REVISTA JMV 87 - Juventudes Marianas Vicencianas - Juventudes ...

envíos misioneros
Mozambique:
La felicidad
de amar
y sentirse amado
Existen muchas formas de ver y entender la felicidad… Se
ha escrito mucho sobre ella. Pero si nos vamos a la base de
todo, creo que la respuesta estaría en el Amor. Un Amor
con mayúsculas, basado en una entrega generosa, respetuosa
hacia todos…
¿Quién no es feliz amando? ¿Quién no es feliz sintiéndose
amado?
Pues te diré que este verano en Nacala, las cuatro misioneras
enviadas (tres desde JMV y una desde MISEVI) nos
hemos sentido plenamente amadas y muy, muy felices
amando.
Entender que ir a evangelizar a los pobres y que sean los
pobres quienes te evangelizan a ti, es entender con más
claridad a San Vicente. Ver en sus rostros a Dios, a personas
con dignidad (por muy dañada que esté) es sentirse Vicenciano.
¡Y que toda nuestra vida es un regalo!
Vuelves a España distinta, valorándolo todo más y con menos
apego a lo material, porque aprendes a saber qué es lo necesario
y cuánto nos ha regalado Dios en este continente.
Allí descubres la perfección de los planes de Dios y cómo
nos había preparado a cada una de nosotras para vivir la
misma experiencia de formas distintas. Cada una con sus
talentos y pobrezas, algunos incluso que no había visto o
reconocido en sí misma, nos pusimos en sus manos y al servicio
de los pobres para descubrir que la GRAN VERDAD es
que Dios nos Ama, y que no hay mayor felicidad que Amar
a los demás, especialmente a los más necesitados, como
Él hizo.
Es difícil plasmar en un papel todo lo vivido a lo largo de
este verano en Nacala. Son muchas las emociones y sensaciones
allí encontradas: la ciudad, sus gentes, su manera
de vivir, su manera de orar, el valor de la familia a la que
32
cuidan y respetan ante todo… Una vez más encontramos
un nexo común que da forma y significado a todo eso: El
AMOR. Un amor inventivo, como señalaba San Vicente y
así predicaba a pie de calle con los más necesitados, un
amor sincero, un amor sin fronteras, un amor, como nos
mostró Jesucristo, sin condiciones.
¿Y cómo amamos? Brevemente daremos unas pinceladas:
colaborando en la organización de una biblioteca, acompañando
y ofreciendo nuevas ideas para los “peques” de
las escuelinhas rurales y de las dos escuelas vicentinas de
Nacala, en la formación de profesores, estimulación musical
de bebés desnutridos, educación de personas adultas,
visitando a enfermos y orando junto a las familias y jóvenes
de las comunidades, acompañando a Jumar (JMV Mozambiqueño),
en la convivencia de la comunidad con
Virginia, Loli, los Misioneros Paúles… y allí también nos unimos
a vosotros en la oración, sobre todo con motivo de la
JMJ en la que celebramos una vigilia y una Eucaristía junto
a cientos de jóvenes en la catedral de Nacala.
Os animamos a descubrir el gran regalo que hay tras una vivencia
de contacto directo con el más necesitado, al igual
que hizo San Vicente.
Déjate en manos de Dios y cuando creas que es el momento,
te esperamos en los cursos de Formación Misionera.
Porque...
… como dice la canción de Brotes de Olivo: “Nada has pensado,
que no puedas hacer. Nada has soñado, imposible de
ver. Ni en el mar, ni en el cielo… ¡Nada está lejos de ti! Todo
está en tu adentro, todo puedes hacerlo… si te fías de Mí.”
Mamen, Sonia, Rosa (JMV) e Itziar (MISEVI)