Cubillo de la Recta del Machorro (en Karaitxa nº 9, 2000).

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Figura 5. Generación de las “aletas de tiburón”. A) Ensanchamiento de fracturas para lelas en régimen freático. B) Comienzo de
evolución freática con intervalos vadosos (descenso del nivel freático). C) Coalescencia de las galerías en régimen vadoso con volúmenes
importantes de agua en tránsito. D) Situación actual.
El principal factor es la evolución y encajamiento del Río Miera.
Se supone que esta red de drenaje de la cordillera cantábrica es
relativamente reciente. Su instalación tiene lugar a finales del
Plioceno (hace menos de 3 millones de años). Comenzando su incisión
y encajamiento. El comienzo de la karstificación en la sierra
que nos ocupa es mucho más reciente. A diferencia de los grandes
conductos espeleológicos del Asón, donde nos encontramos con
grandes conductos fosilizados o semifosilizados cuya creación
puede ser anterior al encajamiento de la red fluvial, creemos que el
Sistema del Machorro está absolutamente creado en el Pleistoceno.
En principio en las épocas glaciares al haber más agua retenida
en forma de hielo, el nivel del mar era más bajo. En los periodos
más fríos (-20.000 BP) el nivel del mar ha podido estar hasta 80-
100 m. por debajo del nivel actual. Ello va a suponer una
profundización para alcanzar un nuevo perfil de equilibrio, tanto
de los ríos exteriores como interiores. Por el contrario los
interglaciares serían fases de relleno al subir el nivel del mar. Aunque
es poco creíble que se instalaran glaciares debido a la poca
altura y entidad de la sierra de las Enguinzas, las variaciones
climáticas seguro que han tenido su importancia, especialmente
en los interglaciares, cuando se produce de una manera muy rápida
la aportación de un gran volumen de agua a los ríos principales,
además de una agua muy fría, especialmente agresiva para la disolución
caliza.
¿Cúal es la velocidad con la que se encaja el Miera?. Esta es la
pregunta clave. Sólo como un orden de magnitud y basandónos en
la tasa de disolución específica actual y en la fisiografía con los
máximos desniveles, podemos establecer una cifra relativa de
aproximadamente 50-60 metros cada 100.000 años, aunque esta
velocidad no ha sido constante sino que varía mucho según se trate
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de un interglaciar o de una epóca más fría. Esta cifra coincide con
la tasa de disolución específica (complexometrias) en entornos
cercanos (GARAY y MORELL 1989). Una tasa de disolución de 5
cm /1000 años es coincidente con los aproximadamente más de
1200 m. de encajamiento máximo del Asón y del Miera respecto a
las cumbres más altas. Ello nos dá un comienzo del encajamiento
en torno a los 2-2.5 millones de años.
Suponemos que el perfil general del Río Averones, al menos su
parte baja tenía que coincidir con el antiguo cauce del Miera. Si el
perfil de sus galerias se situa ahora entre 0 y 200 m. por encima,
pensamos que aventurar su principal generación en menos de
300.000 años no es excesivamente descabellado. Los factores que
apoyarían esta velocidad de disolución kárstica son 4:
1.- la Pureza de la roca
2.- la intensidad de las precipitaciones con elevados volúmenes
de agua en tránsito, actuales y pretéritos.
3.- La presencia de aceleradores en el proceso como sulfúros
metálicos y aguas frías.
4.- La presencia de diferentes niveles estratigráficos con distinto
grado de solubilidad.
Durante este tiempo El sistema no se ha mantenido estático. El
funcionamiento actual no ha tenido por que ser igual al pretérito.
Pensamos que en un principio el Río San Roque y el Río Averones
eran sistemas independientes. Debido a procesos de colmatación y
de profundización entre ellos se han producido procesos de capturas
y autocapturas a favor del río con mayor potencial hidraúlico
(en este caso el Averones).
Normalmente los sistemas kársticos a nivel hídrico presentan
multiples entradas (inputs) y una sóla salida (output). (FORD Y
WILLIAMS, 1989) El caso de los inputs estaría constituido por el
A B C D
Figura 6. Generación de la Gran Galería en el Sistema del Machorro.
A) Ensanchamiento en régimen freático. B) Ensanchamiento diferencial en función de la dureza de la roca. C) Descenso del nivel
freático. D) Colapso para la obtención de un perfil de equilibrio.