dieta equilibrada
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rente actividad física que desarrollen. Necesitan además un buen aporte de proteína, vitaminas A y D,<br />
calcio y hierro, este último especialmente cuando comienza la menstruación en las chicas. Si la ingesta<br />
dietética de hierro no es suficiente para suplir las pérdidas menstruales, puede producirse anemia<br />
ferropénica, una de las deficiencias nutricionales más comunes en las mujeres en edad fértil.<br />
Los requerimientos nutricionales de adultos sanos prácticamente no cambian entre los 19-50 años,<br />
excepto durante la gestación –aumentando los de algunos nutrientes para hacer frente al desarrollo<br />
del feto– y durante la lactación para la producción de leche. Después de los 50-60 años, las necesidades<br />
de energía disminuyen gradualmente, especialmente si además se reduce la actividad física, pero<br />
no se modifican las del resto de los nutrientes. Las peculiares características fisiológicas y sociales de<br />
las personas de edad, las convierten, junto con los niños, en un grupo especialmente vulnerable a<br />
desarrollar deficiencias nutricionales.<br />
• La infancia<br />
Nutrición y salud<br />
Los niños constituyen uno de los grupos vulnerables clásicos en el campo de la<br />
nutrición, en los que la instauración de unos adecuados hábitos alimentarios son<br />
la mejor garantía para la prevención de muchas de las enfermedades crónicas<br />
más prevalentes en las sociedades desarrolladas.<br />
En los últimos años, se vienen observando cambios en los hábitos nutricionales de la población más<br />
joven relacionados especialmente con un hiperconsumo de energía, grasa, etc. que, junto con el<br />
sedentarismo característico de las sociedades urbanizadas, puede dar lugar a importantes problemas<br />
de sobrepeso y obesidad y de aumentos no deseables en los lípidos sanguíneos, factores de<br />
riesgo en muchas de las enfermedades crónicas más prevalentes en las sociedades desarrolladas.<br />
Estas situaciones pueden degenerar en otros problemas más complejos en el adulto: obesidades<br />
que perduran toda la vida y que son difíciles de corregir y que pueden también incrementar el riesgo<br />
de desarrollar algunos transtornos alimentarios como la anorexia nerviosa o la bulimia, de gran<br />
incidencia en la actualidad.