesto por J. Arruga y S. Muñoz (H.<br />
Bellvitge), A. Gálvez (H. de la Esperanza), C. Roig<br />
(H. de Sant Pau), M. Saint-Gerons (H. Mútua de<br />
Terrassa), L. Castillo (ICR) y B.F. Sánchez-Dalmau<br />
(H. Clínic) y por los residentes que han participado<br />
en la misma de forma activa durante su rotación en<br />
la subespecialidad de neurooftalmología.<br />
Bibliografía<br />
1. Burde RM, Savino PJ, Trobe JD. (2002). Clinical decisions<br />
in Neuro-Ophthalmology (3.ª ed.). St. Louis:<br />
Mosby; 272-96.<br />
2. Lee AG, Brazis PW. Clinical pathways in Neuro-<br />
Ophthalmology. An evidence based approach (2.ª ed.).<br />
New York, Thieme, 2003; 409-420.<br />
3. Miller NR, Newman NJ, Biousse V, Kerrison JB.Waalsh<br />
and Hoyt´s Clinical Neuro-Ophthalmology: the essentials<br />
(2.ª ed.). Philadelphia: Williams & Wilkins, 2008;<br />
465-98.<br />
4. Mateos-Sánchez E. <strong>Ptosis</strong> <strong>palpebral</strong>. Madrid: Ergón,<br />
2008.<br />
5. Cetinkaya A, Brannan PA. <strong>Ptosis</strong> repair options and<br />
algorithm. Curr Opin Ophthalmol 2008;19:428-<br />
34.<br />
Annals d’Oftalmologia 2009;17(4):203-213<br />
<strong>Ptosis</strong> <strong>palpebral</strong><br />
213