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por la memoria, a 25 años del golpe - Tango Cabaret Group

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POR LA MEMORIA,<br />

A <strong>25</strong> AÑOS DEL GOLPE DE<br />

1976<br />

Material para el docente<br />

Propuestas para trabajar en el au<strong>la</strong>


Índice<br />

Introducción<br />

Proyecto XXV <strong>años</strong> página 4<br />

Nuestra propuesta página 5<br />

Nota a los colegas página 7<br />

Actividades de inicio<br />

Pelícu<strong>la</strong>s página 8<br />

Canciones página 9<br />

Poesía página 11<br />

Frases extraídas de los dichos de hijos de desaparecidos página 11<br />

Adolescentes desaparecidos página 12<br />

Líneas temáticas de profundización<br />

y actividades para desarrol<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s<br />

1. El clima de <strong>la</strong> época página 13<br />

2. Los objetivos económicos página 17<br />

3. Censura y autocensura: prohibido pensar<br />

a. Los medios de comunicación página 19<br />

b. La cultura página 20<br />

c. La educación página 21<br />

4. El operar de los gobiernos totalitarios<br />

a. Fahrenheit 451: <strong>la</strong> temperatura<br />

a <strong>la</strong> que arde <strong>la</strong> intolerancia página 22<br />

b. La metodología página 23<br />

c. Comparación con <strong>la</strong> democracia:<br />

el Juicio a <strong>la</strong>s Juntas página 26<br />

5. ¿Subversión es necesariamente violencia?<br />

a. ¿Qué era ser un subversivo? página 31<br />

b. La represión fue dirigida a <strong>la</strong> posición ideológica página 32<br />

c. ¿Se pueden p<strong>la</strong>ntear los cambios<br />

de manera pacífica? página 33<br />

6. Las familias como víctimas<br />

a. El doble discurso de <strong>la</strong> dictadura página 34<br />

b. La búsqueda de <strong>la</strong> verdad página 37<br />

c. Las voces que no pudieron silenciar<br />

1. Madres de P<strong>la</strong>za de Mayo página 38<br />

2. Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo página 39<br />

7. Los jóvenes en el centro de <strong>la</strong> violencia institucional<br />

a. Los desaparecidos de ayer página 42<br />

b. Adolescentes desaparecidos hoy página 43<br />

8. ¿Los argentinos somos derechos y humanos? página 45<br />

a. El informe de CIDH página 45<br />

9. Los Organismos de Derechos Humanos en <strong>la</strong> Argentina<br />

a. Reseña página 50<br />

b. Direcciones de los Organismos<br />

de Derechos Humanos en <strong>la</strong> Argentina página 52<br />

10. Bibliografía página 54


Anexo 1<br />

Algunos textos como para seguir trabajando<br />

1. El beso <strong>del</strong> olvido. Posible guía para debatir página 55<br />

2. Garage Olimpo. Un mo<strong>del</strong>o didáctico<br />

que permite nuclear el temario en torno al filme página 55<br />

3. Fragmento de La sangre Derramada,<br />

de José Pablo Feinnman página 57<br />

4. Carta abierta de Rodolfo Walsh a <strong>la</strong> Junta Militar página 58<br />

5. El diario de Ana Frank. Otro recurso posible<br />

para comparar metodologías totalitarias página 64<br />

6. Nunca más. Prólogo de Ernesto Sábato página 65<br />

6. Veintitrés <strong>años</strong> de lucha, <strong>por</strong> Este<strong>la</strong> Barnes de Carloto página 69<br />

Anexo 2<br />

Tratados internacionales<br />

Documento 1. Convención contra <strong>la</strong> Tortura y otros Tratos<br />

o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes página 72<br />

Documento 2. Convención contra <strong>la</strong> Desaparición<br />

Forzada de Personas página 82


Proyecto <strong>25</strong> <strong>años</strong><br />

Dedicado a Emilio F. Mignone, fervoroso defensor de los derechos humanos<br />

Fundamentos<br />

La historia reciente de nuestro país nos muestra que en el período a que<br />

hacemos referencia se vio<strong>la</strong>ron derechos humanos fundamentales, produciéndose<br />

numerosos hechos fehacientemente probados de detenciones ilegales y desaparición<br />

de personas, torturas y otras formas de destrucción de <strong>la</strong> vida.<br />

Ignorar estos acontecimientos que han marcado trágicamente a nuestra<br />

sociedad, procurar su olvido o tratarlos superficialmente sólo puede conducir a <strong>la</strong><br />

reiteración de los mo<strong>del</strong>os autoritarios <strong>por</strong>que no encontrarán oposición en <strong>la</strong>s<br />

generaciones que no recuerden lo que ese pasado significó. De ahí que una historia<br />

que aborde los hechos con profundidad y con veracidad estará educando en los<br />

valores necesarios para <strong>la</strong> convivencia en paz, el respeto entre los seres humanos, <strong>la</strong><br />

integración en <strong>la</strong> diversidad y el pluralismo ideológico, <strong>por</strong>que el<strong>la</strong> expondrá cuáles<br />

son <strong>la</strong>s cosas a evitar y cuáles a desarrol<strong>la</strong>r.<br />

Con esta intención, y con motivo de cumplirse los veinticinco <strong>años</strong> <strong>del</strong> Golpe<br />

de Estado de 1976, el CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES (Cels),<br />

en tanto organismo comprometido con <strong>la</strong> defensa de los derechos humanos, desea<br />

contribuir con esta propuesta didáctica para <strong>la</strong> EGB 3 y el Polimodal, <strong>por</strong>que<br />

estamos convencidos de que <strong>la</strong> educación es el elemento c<strong>la</strong>ve para el desarrollo de<br />

actitudes ciudadanas reflexivas, comprometidas y responsables <strong>por</strong> el futuro de <strong>la</strong><br />

comunidad.<br />

Objetivos<br />

Fortalecer el sistema democrático mediante propuestas didácticas que<br />

favorezcan:<br />

• El conocimiento <strong>del</strong> impacto que produjo en <strong>la</strong> sociedad <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción<br />

sistemática de los Derechos Humanos <strong>por</strong> parte <strong>del</strong> Estado.<br />

• El reconocimiento <strong>del</strong> sistema democrático como el más propicio para el<br />

desarrollo de los pueblos y el más acorde con <strong>la</strong> dignidad humana.<br />

• La reflexión sobre <strong>la</strong>s consecuencias que <strong>la</strong> ausencia de respeto <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

Constitución puede traer a los pueblos .<br />

• La construcción de <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> colectiva que impida <strong>la</strong> repetición de los<br />

hechos más nefastos de <strong>la</strong> historia argentina contem<strong>por</strong>ánea.<br />

Comisión de Educación <strong>del</strong> CELS<br />

María Angélica Sosa de Mignone<br />

Ana Sabino (Filosofía)<br />

Marta Musante (Ciencias de <strong>la</strong> Educación)<br />

Susana Méndez (Psicología)<br />

Liliana Gutiérrez (docente EGB)<br />

Patricia A. La Porta (Filosofía)<br />

Responsables de este trabajo<br />

Ana Sabino<br />

Marta Musante<br />

Susana Méndez<br />

Patricia A. La Porta<br />

Coordinación y compaginación<br />

Patricia A. La Porta


Nuestra propuesta<br />

Ofrecemos aquí un conjunto de actividades nucleadas en torno de aspectos<br />

que, a nuestro entender, son fundamentales para aproximarse a <strong>la</strong> comprensión <strong>del</strong><br />

período histórico que se inicia con el <strong>golpe</strong> militar <strong>del</strong> 24 de marzo de 1976 y <strong>del</strong> que<br />

se están cumpliendo los <strong>25</strong> <strong>años</strong>.<br />

La c<strong>la</strong>ve estará en no quedarse<br />

en <strong>la</strong> simple recordación, en un<br />

anecdotario de horrores o en <strong>la</strong><br />

polémica desgastante y estéril, sino en<br />

orientar <strong>la</strong>s reflexiones y acciones hacia<br />

el compromiso de todos con el respeto<br />

y defensa de <strong>la</strong> dignidad humana y<br />

con <strong>la</strong> consolidación <strong>del</strong> sistema<br />

democrático único capaz de<br />

preservar<strong>la</strong>.<br />

Nos parece que para encarar esta propuesta se necesita un DOCENTE :<br />

• consciente de <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia que su accionar tiene en <strong>la</strong> formación cívica<br />

ética y ciudadana de sus alumnos y en <strong>la</strong> construcción de una sociedad<br />

democrática;<br />

• preocupado <strong>por</strong> <strong>la</strong>s problemáticas socio-políticas que conmovieron y<br />

conmueven a <strong>la</strong> sociedad argentina de ayer y de hoy;<br />

• sensible a toda situación de injusticia en<br />

que los derechos humanos son<br />

conculcados;<br />

• atento a <strong>la</strong>s vivencias, experiencias,<br />

necesidades y cuestionamientos, que frente<br />

a <strong>la</strong> realidad que le toca vivir, presentan los<br />

alumnos y su entorno;<br />

• dispuesto a rep<strong>la</strong>ntearse su visión de los<br />

hechos y no temer redescubrir<strong>la</strong> con sus<br />

alumnos;<br />

“... un desaparecido es una<br />

incógnita, no tiene entidad, no<br />

está ni muerto ni vivo. Está<br />

desaparecido.”<br />

Gral. Jorge Rafael Vide<strong>la</strong><br />

“... ¿Y yo que hago<br />

con mis treinta<br />

muertos?”<br />

Los había arrojado al<br />

Río de La P<strong>la</strong>ta.<br />

Capitán Scilingo<br />

• actitud de respeto y de escucha para facilitar <strong>la</strong> expresión de diferentes<br />

opiniones, capacidad de espera para presentar <strong>la</strong>s propias y esfuerzo de<br />

objetividad y equilibrio.


ALEJANDRA LAPACÓ<br />

Detenida desaparecida el 17/3/77<br />

Tenía 19 <strong>años</strong><br />

“... Mamita, mamita... no aguanto más <strong>la</strong><br />

picana; siento que me voy a morir.”<br />

(Pa<strong>la</strong>bras de Alejandra según el testimonio<br />

Sugerencias metodológicas<br />

De dónde partir<br />

Nos parece que esta temática podrá<br />

ca<strong>la</strong>r hondo en el alumno si es que<br />

conseguimos movilizarlo interiormente; no<br />

se busca sólo el impacto afectivo, sino<br />

sintonizar con <strong>la</strong>s inquietudes y<br />

preocupaciones que los chicos tienen y que<br />

<strong>la</strong>s circunstancias regionales han<br />

sensibilizado en ellos. Es posible, que <strong>la</strong>s<br />

mismas no estén actualizadas en el<br />

momento de comenzar y se elija <strong>por</strong><br />

aproximación lo que más pueda interesar,<br />

pero lo que im<strong>por</strong>ta, desde el vamos, es que<br />

se esté atento a todo lo que surja para<br />

rescatar lo más significativo y ampliar el<br />

espectro de interrogantes y cuestiones<br />

Cómo continuar<br />

Puestos en tema, será necesario ape<strong>la</strong>r a los saberes previos tanto de los<br />

alumnos como también a los de sus familiares y conocidos. Las noticias de unos e<br />

ignorancia de otros, los diferentes datos y opiniones según los grupos de edad, c<strong>la</strong>se<br />

social, profesión, y hasta <strong>la</strong> polémica que seguramente se suscitará, encaminarán<br />

necesariamente a <strong>la</strong> búsqueda hacia una información más precisa y fidedigna.<br />

Entonces los testimonios, los documentos de todo tipo y lo mucho escrito sobre el<br />

tema irán perfi<strong>la</strong>ndo esta parte de nuestra historia reciente.<br />

El encuadre<br />

Frente al aparente caos que puede suscitarse en los primeros momento, el<br />

material que aquí se a<strong>por</strong>ta, puede ayudar a organizar los diferentes aspectos y<br />

canalizar <strong>la</strong>s inquietudes. Pero más allá <strong>del</strong> mismo, tres serán los elementos que<br />

darán unidad y coherencia: a) el contexto histórico; b) los derechos humanos y c) el<br />

presente.<br />

a) el momento histórico a medida que<br />

aparezcan los hechos o se puntualicen<br />

<strong>la</strong>s cuestiones será necesario remitir a<br />

su contexto para que cobren allí su<br />

verdadera dimensión. Dicho marco<br />

tiene que estar muy c<strong>la</strong>ro para el<br />

docente, pero no necesariamente para<br />

el alumno quien lo armará de a poco y<br />

conforme <strong>la</strong> rec<strong>la</strong>me su comprensión de<br />

los hechos. (el alcance lo dará el área<br />

de estudio en que se aborde <strong>la</strong> temática,<br />

el interés <strong>del</strong> grupo o el tiempo<br />

disponible) Una línea de tiempo con los<br />

hechos más relevantes y una síntesis de<br />

“Es gravísimo <strong>del</strong>ito contra<br />

<strong>la</strong> justicia raptar a una<br />

persona, pero se agrava el<br />

pecado en forma indecible<br />

cuando se lo encierra en <strong>la</strong><br />

categoría de desaparecida....<br />

es un pecado de injusticia<br />

<strong>la</strong>mentablemente inventado<br />

en <strong>la</strong> Argentina.”<br />

Monseñor Miguel Hesayne<br />

Obispo de Viedma<br />

C<strong>la</strong>rín 1/12/80


<strong>la</strong>s ideas políticas, sociales y<br />

económicas <strong>del</strong> momento, conviene<br />

que vayan quedando como telón de<br />

fondo .<br />

b) los Derechos Humanos serán <strong>la</strong> columna vertebral de todo el p<strong>la</strong>nteo. Desde<br />

ellos se juzgarán los hechos, <strong>la</strong>s personas, <strong>la</strong>s circunstancias, los tiempos. A ellos<br />

habrá que recurrir cuando el debate se exalte y sea difícil entrar en razones.<br />

Serán el parámetro y <strong>la</strong> salvaguarda <strong>del</strong> grupo, <strong>por</strong> eso el docente ve<strong>la</strong>rá para que<br />

en el intercambio de c<strong>la</strong>se se los ponga en práctica y ayudará a evaluarlo en esa<br />

óptica.<br />

c) el presente: Se buscará siempre que sea posible, <strong>la</strong> conexión con el hoy y en<br />

especial con <strong>la</strong>s problemáticas de <strong>la</strong> comunidad en <strong>la</strong> que el grupo está inserto.<br />

Habrá que ayudar a leer <strong>la</strong> realidad, en c<strong>la</strong>ve de derechos humanos, lograrlo con<br />

nuestros jóvenes, aunque sea en parte, será el mejor homenaje a todos aquellos<br />

que perdieron <strong>la</strong> vida <strong>por</strong> soñar con una Argentina más justa y solidaria.<br />

Nota a los colegas<br />

Este trabajo fue pensado para acercarles una pequeña parte <strong>del</strong> material<br />

posible con el que este tema puede ser tratado. La bibliografía es amplísima y no<br />

estaba en <strong>la</strong>s expectativas de esta entrega suponer que podía ser abarcada.<br />

En bastardil<strong>la</strong> se encuentran sugeridas al docente <strong>la</strong>s posibles actividades que<br />

permiten comprender <strong>la</strong> lógica con que fueron seleccionados y agrupados los<br />

textos. Pero no cabe duda de que los documentos, los fragmentos escogidos, <strong>la</strong>s<br />

notas periodísticas propuestas en cada una de <strong>la</strong>s secciones seguramente podrían<br />

haber sido articu<strong>la</strong>dos con una lógica diferente si se modificaran <strong>la</strong>s consignas<br />

orientativas.<br />

Si observan alguna reiteración en <strong>la</strong>s sugerencias orientativas es <strong>por</strong>que se<br />

partió de <strong>la</strong> hipótesis de que ningún colega iba a llevar al au<strong>la</strong> todas <strong>la</strong>s secciones<br />

en esta conmemoración. El formato de disquete fue pensado para que “cortando<br />

y pegando” cada uno de ustedes armen <strong>la</strong> secuencia didáctica más conveniente<br />

para su grupo.<br />

Esperamos que el material les resulte útil.


Actividades de inicio<br />

Proponemos actividades que faciliten <strong>la</strong> introducción al tema y que permitan<br />

explorar los conocimientos previos de nuestros grupos. Esto no impide que<br />

algunas puedan ser utilizadas también como actividades de cierre y de<br />

integración de los contenidos trabajados<br />

Pelícu<strong>la</strong>s<br />

El beso <strong>del</strong> Olvido<br />

Comentario<br />

El beso <strong>del</strong> olvido es una pelícu<strong>la</strong> para mantener <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> <strong>del</strong> pueblo<br />

argentino sobre lo que constituyó el período dictatorial que se inició el 24<br />

de marzo de 1976. A partir de <strong>la</strong> metáfora de su nombre, que surge de una<br />

leyenda, se recorre esa época integralmente, mostrando como <strong>la</strong> dictadura<br />

fue un programa que implicó <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción de los todos los Derechos<br />

Humanos. Con un interesante guión como eje de acción, <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> recorre<br />

los distintos aspectos de <strong>la</strong> vida cotidiana de <strong>la</strong> época, acompañado <strong>por</strong><br />

testimonios de especialistas en los distintos temas (Economía, periodismo,<br />

gremialismo, personalidades de <strong>la</strong> cultura, etc.) testigos presenciales <strong>del</strong><br />

tema y víctimas directas de <strong>la</strong> represión.<br />

A modo de ejemplo ofrecemos una posible guía para el debate en el Anexo 1.1.<br />

La noche de los lápices<br />

Comentario<br />

Narra el horror vivido <strong>por</strong> nueve adolescentes de 14 a 18 <strong>años</strong> de escue<strong>la</strong><br />

secundaria que fueron secuestrados el 16 de setiembre de 1976, en <strong>la</strong><br />

ciudad de La P<strong>la</strong>ta, <strong>por</strong> organizar protestas en contra de <strong>la</strong> supresión de <strong>la</strong><br />

rebaja <strong>del</strong> boleto esco<strong>la</strong>r. Sólo uno sobrevivió.<br />

Botín de Guerra<br />

Comentario<br />

Realizada sobre el libro de igual nombre de Julio Nosiglia trata sobre <strong>la</strong><br />

metodología de apropiación de menores llevada a cabo <strong>por</strong> <strong>la</strong> represión<br />

militar. Ningún otro país <strong>del</strong> mundo sufrió <strong>la</strong> desaparición de niños, éste es<br />

un triste y diabólico fenómeno argentino. Alterna aspectos documentales,<br />

testimonios de abue<strong>la</strong>s, de hijos de desaparecidos, de niños (ahora ya<br />

jóvenes) que han reencontrado su identidad, de familias adoptivas y de<br />

familias de sangre que han logrado comunicarse para el bien <strong>del</strong> chico/a<br />

encontrado.<br />

Garage Olimpo<br />

Comentario<br />

Esta pelícu<strong>la</strong> describe en un p<strong>la</strong>nteo lineal, directo y ágil <strong>la</strong> metodología<br />

que emplearon los l<strong>la</strong>mados “grupos de tarea” durante <strong>la</strong> represión militar.<br />

Las crudas imágenes sintetizan lo recogido en los testimonios de <strong>la</strong>s<br />

víctimas y de sus familiares, el miedo, <strong>la</strong> angustia, el rechazo y <strong>la</strong><br />

desesperación movilizan al espectador.


Canciones<br />

Tanto <strong>por</strong> el contenido como <strong>por</strong> <strong>la</strong> forma constituye un muy buen material<br />

para introducir <strong>la</strong> mayoría de los temas que se proponen en este disquete,<br />

aunque <strong>la</strong> violencia de <strong>la</strong>s escenas sólo lo hacen accesible a los alumnos<br />

mayores. Puede ser muy útil para el propio docente.<br />

(La tortura, no se presenta en tomas directas pero se presiente, se escucha y<br />

se observan <strong>la</strong>s consecuencias).<br />

En el Anexo 1.2 le ofrecemos una guía para trabajar toda <strong>la</strong> temática a partir de<br />

esta pelícu<strong>la</strong>.<br />

Desapariciones Rubén B<strong>la</strong>des<br />

Que alguien me diga si ha visto a mi esposo,<br />

preguntaba <strong>la</strong> doña.<br />

Se l<strong>la</strong>maba Ernesto y tiene cuarenta <strong>años</strong>;<br />

trabajaba de peón en un negocio de autos.<br />

Llevaba camisa oscura y pantalón c<strong>la</strong>ro.<br />

Salió de noche y no ha regresado;<br />

Y no sé ya qué pensar,<br />

pues esto antes no me había pasado.<br />

Llevo tres días buscando a mi hermana.<br />

Se l<strong>la</strong>ma Altagracia igual que su abue<strong>la</strong>.<br />

Salió <strong>del</strong> trabajo para <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>.<br />

Tenía puestos jeans y una camisa b<strong>la</strong>nca.<br />

No ha sido el novio; el tipo está en su casa.<br />

No saben de el<strong>la</strong> en <strong>la</strong> policía<br />

ni en el hospital.<br />

Que alguien me diga si ha visto a mi hijo.<br />

Es estudiante de medicina.<br />

Se l<strong>la</strong>ma Agustín y es un buen muchacho.<br />

Es a veces terco cuando opina.<br />

Lo han detenido, no sé qué fuerza.<br />

Pantalón b<strong>la</strong>nco camisa a rayas.<br />

Pasó anteayer.<br />

C<strong>la</strong>ra Quiñones se l<strong>la</strong>ma mi madre.<br />

El<strong>la</strong> es un alma de Dios y no se mete con nadie.<br />

Se <strong>la</strong> han llevado de testigo<br />

<strong>por</strong> un asunto que es nada más conmigo.<br />

Y yo fui a entregarme hoy <strong>por</strong> <strong>la</strong> tarde<br />

Y ahora dicen que no saben quién se <strong>la</strong> llevó<br />

<strong>del</strong> cuartel.<br />

Anoche escuché varias explosiones,<br />

tiros de escopetas y de revólver,<br />

autos acelerados, frenos, gritos,<br />

ecos de botas en <strong>la</strong> calle,<br />

toques de puerta, quejas <strong>por</strong> dioses, p<strong>la</strong>tos rotos.<br />

Estaban mirando <strong>la</strong> telenove<strong>la</strong><br />

<strong>por</strong> eso nadie miró pa’fuera.<br />

¡Avestruz!<br />

¿Adónde van los desaparecidos?<br />

Busca en el agua y en los matorrales.<br />

¿Y <strong>por</strong> qué es que desaparecen?<br />

Porque no todos somos iguales.<br />

¿Y cuándo vuelve el desaparecido?<br />

Cada vez que lo trae el pensamiento.<br />

¿Cómo se l<strong>la</strong>ma el desaparecido?<br />

C ió d d


Algunas sugerencias para el diálogo<br />

Seguramente los jóvenes conocen esta canción cantada <strong>por</strong> Los Fabulosos<br />

Cadil<strong>la</strong>c que pertenece a su CD El León (1997). Se les podría p<strong>la</strong>ntear:<br />

¿Conocés <strong>la</strong>s situaciones que re<strong>la</strong>ta? ¿podés ubicar<strong>la</strong> en algún período<br />

histórico? ¿Podrías completar con <strong>la</strong> información que tenés el re<strong>la</strong>to de <strong>la</strong>s<br />

estrofas quinta y sexta?<br />

Alguna vez habrás sufrido <strong>la</strong> pérdida de un ser querido o temiste sufrir<strong>la</strong> <strong>por</strong><br />

una enfermedad, <strong>por</strong> un amigo que se iba a vivir muy lejos, <strong>por</strong> un noviazgo que<br />

se rompía... ¿Te imaginás lo que se siente cuando no sabés si esa persona está<br />

viva o muerta, si va a volver, si está sufriendo? En <strong>la</strong> canción Ernesto,<br />

Altagracia, Agustín y C<strong>la</strong>ra están desaparecidos; ¿qué creés que les pasó a sus<br />

padres, hermanos, hijos y amigos? (Tratá de ponerte en el lugar de ellos e<br />

imaginá lo que pudieron sentir)<br />

Podrían apoyarse en <strong>la</strong>s frases que dicen los hijos de desaparecidos que están en<br />

<strong>la</strong> página, 8 o corroborar posteriormente lo que ellos pensaron.<br />

Mothers Of Disappeared<br />

U2, pertenece al CD The Joshua Tree (1987)<br />

Midnight, our sons and daughters<br />

Were cut down and taken from us<br />

Hear their heartbeat<br />

We hear their heartbeat.<br />

In the wind we hear their <strong>la</strong>ughter<br />

In the rain we see their tears<br />

Hear their heartbeat<br />

We hear their hearbeat<br />

Night hangs like prisoner<br />

Stretched over b<strong>la</strong>ck and blue<br />

Hear their heartbeat<br />

We hear their hearbeat<br />

In the trees our sons stand naked<br />

Trough the walls our daughters cry<br />

See their tears in the rainfall.<br />

Algunas sugerencias para el diálogo<br />

¿Conocés de quiénes están hab<strong>la</strong>ndo? ¿A qué situaciones hace referencia? ¿En<br />

qué período histórico lo ubicás? ¿Por qué te parece que un conjunto ir<strong>la</strong>ndés<br />

escribiría sobre este tema? ¿Sabías que es un tema conocido en el exterior y que<br />

se están realizando juicios en países europeos a argentinos acusados <strong>por</strong> ser<br />

responsables en desapariciones de personas y de bebés nacidos en cautiverio?


Poesía<br />

Se l<strong>la</strong>maba FRANCA JARACH y era estudiante <strong>del</strong> colegio Nacional de<br />

Buenos Aires. Escribió esta poesía cuando tenía 13 <strong>años</strong>.<br />

Lugar<br />

A <strong>la</strong> mañana paso<br />

cerca de un sitio rodeado de muros<br />

altos grises tristes sucios<br />

de carteles, de vote lista azul<br />

un día miro adentro<br />

es una vil<strong>la</strong> miseria.<br />

Gente<br />

más gente.<br />

vestida de te<strong>la</strong> barata<br />

desnuda de felicidad.<br />

Una chica me ofrece limones<br />

“cien <strong>la</strong> docena, compremé”<br />

Tiene trece <strong>años</strong>, más o menos<br />

mi edad.<br />

Un almacén ruinoso,<br />

con ratas, con suciedad<br />

con microbios funestos.<br />

Es un sitio rodeado de muros<br />

sucios de crímenes humanos<br />

que son sólo los nuestros.<br />

1 Desde el Silencio – Escritos de jóvenes secuestrados-desaparecidos durante <strong>la</strong><br />

dictadura. Prólogo de Ernesto Sábato. Sudamericana-P<strong>la</strong>neta, Buenos Aires,<br />

1985.<br />

¿Qué es lo que le preocupaba a sus 13 <strong>años</strong>? ¿Qué sentimientos son los que se<br />

expresan en esta poesía? Si <strong>la</strong> realidad que el<strong>la</strong> observa te resulta conocida,<br />

¿qué pensás que habría que hacer? ¿Qué hacés? ¿Por qué?<br />

¿Hay derechos que son vio<strong>la</strong>dos en <strong>la</strong> situación descripta en el poema?<br />

¿Cuáles?<br />

Frases extraídas de los dichos de hijos de desaparecidos<br />

(Talleres realizados entre los <strong>años</strong> 1982-1984)<br />

Fue secuestrada el <strong>25</strong> de junio de<br />

1976 y desaparecida desde<br />

entonces. Tenía 18 <strong>años</strong>.<br />

Ψ “Cuando se meten los adultos se pudre todo.” Javier, 12 <strong>años</strong>.<br />

Ψ “Soñé que sonaba el timbre de casa y cuando abría <strong>la</strong> puerta, allí estaba papá,<br />

vestido igual, como si nada hubiera pasado.” Nora, 12 <strong>años</strong>.<br />

Ψ “Yo sé que hab<strong>la</strong>r y que otros te escuchen te hace bien, pero ¿cómo contar lo<br />

que nos pasó?” Ana, 15 <strong>años</strong>.<br />

Ψ “Bronca, eso siento bronca, <strong>por</strong> todo lo que nos quitaron los militares.”<br />

Marcelo, 15 <strong>años</strong>.<br />

Ψ “Me duele no saber dónde está mi mamá, pero lo que me impresiona es que<br />

el otro día me enteré <strong>por</strong> mi abue<strong>la</strong> que quizás tenga un hermano o hermana<br />

que vive con otros padres sin saber que no son los de él o de el<strong>la</strong>.”<br />

Alejandra, 14 <strong>años</strong>.


Ψ “Si algo se te pierde no podés conseguirte otra cosa, tenés que buscarlo y,<br />

buscarlo y, buscarlo, si no nunca vas a vivir tranquilo.” Mario, 16 <strong>años</strong> (a<br />

propósito de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> El globo rojo).<br />

Ψ “Si a mí se me hubiera roto el globo rojo, yo lo hubiera puesto en una cajita y<br />

lo hubiera llorado, no me conformaría con encontrar miles de globos; ese ya<br />

no estaría.” Julián, 14 <strong>años</strong> (a propósito de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> El Globo Rojo).<br />

Ψ “Yo lloré mucho cuando me enteré que Rosa había muerto; fui con mi abue<strong>la</strong><br />

al velorio; eso me hizo sentir más tranqui<strong>la</strong>, <strong>por</strong>que supe que estaba allí,<br />

aunque estuviera muerta; no es lo mismo lo que pasó con mis padres, que no<br />

sé dónde están.” Ana Lía 15 <strong>años</strong> (a propósito de <strong>la</strong> muerte de una<br />

compañera <strong>del</strong> grupo fallecida en un accidente).<br />

Se les podría proponer que imaginen a partir de estas frases <strong>la</strong> situación de<br />

estos chicos. ¿Cuáles podrán ser sus reacciones futuras? ¿Cómo les parece que<br />

será posible reparar el daño que sufrieron?<br />

Adolescentes desaparecidos<br />

¿Sabías que desparecieron <strong>25</strong>0 adolescentes entre 13 y 18 <strong>años</strong>?<br />

¿Sabías que el 70% de los desaparecidos tenía entre 13 y 30 <strong>años</strong>?<br />

¿Sabías vos que el 23 de febrero de 1978 un grupo de personas vestidas de<br />

civil, con chaleco antiba<strong>la</strong>s irrumpió en <strong>la</strong> casa de Amado y Arnoldo Cáceres? Eran<br />

unos mellizos de 17 <strong>años</strong> que se dedicaban a <strong>la</strong> música y tenían un conjunto<br />

moderno. Robaron todo lo perteneciente a los chicos: guitarra, amplificadores,<br />

tocadiscos, micrófonos, etc. A Arnaldo lo pe<strong>la</strong>ron, probablemente para reconocerlos.<br />

Dijeron que después de <strong>la</strong>s guitarreadas salían a pintar paredes. Se los llevaron y<br />

desde ese momento están desaparecidos.’<br />

¿Sabías vos que el 23 de noviembre de 1977 a <strong>la</strong>s 18 hs., cuando regresaba<br />

<strong>del</strong> almacén, Alicia fue detenida <strong>por</strong> diez hombres de civil que <strong>por</strong>taban armas<br />

<strong>la</strong>rgas. ¿El <strong>por</strong>tero pudo ver cómo Alicia era introducida a <strong>golpe</strong>s en un camión que<br />

tenía pintado ‘sustancias alimenticias’?. Era entrerriana y estaba alqui<strong>la</strong>ndo una<br />

pieza en <strong>la</strong> Capital Federal con su marido, Damián. Tenía 16 <strong>años</strong> y estaba<br />

embarazada de 7 meses. En <strong>la</strong> ESMA nació su hijo que fue retirado <strong>del</strong><br />

establecimiento. Desde ese momento está ‘desaparecida’ y el niño no sabe su<br />

identidad.<br />

¿Sabías vos que el 15 de abril de 1976 fue al<strong>la</strong>nado el domicilio de <strong>la</strong><br />

familia Avel<strong>la</strong>neda durante <strong>la</strong> noche buscando al Sr. Avel<strong>la</strong>neda? En casa estaban<br />

Floreal Edgardo y su mamá, y fueron tomados como rehenes. Fueron torturados con<br />

picana eléctrica mientras eran interrogados sobre el paradero <strong>del</strong> padre. El día 16 de<br />

mayo de 1976, el cuerpo de Floreal fue encontrado flotando con otros siete cadáveres<br />

en <strong>la</strong>s costas uruguayas. Tenía <strong>la</strong>s manos y piernas atadas, estaba desnucado, con<br />

signos de haber sufrido graves torturas. Tenía 14 <strong>años</strong>.<br />

Podríamos aprovechar para seña<strong>la</strong>r: metodología <strong>del</strong> secuestro, robo de <strong>la</strong>s<br />

pertenencias de <strong>la</strong>s familias, motivos o acusaciones <strong>por</strong> los cuales eran<br />

secuestrados, secuestro de embarazadas, pérdida de <strong>la</strong> identidad de los bebés, los<br />

Centros c<strong>la</strong>ndestinos de detención, <strong>la</strong> tortura como método, y <strong>la</strong> arrojadura al río<br />

como forma de hacer desaparecer a <strong>la</strong>s víctimas.


1. El clima de <strong>la</strong> época<br />

Líneas temáticas de profundización<br />

y actividades para desarrol<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s<br />

6 de enero de 1976<br />

Una apretada síntesis histórica<br />

Durante el gobierno <strong>del</strong> general Onganía (1966-1970) se produjo un<br />

período de movilizaciones y huelgas masivas promovidas <strong>por</strong> estudiantes<br />

universitarios y obreros de <strong>la</strong> industria automotriz. Se inició en Córdoba (“El<br />

Cordobazo”) pero se extendió a todo el país en el que crecieron los<br />

movimientos de resistencia al régimen militar desde todos los sectores<br />

sociales.<br />

Los partidos políticos no lograban encauzar <strong>la</strong>s diversas demandas<br />

sociales y <strong>por</strong> lo tanto los movimientos popu<strong>la</strong>res buscaron su propia<br />

organización en los barrios, iglesias, universidades, colegios y fábricas;<br />

muchos de ellos se establecieron como organizaciones armadas.<br />

Surge así a mediados de 1970 <strong>la</strong> organización l<strong>la</strong>mada “Montoneros”,<br />

sus integrantes son mayoritariamente jóvenes de los sectores peronistas de<br />

izquierda, que reivindicaban <strong>la</strong>s banderas nacionalistas y redistribucionistas<br />

<strong>del</strong> peronismo e invocaban el recuerdo mítico de Eva Perón. También <strong>la</strong>s<br />

FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), de poca influencia y el ERP<br />

(Ejército Revolucionario <strong>del</strong> Pueblo) que se proc<strong>la</strong>maba como brazo armado<br />

<strong>del</strong> Partido Revolucionario de los Trabajadores. De todos Montoneros fue el<br />

que logró mayor incidencia popu<strong>la</strong>r y mayor número de simpatizantes,<br />

además de sus propios militantes.<br />

El objetivo de <strong>la</strong> lucha era el restablecimiento de un gobierno popu<strong>la</strong>r,<br />

que hiciera realidad una más justa distribución de <strong>la</strong> riqueza. El tipo de<br />

gobierno y el mo<strong>del</strong>o a seguir no tenía, sin embargo, el acuerdo de todos los<br />

L ió d L ili ió l i l G l


Lanusse a l<strong>la</strong>mar a elecciones: el peronismo podría presentarse en los<br />

comicios (después de haber estado proscripto a partir <strong>del</strong> 55) pero se le<br />

prohíbe a Perón ser candidato.<br />

Así llegan <strong>la</strong>s elecciones de 1973 en <strong>la</strong>s que Héctor J. Cám<strong>por</strong>a gana <strong>la</strong><br />

presidencia, para después de asumir el cargo inmediatamente l<strong>la</strong>mar<br />

nuevamente a elecciones con el fin de darle <strong>la</strong> o<strong>por</strong>tunidad a Perón de ser<br />

elegido presidente de <strong>la</strong> Argentina <strong>por</strong> tercera vez.<br />

En el movimiento peronista de los últimos <strong>años</strong> habían coexistido todo el<br />

espectro ideológico, desde <strong>la</strong> ultra izquierda hasta <strong>la</strong> ultraderecha, en una<br />

difícil convivencia, que al perder después <strong>del</strong> triunfo <strong>del</strong> líder su enemigo en<br />

común , no tardaron en mostrar su imposibilidad de síntesis. El 1° de mayo<br />

de 1974 cuando Perón hecha de <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za de Mayo a <strong>la</strong> Juventud Peronista y a<br />

los Montoneros se hace pública <strong>la</strong> fractura.<br />

La muerte de Perón (1° de julio <strong>del</strong> 74), <strong>la</strong> figura débil de Ma. Este<strong>la</strong><br />

Martínez de Perón incapaz de resolver <strong>la</strong>s contradicciones políticas y <strong>la</strong> crisis<br />

económica fueron algunos de los elementos propicios para el desarrollo <strong>del</strong><br />

accionar violento de <strong>la</strong>s organizaciones de izquierda. El año 1975 muestran<br />

su mayor fuerza de combate pero ya a fines de 1975 sus acciones carecen de<br />

precisión y de efectividad con lo que se observa que ya habían sido<br />

desarticu<strong>la</strong>das.<br />

Durante el mismo año 1975 se organiza desde <strong>la</strong> derecha el asesinato de<br />

adversarios ideológicos a través de <strong>la</strong> Triple A (Alianza Antisocialista<br />

Argentina) que causó aproximadamente 900 víctimas antes de que sus<br />

miembros se integraran a los grupos de tareas <strong>del</strong> aparato represor <strong>del</strong> Estado<br />

después <strong>del</strong> Golpe Militar <strong>del</strong> 24 de marzo de 1976.<br />

Editorial de <strong>la</strong> revista católica Criterio<br />

“La vida no cuenta nada, <strong>la</strong> muerte violenta se convierte en un hecho habitual y<br />

aun deseado, particu<strong>la</strong>rmente para el adversario. Quién de nosotros es ya <strong>golpe</strong>ado<br />

cuando lee en su diario <strong>la</strong> muerte de equis guerrillero o tantos policías y soldados. Es<br />

posible decir que el saldo impresionante, sabido y no sabido, <strong>del</strong> episodio de Monte<br />

Chingolo, produjo un sentimiento de alivio: cien muertos son cien enemigos menos y<br />

si fueran más, mejor, cualquiera haya sido <strong>la</strong> manera de su muerte”.<br />

Citado <strong>por</strong> La Opinión<br />

el 5 de febrero de 1976<br />

Lo que perdimos (fragmento <strong>del</strong> discurso de un ex alumno en ocasión de <strong>la</strong><br />

colocación de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ca en conmemoración de los alumnos y egresados <strong>del</strong><br />

Colegio Nacional de Buenos Aires muertos <strong>por</strong> <strong>la</strong> represión militar).<br />

“Hoy estamos reunidos acá como compañeros, como un conjunto de personas que<br />

tienen que resolver algo en común y que necesitan compartir sus experiencias. Nos<br />

convocan los compañeros que no están, los detenidos desaparecidos, los asesinados,<br />

los muertos en distintas circunstancias; pero siendo todos parte de lo mismo. Como<br />

dijo hace unos días un ex alumno en una de <strong>la</strong>s reuniones preparatorias de este acto:<br />

todos, los ’90*, querían una sociedad mejor, una vida mejor, y <strong>por</strong> eso murieron, los<br />

asesinaron, los desaparecieron.<br />

“[...] Las agrupaciones políticas <strong>del</strong> colegio expresaron esas ansias. Llegaron a<br />

contar entre 1973 y 1975, con cerca de 500 militantes. La Unión de Estudiantes


La Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista, <strong>la</strong> Juventud Comunista<br />

Revolucionaria. Hasta un sector de los estudiantes radicales se l<strong>la</strong>mó Juventud Radical<br />

Revolucionaria y se ilusionaba, como todos, con el socialismo. Los que no militaban<br />

participaban de <strong>la</strong>s reuniones de división y <strong>del</strong> cuerpo de <strong>del</strong>egados; casi nadie<br />

quedaba fuera de los problemas comunes .<br />

“Cuando el terrorismo de Estado comenzó a organizarse sufrimos los <strong>golpe</strong>s más<br />

cercanos. El 22 de agosto de 1974 <strong>la</strong> Triple A –un ensayo de los grupos de tareas de <strong>la</strong><br />

dictadura– mató a un dirigente de <strong>la</strong> UES, Eduardo Bekerman. Al Roña –como lo<br />

conocían todos– lo ve<strong>la</strong>ron en el c<strong>la</strong>ustro central <strong>del</strong> colegio. Los días posteriores al<br />

ve<strong>la</strong>torio pegábamos en <strong>la</strong>s paredes <strong>del</strong> colegio unas obleítas que decían: ‘Por el Roña,<br />

un minuto de silencio y 365 días de lucha’.<br />

“¿Cómo puede armar en su cabeza un chico que hoy está en el colegio esta<br />

escena? Deben parecerle imágenes de un mundo irreal. Un pibe muerto en el c<strong>la</strong>ustro<br />

central. Una gran conmoción y al poco tiempo volvíamos a c<strong>la</strong>se. Nos empezábamos a<br />

insensibilizar frente a <strong>la</strong> muerte.<br />

“[...] Solíamos decir: ‘Che, nosotros, ¿vamos a ver el socialismo, no?’ y nos<br />

respondíamos que sí. Mucha idea de cómo sería eso y cuál sería nuestro lugar en ese<br />

p<strong>la</strong>neta igualitario no teníamos. Pero que se venía, seguro que se venía... Y ahí<br />

estábamos nosotros para ayudar a <strong>la</strong> historia a que se apurara. Cuando decíamos<br />

‘Patria o muerte’, ‘Perón o muerte’, ‘Revolución o muerte’, ‘Libres o muertos’,<br />

queríamos decir ‘vida’. So<strong>la</strong>mente estábamos apurados y nadie se imaginaba muriendo<br />

y estábamos seguros de que en <strong>la</strong> disyuntiva, iban a ganar <strong>la</strong> patria, o Perón, o <strong>la</strong><br />

revolución, o <strong>la</strong> libertad, pero nunca <strong>la</strong> muerte. Por lo menos , no <strong>la</strong> nuestra. Éramos<br />

una especie de High<strong>la</strong>nders con aerosoles, c<strong>la</strong>vos miguelitos, vo<strong>la</strong>ntes, molotovs,<br />

revistas, canciones.<br />

“Desde el ’83 hasta hoy, muchos miran críticamente aquellos <strong>años</strong> y seña<strong>la</strong>n: esos<br />

jóvenes eran violentos, bienintencionados pero sin convicciones democráticas. Como<br />

dice una canción de Silvio Rodríguez: ‘Nos vienen a convidar a arrepentirnos...’.<br />

¿Desde qué valores, desde qué ética se hace este rec<strong>la</strong>mo? ¿Qué era entonces <strong>la</strong><br />

democracia? Desde 1955, democracia parecía proscripción e ilegitimidad, era un<br />

sistema vacío de pueblo, era una experiencia casi desconocida. ¿Se supone que<br />

debimos haber leído un manual europeo de teoría política y llegar a <strong>la</strong> conclusión de<br />

que ése era el camino correcto? Algunos grandes demócratas de hoy fueron los<br />

intelectuales de los <strong>golpe</strong>s de aquellos <strong>años</strong>. No teníamos <strong>la</strong> menor idea de cómo era<br />

vivir en una democracia y nos acostumbramos a convivir con <strong>la</strong> violencia. ¿Tenemos<br />

que pedir disculpas <strong>por</strong> haber creído que <strong>la</strong> lucha política se resolvía a corto o <strong>la</strong>rgo<br />

p<strong>la</strong>zo de manera violenta? La violencia era el estado natural de <strong>la</strong>s cosas, no <strong>la</strong><br />

impusimos ni <strong>la</strong> inventamos. La respiramos y muchos <strong>la</strong> tomaron. Simplemente, ahí<br />

estaba.<br />

“[...] En los ’70 se optaba de manera definitiva: curas que optaban <strong>por</strong> los pobres o<br />

<strong>por</strong> los privilegios, votantes que optaban <strong>por</strong> <strong>la</strong> Liberación o <strong>por</strong> <strong>la</strong> Dependencia,<br />

jóvenes que optaban <strong>por</strong> <strong>la</strong> revolución armada o <strong>por</strong> <strong>la</strong> paz de los hippies. Opciones,<br />

certezas, verdades. Creíamos que existía LA verdad histórica y que una línea muy<br />

precisa separaba a los buenos de los malos. La experiencia de estos <strong>años</strong> nos lleva a<br />

pensar que <strong>la</strong>s verdades provisorias son mejores que <strong>la</strong> verdad absoluta.”<br />

Enrique Carlos Vázquez<br />

Discurso leído el 22/10/1996<br />

* Cuando se instaló <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ca en el c<strong>la</strong>ustro central <strong>del</strong> colegio<br />

<strong>la</strong> lista de estudiantes y egresados incluía 104 nombres.<br />

La síntesis histórica con <strong>la</strong> que se da comienzo a esta sección es sólo un<br />

seña<strong>la</strong>miento de algunos datos básicos que necesariamente habrá que recordar para<br />

ubicarse en el contexto de los fragmentos seleccionados.


A partir de <strong>la</strong> lectura de los fragmentos <strong>del</strong> discurso de Enrique Vázquez se<br />

puede dialogar con los jóvenes estableciendo, <strong>por</strong> un <strong>la</strong>do, los hechos históricos a<br />

los que se hace referencia y <strong>por</strong> otro seña<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s vivencias de los adolescentes de esa<br />

época: <strong>la</strong> participación, <strong>la</strong> búsqueda de una mayor distribución de <strong>la</strong> riqueza, <strong>la</strong><br />

confianza en que el socialismo era <strong>la</strong> mejor alternativa para lograr una sociedad<br />

más justa, <strong>la</strong> falta de respeto <strong>por</strong> <strong>la</strong>s instituciones de <strong>la</strong> democracia, etc.<br />

A partir de <strong>la</strong> <strong>por</strong>tada de Crónica y <strong>del</strong> editorial de <strong>la</strong> revista Criterio, se les<br />

puede pedir también que evalúen cuál era el valor de <strong>la</strong> vida humana, cuál era el<br />

valor dado a los derechos humanos en esa época.<br />

En realidad los tres so<strong>por</strong>tes de textos apuntan a que los jóvenes de hoy puedan<br />

e<strong>la</strong>borar una descripción de esa época desde los sentimientos que <strong>la</strong> embargaron,<br />

desde los valores a partir de los cuales se vivía y se juzgaba a los que no pensaban<br />

igual, más que desde el punto de vista cronológico aunque puede resultar un buen<br />

comienzo para una investigación histórica.<br />

Para los que además quieran reflexionar acerca de <strong>la</strong>s vivencias <strong>del</strong> día<br />

<strong>del</strong> <strong>golpe</strong>, encontrarán un texto de José Pablo Feinnman y una guía<br />

posible de actividad en el Anexo 1. 3.


2. Objetivos económicos: los motivos ocultos de <strong>la</strong> represión<br />

¿Entró <strong>la</strong> Argentina en una etapa de crecimiento?<br />

“Objetivos básicos<br />

Acta fijando el propósito y los objetivos básicos para el Proceso<br />

de Reorganización Nacional.<br />

5 – Concreción de una situación socio económica que asegure <strong>la</strong> capacidad de<br />

decisión nacional y <strong>la</strong> plena realización <strong>del</strong> hombre argentino, en donde el estado<br />

mantenga el control sobre <strong>la</strong>s áreas vitales que hacen a <strong>la</strong> seguridad y al desarrollo y<br />

brinde a <strong>la</strong> iniciativa y capitales privados, nacionales y extranjeros, <strong>la</strong>s condiciones<br />

necesarios para una participación fluida en el proceso de explotación nacional de los<br />

recursos, neutralizando toda posibilidad de interferencia de aquellos en el ejercicio de<br />

los poderes públicos.<br />

6 – Obtención <strong>del</strong> bienestar general a través <strong>del</strong> trabajo fecundo, con igualdad de<br />

o<strong>por</strong>tunidades y un adecuado sentido de justicia social.<br />

7 – Re<strong>la</strong>ción armónica entre el estado, el capital y el trabajo, con fortalecido<br />

desenvolvimiento de <strong>la</strong>s estructuras empresariales y sindicales ajustadas a sus fines<br />

específicos.”<br />

Junta Militar (24 / 3/ 76)<br />

“En <strong>la</strong> política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo <strong>la</strong><br />

explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a<br />

millones de seres humanos con <strong>la</strong> miseria p<strong>la</strong>nificada.”<br />

Rodolfo Walsh a <strong>la</strong> Junta Militar (1977)<br />

Martínez de Hoz, Ministro de Economía de <strong>la</strong> Dictadura Militar, aseguraba<br />

que su política haría ingresar a <strong>la</strong> Argentina en una etapa de crecimiento,<br />

aumentarían <strong>la</strong>s inversiones, crecería el empleo y mejorarían los sa<strong>la</strong>rios.<br />

Sin embargo muchos investigadores sostienen hoy que <strong>la</strong> crisis económica y<br />

social actual es una herencia de <strong>la</strong>s transformaciones iniciadas en ese campo a<br />

partir de <strong>la</strong> gestión de dicho Ministro.


Se les podría proponer que consideraran los objetivos propuestos y <strong>la</strong>s opiniones<br />

que anteceden para evaluar<strong>la</strong>s y fundamentar <strong>la</strong>s suyas.<br />

Sería interesante que los jóvenes realizaran una breve investigación acerca de<br />

cuáles eran en los primeros <strong>años</strong> de <strong>la</strong> década <strong>del</strong> 70 <strong>la</strong>s fuentes de trabajo de <strong>la</strong><br />

región en <strong>la</strong> que viven y cuál ha sido su trayectoria desde entonces hasta ahora.<br />

¿Cuáles son <strong>la</strong>s problemáticas económicas que viven muchas de <strong>la</strong>s familias<br />

argentinas?<br />

A partir de los cuadros 1 se podría solicitar que analizaran <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong><br />

deuda externa, <strong>la</strong>s variaciones en <strong>la</strong> cantidad de establecimiento industriales y <strong>del</strong><br />

personal ocupado, el desempleo y los cambios observados en el sa<strong>la</strong>rio real y <strong>la</strong><br />

distribución de los ingresos conforme al estrato social.<br />

(¿Qué impacto produjo en <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción económica activa el proceso de<br />

desindustrialización? ¿Cuáles son los sectores sociales más favorecidos <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

trasformación? ¿Qué vincu<strong>la</strong>ción se puede establecer entre el deterioro <strong>del</strong> sa<strong>la</strong>rio<br />

real, el proceso de desindustrialización y el aumento de <strong>la</strong> deuda externa?)<br />

Sería conveniente consultar otras fuentes fidedignas para recabar más<br />

información sobre <strong>la</strong> situación económica en el p<strong>la</strong>no nacional.<br />

La pelícu<strong>la</strong> P<strong>la</strong>ta dulce, a través de una narración amena, permite ver <strong>la</strong> sustitución<br />

de <strong>la</strong> inversión productiva <strong>por</strong> <strong>la</strong> especu<strong>la</strong>ción financiera en <strong>la</strong> sociedad argentina<br />

de <strong>la</strong> época.<br />

Años<br />

Deuda en<br />

1976 1980 1983 1989 1994 1997<br />

moneda<br />

extranjera<br />

9.739 27.162 45.069 62.843 90.094 129.100<br />

Años<br />

Cantidad de<br />

1974 1985 1994<br />

establecimientos<br />

industriales<br />

Cantidad de personas<br />

126.388 109.376 90.088<br />

ocupadas 1.5<strong>25</strong>.<strong>25</strong>9 1.373.173 1.007.909<br />

Años 1975 1980 1983 1989 1994<br />

Sa<strong>la</strong>rio real* 100 66,3 63.6 54,5 46,5<br />

*Índice base 1975 = 100<br />

Distribución <strong>del</strong> total de perceptores según el nivel de ingresos<br />

Años 1974 1983 1990 1996<br />

Estrato bajo 19,5 16 14,8 13,5<br />

Estrato medio 41 36,3 34,5 34,8<br />

Estrato alto 39,7 47,7 50,7 51,8<br />

1 Los datos de los cuadros fueron extraídos de B<strong>la</strong>ustein y Zubieta. Decíamos ayer. Buenos Aires,


3. Prohibido pensar: censura y autocensura<br />

3.a. Los medios de comunicación<br />

“[...] se establece 10 <strong>años</strong> de reclusión al que <strong>por</strong> cualquier medio difundiere,<br />

divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes con el propósito de<br />

perturbar, perjudicar o desprestigiar <strong>la</strong> actividad de <strong>la</strong>s Fuerzas Armadas, de<br />

seguridad o policiales.”<br />

Comunicado Nº 19. Junta Militar. 24 de marzo de 1976<br />

“La anécdota histórica hab<strong>la</strong> de unos pocos días posteriores al <strong>golpe</strong> en los que<br />

los oficiales de <strong>la</strong>s FF.AA. leían cuidadosamente cada caril<strong>la</strong> salida de <strong>la</strong>s<br />

redacciones, no lejos de <strong>la</strong>s rotativas. Inmediatamente se retiraron y fueron los<br />

directores de los medios los que se hicieron cargo de interpretar el comunicado Nº<br />

19.”<br />

Decíamos ayer, página 24<br />

“La primera reunión entre autoridades militares y dirigentes de medios de<br />

difusión se había producido en <strong>la</strong> mañana misma <strong>del</strong> 24 de marzo para acordar el<br />

a<strong>por</strong>te que el régimen castrense esperaba de ellos... para una mejor intermediación<br />

de <strong>la</strong> prensa hacia el público en el re<strong>la</strong>to <strong>del</strong> proceso que venía a abrirse. [...] En <strong>la</strong><br />

noche <strong>del</strong> 22 de abril se impartió a los medios una instrucción verbal vedando <strong>la</strong><br />

impresión de informes o referencia sobre episodios subversivos, hal<strong>la</strong>zgos de<br />

cadáveres, secuestros, desapariciones, muertes de elementos sediciosos y asesinatos<br />

de militares, policías o agentes de seguridad, a menos que tales hechos constaran en<br />

partes oficiales.”<br />

Ramiro de Casasbel<strong>la</strong>s, Director <strong>del</strong> diario La Opinión<br />

(a partir de <strong>la</strong> detención de Jacobo Timerman)<br />

artículo publicado en noviembre de 1976<br />

Agencia de Noticias C<strong>la</strong>ndestina (ANCLA)<br />

Fundada <strong>por</strong> Rodolfo Walsh, reunía <strong>la</strong> información que los medios no querían o<br />

no podían publicar, esc<strong>la</strong>reciendo acerca de <strong>la</strong> intencionalidad económica y de los<br />

procedimientos represivos, para hacer<strong>la</strong> llegar a <strong>la</strong>s redacciones <strong>por</strong>teñas y a los<br />

corresponsales extranjeros.<br />

Nombres de los periodistas que actuaron en ANCLA.<br />

Lista de Periodistas desaparecidos<br />

91 es el número de periodistas desaparecidos. Seleccionamos los nombres de<br />

unos pocos de los que tal vez hayas escuchado hab<strong>la</strong>r. También para comentarte<br />

acerca de cuáles eran sus actividades.<br />

Haroldo Conti: co<strong>la</strong>boraba en <strong>la</strong> revista Crisis. Era escritor. Fue premio<br />

Barral, Casa de <strong>la</strong> Américas, Life, Municipal de Buenos Aires, Primer premio<br />

de Fabril Editora y premio de nove<strong>la</strong> Universidad Veracruzana.<br />

Desapareció el 5/5/76.<br />

Liliana Molteni: era periodista y licenciada en Ciencias de <strong>la</strong> información.<br />

Cofundadora <strong>del</strong> Centro de Estudios Pampeanos.<br />

Desapareció el 21/6/76.<br />

Horacio Bertholet: era redactor <strong>del</strong> noticiero de Canal 2 de La P<strong>la</strong>ta. Docente<br />

de <strong>la</strong> Escue<strong>la</strong> de Periodismo de La P<strong>la</strong>ta.


Desapareció el 1/10/76.<br />

C<strong>la</strong>udio Adur: escribió en Crisis, El Cronista Comercial, Arte<br />

Hispanoamericano. Fundador <strong>del</strong> centro de Estudios e Investigaciones<br />

Artísticas. Docente.<br />

Desapareció el 11/11/76.<br />

Rodolfo Walsh: cuentista y dramaturgo. Periodista en Noticias, La Opinión y<br />

Mayoría. Cofundador con García Márquez y Jorge Massetti de <strong>la</strong> agencia<br />

Prensa Latina.<br />

Desapareció <strong>25</strong>/3/77.*<br />

Hector Germán Oesterheld: guionista de historietas: Corto Maltés, El<br />

Eternauta, Sargento Kirk.<br />

Desapareció en junio de 1977.<br />

Si desea continuar con <strong>la</strong> lectura y el análisis de <strong>la</strong> carta de<br />

Rodolfo Walsh. La misma se encuentra en el Anexo 1. 4.<br />

Se podrían realizar algunas preguntas que permitan analizar los textos y<br />

establecer re<strong>la</strong>ciones: ¿Qué función considerás que cumplen en <strong>la</strong> actualidad los<br />

medios de comunicación? ¿En qué medida creés que <strong>la</strong> información que se publica a<br />

través de ellos forma <strong>la</strong> conciencia ciudadana? ¿Por qué pueden resultar peligrosos<br />

para los regímenes totalitarios?¿Por qué considerás que el mismo día 24/3/76 <strong>la</strong><br />

Junta Militar creyó necesario para sus fines establecer <strong>la</strong> censura? ¿Qué<br />

mecanismos llevan a <strong>la</strong> autocensura? ¿Qué artículos de <strong>la</strong> constitución de 1953<br />

vigente en esa época, fueron vio<strong>la</strong>dos según <strong>la</strong> información que tenés a <strong>la</strong> vista?<br />

¿Qué artículos de <strong>la</strong> Convención de derechos Humanos fueron vio<strong>la</strong>dos? ¿Por qué<br />

creés que hubo tantos periodistas desaparecidos?¿De qué se los habrá considerado<br />

culpables?<br />

3.b. La cultura<br />

Listado de pelícu<strong>la</strong>s prohibidas<br />

Éstas son sólo unas pocas de <strong>la</strong>s pelícu<strong>la</strong>s que fueron prohibidas durante los<br />

<strong>años</strong> de <strong>la</strong> dictadura militar. Fueron elegidas <strong>por</strong>que <strong>la</strong>s han pasado <strong>por</strong> televisión,<br />

<strong>por</strong> cable o se consiguen en algún video club.<br />

Buscando a Mr. Goodbar (Richard Brooks)<br />

La Luna (Bernardo Bertolucci)<br />

Solos en <strong>la</strong> madrugada (José Luis Garci)<br />

Feos, sucios y malos (Ettore Sco<strong>la</strong>)<br />

Norma Rae (Martin Ritt)<br />

La jau<strong>la</strong> de <strong>la</strong>s locas (Edouard Molinaro)<br />

Mamá cumple cien <strong>años</strong> (Carlos Saura)<br />

Missing (Constantin Costa Gavras)


Se les podría sugerir que, divididos en grupos, hagan el ejercicio de tratar de<br />

descubrir <strong>por</strong> qué habrán sido prohibidas.<br />

Podríamos pedirles que hagan un listado de <strong>la</strong>s ideas, acciones, modos de vivir o<br />

de pensar que nos negaban como posibilidad: ¿Hay coincidencia entre el<br />

listado realizado y los derechos que fueron vio<strong>la</strong>dos durante esos <strong>años</strong>?<br />

Es im<strong>por</strong>tante que se resalte que no sólo se violó el derecho a <strong>la</strong> información<br />

sino el derecho a pensar y a vivir.<br />

Puede encontrarse material sobre libros prohibidos en <strong>la</strong> sección 4. A<br />

3.c. La educación<br />

Les proponemos <strong>la</strong> lectura de unos fragmentos pertenecientes a un folleto editado<br />

en 1977 <strong>por</strong> el Ministerio de Cultura y Educación y distribuido en todos los<br />

establecimientos de enseñanza con el título “Subversión en el ámbito educativo.<br />

Conozcamos a nuestro enemigo”.<br />

“El accionar subversivo se desarrol<strong>la</strong> a través de maestros ideológicamente<br />

captados que inciden sobre <strong>la</strong>s mentes de los pequeños alumnos, fomentando el<br />

desarrollo de ideas o conductas rebeldes, aptas para <strong>la</strong> acción que se desarrol<strong>la</strong>rá en<br />

niveles superiores.<br />

[...]<br />

“En este sentido se ha advertido en los últimos tiempos una notoria ofensiva<br />

marxista en el área de <strong>la</strong> literatura infantil. En el<strong>la</strong> se propone emitir un tipo de<br />

mensaje que parta <strong>del</strong> niño y que le permita autoeducarse sobre <strong>la</strong> base de <strong>la</strong> libertad y<br />

<strong>la</strong> alternativa.<br />

“Teniendo en cuenta estas bases esenciales, <strong>la</strong>s editoriales marxistas pretenden<br />

ofrecer libros útiles para el desarrollo, libros que acompañen al niño en su lucha <strong>por</strong><br />

penetrar en el mundo de <strong>la</strong>s cosas y de los adultos, que lo ayuden a no tener miedo a <strong>la</strong><br />

libertad, que lo ayuden a querer, a pelear, a afirmar su ser. A defender su yo contra el<br />

yo que le quieren imponer padres o instituciones, conciente o inconscientemente,<br />

víctimas a su vez de un sistema que los p<strong>la</strong>smó o trató de hacer a su imagen y<br />

semejanza.”<br />

Podríamos proponer que subrayen <strong>la</strong>s actitudes y/o conductas que el artículo<br />

considera peligrosas: ¿Qué es lo que <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> debe evitar?<br />

Se podría sugerirles que se sitúen en una escue<strong>la</strong> que sostenga esos valores y<br />

reflexionen acerca de cómo se sentirían si tuvieses que concurrir a una<br />

escue<strong>la</strong> donde es “bueno tener miedo a <strong>la</strong> libertad”, ni es posible“<br />

autoeducarse , ni ser uno mismo; cómo se imaginan <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones entre<br />

docentes y alumnos, <strong>la</strong> modalidad de trabajo <strong>la</strong> disciplina, etc.<br />

Es im<strong>por</strong>tante siempre <strong>la</strong> referencia a los tratados internacionales que<br />

defienden nuestros derechos, <strong>por</strong> ejemplo solicitarles que busquen en <strong>la</strong><br />

dec<strong>la</strong>ración de Derechos <strong>del</strong> Niños (<strong>por</strong> ejemplo, el 12 y 13) aquellos<br />

artículos que le permitirían defender su derecho a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> en <strong>la</strong> que<br />

quieren estudiar.


4. El operar de los gobiernos totalitarios:<br />

semejanza con <strong>la</strong> metodología nazi<br />

4.a. Farenheit 451: <strong>la</strong> temperatura de <strong>la</strong> intolerancia<br />

“A fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos , revistas, etc. se<br />

toma esta resolución para que con este material se evite continuar engañando a nuestra<br />

juventud sobre el verdadero bien que representan nuestros símbolos nacionales,<br />

nuestra familia, nuestra iglesia y, en fin, nuestro más tradicional acervo espiritual<br />

sintetizado en Dios, Patria y Hogar.”<br />

General Luciano Benjamín Menéndez<br />

Comunicado <strong>del</strong> III Cuerpo de Ejército tras <strong>la</strong> quema colectiva decidida<br />

en Córdoba de obras de Marcel Proust, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda,<br />

Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Saint-Exupery,<br />

Osvaldo Bayer y siguen los nombres.<br />

La Opinión. 30/4/76<br />

Se les podría preguntar si conocen a estos autores y proponer que averigüen<br />

qué escribieron, qué valores nacionales, familiares supuestamente atacaron, <strong>por</strong> qué<br />

pueden haber sido considerados peligrosos para <strong>la</strong> seguridad de <strong>la</strong> Nación y fueron<br />

prohibidos.<br />

Alemania. 10 de mayo de 1933. P<strong>la</strong>za de <strong>la</strong> Opera de Berlín.<br />

Estudiantes aleccionados <strong>por</strong> los Nazis desfi<strong>la</strong>ron <strong>por</strong> <strong>la</strong> Avenida de los tilos<br />

y en una gigantesca hoguera incineraron más de 20.000 obras, entre el<strong>la</strong>s <strong>la</strong>s de<br />

Thomas Mann (La montaña mágica), Erich María Remarque (Sin novedad en el<br />

frente), Albert Einstein (Teoría de <strong>la</strong> Re<strong>la</strong>tividad), Carlos Marx (El capital). Y<br />

autores extranjeros como Sigmund Freud (La interpretación de los sueños), Marcel<br />

Proust (En busca <strong>del</strong> tiempo perdido), Andre Gide, Emilo Zo<strong>la</strong> (Yo, acuso), Jack<br />

London (Colmillo B<strong>la</strong>nco), Herbert Wells (1984), etc.<br />

Algunas obras fueron quemadas <strong>por</strong> ser de autores judíos, otras <strong>por</strong> tener ideas<br />

rechazadas <strong>por</strong> el régimen. Se les podría p<strong>la</strong>ntear para debatir:<br />

¿Hay alguna ‘lógica’ en el acto de prohibir <strong>la</strong> expresión de los otros?<br />

Pensemos que también podríamos prohibir <strong>la</strong>s obras de los que miden menos de<br />

1.55 metros <strong>por</strong>que no son <strong>la</strong> mejor expresión estética de <strong>la</strong> raza. O <strong>la</strong>s de <strong>la</strong>s<br />

mujeres, <strong>por</strong>que estarían ‘mejor <strong>la</strong>vando p<strong>la</strong>tos’, o <strong>la</strong>s de los chinos y japoneses<br />

<strong>por</strong>que tienen una cultura diferente y pueden infiltrar <strong>la</strong> nuestra y cambiar<strong>la</strong>...<br />

¿Conocés a algunos de estos autores? Recordás qué a<strong>por</strong>taron a <strong>la</strong> cultura, al<br />

conocimiento, a <strong>la</strong> ciencia? Si los que tenían poder en ese momento hubiesen podido<br />

hacer desaparecer todos los libros de alguno de ellos (<strong>por</strong> ejemplo Freud o<br />

Einstein), ¿qué cosas o posibilidades ahora no existirían?<br />

Además de negar a los ciudadanos el derecho a leer estas obras. ¿Cuál es <strong>la</strong><br />

amenaza que queda flotando en el humo de esa hoguera?<br />

¿Podrías establecer un paralelo entre <strong>la</strong>s siguientes situaciones y<br />

reflexiona?¿Por qué los gobiernos totalitarios se ven necesitados de parapetarse en<br />

discursos homogéneos y le tienen miedo a <strong>la</strong> diversidad? ¿Serían posible estas<br />

acciones en un contexto democrático? ¿Por qué?<br />

¿Cuáles son los artículos de <strong>la</strong> Constitución y de <strong>la</strong>s convenciones<br />

incor<strong>por</strong>adas en <strong>la</strong> reforma de 1994 que te protegen de estos abusos de los que<br />

tienen el poder?


4.b. La metodología<br />

“La lucha que libramos no reconoce límites morales, ni<br />

naturales, se realiza más allá <strong>del</strong> bien y <strong>del</strong> mal”<br />

Teniente Coronel Hugo Pascarelli<br />

La Razón;12/6/76.Citado <strong>por</strong> Rodolfo Walsh<br />

en Carta a <strong>la</strong> Junta Militar, marzo, 1977<br />

Analicemos estas instrucciones que organizaban el accionar de <strong>la</strong> represión y<br />

comparémos<strong>la</strong>s con <strong>la</strong> metodología nazi sobre detenciones y campos c<strong>la</strong>ndestinos.<br />

Instrucciones para operaciones de Seguridad (RE –10 –51)<br />

“3002. Elementos a llevar: capuchones o vendas para el trans<strong>por</strong>te de detenidos a<br />

fin de que los cabecil<strong>la</strong>s detenidos no puedan ser reconocidos y no se sepa adónde son<br />

conducidos.<br />

“3004. Los tiradores especiales podrán ser empleados para batir cabecil<strong>la</strong>s de<br />

turbas o muchedumbres.<br />

“3021. La evacuación de los detenidos se producirá con <strong>la</strong> mayor rapidez, previa<br />

separación <strong>por</strong> grupos: jefes, hombres, mujeres, y niños, inmediatamente después de <strong>la</strong><br />

captura.”<br />

Roberto Eduardo Vio<strong>la</strong><br />

Jefe <strong>del</strong> Estado Mayor<br />

“[...] serán internadas en un campo de concentración bajo prisión preventiva. Esta<br />

durará, <strong>por</strong> reg<strong>la</strong> general , hasta el final de <strong>la</strong> guerra. Puesto que <strong>la</strong> finalidad de este<br />

Decreto es dejar a los familiares, amigos y conocidos <strong>del</strong> preso en <strong>la</strong> incertidumbre<br />

acerca de su paradero, no se les permitirá ningún contacto con el exterior. Por <strong>la</strong><br />

misma razón, no podrán escribir cartas, ni recibir visitas ni paquetes; caso de<br />

producirse una defunción, no habrá de comunicarse a los parientes.”<br />

W. T. Hoffman, Berlin, 4/8/1942<br />

“a. Los presos desaparecerán sin dejar rastros.<br />

b. No podrá brindarse ninguna información sobre el lugar donde se encuentren ni<br />

sobre su destino.”<br />

Mariscal Keitel,<br />

Jefe <strong>del</strong> Alto Mando alemán, 1942<br />

Podríamos trabajar:<br />

¿Cuál era <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia de que no se supiera a quiénes se detenía ni en dónde?<br />

¿Por qué se apeló a <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ndestinidad, y al ocultamiento? Además de tener<br />

consecuencias devastadoras para el detenido y de profundo sufrimiento psicológico,<br />

el estar ais<strong>la</strong>do y no tener contacto con ninguno de sus afectos, ¿qué creen que<br />

produjo en sus familias y conocidos?<br />

Turbas o muchedumbres, puede ser una manifestación que rec<strong>la</strong>ma p<strong>la</strong>nes<br />

trabajar <strong>por</strong>que se muere de hambre, o jóvenes que rec<strong>la</strong>man <strong>por</strong> descuentos en los<br />

trans<strong>por</strong>tes públicos para seguir estudiando, u obreros que rec<strong>la</strong>man ante una<br />

empresa los sa<strong>la</strong>rios adeudados... ¿Qué opinan acerca de <strong>la</strong> instrucción 3004?.<br />

Podemos re<strong>la</strong>cionar esta violencia con <strong>la</strong> violencia institucional actual: ¿Nos<br />

acordamos de Teresa Rodríguez de Cutral Co? (Tener <strong>memoria</strong> y defender los


derechos humanos también es protegernos <strong>por</strong> los abusos actuales. Recordemos que<br />

es el Estado el que tiene el deber de defender los Derechos Humanos.)<br />

Detengámonos en <strong>la</strong> 3021 ¿es legítimo detener a los niños?<br />

Cada prisionero tenía un número<br />

“El<strong>la</strong> se da cuenta en ese momento que los l<strong>la</strong>maban <strong>por</strong> número, no l<strong>la</strong>maban <strong>por</strong><br />

nombre y apellido. El<strong>la</strong> recuerda su número: 104. Recuerda que cuando <strong>la</strong> l<strong>la</strong>maban a<br />

el<strong>la</strong> era que <strong>la</strong> tenían que torturar...”<br />

M. De M./ legajo Nº 2356<br />

“[...] al llegar se habría un <strong>por</strong>tón. Eran desnudados sin excepción, hombres,<br />

mujeres, jóvenes y ancianos y revisados, mientras eran empujados y maltratados. Se<br />

les retiraban todos sus efectos personales, que jamás les fueron devueltos. “Tu nombre<br />

en ade<strong>la</strong>nte será K 35 ya que para los de afuera estás desaparecido...”<br />

Torturas y tormentos <strong>por</strong> razones fortuitas<br />

Miguel Angel D’Agostino/ legajo Nº 3901<br />

“Comenzaron entonces un apaleamiento sistemático y rítmico con varil<strong>la</strong>s de<br />

madera en <strong>la</strong> espalda, los glúteos, <strong>la</strong>s pantorril<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas de los pies. Al principio<br />

el dolor era intenso. Después se hacía inso<strong>por</strong>table. [...] El dolor... se acrecentaba al<br />

arrancarme <strong>la</strong> camisa que se había pegado a <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>gas... continuaron haciéndolo varios<br />

días, alternándolo con sesiones de picana. Algunas veces fue simultáneo. [...] En los<br />

intervalos entre sesiones de tortura me dejaban colgado <strong>por</strong> los brazos de ganchos fijos<br />

en <strong>la</strong> pared <strong>del</strong> ca<strong>la</strong>bozo en que me tiraban.”<br />

Dr. Liwsky. (Legajo Nº 7397)<br />

“Ante <strong>la</strong> más mínima trasgresión a ciertas reg<strong>la</strong>s <strong>del</strong> campo de detención éramos<br />

<strong>golpe</strong>ados y torturados [...] cualquier suceso re<strong>la</strong>cionado con <strong>la</strong> represión fuera <strong>del</strong><br />

pozo, <strong>la</strong> muerte de algún militar, algún enfrentamiento, hechos de significación<br />

política, episodios ocurridos en otras partes <strong>del</strong> mundo, como el avance de <strong>la</strong><br />

revolución sandinista, se constituía en motivo o pretexto para que <strong>la</strong> represión se<br />

hiciera más severa...”<br />

Carlos Enrique Ghezan /Legajo Nº 4151<br />

Seguramente nuestros jóvenes habrán visto muchas pelícu<strong>la</strong>s sobre el régimen<br />

nazi y <strong>la</strong> vida en los campos de concentración, se les puede solicitar que establezcan<br />

semejanzas con los testimonios extraídos <strong>del</strong> NUNCA MÁS. ¿Cuáles son los efectos<br />

de ser sólo un número? ¿De que <strong>la</strong> vida de un ser humano no dependa más que <strong>del</strong><br />

humor de sus captores?<br />

En el NUNCA MÁS hay descripciones más explícitas y variadas que en este<br />

trabajo se han omitido.<br />

Es im<strong>por</strong>tante que el contexto de análisis de estos testimonios no sea sólo <strong>la</strong><br />

piedad sino el derecho, para lo cual sería conveniente leer con los jóvenes <strong>la</strong><br />

Convención contra <strong>la</strong> Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o<br />

Degradantes (especialmente los arts. 1, 2 y 4).<br />

Convención contra <strong>la</strong> Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos<br />

o Degradantes se encuentra en el Anexo 2. 1.


La eliminación de los prisioneros<br />

Campo de Concentración<br />

en Auschwitz<br />

Cementerio de Avel<strong>la</strong>neda<br />

En Auschwitz había cuatro grandes cámaras de gas y ocho hornos crematorios<br />

de gran capacidad; durante <strong>la</strong> guerra, se establecieron records de hasta 6 mil personas<br />

<strong>por</strong> día que eran enviadas a <strong>la</strong>s cámaras de gas. Rudolf Hoess fue uno de los jefes <strong>del</strong><br />

campo, en una dec<strong>la</strong>ración durante el juicio de Nuremberg dec<strong>la</strong>ró: ‘Se nos había<br />

ordenado proceder con <strong>la</strong>s exterminaciones en secretos, pero inevitablemente el olor<br />

nauseabundo proveniente de los cuerpos que continuamente se estaban quemando<br />

llenaba los alrededores y los habitantes de los pueblos vecinos sabían que en<br />

Auschwitz continuaban los exterminios.<br />

“A <strong>la</strong> fosa que había <strong>la</strong> l<strong>la</strong>maban ‘capacha’ y en otros campos pude ver otras<br />

simi<strong>la</strong>res. Eran pozos rectangu<strong>la</strong>res de dos metros de <strong>la</strong>rgo <strong>por</strong> sesenta centímetros de<br />

profundidad. Allí ponían los cuerpos, los rociaban con gas oil y los quemaban.”<br />

Juan C. Urquiza, chofer <strong>del</strong> comisario Verdún.<br />

(Legajo Nº 719)<br />

“El señor Fernando López ingresó en el año 1977 en <strong>la</strong> zona <strong>del</strong> cementerio de <strong>la</strong><br />

Chacarita, en un lugar donde tenían prohibido entrar los empleados y se bajó de su<br />

camión con <strong>la</strong> intención de ver cómo funcionaba el horno. Vio 2 contenedores de 2m x<br />

4m x 3 m de alto; como uno de los contenedores estaba abierto, verificó que se<br />

encontraba lleno de cadáveres de gente joven de ambos sexos que aun no se hal<strong>la</strong>ban<br />

en estado de descomposición, l<strong>la</strong>mándole <strong>la</strong> atención el hecho de que se encontraban<br />

desnudos y en <strong>la</strong> mayoría ‘api<strong>la</strong>dos’”<br />

(Legajo 3926)<br />

[...]”se comenzaba a l<strong>la</strong>mar a los detenidos <strong>por</strong> el número... eran llevados a <strong>la</strong><br />

enfermería <strong>del</strong> sótano, donde los esperaba el enfermero que les aplicaba una inyección<br />

para adormecerlos, pero que no los mataba. Así, vivos, eran sacados <strong>por</strong> <strong>la</strong> puerta<br />

<strong>la</strong>teral <strong>del</strong> sótano e introducidos en un camión. Bastante adormecidos eran llevados al<br />

aeroparque, introducidos en un avión que vo<strong>la</strong>ba hacia el sur mar adentro, donde eran<br />

tirados vivos.”<br />

(Testimonio legajos 4442 y 5307)


A partir de <strong>la</strong> lectura de <strong>la</strong> Convención Interamericana sobre Desaparición<br />

Forzada de Personas se puede definir qué se entiende <strong>por</strong> desaparición forzada, <strong>por</strong><br />

qué es un <strong>del</strong>ito que no tiene prescripción, qué hace a éstas ilegítimas, qué convierte<br />

a estas víctimas en ‘desaparecidas’, si <strong>la</strong> acción penal contra los responsables,<br />

prescribe y si puede alegarse ‘obediencia debida’ en estos casos.<br />

Sería un buen momento para recordar o averiguar: ¿Qué requisitos tiene que<br />

tener una detención a través de <strong>la</strong>s fuerzas de seguridad para que sea legal en <strong>la</strong><br />

Argentina?¿El poder judicial respondía los habeas corpus presentados para<br />

conocer el paradero de <strong>la</strong>s personas detenidas?<br />

Se podría reflexionar acerca de los efectos que provoca en los familiares y<br />

amigos <strong>la</strong> ‘desaparición’, el no saber cómo ni dónde, ni cuándo esta persona ha<br />

fallecido?<br />

Se podría buscar el reconocimiento <strong>del</strong> gobierno chileno sobre cadáveres<br />

NN, fosas comunes etc., efectuadas a partir <strong>del</strong> 13/1/01 para mostrar que éstas han<br />

sido prácticas habituales de todos los regímenes totalitarios.<br />

Otra posibilidad para realizar <strong>la</strong> comparación puede ser a través de <strong>la</strong><br />

lectura de El diario de Ana Frank. En el Anexo 1.5, se encuentran<br />

algunos ejemplos.<br />

4.c. Comparación con <strong>la</strong>s democracias: el juicio justo<br />

En el año 1983 se restituye <strong>la</strong> DEMOCRACIA en <strong>la</strong> Argentina.<br />

Llegados a este punto sería im<strong>por</strong>tante


Averiguar con <strong>la</strong> ayuda de los testimonios familiares y de los libros de historia<br />

los acontecimientos que precipitaron <strong>la</strong> caída <strong>del</strong> Gobierno Militar, que actuó entre<br />

1976 y 1983.<br />

Hacer un listado, sobre base de lo que seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> Constitución Nacional, de los<br />

derechos que se recuperaron con <strong>la</strong> Democracia. Compararlo con <strong>la</strong> situación <strong>del</strong><br />

ciudadano en el gobierno anterior y ayudarlos a derivar <strong>la</strong>s consecuencias<br />

individuales, sociales y políticas que en ambos casos se generan.<br />

Describir cómo se actuó en ese momento con los militares que se consideraban<br />

responsables de los excesos de <strong>la</strong> represión. Para lo cual se puede ape<strong>la</strong>r al video<br />

<strong>del</strong> Juicio, documentales televisivos o al Diario <strong>del</strong> Juicio a La Junta Militar para<br />

tener una idea de cómo operó <strong>la</strong> Justicia Civil.<br />

Les ofrecemos <strong>la</strong> sentencia que figura en el Diario <strong>del</strong> Juicio a La Junta Militar<br />

para leer y analizar.<br />

El más im<strong>por</strong>tante Juicio llevado a cabo en <strong>la</strong> Argentina y en América<br />

“Por primera vez un tribunal de justicia de un gobierno democrático consigue sentar<br />

en el banquillo de los acusados a los nueve integrantes de <strong>la</strong>s juntas militares que se<br />

sucedieron en el poder entre 1976 y 1982 tras un <strong>golpe</strong> de Estado. Las cabezas visibles<br />

de esa dictadura son juzgadas desde el 22 de abril de 1985 <strong>por</strong> presuntos excesos en <strong>la</strong><br />

represión que, en el menos terrible de los casos, costó <strong>la</strong> vida de nueve mil<br />

ciudadanos. El contexto de crisis económica y confusión política que rodea al juicio a<br />

los militares, no alcanza para empañar <strong>la</strong> conciencia de que se está frente a un<br />

acontecimiento histórico que marcará para siempre <strong>la</strong> vida de <strong>la</strong> sociedad argentina.”<br />

LOS ACUSADOS<br />

Teniente general (R) Jorge R<br />

Vide<strong>la</strong>. Almirante (R) Emilio E.<br />

Massera (R).Brigadier Gral. (R)<br />

Or<strong>la</strong>ndo R. Agosti. Teniente<br />

General (R) Almirante (R)<br />

Armando Lambruschini.<br />

Brigadier General (R) Omar D.<br />

Graffiña. Teniente General (R )<br />

Leopoldo F. Galtieri. Almirante<br />

(R) Jorge I Anaya. Brigadier<br />

General (R) Basilio Lami Dozo.<br />

Diario <strong>del</strong> Juicio. Editorial Perfil, 1985


LOS JUECES<br />

Jorge E. Tor<strong>la</strong>sco, Carlos L. Ars<strong>la</strong>nian, Andres J. D’ Alessio, Jorge A.V alerga<br />

Araoz, Guillermo A .Ledesma ,Ricardo R. Gil Lavedra.<br />

Parte de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras con <strong>la</strong>s que el fiscal Julio César Strassera da <strong>por</strong><br />

terminada su ACUSACIÓN<br />

“[...] señor presidente, este juicio y esta condena son im<strong>por</strong>tantes y necesarios para<br />

<strong>la</strong> nación Argentina, que ha sido ofendida <strong>por</strong> crímenes atroces. Su propia atrocidad<br />

torna monstruosa <strong>la</strong> mera hipótesis de <strong>la</strong> impunidad. Salvo que <strong>la</strong> conciencia moral de<br />

los argentinos haya descendido a niveles tribales nadie puede admitir que el secuestro,<br />

constituyan hechos políticos o contingencias <strong>del</strong> combate. Ahora que el Pueblo<br />

Argentino ha recuperado el Gobierno y control de sus instituciones; yo asumo <strong>la</strong><br />

responsabilidad de dec<strong>la</strong>rar en su nombre que el sadismo no es una ideología política<br />

ni una estrategia bélica, sino una perversión moral a partir de este juicio y esta<br />

condena, el pueblo argentino recuperará su autoestima su fe en los valores en base a<br />

los cuales se constituye <strong>la</strong> nación y su imagen internacional severamente dañada <strong>por</strong><br />

los crímenes de <strong>la</strong> represión ilegal Por todo ello, también este juicio y esta condena<br />

son im<strong>por</strong>tantes y necesarios para <strong>la</strong>s fuerzas armadas de <strong>la</strong> Nación. Este proceso o no<br />

ha sido celebrado contra el<strong>la</strong>s sino contra los responsables de su conducción en el<br />

período 1976/82 [...] y finalmente, no habrá de servir esta condena para infamar a <strong>la</strong>s<br />

Fuerzas Armadas, sino para seña<strong>la</strong>r y excluir a quienes <strong>la</strong> infamaron con su conducta.<br />

Por todo ello , finalmente este juicio, esta condena son im<strong>por</strong>tantes y necesarios para<br />

<strong>la</strong>s víctimas que rec<strong>la</strong>man y los sobrevivientes que merecen esta reparación. No se<br />

trata <strong>por</strong> supuesto de revivir viejos slogan, como aquel de que: “La sangre derramada<br />

no será negociada”, que sirvió para justificar tantas atrocidades. No se trata ahora de<br />

negociar nada, <strong>por</strong>que nada se está negociando; se trata simplemente de que a partir<br />

<strong>del</strong> respeto <strong>por</strong> <strong>la</strong> vida y el sufrimiento de cualquier ser humano, restauremos entre<br />

nosotros el culto <strong>por</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

“Los argentinos hemos tratados de obtener <strong>la</strong> paz, fundándo<strong>la</strong> en el olvido y<br />

fracasamos; ya hemos hab<strong>la</strong>das de pasadas y frustradas amnistías. Hemos tratado de<br />

buscar <strong>la</strong> paz <strong>por</strong> vía de <strong>la</strong> violencia y <strong>del</strong> exterminio de adversario y fracasamos; me<br />

remito al período que acabamos de describir. A partir de este juicio y de <strong>la</strong> condena<br />

que propugno nos cabe <strong>la</strong> responsabilidad de fundar una paz basada no en el olvido,<br />

sino en <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> , no en <strong>la</strong> violencia, sino en <strong>la</strong> justicia. Esta es nuestra o<strong>por</strong>tunidad<br />

y quizá sea <strong>la</strong> última. Por estas consideraciones acuso a los aquí procesados <strong>por</strong> los<br />

<strong>del</strong>itos que han sido objeto de calificación y solicito que al fal<strong>la</strong>r en definitiva se los<br />

condene a <strong>la</strong> siguientes penas :Jorge Rafael VIDELA reclusión perpetua, con más <strong>la</strong><br />

asesoría <strong>del</strong> art. 52 <strong>del</strong> Código Penal; Emilio Eduardo MASSERA reclusión perpetua<br />

[...] ;Or<strong>la</strong>ndo Ramón AGOSTI: reclusión perpetua [...] Roberto Eduardo VIOLA:<br />

reclusión perpetua; Armando LAMBRUSCHIN: reclusión perpetua; Leopoldo<br />

Fortunato GALTIERI: 15 <strong>años</strong> de prisión ;Omar Rubén GRAFFIÑA: 15 <strong>años</strong> de<br />

prisión; Jorge Isaac ANAYA: 12 <strong>años</strong> de prisión; Basilio LAMI DOZO: 10<strong>años</strong> de<br />

prisión. Para todos con asesorías legales y costas. Señores JUECES: quiero renunciar<br />

expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero<br />

utilizar una frase que no me pertenece, <strong>por</strong>que pertenece ya a todo el pueblo argentino.<br />

Señores jueces: ‘NUNCA MÁS’.”<br />

Comentar el alcance de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>del</strong> fiscal y de <strong>la</strong> repercusión que tuvieron en<br />

su momento.


LA SENTENCIA<br />

Extracto <strong>del</strong> fallo:<br />

[...]<br />

10) Condenando al Teniente General (R) Jorge Rafael Vide<strong>la</strong> [...] a <strong>la</strong> PENA DE<br />

RECLUSIÓN PERPETUA, INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA,<br />

ACCESORIAS LEGALES (Art. 12 <strong>del</strong> Código penal) accesoria de destitución (Art.<br />

538 <strong>del</strong> Código Militar) y pago de <strong>la</strong>s costas (Art.29, inc. 3ª, <strong>del</strong> Código Penal).<br />

[...]<br />

12) Condenando al Almirante (R) Emilia Eduardo MASSERA [...] a <strong>la</strong> PENA DE<br />

RECLUSIÓN PERPETUA, ACCESORIAS LEGALES (Art. 12 <strong>del</strong> Código Penal)<br />

accesorias de destitución (Art. 538 <strong>del</strong> Código de Justicia Militar) y pago de costas<br />

(Art. 29, inc. 3ª, <strong>del</strong> Código Penal).<br />

[...]<br />

14 ) Condenando al Brigadier General (R) Or<strong>la</strong>ndo Ramón AGOSTI .[...] a <strong>la</strong> pena<br />

de CUATRO AÑOS Y SEIS MESES DE PRISIÓN, INHABILITACIÓN<br />

ABSOLUTA PERPETUA [...].<br />

[...]<br />

16) Condenando al Teniente general (R) Roberto Eduardo VIOLA [...] a <strong>la</strong> pena de<br />

DIECISÉIS AÑOS DE PRISIÓN, INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA<br />

[...].<br />

[...]<br />

18)Condenando al almirante (R) Armando LAMBRUSCHINI a <strong>la</strong> pena de OCHO<br />

AÑOS DE PRISIÓN, INHABILITACIÓN ABSOLUTA Y PERPETUA [...].<br />

[...]<br />

20) Absolviendo de Culpa y cargo al Brigadier general (R) Omar domingo Rubens<br />

GRAFFIÑA [...]<br />

21) Absolviendo de culpa y cargo al teniente general Leopoldo F. GALTIERI [...]<br />

22) Absolviendo de culpa y cargo al almirante (R) Jorge Isaac Anaya [...]<br />

23) Absolviendo de culpa y cargo al brigadier general (R) Arturo Ignacio LAMI<br />

DOZO [...].<br />

Si se tiene a mano el DIARIO DEL JUICIO convendría hojearlo, para tener una<br />

idea más completa de cómo operó <strong>la</strong> Justicia Civil y acceder al registro taquigráfico<br />

de los momentos más salientes (<strong>la</strong> síntesis de los motivos <strong>por</strong> los cuales son<br />

condenados).<br />

Hacer reparar en <strong>la</strong>s diferencias entre <strong>la</strong> acusación y <strong>la</strong> sentencia. Y no dejar de<br />

preguntarse <strong>por</strong>que no fueron juzgados <strong>por</strong> todos los casos de los que se tienen<br />

noticia.<br />

Es fundamental marcar <strong>la</strong>s diferencias con <strong>la</strong> actuación que los militares<br />

tuvieron con los acusados y detenidos: posibilidad de defensa y ape<strong>la</strong>ción, un juicio<br />

‘público’, a <strong>la</strong> luz frente a <strong>la</strong> situación analizada previamente de <strong>la</strong> detención<br />

c<strong>la</strong>ndestina y <strong>la</strong> desaparición forzada de personas.<br />

El Video ESMA: el día <strong>del</strong> juicio (material distribuido en su momento <strong>por</strong> el<br />

Ministerio de Educación) puede ser una excelente ayuda. Permite trabajar sobre <strong>la</strong><br />

metodología de <strong>la</strong> represión pero también en el juego de imágenes entre los<br />

testimonios y los pantal<strong>la</strong>zos <strong>del</strong> juicio, es posible comparar los sistemas de<br />

gobierno que aquí se presentan.


Convendría poner a consideración <strong>la</strong> tarea que en su momento desarrollo <strong>la</strong><br />

CONADEP y apreciar así, el papel que pueden asumir en <strong>la</strong> Democracia <strong>la</strong>s<br />

entidades civiles no gubernamental.<br />

En lo posible no dejar de leer el prólogo <strong>del</strong> libro NUNCA MÁS, ya que puede<br />

ayudar a ubicar en <strong>la</strong> temática que aquí presentamos.<br />

Aprovechar el momento para re<strong>la</strong>cionar con otras entidades civiles no<br />

gubernamentales que trabajan a nivel nacional e internacional <strong>por</strong> los Derechos<br />

Humanos. Buscar material al respecto. Es posible acceder a <strong>la</strong> lista que en este<br />

disquete ofrecemos.<br />

Observar <strong>la</strong> actuaciòn de personas o grupos de <strong>la</strong> comunidad que muestran su<br />

compromiso con el hombre y su dignidad.<br />

Otra posibilidad podría ser invitar a los alumnos, a que, como ciudadanos<br />

jóvenes e<strong>la</strong>boren una propuesta grupal para el futuro de su patria.<br />

El prólogo de NUNCA MÁS se encuentra en el Anexo 1.6.


5. ¿Subversión es necesariamente violencia?<br />

5.a. ¿Qué era ser un subversivo?<br />

“El terrorismo no es sólo considerado tal <strong>por</strong> matar con un arma o colocar una<br />

bomba, sino también <strong>por</strong> atacar a través de ideas contrarias a nuestra civilización<br />

occidental y cristiana a otras personas.”<br />

Jorge Rafael Vide<strong>la</strong><br />

“[...] La Argentina ha sufrido una agresión <strong>por</strong> parte <strong>del</strong> terrorismo subversivo y<br />

esa agresión consistió en crear un estado de caos mediante <strong>la</strong> intimidación a través de<br />

asesinatos, atentados, secuestros, en los que se vieron involucrados militares,<br />

sacerdotes, trabajadores, empresarios, etc. Frente a esta agresión <strong>la</strong> Argentina debía<br />

defenderse; es decir, defender los derechos humanos de <strong>la</strong> sociedad argentina que<br />

había sido agredida en el p<strong>la</strong>no material y, lo que es peor, en el p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong>s ideas; <strong>por</strong><br />

cuanto que esta agresión tenía como objetivo subvertir nuestro sistema de vida [...]<br />

Consecuentemente, en <strong>la</strong> Argentina el terrorismo subversivo no constituyó una opción<br />

válida para <strong>la</strong> ciudadanía [...] y es el convencimiento de aceptar una decisión <strong>del</strong><br />

pueblo argentino, que <strong>la</strong>s Fuerzas Armadas salen en defensa de <strong>la</strong> ciudadanía,<br />

atacando al terrorismo subversivo. Es decir se p<strong>la</strong>ntea prácticamente una guerra, que<br />

es un hecho tremendo; en el<strong>la</strong> hay sobrevivientes, hay heridos, hay lisiados, hay<br />

muertos y a veces hasta desaparecidos. Todas esas consecuencias <strong>la</strong> Argentina <strong>la</strong>s está<br />

viviendo en alguna medida. Finalmente, [...] quiero decir que <strong>la</strong> lucha armada contra<br />

<strong>la</strong>s organizaciones armadas <strong>del</strong> terrorismo subversivo está llegando a su fin. Quiero<br />

que se entienda bien no está llegando a su fin el poner término a los excesos de <strong>la</strong><br />

represión; lo que está llegando a su fin es <strong>la</strong> lucha armada contra elementos armados<br />

de <strong>la</strong> subversión. [...] Yo quiero significar que <strong>la</strong> ciudadanía argentina no es víctima de<br />

<strong>la</strong> represión. La represión es contra una minoría a quien no consideramos argentina, y<br />

en esta represión aún aceptamos que pueda haber habido algún exceso, pero ésta no es<br />

<strong>la</strong> norma en nuestra acción, ni <strong>la</strong> propiciamos.”<br />

“Precisiones de Vide<strong>la</strong> sobre derechos humanos<br />

y lucha antisubversiva”.<br />

La Opinión. 18/12/77<br />

Podríamos proponer:<br />

¿Cuáles son <strong>la</strong>s condiciones para ser considerado ciudadano argentino según<br />

esta dec<strong>la</strong>ración? ¿Quién le otorgó a Vide<strong>la</strong> y a <strong>la</strong> Junta Militar el saber qué era ser<br />

argentino y cómo debía pensar un argentino?<br />

¿Cuál es el peligro de entregar poderes absolutos a una o unas personas?<br />

¿Tener ideas diferentes, criticar <strong>la</strong>s ideas que sostienen es lo peor que una<br />

persona puede hacer? ¿Ustedes consideran que ‘lo mejor’ es eliminar <strong>la</strong> capacidad<br />

de crítica de <strong>la</strong>s personas?<br />

¿Es posible defender los derechos humanos de algunos ciudadanos y vio<strong>la</strong>r los<br />

de otros? (Tener en cuenta que los derechos humanos son garantías de nuestra<br />

dignidad como personas sólo si defienden a todos, o sea , si son universales; cuando<br />

se ponen límites, especificaciones de grupos sociales, religiosos, étnicos o<br />

ideológicos, que pueden gozarlos mientras otros quedan fuera de su protección,<br />

todos, absolutamente todos, quedamos a <strong>la</strong> intemperie, quedamos desprotegidos.)<br />

¿340 centros c<strong>la</strong>ndestinos de detención y un estimado de entre 20.000 y 30.000<br />

desaparecidos permiten sostener que <strong>la</strong> norma no fue el exceso? Si nos remitimos a<br />

<strong>la</strong>s instrucciones militares citadas en <strong>la</strong>s página 19 y <strong>la</strong> página 42, ¿podríamos<br />

argumentar con más elementos de juicio?


Podríamos a<strong>por</strong>tar otra versión <strong>del</strong> sentido de Subversión para enriquecer los<br />

conceptos:<br />

“Nos costó y nos cuesta todavía emplear algunas pa<strong>la</strong>bras. Otras hasta perdieron<br />

su sentido original. Subversión, <strong>por</strong> ejemplo. De una pa<strong>la</strong>bra hermosa, que hab<strong>la</strong> de<br />

dar vuelta <strong>la</strong>s cosas, de transformar lo establecido, nos quedó una versión<br />

empobrecida, que califica –y descalifica– a un <strong>del</strong>incuente. Los propagandistas de <strong>la</strong><br />

dictadura no fal<strong>la</strong>ban nunca: siempre se referían a ‘<strong>la</strong> <strong>del</strong>incuencia subversiva’. Sin<br />

embargo, nuestros compañeros eran, soñaban, con ser subversivos.”<br />

5.b. La represión fue dirigida a <strong>la</strong> oposición ideológica<br />

Enrique Carlos Vázquez<br />

(Discurso leído en el Colegio Nacional de Buenos Aires<br />

en homenaje a los alumnos y ex alumnos desaparecidos)<br />

“La guerril<strong>la</strong> armada (ERP y MONTONEROS), que en su época de esplendor<br />

llegó a tener como máximo 1500 integrantes, había sido ya desarticu<strong>la</strong>da a fines de<br />

1975. Esto lo demuestra el hecho de que entre el 24/3/76 y el 20/12/78 sus ataques<br />

fueron es<strong>por</strong>ádicos y provocaron <strong>la</strong> muerte de 58 personas.”<br />

Cfr. García, Prudencio. El drama de <strong>la</strong> autonomía militar.<br />

Alianza editorial. Madrid. 1995, pág. 507<br />

“Toda vida humana es invaluable. Poner un número, en este caso 58, no significa<br />

que esas víctimas injustas <strong>del</strong> terrorismo no sean valiosas; muestra so<strong>la</strong>mente que <strong>la</strong><br />

guerril<strong>la</strong> no tenía capacidad de ataque y estaba contro<strong>la</strong>da, <strong>por</strong> lo tanto tuvo que haber<br />

otros motivos que impulsaran <strong>la</strong> caza de entre 20.000 y 30.000 desaparecidos según<br />

<strong>la</strong>s proyecciones realizadas <strong>por</strong> ONG nacionales y Organismos Internacionales.<br />

“El mismo Gral. Vio<strong>la</strong> en su informe como Comandante en Jefe <strong>del</strong> Ejército,<br />

después <strong>del</strong> intento de copamiento al Regimiento Militar de Monte Chingolo, hab<strong>la</strong>ba<br />

de ‘<strong>la</strong> impotencia absoluta de tales organizaciones en cuanto a su presunto poder<br />

militar’ y proc<strong>la</strong>maba en su párrafo final ‘<strong>la</strong> incapacidad de los subversivos para<br />

trascender al p<strong>la</strong>no militar’.”<br />

(C<strong>la</strong>rín 31/1/76)<br />

Por lo tanto no tenían posibilidad alguna de tomar el gobierno, así que l<strong>la</strong>namente<br />

<strong>la</strong> represión se realizó sobre ciudadanos argentinos cuyas actividades barriales,<br />

gremiales y/o culturales se oponían ideológicamente al proyecto socio-económico de<br />

país que se logró imponer a partir de marzo <strong>del</strong> 76 bajo <strong>la</strong>s directivas de Martínez de<br />

Hoz y sobre ciudadanos circunstanciales que <strong>la</strong> casualidad (ser compañero de<br />

trabajo/escue<strong>la</strong>, tener sus datos en <strong>la</strong> agenda de algún detenido, etc.) arrastró en esta<br />

cacería indiscriminada y sanguinaria.<br />

Reflexionemos sobre algunos testimonios<br />

Se presentó otra voz. Dijo ser el Coronel. Manifestó que ellos sabían que mi<br />

actividad no se vincu<strong>la</strong>ba con el terrorismo o <strong>la</strong> guerril<strong>la</strong>, pero que me iban a torturar<br />

<strong>por</strong> opositor. Porque no había entendido que en el país no existía espacio político para<br />

oponerse al Proceso de Reorganización Nacional. Luego agregó: ‘Lo vas a pagar<br />

caro... ¡se acabaron los padrecitos de los pobres! ’.”<br />

Testimonio <strong>del</strong> Dr. Liwsky (Legajo 3901)


“[...] <strong>la</strong> persona que me interrogaba perdió <strong>la</strong> paciencia, se enojó<br />

diciéndome: Vos no sos un guerrillero, no estás en <strong>la</strong> violencia, pero vos no te<br />

das cuenta que al irte a vivir allí (en <strong>la</strong> vil<strong>la</strong>) con tu cultura, unís a los pobres y<br />

unir a los pobres es subversión...”<br />

Testimonio <strong>del</strong> padre Yorio. (Legajo Nº 6328)<br />

Organizar a los pobres, ayudarlos a tener conciencia de sus derechos, ¿es un<br />

<strong>del</strong>ito?<br />

¿Pensar diferente es un crimen? ¿Tener otro proyecto de país es ser un<br />

<strong>del</strong>incuente? ¿Qué es lo que se reprimió?<br />

5.c. ¿Se pueden p<strong>la</strong>ntear los cambios de manera pacífica?<br />

Tal vez sería un buen momento para:<br />

Debatir con nuestro grupo a partir de ideas como: cambio social, necesidad de<br />

consensos, conflictos de intereses, tolerancia a <strong>la</strong>s diferencias, etc.<br />

E<strong>la</strong>borar alternativas pacíficas para resolver el conflicto entre los proyectos<br />

político-económico que se enfrentaron en 1976. (Los conceptos pueden enriquecerse<br />

con <strong>la</strong> lectura de los puntos 1 y el 2.)<br />

“Aunque parezca irónico, creo profundamentte que el conflicto es<br />

indispensable para <strong>la</strong> realización humana. Percibimos más c<strong>la</strong>ramente esta<br />

afirmación al preguntar: ¿Qué sería <strong>la</strong> vida sin los conflictos? Sería una<br />

sociedad exenta de <strong>la</strong> voluntad de buscar el significado de <strong>la</strong> vida; exenta de<br />

re<strong>la</strong>cionarse los unos con los otros.<br />

En este sentido se puede hab<strong>la</strong>r de una perspectiva positiva <strong>del</strong><br />

conflicto: el conflicto como un reto. La incompatibilidad de metas es un<br />

desafío tremendo, tanto intelectual como emocional, para <strong>la</strong>s partes<br />

involucradas. Así el conflicto puede enfocarse básicamente como una de <strong>la</strong>s<br />

fuerzas motivadoras de nuestra existencia; como una causa, un concomitante<br />

y una consecuencia <strong>del</strong> cambio; como un elemento necesario para <strong>la</strong> vida<br />

social, como el aire para <strong>la</strong> vida humana.”<br />

John Paul Lederach<br />

Educar para <strong>la</strong> Paz


6. Las familias como víctimas<br />

6.a. El doble discurso de <strong>la</strong> Dictadura<br />

Principios en los que fundamentaba su acción el gobierno militar que asumió el<br />

24 de marzo de 1976<br />

“Restituir los valores esenciales que sirven de fundamento a <strong>la</strong> conducción<br />

integral <strong>del</strong> Estado, enfatizando el sentido de moralidad, idoneidad y eficiencia,<br />

imprescindibles para reconstituir el contenido y <strong>la</strong> imagen de <strong>la</strong> Nación, erradicar <strong>la</strong><br />

subversión...<br />

“Vigencia de los valores de <strong>la</strong> moral cristiana, de <strong>la</strong> tradición nacional y de <strong>la</strong><br />

dignidad <strong>del</strong> ser argentino.”<br />

Acta que fija los propósitos y objetivos<br />

para el Proceso de Reorganización Nacional de <strong>la</strong> Junta Militar<br />

Podríamos partir de un diálogo y reflexión<br />

¿Cuáles consideramos que son los “valores esenciales” que tienen que servir<br />

de fundamento a una Nación?¿Cuáles serían <strong>la</strong>s funciones que para preservar<br />

dichos valores tendría que desarrol<strong>la</strong>r el Estado? ¿Qué seña<strong>la</strong> nuestra<br />

Constitución para salvaguardar dichos valores?<br />

¿Qué entendemos <strong>por</strong> “moral cristiana”, “tradición nacional”, “dignidad <strong>del</strong><br />

ser argentino”?<br />

El objetivo es confrontar los objetivos explícitos de <strong>la</strong> Junta Militar que abren y<br />

cierran este apartado con <strong>la</strong> realidad sufrida <strong>por</strong> <strong>la</strong>s familias argentinas a <strong>la</strong>s que<br />

supuestamente buscaban defender: ¿Qué pasa entre el decir y el hacer? ¿Qué<br />

opinión te merece a vos y a tu grupo este contrasentido?<br />

Los valores desde donde juzgar surgirán de <strong>la</strong> reflexión previa realizada sobre<br />

los valores esenciales que fundamentan una Nación.<br />

Los testimonios seleccionados corresponden en su totalidad al NUNCA MÁS.<br />

“Cuanto más me preguntaban cómo se componía mi familia y nombro a mi hija<br />

mayor, l<strong>la</strong>mada Rosario, me dicen: ‘¿Así que esa es tu hija? ¿Es casada?’, a lo que<br />

respondo: ‘Sí, con Roberto Nájera’. A lo que el interrogador expresó ‘¿Ese es tu<br />

yerno? Vos no te vas de aquí hasta que no los agarremos a ellos...’.”<br />

Francisco José Elena<br />

“Durante ese día a mi padre lo sometieron a un interrogatorio con descargas<br />

eléctricas en presencia de mi hermano Ernesto Carlos.Todas <strong>la</strong>s preguntas estaban<br />

orientadas a dar con el paradero que mi otro hermano desconocía completamente.”<br />

De <strong>la</strong> denuncia de Gabriel Krep<strong>la</strong>k, hermano de <strong>la</strong> víctima<br />

“[...] el ignominioso hecho ocurrido, que hasta el día de <strong>la</strong> fecha ignoro <strong>la</strong>s razones<br />

[...] generó problemas de salud física y mental en <strong>la</strong> persona de mi esposa [...] hoy<br />

fallecida [...] recibí un impacto emocional que me provocó un agravamiento de una<br />

lesión <strong>del</strong> corazón a <strong>la</strong> par que un daño moral <strong>del</strong> que no podré recuperarme.”<br />

Juan Carlos Casabona


“En <strong>la</strong> madrugada <strong>del</strong> 21 de septiembre de 1976, fueron arrancados de su hogar<br />

violentamente David Coldman, su mujer y <strong>la</strong> hija de ambos. El grupo robó elementos<br />

de trabajo y otras cosas [...] dejaron durmiendo solo, al hijo menor de <strong>la</strong> familia que<br />

tenía 11 <strong>años</strong>. Al despertar y l<strong>la</strong>mar a sus padres, sólo encontró desorden en <strong>la</strong> casa<br />

[...].”<br />

De Per<strong>la</strong> Weinstein sobre <strong>la</strong> desaparición de su hermana<br />

“Detuvieron a mi hijo [...]. Tres horas después nos llevaron a mi esposo y a mí [...]<br />

Allí pude hab<strong>la</strong>r con mi hijo, cuando iba a los b<strong>años</strong>. estaba muy <strong>la</strong>stimado <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

tortura y sin ropa [...].<br />

“Mi esposo fue <strong>golpe</strong>ado, quedó bastante mal y nos separaron [...]. Mi esposo<br />

apareció cuarenta días después y cuando lo liberaron volvieron a decirle que nuestro<br />

hijo era inocente [...]. No volvimos a tener noticias de él (el hijo).”<br />

Madre de León Grajnaj<br />

“[...] mi abuelo que tenía sesenta <strong>años</strong>, era atendido <strong>por</strong> enfermera. A pesar de <strong>la</strong><br />

intervención de ésta y <strong>del</strong> estado de salud de mi abuelo, los integrantes <strong>del</strong> grupo lo<br />

hicieron levantar y, a <strong>golpe</strong>s, lo metieron en uno de los coches y le preguntaron<br />

reiteradamente <strong>por</strong> el domicilio de mi padre [...]”.<br />

Santiago Bruschtein<br />

“Ya que yo contestaba en forma negativa comenzaron a <strong>golpe</strong>ar a mi compañera<br />

con un cinto, tirones de pelo y puntapiés a los niños Celia Lucía, de 13 <strong>años</strong>, Juan<br />

Fabián de 8, Verónica de 3 y Silvina so<strong>la</strong>mente de 20 días [...]. Luego de maltratar a<br />

mi compañera tomaron a <strong>la</strong> bebita de so<strong>la</strong>mente 20 días de los piecitos cabeza abajo y<br />

<strong>la</strong> <strong>golpe</strong>aron diciéndole a <strong>la</strong> madre ‘[...] si no hablás <strong>la</strong> vamos a matar’. Los niños<br />

lloraban y el terror era mucho. La madre les imploraba, gritando, que no tocaran a <strong>la</strong><br />

beba. Entonces decidieron hacerle ‘submarino’ a mi compañera de<strong>la</strong>nte de los niños<br />

[...].”<br />

Juan E. Velázquez Rosano<br />

“[...] Capello fue tras<strong>la</strong>dado primero. Pablito fue torturado de<strong>la</strong>nte de su madre y<br />

luego tras<strong>la</strong>dado a un reformatorio. Pablito fue torturado con <strong>la</strong> excusa de que su<br />

madre no había entregado <strong>la</strong> escritura de su casa, que <strong>la</strong>s fuerzas de represión querían<br />

negociar [...].”<br />

Testimonio de Elena Alfaro que se contactó en el CCD<br />

l<strong>la</strong>mado “El Vesubio” con Jorge Antonio Capello<br />

“[...] el 15 de abril (77) comenzó mi trabajo de parto [...] me subieron a un<br />

patrullero con dos hombres de<strong>la</strong>nte y una mujer detrás [...] mi bebita no supo esperar,<br />

a <strong>la</strong> altura <strong>del</strong> cruce de Alpargatas pararon el coche en <strong>la</strong> banquina y allí nació Teresa<br />

[...] yo todavía seguía con los ojos vendados [...] después de muchas vueltas llegamos<br />

a lo que después supe era <strong>la</strong> Brigada de Investigaciones de Banfield, allí estaba el<br />

médico [...]. En el auto cortó el cordón umbilical y me subieron hasta un lugar donde<br />

me sacaron <strong>la</strong> p<strong>la</strong>centa. Me hicieron desnudar y frente al oficial de guardia tuve que<br />

<strong>la</strong>var <strong>la</strong> camil<strong>la</strong>, el piso, mi vestido, y, <strong>por</strong> fin me dejaron ver a <strong>la</strong> beba, todo en medio<br />

de insultos o amenazas [...].”<br />

Adriana Calvo de Laborde narra en su testimonio<br />

de cómo vivían <strong>la</strong>s embarazadas en los CCD<br />

y sobre <strong>la</strong>s condiciones de los partos.


“Los represores que arrancaron a los niños desaparecidos de sus casas<br />

o madres en el momento <strong>del</strong> parto decidieron sobre <strong>la</strong> vida de aquel<strong>la</strong>s<br />

criaturas con <strong>la</strong> misma frialdad de quien dispone un botín de guerra.<br />

“Despojados de su identidad y arrebatados a sus familiares, los niños<br />

desaparecidos constituyen y constituirán <strong>por</strong> <strong>la</strong>rgo tiempo una profunda<br />

herida abierta en nuestra sociedad. En ellos se ha <strong>golpe</strong>ado a lo indefenso,<br />

lo vulnerable, lo inocente y se ha dado forma a una nueva modalidad de<br />

tormento.”<br />

Nunca más, página 299<br />

“Nací el 11 de agosto <strong>del</strong> 77 en <strong>la</strong> Escue<strong>la</strong> de Mecánica de <strong>la</strong> Armada. Cuando <strong>la</strong><br />

secuestraron a mi vieja el<strong>la</strong> estaba embarazada de seis meses de mí, esto fue el 19 de<br />

mayo <strong>del</strong> 77. La secuestraron a el<strong>la</strong> y a mi viejo. El<strong>la</strong> se l<strong>la</strong>maba Mirta Alonso y él<br />

Oscar Lautaro Hueravilo. A diferencia de lo que hacían con todas <strong>la</strong>s secuestradas que<br />

tenían hijos, que se los quitaban no bien los tenían, a mi vieja <strong>la</strong> dejaron tenerme<br />

durante 22 días. Ahí en esos días, segura de que me iban a robar, el<strong>la</strong> me hace una<br />

marca en <strong>la</strong> oreja izquierda, con una aguja, <strong>del</strong> <strong>la</strong>do de adentro <strong>del</strong> lóbulo. Me marca<br />

con <strong>la</strong> esperanza que yo fuera encontrado <strong>por</strong> mi familia.<br />

[...]<br />

“Cuando a mí me entregaron a los cuatro meses, me dejan con un papelito con mi<br />

nombre completo, el peso y <strong>la</strong> hora en que nací. El papelito también decía que había<br />

sido un parto normal . Me dejan en Casa Cuna. En los medios salió una información;<br />

decía: otra madre que abandona a su hijo. Pero qué madre va a abandonar a su hijo y le<br />

va a poner el apellido. Después de eso me recogen mis abuelos paternos y desde<br />

entonces vivo con ellos.”<br />

De <strong>la</strong> entrevista a Emiliano Lautaro Hueravilo.<br />

“Madre de <strong>la</strong> ESMA”, en Madre argentina hay una so<strong>la</strong>.<br />

Rodolfo Braceli. Sudamericana, Buenos Aires, 1999.<br />

.<br />

“Hay 240 denuncias documentadas de nacimientos comprobados en los<br />

Centros C<strong>la</strong>ndestinos de Detención.<br />

“Sólo 70 jóvenes han sido encontrados y han podido saber <strong>la</strong> verdad sobre su<br />

identidad.”<br />

Art. 8: Derecho a <strong>la</strong> Identidad<br />

Convención sobre los Derechos <strong>del</strong> Niño<br />

Si no se va a tratar específicamente el tema ABUELAS de P<strong>la</strong>za de Mayo se<br />

les podría preguntar si conocen <strong>la</strong> existencia de chicos desaparecidos que más tarde<br />

fueron ubicados y reconocieron su identidad; qué piensan de esta situación; si creen<br />

que tiene que saber su identidad y contactarse con sus familiares de sangre.<br />

También se les puede proponer realizar un re<strong>por</strong>taje a algún familiar de<br />

desaparecido o de detenido en aquellos tiempos o invitarlo a ir a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> para<br />

que dialogue


“[...] Las Fuerzas Armadas desarrol<strong>la</strong>rán durante <strong>la</strong> etapa que hoy se inicia, una<br />

acción regida <strong>por</strong> pautas perfectamente determinadas. Por medio <strong>del</strong> orden, <strong>del</strong><br />

trabajo, de <strong>la</strong> observancia plena de los principios éticos y morales, de <strong>la</strong> justicia, de <strong>la</strong><br />

realización integral <strong>del</strong> hombre, <strong>del</strong> respeto a sus derechos y dignidad, así <strong>la</strong> República<br />

llegará a <strong>la</strong> unidad de los argentinos y a <strong>la</strong> total recuperación <strong>del</strong> ser nacional, metas<br />

irrenunciables para cuya obtención se convoca al esfuerzo común de los hombres y<br />

mujeres, que habitan este suelo [...].”<br />

6.b. La búsqueda de <strong>la</strong> verdad<br />

De <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>ma dirigida al Pueblo de <strong>la</strong> Nación Argentina<br />

el 24 de marzo de 1976 al asumir <strong>la</strong> junta Militar.<br />

Entrevista a <strong>la</strong> Sra. Carmen Lapacó, detenida junto a su hija el 17/3/77 y luego<br />

liberada.<br />

¿Qué pasos seguiste para encontrar a tu hija después de <strong>la</strong> búsqueda?<br />

Carmen: –Primero presenté Habeas Corpus, muchos, alrededor de diez. Algunos<br />

individuales y otros colectivos. Todos tuvieron respuesta negativa. Luego envié<br />

una carta a cada uno de los miembros de <strong>la</strong> Junta militar. Me contestó Massera<br />

quien me concedió una cita con un Capitán que dijo l<strong>la</strong>marse González. Me dijo<br />

que cómo podía pensar que <strong>la</strong> Marina hiciese una cosa así.<br />

Intenté entrevistarme con militares conocidos –casi todos los familiares de<br />

otros detenidos hicieron esto– pero no lo logré. Nadie me concedía <strong>la</strong> entrevista.<br />

En ese momento <strong>golpe</strong>ábamos muchas puertas, pero ninguna se abría. Era<br />

desesperante.<br />

También presenté mi caso ante los <strong>del</strong>egados de <strong>la</strong> CIDH [comisión<br />

Interamericana de Derechos Humanos] cuando se hicieron presentes en nuestro<br />

país en 1979 y <strong>por</strong> supuesto mi trabajo con “<strong>la</strong>s madres” siempre fue intenso.<br />

Tengo entendido que iniciaste demandas judiciales<br />

Carmen: –Sí, pero eso cuando ya estábamos en democracia, antes no se podía,<br />

obviamente. Cuando llegó <strong>la</strong> democracia hice mi denuncia ante <strong>la</strong> CONADEP e<br />

inicié pasos en el campo judicial.<br />

¿Cuáles?<br />

Carmen: –Los que habíamos estado desaparecidos en el campo de concentración<br />

denominado “Club Atlético” y luego fuimos liberados, conjuntamente con los<br />

nombres de los que continuaban desaparecidos pero sabíamos que habían estado<br />

allí, iniciamos una causa judicial pidiendo que se juzgue a nuestros torturadores,<br />

como el “Turco Julián”, <strong>por</strong> ejemplo.<br />

¿En qué año fue?<br />

Carmen: –No me acuerdo, hace mucho. Luego <strong>la</strong>s leyes de Obediencia Debida y<br />

de Punto Final cortaron su curso. Sí..., me acuerdo que fue en 1985 que inicié<br />

una causa contra Suárez Mason (causa 450) <strong>por</strong> todas <strong>la</strong>s desapariciones llevadas<br />

a cabo <strong>por</strong> el ejército. Pero tampoco pudo continuar, <strong>por</strong> <strong>la</strong>s Leyes que dije antes.<br />

Frente a su inminente prescripción <strong>la</strong> continué <strong>por</strong> el “Derecho a <strong>la</strong> Verdad”. Los<br />

papeles estuvieron cajoneados hasta 1998. En ese año comenzó un <strong>la</strong>rgo<br />

itinerario que implicó sucesivos rechazos hasta que <strong>por</strong> fin llegó a <strong>la</strong> Suprema<br />

Corte de Justicia donde también fue rechazada. Entonces hice una presentación


ante <strong>la</strong> CIDH que me aceptó como querel<strong>la</strong>nte y en 1999 recomendó al Estado<br />

Argentino que cumpliera con los tratados firmados con nuestro país. En ese<br />

momento se hizo referencia a mi caso. El Estado Argentino respondió pidiendo<br />

una solución amistosa que consistía en reunir todas <strong>la</strong>s Causas <strong>por</strong> <strong>la</strong> Verdad<br />

iniciadas en otros lugares <strong>del</strong> país y presentar<strong>la</strong>s a <strong>la</strong> Justicia Federal; se<br />

nombrarían fiscales ‘ad hoc’encargados de asesorar a los fiscales que llevaban<br />

<strong>la</strong>s causas, pero hasta el momento eso no se cumplió. C<strong>la</strong>ro que, según lo<br />

acordado entre el Estado Argentino, <strong>la</strong> CIDH y yo en caso de no cumplirse,<br />

conservo el derecho a continuar <strong>la</strong> causa y así lo haré.<br />

A partir de <strong>la</strong> lectura de <strong>la</strong> entrevista se puede recordar o averiguar:<br />

¿Qué es un habeas corpus y para qué sirve?¿Por qué es un hecho grave que el<br />

Estado no responda dónde y <strong>por</strong> qué tiene detenida a una persona?<br />

¿Qué contenía el informe que <strong>la</strong> CIDH realizó de los actuado <strong>por</strong> <strong>la</strong> Junta<br />

Militar? (Fragmentos <strong>del</strong> mismo se encontrarán en el apartado Nº 8.)<br />

¿Qué dispusieron <strong>la</strong>s leyes de Punto final y de Obediencia Debida?<br />

¿Qué son los Juicios <strong>por</strong> <strong>la</strong> Verdad? ¿En qué lugares <strong>del</strong> país se están<br />

realizando?<br />

Hacer referencia a cómo funciona el sistema interamericano de Derechos<br />

Humanos y <strong>la</strong> posibilidad que tenemos los ciudadanos de rec<strong>la</strong>mar a <strong>la</strong> Corte<br />

Internacional si consideramos que el sistema judicial de nuestro país no hace que el<br />

Estado nos los respete.<br />

6.c. Las voces que no se pudieron silenciar<br />

1) Madres de P<strong>la</strong>za de Mayo<br />

“Perdemos el tiempo, lo que tenemos que hacer es ir a <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za de Mayo, reunirnos<br />

allí. Cuando seamos bastantes, vamos a atravesar <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za, <strong>la</strong> calles, nos vamos a meter<br />

en <strong>la</strong> Casa de gobierno <strong>por</strong>que no vamos a dejar que nadie nos ataje y vamos a hab<strong>la</strong>r<br />

con Vide<strong>la</strong>.”<br />

Pa<strong>la</strong>bras de Azucena Vil<strong>la</strong>flor detenida desaparecida<br />

el 10 de diciembre de 1977.<br />

Por su iniciativa, el<strong>la</strong> junto con María Ade<strong>la</strong> Gaard de Antokoletz<br />

y otras pocas madres más comenzaron a reunirse<br />

en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za de Mayo para hacerse escuchar.<br />

Era el 30 de abril de 1977. A medida que <strong>la</strong> represión cobraba más víctimas el<br />

número de madres que concurría a <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za iba aumentando. No <strong>la</strong>s detenía ni <strong>la</strong>s<br />

amenazas, ni <strong>la</strong>s detenciones, ni el secuestro ni <strong>la</strong> desaparición de algunas de el<strong>la</strong>s.<br />

Fue el compartir <strong>la</strong> misma experiencia desgarrante lo que <strong>la</strong>s unió y les permitió<br />

organizarse. La asistencia diaria al Ministerio <strong>del</strong> Interior para pedir información<br />

sobre el paradero de sus hijos, dio lugar al conocimiento mutuo y a un diálogo<br />

constante. Allí nació <strong>la</strong> solidaridad en el dolor y <strong>la</strong> búsqueda incesante, que pronto se<br />

transformó en <strong>la</strong> intención de trabajar juntas. Así de manera espontánea se inició el<br />

Movimiento “<strong>la</strong>s madres ‘locas’ de P<strong>la</strong>za de Mayo” como <strong>la</strong>s denominó un<br />

periódico, no con un sentido despectivo sino para manifestar como el amor <strong>por</strong> sus<br />

hijos hacía que estas mujeres arriesgaran sus vidas en una actitud de protesta<br />

pacífica, mientras el resto de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción permanecía en silencio.


Un análisis sociológico de este fenómeno lo describe como una contestación al<br />

slogan creado <strong>por</strong> <strong>la</strong> dictadura “Señora, sabe donde está su hijo – hija ahora?”,<br />

dice ese análisis que <strong>la</strong> contestación que refleja el rec<strong>la</strong>mo de <strong>la</strong>s Madres es<br />

“Ustedes se los llevaron, dígannos ustedes dónde están”.<br />

Hoy, a <strong>25</strong> <strong>años</strong> <strong>del</strong> Golpe Militar <strong>del</strong> 24 de marzo, su organización se ve<br />

fortalecida y reconocida en el mundo. Sus actividades no han menguado y continúan<br />

su semanal ronda rec<strong>la</strong>mando ‘verdad, justicia y <strong>memoria</strong>’.<br />

2) Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo<br />

Se l<strong>la</strong>ma Mariana Pérez. Tiene 23 <strong>años</strong> y<br />

acaba de encontrar a su hermano.<br />

Rodolfo nació en <strong>la</strong> ESMA durante el<br />

cautiverio de su madre, de 22 <strong>años</strong>.<br />

Es hijo de Patricia Julia Roisimblit y de José<br />

Manuel Pérez. Ambos están desaparecidos.<br />

Sus abue<strong>la</strong>s lo buscan desde el primer día.<br />

Hay 240 denuncias documentadas de nacimientos comprobados en los<br />

Centros C<strong>la</strong>ndestinos de Detención.<br />

Sólo 70 jóvenes han sido encontrados y han podido saber <strong>la</strong> verdad sobre<br />

su identidad.<br />

Falta encontrar 170 jóvenes a quienes se les ha vio<strong>la</strong>do sus derechos.


“En ese <strong>la</strong>rgo caminar, nos encontramos <strong>la</strong>s Abue<strong>la</strong>s –re<strong>la</strong>ta ahora su<br />

vicepresidenta, <strong>la</strong> Sra. María Isabel Ch de Mariani–, organizamos un grupo para<br />

buscar a los niños desaparecidos, primero pensando que éramos pocas y el terror fue<br />

tremendo cuando nos enteramos que éramos cientos [...]. Mi nieta C<strong>la</strong>ra Anahí<br />

Mariani fue buscada minuto a minuto, día <strong>por</strong> día pero siempre se me negó toda<br />

información sobre el<strong>la</strong>, incluso al desaparecer el<strong>la</strong> en el procedimiento en el que<br />

mataron a mi nuera, Diana Teruggi, yo me paraba frente al regimiento 7 de La P<strong>la</strong>ta y<br />

esperaba que me <strong>la</strong> dieran. De noche esperaba en casa a que tocaran el timbre y me<br />

entregaran a <strong>la</strong> nena que tenía entonces tres meses de edad. Acudí a <strong>la</strong> Comisaría 5ta.<br />

Que ahora sé que fue un campo de concentración. Hablé con el Comisario [...]. Me<br />

recibió, fue uno de esos mi<strong>la</strong>gros, y me dijo que <strong>la</strong> nena estaba viva que <strong>la</strong> buscara<br />

pero que iba a negar siempre si yo lo decía.”<br />

ABUELAS logró con su lucha que se incor<strong>por</strong>ara el Derecho a<br />

Identidad en <strong>la</strong> Convención de los Derechos <strong>del</strong> Niño.<br />

Sería im<strong>por</strong>tante que los jóvenes no sólo conozcan <strong>la</strong> existencia de estos dos<br />

organismos sino también que reconozcan <strong>la</strong> función de “resistencia” que ejercieron<br />

durante <strong>la</strong> dictadura militar. En estos casos, como en tantos otros, se ve con<br />

c<strong>la</strong>ridad cómo <strong>la</strong> PARTICIPACIÓN es uno de los fundamentos básicos <strong>del</strong> sistema<br />

democrático. (Este concepto se puede completar también en el punto 7)<br />

Se les podría solicitar que busquen información y den su opinión sobre <strong>la</strong> actitud<br />

de <strong>la</strong>s madres y de <strong>la</strong>s abue<strong>la</strong>s. Que reflexionen y traten de explicar <strong>por</strong> qué una de<br />

<strong>la</strong>s madres l<strong>la</strong>mó a <strong>la</strong> ronda de los jueves “CÍRCULO DE AMOR SOBRE LA<br />

MUERTE”.<br />

Si esta es una forma de resistencia, ¿qué otras formas de resistencia pacífica<br />

observamos en <strong>la</strong> sociedad de hoy? (Buscar información en los medios o en lo que<br />

se manifiestan en tu comunidad cercana.) ¿Qué ventajas tiene esta modalidad con<br />

respecto a <strong>la</strong>s violentas?<br />

Así se expresa un poeta chileno contem<strong>por</strong>áneo:<br />

Esperanza<br />

Mi hijo se encuentra<br />

desaparecido<br />

desde el 8 de mayo<br />

<strong>del</strong> año pasado.<br />

Lo vinieron a buscar<br />

solo <strong>por</strong> unas horas<br />

dijeron.<br />

Solo para algunas preguntas<br />

de rutina.<br />

Desde que el auto partió<br />

ese auto sin patente<br />

no hemos podido<br />

saber<br />

nada más<br />

acerca de él.<br />

Ahora cambiaron <strong>la</strong>s cosas.<br />

Hemos sabido <strong>por</strong> un joven compañero


al que acaban de soltar,<br />

que cinco meses más tarde<br />

lo estaban torturando<br />

en Vil<strong>la</strong> Grimaldi,<br />

que a fines de septiembre<br />

lo seguían interrogando<br />

en <strong>la</strong> casa colorada que fue de los Grimaldi<br />

Dicen que lo reconocieron<br />

<strong>por</strong> <strong>la</strong> voz, <strong>por</strong> los gritos,<br />

dicen.<br />

Quiero que me respondan con franqueza.<br />

¿Qué época es esta,<br />

en que siglo habitamos,<br />

cuál es el nombre<br />

de este país ?<br />

¿ Cómo puede ser,<br />

eso les pregunto<br />

que <strong>la</strong> alegría de un<br />

padre<br />

que <strong>la</strong> felicidad de una<br />

madre,<br />

consista en saber<br />

que a su hijo<br />

lo están torturando?<br />

¿Y presumir <strong>por</strong> lo tanto<br />

que se encontraba vivo<br />

cinco meses después<br />

que nuestra máxima esperanza<br />

sea averiguar<br />

el año entrante<br />

que ocho meses más tarde<br />

seguía con <strong>la</strong>s torturas<br />

y puede, podría, pudiera<br />

que esté todavía vivo ?<br />

Ariel Dorfman<br />

Muchas veces los sentimientos dolorosos son fuentes de expresiones artística,<br />

este poema nos lo demuestra.<br />

Podríamos invitar a los jóvenes a p<strong>la</strong>smar sus sentimientos y conclusiones en<br />

un trabajo literario, plástico, musical o en una dramatización.<br />

Se les puede ofrecer <strong>la</strong>s direcciones de los Organismos de Derechos Humanos<br />

para que se contacten, busquen información, pidan char<strong>la</strong>s, escriban cartas con<br />

sus opiniones o dudas. En <strong>la</strong> sección 9 pueden encontrar <strong>la</strong>s direcciones.<br />

En el Anexo 1. 7 pueden encontrar un texto de Este<strong>la</strong> Barnes de Carloto<br />

para continuar trabajando.


7. Los jóvenes en el centro de <strong>la</strong> violencia institucional<br />

El seña<strong>la</strong>miento de los temas a partir <strong>del</strong> análisis de los casos de adolescentes<br />

propuestos en <strong>la</strong>s actividades <strong>del</strong> inicio (metodología de <strong>la</strong> represión y pérdida de<br />

identidad de los bebés nacidos en cautiverio) puede llevarnos a profundizar dichos<br />

aspectos (puntos 4, y 6). Sin embargo, en este apartado se han privilegiados los<br />

aspectos de <strong>la</strong> problemática que nos permiten acercar a los jóvenes a debatir sobre<br />

su compromiso con el sistema democrático y con <strong>la</strong> lucha <strong>por</strong> sus propios derechos y<br />

<strong>la</strong> vigencia plena de los derechos humanos para todos .<br />

7.a. Los desaparecidos de ayer<br />

Leamos fragmentos <strong>del</strong> informe presentado en 1982 <strong>por</strong> el Centro de Estudios<br />

Legales y Sociales (CELS) a partir de los testimonios recogidos en su sede.<br />

Las víctimas<br />

“[...] Prácticamente <strong>la</strong> totalidad de estos adolescentes vivía con su familia.<br />

Cursaban estudios secundarios o acababan de ingresar en <strong>la</strong> universidad; trabajaban o<br />

cumplían su servicio militar obligatorio. Todos, sin excepción, estaban provistos de<br />

documentos de identidad, que en <strong>la</strong> mayoría de los casos fueron exigidos <strong>por</strong> sus<br />

captores y que estos se llevaron consigo.<br />

“Estos jóvenes no se ocultaban, circu<strong>la</strong>ban normalmente, mantenían re<strong>la</strong>ciones<br />

normales en el ámbito familiar, <strong>la</strong>boral o en los establecimientos educacionales a los<br />

que concurrían. Todo esto hace imposible que pudiera considerárselos un peligro para<br />

<strong>la</strong> sociedad.<br />

“Si agregamos a esto que en ninguno de los al<strong>la</strong>namientos se encontraron armas,<br />

ni tampoco material alguno que pudiera ser considerado comprometedor, cabe<br />

preguntarse:¿en nombre de qué doctrina, para conjurar qué amenaza, hombres con<br />

armas de combate, en cantidad y actitud completamente despro<strong>por</strong>cionadas con<br />

cualquier posibilidad de resistencia, se aba<strong>la</strong>nzaron sobre muchachos y chicas inermes<br />

y los arrastraron maniatados y encapuchados, a veces después de <strong>golpe</strong>arlos<br />

despiadadamente?”<br />

El temor de los victimarios<br />

“En un intento <strong>por</strong> encontrar algún denominador común que explique el móvil de<br />

estos secuestros, hemos analizado <strong>la</strong> actuación de los jóvenes desaparecidos. Según<br />

dec<strong>la</strong>raciones de sus padres, muchos de ellos habían pertenecido a <strong>la</strong> Unión de<br />

Estudiantes Secundarios (UES). Otros habían ingresado al Centros de Estudiantes de<br />

sus respectivos colegios o habían frecuentado <strong>la</strong> Unidad Básica <strong>del</strong> barrio. Algunos<br />

habían participado en <strong>la</strong> “toma” de su colegio, en 1973. Esto último lleva <strong>la</strong> edad de<br />

estos “activistas” a los trece o catorce <strong>años</strong>. También conviene destacar que <strong>la</strong>s<br />

organizaciones citadas actuaban legalmente y sólo más tarde, a partir de 1976, fueron<br />

prohibidas.<br />

“Esta hipótesis arroja alguna luz sobre aquel<strong>la</strong> absurda despro<strong>por</strong>ción entre <strong>la</strong><br />

debilidad de <strong>la</strong> víctima y los recursos de fuerzas desplegados <strong>por</strong> los secuestradores.<br />

Su misión era aprehender al enemigo más temido; ese joven para el cual <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> o <strong>la</strong><br />

universidad son fermenteo de vida cívica, y no instituciones limitadas a pro<strong>por</strong>cionar<br />

conocimientos académicos o títulos profesionales.<br />

“[...] Más allá de eliminar a estudiantes real o potencialmente enro<strong>la</strong>dos en<br />

corrientes políticas, se busca destruir, bajo un manto de terror, toda posibilidad de<br />

subsistencia de actividades extraesco<strong>la</strong>res, ya sean estas ideológicas, gremiales,<br />

recreativas o artísticas, con el fin de reducir al educando a pasivo receptáculo de<br />

consignas culturales o doctrinarias.


“Los regímenes fundados en <strong>la</strong> doctrina de <strong>la</strong> “seguridad nacional” saben <strong>del</strong><br />

peligro que com<strong>por</strong>ta, para el futuro de <strong>la</strong>s dictaduras militares, una educación donde<br />

cada joven es protagonista de su desarrollo como persona.”<br />

Proponerles que debatan:<br />

En este contexto, ¿qué es lo que hacía peligrosos a estos chico/as? ¿Es acaso <strong>la</strong><br />

PARTICIPACIÓN un arma tan poderosa contra <strong>la</strong>s formas autoritarias de<br />

gobierno?<br />

¿Cuáles son los derechos que se derivan <strong>del</strong> principio de participación (derecho<br />

de reunión, de asociación y derechos políticos)? Buscarlos en <strong>la</strong> Constitución<br />

Nacional y en los Tratados Internacionales.<br />

¿Cuál es <strong>la</strong> función fundante de <strong>la</strong> democracia que éste principio tiene y <strong>por</strong> lo<br />

cual es conculcado en toda dictadura?<br />

El principio de participación como fundamento de <strong>la</strong> democracia<br />

Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo Participación y logros<br />

Sería im<strong>por</strong>tante que diferencien y valoren todas <strong>la</strong>s formas de participación<br />

de los ciudadanos en <strong>la</strong>s diferentes esferas de acción: <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>, el consorcio, <strong>la</strong><br />

asociación de fomento barrial, los partidos políticos, los sindicatos, etc.; y también<br />

que reconozcan <strong>la</strong> finalidad personal de <strong>la</strong> participación (realización de <strong>la</strong>s propias<br />

ideas y necesidades) y <strong>la</strong> finalidad comunitaria (<strong>la</strong> organización grupal y <strong>la</strong> red de<br />

solidaridad que hacen posible mi proyecto y el de cada uno).<br />

7.b. Adolescentes desaparecidos hoy<br />

El análisis de los testimonios presentados en <strong>la</strong> actividad de inicio sobre<br />

adolescentes más cualquiera de los múltiples testimonios sobre torturas o asesinatos<br />

seguramente nos servirán para reflexionar acerca de:<br />

¿Cuáles son <strong>la</strong>s consecuencias que se pueden producir a partir de <strong>la</strong> pérdida<br />

de <strong>la</strong>s garantías constitucionales y <strong>del</strong> respeto <strong>por</strong> los Derechos Humanos?


¿Por qué vale <strong>la</strong> pena defender el sistema democrático a pesar de sus<br />

imperfecciones o de nuestro descontento frente a <strong>la</strong> actuación de un determinado<br />

gobierno?<br />

Pero además consideramos im<strong>por</strong>tante que nuestros jóvenes no crean que <strong>la</strong><br />

‘galería <strong>del</strong> horror’ de los testimonios de hace <strong>25</strong> <strong>años</strong> no tiene nada que ver con<br />

sus vidas. Sería im<strong>por</strong>tante que re<strong>la</strong>cionaran <strong>la</strong>s formas de vio<strong>la</strong>ciones a los<br />

derechos humanos sucedidos en <strong>la</strong> dictadura con formas actuales de violencia<br />

institucional.<br />

Sin embargo hay una diferencia profunda entre el ayer y el hoy, y hay que<br />

ayudar a los jóvenes a que lo adviertan y valoren. Así y todo, estamos en camino<br />

pero aun no tenemos una vigencia plena de los derechos humanos y hay bolsones de<br />

violencia institucional que deben ser eliminados. Esta lucha requiere <strong>la</strong><br />

participación decidida de todos los ciudadanos y el compromiso de ellos como<br />

jóvenes.<br />

Formas actuales de violencia institucional<br />

Bordon, Sebastián, de 18 <strong>años</strong>, estudiante secundario bonaerense que viajó a<br />

Mendoza con un contingente de egresados; fue dejado <strong>por</strong> los docentes en un<br />

destacamento policial el 2 de octubre, esperando ser recogido <strong>por</strong> su padre; su<br />

cadáver apareció en El Nihuil el 12 octubre de 1997.<br />

Bru, Miguel, estudiante de Periodismo, desaparecido en La P<strong>la</strong>ta el 17 de agosto de<br />

1993. Su cadáver aún no ha sido hal<strong>la</strong>do, aunque se ha confirmado que fue<br />

torturado hasta morir en dependencias policiales. Incluso hay policías<br />

condenados <strong>por</strong> esto.<br />

Bu<strong>la</strong>cio, Walter, 17 <strong>años</strong>, fue detenido en Buenos Aires, durante una redada policial<br />

desatada <strong>por</strong> efectivos de <strong>la</strong> comisaría 35, al término de un recital de los<br />

Redonditos de Ricota, el 19/4/91. Alojado en esa dependencia, junto a los 75<br />

jóvenes detenidos junto a él, Walter debió ser internado horas después de su<br />

ingreso a <strong>la</strong> seccional y murió en el hospital el 26/4/91.<br />

Cicovicci, Cristian Javier, cazador de nutrias de 18 <strong>años</strong>; fusi<strong>la</strong>do de un tiro en <strong>la</strong><br />

cabeza <strong>por</strong> personal policial en <strong>la</strong> localidad bonaerense de Pi<strong>la</strong>, el 19 de abril de<br />

1996, <strong>por</strong> negarse a entregar pieles.<br />

Guardati, Pablo Cristian, 21 <strong>años</strong>, desapareció el 24 de mayo de 1992, a <strong>la</strong> salida<br />

de un baile en el barrio La Estanzue<strong>la</strong>, <strong>del</strong> depto. Godoy Cruz, en Mendoza. Fue<br />

tras<strong>la</strong>dado a un destacamento policial de <strong>la</strong> zona; a partir de allí nada más se supo<br />

de él.<br />

Mirabete, Alejandro, de 17 <strong>años</strong>, asesinado <strong>por</strong> el cabo de <strong>la</strong> policía federal Mario<br />

Miranda, miembro de <strong>la</strong> cría 33, en una esquina <strong>del</strong> barrio residencial de<br />

Belgrano, el 20 de enero de 1996.<br />

Trabajar para eliminar toda forma de violencia institucional.


8. ¿Los argentinos somos derechos y humanos?<br />

Este slogans nace en 1978, en <strong>la</strong> época de mundial de fútbol; en el mismo<br />

momento que los diarios extranjeros publicaban <strong>la</strong> crónica <strong>del</strong> horro de secuestros<br />

ilegítimos, torturas y desapariciones de miles de personas. El slogan sintetizaba el<br />

mensaje <strong>del</strong> gobierno: acá no pasa nada, es una campaña en nuestra contra llevada<br />

a cabo <strong>por</strong> <strong>la</strong> prensa extranjera.<br />

En setiembre de 1979 <strong>la</strong> Comisión Interamericana de Derechos Humanos<br />

compuesta <strong>por</strong> hombres elegidos <strong>por</strong> todos los países miembros de <strong>la</strong> OEA, se iba a<br />

reunir con el gobierno el mismo día que se festeja el triunfo de <strong>la</strong> Argentina en Japón<br />

en el Campeonato mundial juvenil. Esta coincidencia reaviva <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> <strong>del</strong> famoso<br />

slogan. El comentarista de<strong>por</strong>tivo José María Muñoz instó a los que ya estaban<br />

festejando el triunfo en <strong>la</strong>s calles a que se dirigieran a Avenida de Mayo para<br />

‘mostrarles a los señores de <strong>la</strong> CIDH cuál es <strong>la</strong> verdadera cara de <strong>la</strong> Argentina’.<br />

Una posibilidad de encarar el tema:<br />

• Confrontemos el informe de <strong>la</strong> CIDH y <strong>la</strong> respuesta oficial <strong>del</strong> gobierno<br />

argentino<br />

8.a. Informe de <strong>la</strong> CIDH<br />

La comisión visitó <strong>la</strong>s cárceles de Vil<strong>la</strong> Devoto, Caseros, Resistencia, Rawson, <strong>la</strong><br />

Unidad 9 de La P<strong>la</strong>ta, Olmos y los centros militares de detención denominados<br />

Magdalena, cerca de La P<strong>la</strong>ta, y <strong>la</strong> Rivera, en Córdoba. También visitó <strong>la</strong> cárcel de<br />

Córdoba y <strong>la</strong> Unidad 21, <strong>la</strong> superintendencia de seguridad Federal y <strong>la</strong> Escue<strong>la</strong> de<br />

Mecánica de <strong>la</strong> Armada. Recepcionó 5580 denuncias.<br />

El informe hace referencia a los <strong>por</strong> lo menos 10000 desparecidos y además los<br />

ciudadanos detenidos a disposición <strong>del</strong> Poder Ejecutivo Nacional y ac<strong>la</strong>ra que ya no<br />

existen casi actividades terroristas en <strong>la</strong> Argentina.


Afirma <strong>la</strong> existencia de pruebas sustanciales acerca de que <strong>la</strong> mayoría de estas<br />

personas fueron secuestradas <strong>por</strong> fuerzas de seguridad e interrogadas bajo tortura;<br />

como <strong>la</strong> mayoría no han reaparecido, se aceptan los dichos de muchos observadores<br />

que aseguran que fueron ejecutadas. Y entre otras cosas que <strong>la</strong> tortura fue un<br />

tratamiento de rutina en los regímenes de detención al igual que otros tratos crueles,<br />

inhumanos y degradantes: picana eléctrica, golpizas brutales, rotura de huesos,<br />

simu<strong>la</strong>cros de fusi<strong>la</strong>miento, tortura en presencia de familiares, vio<strong>la</strong>ción de mujeres<br />

y de hombres, quemaduras, ais<strong>la</strong>miento y estado sanitario deplorable.<br />

A partir de <strong>la</strong>s denuncias se inspeccionaron cementerios (<strong>por</strong> ejemplo el de La<br />

P<strong>la</strong>ta) en los que se verificó <strong>la</strong> existencia de tumbas N.N. <strong>la</strong> mayoría de los cuerpos<br />

correspondían a hombres y mujeres entre 20 y 30 <strong>años</strong>. En muchos casos el<br />

diagnóstico de <strong>la</strong> causa de <strong>la</strong> muerte consistió en fijar que el fallecimiento se produjo<br />

<strong>por</strong> un estallido de masa encefálica producido <strong>por</strong> proyectil de arma de fuego.<br />

Se verificó <strong>la</strong> existencia de tumbas con características que indican <strong>la</strong> existencia<br />

de cadáveres de niños infantes.<br />

La respuesta a <strong>la</strong> CIDH se divulgó<br />

Se divide en seis capítulos tiene un anexo que detal<strong>la</strong> 10<strong>25</strong> casos de atentados<br />

terroristas perpetrado entre 1969 y 1979.<br />

“[...] El documento dado a conocer <strong>por</strong> el Ministerio de Re<strong>la</strong>ciones Exteriores y<br />

Culto se seña<strong>la</strong> que ...una primera consideración que puede formu<strong>la</strong>rse es que el tono y<br />

característica <strong>del</strong> informe permiten dudar de si <strong>la</strong> intención que lo alienta es so<strong>la</strong>mente <strong>la</strong><br />

de promover el respeto <strong>por</strong> los derechos humanos, competencia específica de <strong>la</strong> CIDH o<br />

más bien <strong>la</strong> de enjuiciar a un gobierno intentando provocar su desprestigio. [...] El<br />

informe parece haber sido escrito con presupuestos definidos de antemano [...]. El<br />

sistema seguido para obtener tales resultados es sencillo: consiste en seleccionar cierto<br />

tipo de denuncias, reproducir<strong>la</strong>s en extenso, tener<strong>la</strong>s <strong>por</strong> ciertas sin corroboración.”<br />

La Nación<br />

8 de mayo de 1980<br />

Podemos proponerles:<br />

Seña<strong>la</strong>r cuáles son <strong>la</strong>s vio<strong>la</strong>ciones a los derechos humanos denunciadas <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

CIDH.<br />

¿A que artículos de <strong>la</strong> Convención Americana de Derechos Humanos hace<br />

referencia?<br />

Identificar el argumento que sirve de apoyo a <strong>la</strong> respuesta oficial.<br />

Confrontar el informe realizado <strong>por</strong> <strong>la</strong> CIDH con noticias, instructivos dados<br />

al ejército y dec<strong>la</strong>raciones de <strong>la</strong> época (algunos los ofrecemos a continuación, otros<br />

se pueden seleccionar <strong>del</strong> resto <strong>del</strong> trabajo): ¿quién decía <strong>la</strong> verdad?<br />

E<strong>la</strong>borar un slogan que pudieran pegar en el au<strong>la</strong> en base a sus conclusiones.<br />

Dec<strong>la</strong>raciones<br />

“Yo niego rotundamente que existan en <strong>la</strong> Argentina campos de<br />

concentración o detenidos en establecimientos militares más allá <strong>del</strong> tiempo<br />

indispensable para indagar a una persona capturada en un procedimiento y<br />

antes de pasar a un establecimiento carce<strong>la</strong>rio.”<br />

Jorge Rafael Vide<strong>la</strong>,<br />

22 de diciembre de 1977, revista Gente


“No hay detenidos políticos en <strong>la</strong> República Argentina, excepto algunas<br />

personas que podrían estar involucradas en <strong>la</strong>s actas institucionales, que están<br />

realmente detenidas <strong>por</strong> su <strong>la</strong>bor política. No hay detenidos <strong>por</strong> ser meramente<br />

políticos o <strong>por</strong> no compartir <strong>la</strong>s ideas que sustenta el Gobierno.”<br />

Noticias<br />

Roberto Vio<strong>la</strong>, 7 de setiembre de 1978<br />

“MONTEVIDEO, 7 (UP) –Tres cadáveres, con <strong>la</strong>s manos atadas con a<strong>la</strong>mbres y<br />

aparentemente muti<strong>la</strong>dos, fueron hal<strong>la</strong>dos en <strong>la</strong>s costas <strong>del</strong> departamento de Colonia,<br />

según informaron ayer fuentes de <strong>la</strong> Prefectura General Naval [...]. Despachos de<br />

prensa dijeron que los tres cuerpos presentarían <strong>la</strong>s mismas características de otros<br />

catorce hal<strong>la</strong>dos en marzo y abril pasados en costas uruguayas...”<br />

La Prensa, 8/9/76<br />

Aparecen 12 cadáveres en una p<strong>la</strong>ya:<br />

“En una p<strong>la</strong>ya de Santa Teresita, en <strong>la</strong> provincia de buenos Aires, comenzaron a<br />

aparecer muti<strong>la</strong>dos, sorprendiendo a los bañistas, varios cadáveres de sexo masculino.<br />

Las autoridades no dieron ninguna información que permitiera conocer <strong>la</strong>s causas <strong>del</strong><br />

múltiple crimen.”<br />

La Prensa. 2/10/78<br />

“Integrantes de <strong>la</strong> Comisión de Derechos y Garantías de <strong>la</strong> Cámara de Diputados<br />

de <strong>la</strong> Provincia de Buenos Aires se tras<strong>la</strong>daron el 22 de diciembre de 1983 al<br />

Cementerio de Moreno, al Oeste <strong>del</strong> Gran Buenos Aires, para iniciar una investigación<br />

en torno de <strong>la</strong> inhumación irregu<strong>la</strong>r de 23 cadáveres NN: en esa necrópolis, entre los<br />

que habría varios pertenecientes a menores de edad.”<br />

Tiempo Argentino, 23/12/83<br />

“En lo que atañe al enterramiento de los detenidos fallecidos, debo decir que una<br />

vez colocados en <strong>la</strong> fosa, se les prendía fuego al mismo tiempo que se disimu<strong>la</strong>ba<br />

dicha inhumación o cremación quemándose neumáticos; con ello se disimu<strong>la</strong>ba el olor<br />

y el humo característico de <strong>la</strong> cremación”<br />

Testimonio <strong>del</strong> agente de custodia<br />

Luis Vera (legajo Nº 1028)<br />

“[...] se comenzaba a l<strong>la</strong>mar a los detenidos <strong>por</strong> el número [...] eran llevados a <strong>la</strong><br />

enfermería <strong>del</strong> sótano, donde los esperaba el enfermero que les aplicaba una inyección<br />

para adormecerlos, pero que no los mataba. Así, vivos, eran sacados <strong>por</strong> <strong>la</strong> puerta<br />

<strong>la</strong>teral <strong>del</strong> sótano e introducidos en un camión. Bastante adormecidos eran llevados al<br />

aeroparque, introducidos en un avión que vo<strong>la</strong>ba hacia el sur mar adentro, donde eran<br />

tirados vivos.”<br />

Testimonio legajos 4442 y 5307<br />

Nota: testimonios sobre torturas hay sobradamente en el apartado 6 (Familia).<br />

Instrucciones al Ejército:<br />

Operaciones contra elementos subversivos (R-C-9-1)<br />

“4003 i) Aplicar el poder de combate con <strong>la</strong> máxima violencia para aniqui<strong>la</strong>r a los<br />

<strong>del</strong>incuentes subersivos donde se encuentren. La acción militar es siempre violenta y<br />

sangrienta [...]. El <strong>del</strong>incuente subversivo que empuñe armas debe ser aniqui<strong>la</strong>do,


dado que cuando <strong>la</strong>s FF.AA. entran en operaciones no deben interrumpir el combate ni<br />

aceptar rendición.<br />

“5007 h) Las órdenes: como <strong>la</strong>s acciones estarán a cargo de <strong>la</strong>s menores<br />

fracciones, <strong>la</strong>s órdenes deben ac<strong>la</strong>rar, <strong>por</strong> ejemplo, si se detiene a todos o a algunos, si<br />

en caso de resistencia pasiva se los aniqui<strong>la</strong> o se los detiene, si se destruyen bienes o<br />

se procura preservarlos, etc. (el subrayado es nuestro).”<br />

Roberto Eduardo Vio<strong>la</strong>, jefe de Estado Mayor<br />

Instrucciones al ejército (vigentes desde el 17 /12/76)<br />

En base a lo leído se puede proponer debatir:<br />

a) Los militares justificaban su acciones aduciendo que se trataba de una guerra<br />

(tesis que ha sido rebatida con fundamento). Pero aún aceptando su postura, ¿estas<br />

instrucciones responden a <strong>la</strong> Convención de Ginebra con respecto a los prisioneros<br />

y al trato con los enemigos?<br />

b) ¿Se puede asesinar a un enemigo desarmado y que se ha rendido? (Recordemos<br />

el diagnóstico de <strong>la</strong>s muertes citado <strong>por</strong> <strong>la</strong> CIDH: estallido de masa encefálica; esto<br />

se puede producir sólo si se remata a <strong>la</strong> víctima desde corta distancia.) ¿Qué juicio<br />

ético les merece?<br />

c) Si éstas eran <strong>la</strong>s instrucciones dadas <strong>por</strong> los Jefes militares, ¿se puede decir que<br />

<strong>la</strong>s aberraciones cometidas fueron causadas ‘<strong>por</strong> excesos’ de algunos<br />

subordinados?<br />

Otra posibilidad de p<strong>la</strong>ntear el tema, especialmente si ya han analizado<br />

muchos testimonios y documentos, es proponerles que debatan con un famoso<br />

analista político de <strong>la</strong> época.


Panorama Político<br />

Derechos y Humanos<br />

El Cronista Comercial, 12 de setiembre de 1979, Guicciardini 2<br />

“Así lo proc<strong>la</strong>maban miles de vo<strong>la</strong>ntes azules y b<strong>la</strong>ncos: los argentinos somos<br />

derechos y humanos. El viernes 7, <strong>la</strong> alegría en <strong>la</strong>s calles y Vide<strong>la</strong> en el balcón<br />

después de <strong>la</strong> victoria de Argentina en Japón se constituían en un hecho político al<br />

responder, como en 1978, al desafío contra nuestra imagen.<br />

“[...] Digamos mientras tanto que <strong>la</strong> acción de <strong>la</strong> CIDH viene precedida <strong>por</strong><br />

antecedentes que no permiten un gran optimismo en cuanto a <strong>la</strong> objetividad de sus<br />

conclusiones.<br />

“Habría que distinguir entre aquellos problemas de derechos humanos que, con<br />

mayor o menor gravedad, se dan en todos los países <strong>del</strong> globo sin configurar empero<br />

una situación totalitaria, opresiva, y aquellos otros casos en que un derecho humano no<br />

es vio<strong>la</strong>do <strong>por</strong> un abuso o un error sino como consecuencia <strong>del</strong> sistema político en<br />

vigencia.<br />

“Los problemas de derechos humanos de <strong>la</strong> primera categoría deberían continuar<br />

en manos de los Estados, puesto que estamos suponiendo <strong>por</strong> hipótesis que los Estados<br />

en donde ocurren no son sistemas totalitarios y tiene, <strong>por</strong> lo tanto, mecanismos<br />

adecuados de corrección. Los otros problemas, en cambio, son los que deberían servir<br />

para denunciar y presionar al totalitarismo, que es el verdadero enemigo de los<br />

derechos humanos. [...]<br />

Se les podría proponer que:<br />

Señalen los dos tipos de problemas con respecto a <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción de los derechos<br />

humanos de los que hab<strong>la</strong> el autor.<br />

¿En cuál de los dos grupos de países colocarías a <strong>la</strong> Argentina de esa<br />

época?¿Por qué? ¿Y <strong>la</strong> actual?<br />

Fundamenten su respuesta con ejemplos de actualidad que le permitan hacer un<br />

juicio sobre <strong>la</strong> situación de los derechos humanos en nuestro país<br />

Si le ofrecemos a continuación <strong>la</strong> segunda parte <strong>del</strong> artículo podrá reconocer<br />

dónde <strong>la</strong> ubica el autor y cuáles son los argumentos con los que sostiene su opinión,<br />

al mismo tiempo que podrá confrontar<strong>la</strong> con su propia opinión.<br />

“De ahí viene <strong>la</strong> pregunta: ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué no en Cuba, <strong>por</strong><br />

ejemplo? El solo hecho de que <strong>la</strong> CIDH esté aquí y no en <strong>la</strong> Habana es, ya, toda una<br />

definición. Una definición negativa, <strong>por</strong> supuesto.<br />

“[...] Hace pocos días pudimos leer un editorial de The New York Times en el cual<br />

a propósito <strong>del</strong> asesinato de Lord Montbatten, se decía redondamente que hay que<br />

evitar <strong>la</strong> esca<strong>la</strong>da represiva <strong>por</strong>que <strong>la</strong>s democracias occidentales deben saber que no<br />

podrían extirpar el terrorismo sin negarse a sí mismas; que, <strong>por</strong> lo tanto, tienen que<br />

prepararse para tolerarlo y convivir con él. Esta es <strong>la</strong> conclusión práctica a <strong>la</strong> cual<br />

conducen los errores doctrinarios inventariados en este artículo. Por evitarlos, <strong>por</strong><br />

obrar de otra manera, <strong>por</strong> creer que el derecho a <strong>la</strong> seguridad es un derecho humanos<br />

que el Estado debe proteger, los argentinos recibimos hoy <strong>la</strong> visita de <strong>la</strong> CIDH. Esto es<br />

lo malo. Que están aquí precisamente <strong>por</strong>que somos derechos y humanos.”<br />

2 Éste era el pseudónimo con que Mariano Grondona firmaba estas columnas. ‘Guicciardini’ había sido un<br />

historiador y político italiano contem<strong>por</strong>áneo de Maquiavelo y que como él, consideraba que si era necesario había<br />

que usar <strong>la</strong> crueldad para mantener el dominio sobre el Estado, <strong>por</strong>que lo que im<strong>por</strong>taba era el poder, no los medios<br />

usados.


9 .Los organismos de Derechos Humanos en <strong>la</strong> Argentina<br />

9.a. Reseña<br />

La Dictadura Militar establecida el 24 de marzo de 1976 intentó militarizar <strong>la</strong><br />

esfera política de manera de anu<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s posibilidades de protesta social, truncó<br />

canales de participación popu<strong>la</strong>r e interrumpió <strong>la</strong> movilización mediante <strong>la</strong> represión,<br />

el adueñarse de los medios de comunicación, <strong>la</strong> prohibición de <strong>la</strong> actividad política,<br />

etc., esto trajo como consecuencia el silenciamiento de un pueblo que produjo un<br />

vacío en el pueblo.<br />

Instauró para ello <strong>la</strong> “Doctrina de Seguridad Nacional” y, mediante el<strong>la</strong>, dividió a<br />

<strong>la</strong> sociedad argentina en “amigos” y “enemigos”, con el propósito de dar legitimidad<br />

a <strong>la</strong> ilegitimidad que impuso con su metodología de terror.<br />

Esta fractura de <strong>la</strong> sociedad produjo una brecha en <strong>la</strong> cual se insta<strong>la</strong> el discurso<br />

<strong>del</strong> Movimiento de los Derechos Humanos, con su rec<strong>la</strong>mo fundamental <strong>por</strong> <strong>la</strong> vida.<br />

El Movimiento de Derechos Humanos supo articu<strong>la</strong>r un espacio de participación<br />

que operó en <strong>la</strong> medida que formu<strong>la</strong>ban sus denuncias, sus demandas y lograban<br />

condensar como ejes de oposición ante el gobierno militar.<br />

Pudo, de esta manera:<br />

Definirse como punto de ruptura frente a <strong>la</strong> dominación autoritaria<br />

Abrir <strong>la</strong> posibilidad de recuperar históricamente <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> de una<br />

generación que luchaba <strong>por</strong> un proyecto de liberación y transformación<br />

social y, que <strong>por</strong> ello fueron víctimas de <strong>la</strong> represión.<br />

Legitimar sus rec<strong>la</strong>mos, en base a fundamentos universalistas derivados<br />

de <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración Universal de los Derechos Humanos.<br />

Proponer como incuestionable <strong>la</strong> autentificación de sus rec<strong>la</strong>mos:<br />

“Aparición con Vida” y “Verdad y Justicia”, otorgándole un contenido<br />

real, con el costo político consecuente para <strong>la</strong> dictadura.<br />

La consigna “Aparición con Vida” condensa el sentido de <strong>la</strong> lucha <strong>del</strong><br />

Movimiento <strong>por</strong> los Derechos Humanos y, permite establecer su expansión al<br />

interior <strong>del</strong> país y al exterior, otros países solidarios <strong>del</strong> mundo, esto opera en<br />

varias dimensiones:<br />

como <strong>memoria</strong> de <strong>la</strong> sociedad, construyendo y recuperando su identidad<br />

como proyecto hacia el futuro, p<strong>la</strong>nteando <strong>la</strong>s alternativas de sociedad<br />

posible;<br />

como reve<strong>la</strong>ción que <strong>la</strong> demanda de los Derechos Humanos son el<br />

motor de <strong>la</strong> democratización;<br />

como ruptura <strong>del</strong> ais<strong>la</strong>miento internacional y <strong>la</strong> aceptación de <strong>la</strong><br />

solidaridad de otros pueblos <strong>del</strong> mundo.


Los Organismos de Derechos Humanos<br />

LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE: fue fundada en 1937, <strong>por</strong><br />

un grupo de abogados defensores de presos políticos y, reconocerá,<br />

posteriormente, <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración de los Derechos Humanos dec<strong>la</strong>rada <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

Asamblea General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas, como su inspiración fundamental.<br />

SERVICIO PAZ Y JUSTICIA (SERPAJ): trabaja en <strong>la</strong> Argentina desde 1974, con <strong>la</strong><br />

coordinación general para América Latina de Adolfo Pérez Esquivel (Premio<br />

Nobel de <strong>la</strong> Paz 1980), se define como movimiento ecuménico, de inspiración<br />

cristiana, toma como opción el compromiso con los pobres, los oprimidos y los<br />

dominados en <strong>la</strong> búsqueda de justicia, liberación y superación de <strong>la</strong>s<br />

dominaciones.<br />

ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS (APDH): se funda a<br />

fines de 1975, con el objetivo de promover <strong>la</strong> vigencia de los Derechos<br />

Humanos enunciados en <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración de los Derechos Humanos de <strong>la</strong>s<br />

Naciones Unidas y de <strong>la</strong> Constitución de <strong>la</strong> Nación Argentina.<br />

MOVIMIENTO ECUMÉNICO POR LOS DERECHOS HUMANOS (MEDH): se conforma<br />

en febrero de 1976 con <strong>la</strong> participación de religiosos y <strong>la</strong>icos acompañados <strong>por</strong><br />

obispos de iglesias católicas y protestantes: metodistas, reformistas, luteranos y<br />

otras, p<strong>la</strong>nteándose una visión pastoral de los Derechos Humanos.<br />

FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLÍTICAS: se<br />

crea en 1976, con familiares que se fueron encontrando en <strong>la</strong>s visitas a <strong>la</strong>s<br />

cárceles o en trámites diversos en juzgados, comisarías, Ministerio <strong>del</strong> Interior.<br />

Realiza su primera movilización el 14 de octubre de 1977 ante el Congreso,<br />

con el objeto de presentar un petitorio con 24.000 firmas ante <strong>la</strong> Comisión de<br />

Asesoramiento Legis<strong>la</strong>tivo,(CAL) creada <strong>por</strong> <strong>la</strong> dictadura, esa movilización<br />

culminó con 350 familiares detenidos.<br />

MADRES DE PLAZA DE MAYO: Desde el año 76 <strong>la</strong>s madres empezaron a conocerse<br />

al realizar los mismos trámites en <strong>la</strong> búsqueda de sus hijos detenidos<br />

desaparecidos. La ronda en torno a <strong>la</strong> Pirámide de P<strong>la</strong>za de Mayo fue su forma<br />

de protesta pública y comenzó el 30 de abril de 1977, conformaron una<br />

Asociación que en 1986 sufre una escisión dando lugar a: “Madres de P<strong>la</strong>za de<br />

Mayo Línea Fundadora” y “Madres de P<strong>la</strong>za de Mayo”.<br />

ABUELAS DE PLAZA DE MAYO: se constituye en octubre de 1977, encaminadas en<br />

<strong>la</strong> búsqueda de los niños desaparecidos, nacidos en cautiverio o secuestrados<br />

junto con sus padres, para restituirlos a sus legítimas familias.<br />

CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES (CELS): surge en 1979, como<br />

desprendimiento de <strong>la</strong> Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, con<br />

un programa jurídico y de documentación que sirvió de apoyatura a <strong>la</strong>s<br />

denuncias y de preparación de testimonios y pruebas para el Juicio a <strong>la</strong>s Juntas<br />

Militares y para iniciar <strong>la</strong>s causas penales de los miembros subordinados de <strong>la</strong>s<br />

fuerzas de seguridad, armadas y penitenciarias. Juicios que cesaron <strong>por</strong> <strong>la</strong>s<br />

leyes de Punto Final y Obediencia Debida.


En <strong>la</strong> actualidad el CELS se ocupa de: a) preservar <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> a través de <strong>la</strong><br />

conservación, ampliación de sus archivos; b) un área de salud mental en<br />

donde se da asistencia a víctimas directa de <strong>la</strong> tortura y a sus familiares; c) un<br />

área de defensa de los derechos económicos, sociales y culturales en <strong>la</strong> que<br />

se llevan ade<strong>la</strong>nte <strong>por</strong> ejemplo proyectos en defensa de los aborígenes y de los<br />

migrantes; d) y un área que investiga <strong>la</strong> violencia institucional y ciudadana:<br />

apremios ilegales, tortura y muertes en cárceles, institutos de menores y<br />

violencia contra menores en comisarías.<br />

COMITÉ PARA LA DEFENSA DE LA SALUD, LA ÉTICA Y LOS DERECHOS<br />

HUMANOS (CODESEDH): creado en 1982, con el objetivo de formu<strong>la</strong>r<br />

programas de Asistencia Integral de <strong>la</strong>s víctimas y sus familiares en el campo<br />

de los Derechos Humanos, junto a una coherente y consecuente promoción de<br />

<strong>la</strong> salud comunitaria.<br />

H.I.J.O.S.: Los Hijos <strong>por</strong> <strong>la</strong> Identidad, <strong>la</strong> Justicia, contra el Olvido y el silencio<br />

empezaron a reunirse en 1995, actualmente son más de 300 jóvenes hijos de<br />

desaparecidos, exi<strong>la</strong>dos, detenidos o asesinados durante <strong>la</strong> dictadura Militar.<br />

Ellos han propiciado una nueva forma de participación, los ‘escraches’, como<br />

una alternativa de poner en evidencia <strong>la</strong> presencia de un torturador en el barrio,<br />

en nuestra calle, en nuestro consorcio, ya que <strong>la</strong>s leyes de Punto Final y de<br />

Obediencia Debida hacen imposible que sean denunciados a <strong>la</strong> justicia.<br />

9.b. Direcciones de los organismos de derechos humanos en <strong>la</strong> Argentina<br />

LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS DEL HOMBRE<br />

Corrientes 1785, 2 C<br />

1042 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4371 8067/8066<br />

SERPAJ<br />

Piedras 730<br />

1070 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4361 5745<br />

E-mail: serpaj@wamani.apc.org<br />

Regionales SERPAJ<br />

Córdoba<br />

Cornelio Saavedra, 502<br />

Barrio San Martín<br />

5000 Córdoba<br />

Teléfono (0351) 4716232<br />

NEA Corrientes<br />

Junín 514<br />

3400 Corrientes<br />

TE<br />

NOA Tucumán<br />

Sa<strong>la</strong>s y Valdéz 1200<br />

Torre 1 – 1 A<br />

4000 Tucumán<br />

SERPAJ Salta<br />

Pasaje Caballero 24. Barrio M. Moreno –<br />

Tres Cerritos. 4400 Salta Capital


SERPAJ Rosario <strong>del</strong> Ta<strong>la</strong><br />

San José de Flores 38<br />

3174 Rosario <strong>del</strong> Ta<strong>la</strong><br />

Entre Ríos<br />

ASAMBLEA PERMANENTE POR LOS DERECHOS HUMANOS<br />

Cal<strong>la</strong>o 569, PB 15<br />

1022 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4374 4382 /4476 2061<br />

MOVIMIENTO ECUMENICO POR LOS DERECHOS HUMANOS<br />

Moreno 873<br />

1424 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4922 5101<br />

E-mail: cdoc@medh.wamani.apc.org<br />

FAMILIARES DE DESAPARECIDOS Y DETENIDOS POR RAZONES POLÍTICAS<br />

Riobamba 34<br />

10<strong>25</strong> Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4953 5646<br />

MADRES DE PLAZA DE MAYO - LÍNEA FUNDADORA<br />

Piedras 153 1 A<br />

1070 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4343 1926<br />

E-mail: madres@madres-lineafundadora.org.ar<br />

ASOCIACION MADRES DE PLAZA DE MAYO<br />

Hipólito Yrigoyen 1442<br />

1089 Capital Federal<br />

ABUELAS DE PLAZA DE MAYO<br />

Av. Corrientes 3284 Piso 4 Dto. H<br />

(1193) Capital Federal<br />

TE: (011) 48643475<br />

E-mail: abue<strong>la</strong>s@tournet.com.ar<br />

Mar <strong>del</strong> P<strong>la</strong>ta: Italia 740 Dto. C (7600). Teléfono: 0223-473-9142<br />

Córdoba: Duarte Quiroz 543 – 3° Piso Of. C (5000). Teléfono: 0351-421-<br />

4408<br />

Rosario: Cochabamba 1462 (2000) teléfono: 0341-481-9142<br />

La P<strong>la</strong>ta: Calle 8 N° 635, Galería Williams 6° Of. N° 1 (1900). Teléfono:<br />

0221-4<strong>25</strong>-7907<br />

Ayacucho: Almirante Brown 514<br />

CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES<br />

Rodríguez Peña 286 – 1er. Piso<br />

1020 Buenos Aires<br />

Teléfono (011) 4371 3790<br />

E-mail: cels@cels.org.ar<br />

H.I.J.O.S<br />

Riobamba 34<br />

10<strong>25</strong> Capital Federal<br />

Teléfono (011) 4953 5646


10. Bibliografía<br />

CONADEP (comisión Nacional sobre <strong>la</strong> Desaparición de Personas), Nunca Más;<br />

Eudeba; Buenos Aires. 1984<br />

García, Prudencio. El drama de <strong>la</strong> Autonomía militar. Alianza. Madrid.1995<br />

D’Andrea Mohr, J.L. Memoria de Vida. Colihue. Buenos Aires. 1999<br />

Rodríguez Mo<strong>la</strong>s, Ricardo. Historia de <strong>la</strong> Tortura y el orden represivo en <strong>la</strong><br />

Argentina. Eudeba. Buenos Aires. 1984<br />

Jelin, Elizabeth (comp.). Los nuevos movimientos sociales. Centro Editor de<br />

América Latina. 1989<br />

Jelin, E. “Memorias en Conflicto”, en Puentes, Nº 1, agosto 2000<br />

Feinnman, J. P. La sangre derramada: Ensayo sobre <strong>la</strong> violencia política. Ariel.<br />

Buenos Aires. 1998<br />

Sábato, Hilda. “La cuestión de <strong>la</strong> culpa”, en Puentes, Nº 1, agosto <strong>del</strong> 2000.<br />

Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Folletos publicados en 1982: El<br />

secuestro como método de detención; Adolescentes detenidos-desaparecidos;<br />

Muertos <strong>por</strong> <strong>la</strong> represión; Un juicio reve<strong>la</strong>dor; Los niños desaparecidos; y<br />

Conscriptos detenidos-desaparecidos.<br />

El diario <strong>del</strong> Juicio. Editorial Perfil. Buenos Aires. 1985<br />

Joyce, Ch. and Stover, E. Witnesses from the grave. Little, Brown; Boston. 1991<br />

Braceli, Rodolfo. Madre Argentina hay una so<strong>la</strong>. Editorial Sudamericana. Buenos<br />

Aires. 1999<br />

Monsivais y otros. Literatura y Periodismo. Cántaro. Buenos Aires.1998<br />

IIDH- CELS. Educación para <strong>la</strong> ciudadanía y los Derechos Humanos. Ministerio<br />

de educación. 1999<br />

AA.VV. Desde el Silencio. Escrito de jóvenes secuestrados-desaparecidos durante<br />

<strong>la</strong> dictadura. Sudamericana-P<strong>la</strong>neta. Buenos Aires. 1985<br />

Castaño B<strong>la</strong>nco, Ma. Consuelo. Más que humanos. Ediciones de cultura<br />

Hispánica.Madrid. 1988<br />

Mellibovssky, Matilde. Círculo de amor sobre <strong>la</strong> muerte. Ediciones <strong>del</strong><br />

Pensamiento nacional. Buenos Aires. 1990


Anexo I<br />

Algunos textos para seguir trabajando<br />

1) El beso <strong>del</strong> olvido<br />

Posible guía para debatir<br />

A cada uno de los alumnos se les entrega una tarjeta de color (tantos colores como<br />

grupos el profesor quiera formar).<br />

Consigna: reúnanse con aquellos que tienen <strong>la</strong>s tarjetas <strong>del</strong> mismo color y:<br />

a. Comenten <strong>la</strong> o <strong>la</strong>s situaciones de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> que más los impresionaron<br />

b. Hagan una lista de <strong>la</strong>s mismas<br />

c. Busquen un hilo conductor entre <strong>la</strong>s mismas<br />

d. Hagan un listado de <strong>la</strong>s situaciones de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s que encuentren<br />

situaciones de desigualdad entre los ciudadanos<br />

e. Contesten en grupo <strong>la</strong>s siguientes preguntas:<br />

¿Hizo bien <strong>la</strong> vecina en llevarse a <strong>la</strong> beba?<br />

¿Podía <strong>la</strong> vecina avisar sobre <strong>la</strong> detención de <strong>la</strong> madre de <strong>la</strong> beba?, Por qué?<br />

¿Qué pueden recordar de los testimonios de los que hab<strong>la</strong>n en <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong>?<br />

¿Por qué creen que <strong>la</strong> beba se calma y deja de llorar cuando mira el foco de<br />

luz?<br />

¿Qué significa el titulo de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong> El beso <strong>del</strong> olvido?<br />

f. Por último, conviértanse en un equipo de redacción de un medio y redacten<br />

una crónica de <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong>, incluyendo una crítica y recomendación de <strong>la</strong><br />

misma<br />

Reunión general, cada grupo lee e informa lo trabajado, el profesor escribe en un<br />

pizarrón los puntos que cada grupo e<strong>la</strong>boró y se trata de llevarlos a una reflexión<br />

final.<br />

2) Garage Olimpo<br />

Un mo<strong>del</strong>o didáctico que permite nuclear el temario en torno al filme<br />

Tema: La metodología de <strong>la</strong> represión<br />

Secuencia didáctica<br />

1) Actividades previas<br />

-Preparar al grupo, para eso advertir de lo duro <strong>del</strong> tema y de <strong>la</strong> crudeza de<br />

<strong>la</strong>s escenas sin dejar de seña<strong>la</strong>r que está basada en testimonio reales. Dejar en<br />

forma optativa su visualización y sugerir <strong>la</strong> lectura de algunas partes <strong>del</strong><br />

NUNCA MÁS para reemp<strong>la</strong>zar<strong>la</strong>.<br />

2)Actividades posteriores<br />

a) El impacto afectivo<br />

-Suscitar el diálogo entre todos para que puedan expresarse <strong>la</strong>s vivencias y<br />

sentimientos que ha provocado lo visto y/o leído. Tratar de precisar qué es lo<br />

que más les impactó y su <strong>por</strong>qué.<br />

-Conforme algunos puedan hacerlo ponerse en el lugar de <strong>la</strong>s diferentes<br />

personas: <strong>la</strong> víctima, su madre, el torturador y desde él intentar caracterizar<br />

ti i t i D l li i it i l


de los protagonistas y hacerlos conversar entre ellos o monologar sobre lo<br />

que han pasado. También, de animarse, puede ser muy rico un juego de<br />

expresión cor<strong>por</strong>al.<br />

-Buscar los pocos gestos humanos que aparecen y contrastarlos a los<br />

muchos denigrantes que abundan.<br />

b)El contenido<br />

-Delimitar entre todos, el escenario (identificar <strong>la</strong> localización <strong>del</strong> Centro<br />

C<strong>la</strong>ndestino de Detención (CCD) y <strong>la</strong> ciudad, su marco permanente)<br />

-Reconocer en <strong>la</strong>s personas detenidas: el se, <strong>la</strong> edad, y <strong>la</strong> profesión y<br />

ocupación en los casos posibles.<br />

-Reconstruir los pasos que se seguían en estos procedimientos.<br />

-Analizar <strong>la</strong>s causas y los objetivos desde los que se intentaba justificar este<br />

proceder.<br />

c) Algo <strong>del</strong> lenguaje cinematográfico<br />

-¿Por qué ese empeño <strong>del</strong> director <strong>por</strong> mostrar una y otra vez <strong>la</strong> ciudad<br />

desde arriba en distintas horas?<br />

-¿Cuál será el sentido de <strong>la</strong>s escenas finales (el avión, el río y <strong>la</strong> canción)?<br />

-¿Cuál <strong>la</strong> razón de <strong>la</strong>s frases en italiano con <strong>la</strong>s que se cierra <strong>la</strong> pelícu<strong>la</strong>?<br />

d) El contexto<br />

(Nos parece que <strong>la</strong> lectura de los recursos analizados en el punto c pueden<br />

dar pistas para avanzar hacia éste.)<br />

-¿Quiénes y <strong>por</strong> qué ordenaron los operativos? ¿Con qué autoridad?<br />

-¿Qué argumentos se dieron y se dan para justificarlos?<br />

-¿En qué tiempo y en qué espacio se hicieron posibles?<br />

e) La reflexión<br />

-¿Qué argumentos tienen para oponerse a <strong>la</strong> metodología empleada?<br />

-¿Qué otros caminos hubiesen podido seguirse frente a <strong>la</strong> subversión como<br />

amenaza? ¿Lo posibilitaban <strong>la</strong>s circunstancias? Sí , no, ¿<strong>por</strong> qué?<br />

-¿Observar en los hechos de hoy si aquellos procedimientos se han<br />

superado? ¿Cuáles parecen demostrar lo contrario?<br />

-Qué consecuencias tuvo lo vivido en aquel tiempo para <strong>la</strong> sociedad<br />

argentina de ayer y de hoy?<br />

-¿Cuáles son los artículos de <strong>la</strong> Convención Americana de Derechos<br />

Humanos, de <strong>la</strong> Convención sobre Torturas, y otros tratos o penas crueles y<br />

degradantes, y <strong>la</strong> Convención contra <strong>la</strong> Desaparición Forzada de Personas<br />

que han sido vio<strong>la</strong>dos? ¿Cuál es <strong>la</strong> im<strong>por</strong>tancia de construir una sociedad<br />

donde los derechos de todos sean respetados?<br />

f) La conclusión<br />

-¿Les molestó enfrentarse con estos hechos? Por qué?<br />

-¿Será necesario tener que recordarlos?<br />

-¿Qué les pasa a los pueblos que no tienen <strong>memoria</strong>?<br />

-Como miembros jóvenes de <strong>la</strong> comunidad argentina, ¿qué creen que pueden<br />

a<strong>por</strong>tar para que ese pasado no vuelva a repetirse?


g) Actividades de cierre<br />

-Escribir un alegato o una manifiesto de los jóvenes en contra de <strong>la</strong> tortura o<br />

de <strong>la</strong> violencia.<br />

-Escribir una carta al torturador o un poema o canción para <strong>la</strong> víctima.<br />

-Pensar qué se pondría hacer con los lugares y edificios en los que<br />

funcionaron los CCD (pensarlo más concretamente para los que son<br />

cercanos al lugar donde viven). Hacerlo llegar a <strong>la</strong>s organizaciones que hoy<br />

ve<strong>la</strong>n <strong>por</strong> <strong>la</strong> “<strong>memoria</strong>”.<br />

Sugerencia<br />

En caso de que <strong>la</strong> consideración de estos temas enfrenten a los alumnos,<br />

sugerimos detener <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se y orientarlos para preparar con fundamentos los<br />

diferentes argumentos, c<strong>la</strong>rificar los criterios y dar tiempo y consultar<br />

materiales (véanse los que aquí se ofrecen ). Más tarde proponer un debate pero<br />

perfectamente encuadrado: tiempo para cada grupo, condiciones <strong>del</strong> diálogo,<br />

calidad de los argumentos, moderador, observadores, etc. Tratar de llegar a<br />

sintetizar cada postura y e<strong>la</strong>borar una conclusión final sin pretender un acuerdo<br />

.<br />

3) Fragmento de La sangre derramada, de José Pablo Feinnman<br />

“La muerte <strong>del</strong> ámbito privado”<br />

“Fue un <strong>golpe</strong> anunciado. Noventa días antes Vide<strong>la</strong> había <strong>la</strong>nzado un ultimátum<br />

al gobierno de Isabel Perón. Luego dijo: “Morirán todos los que tengan que morir”.<br />

Luego hubo un período de silencio. Los comandantes no decían pa<strong>la</strong>bra. Parte de <strong>la</strong><br />

c<strong>la</strong>se política buscaban una y mil soluciones. Inútil, impotentemente. Los comandantes<br />

seguían sin hab<strong>la</strong>r. Una vez más, el silencio se vivió como terror. Terror para algunos,<br />

incertidumbre para otros, ansiedad para muchos más que se preguntaban: “¿Para<br />

cuándo? ¿Qué esperan?. El inefable ingeniero Alzogaray dijo: “Todavía no. Hay que<br />

esperar unos meses. El caos económico aún no ha desgastado totalmente a este<br />

gobierno”.<br />

“Los jefes <strong>del</strong> <strong>golpe</strong> (<strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada Junta Militar) anunciaron a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción que<br />

permaneciese en su casa esa noche para facilitar <strong>la</strong>s “tareas operativas de los<br />

comandos militares”. Me recuerdo cerrando <strong>la</strong> puerta de mi departamento, con <strong>la</strong><br />

Trabex que había comprado cuatro días atrás. Vivía en un octavo piso. Qué patético<br />

gesto: cerrar <strong>la</strong> puerta <strong>del</strong> departamento. Era creer que existiría aún el ámbito privado.<br />

Que uno podría salvarse de <strong>la</strong> furia guerrera de <strong>la</strong> Junta protegiéndose en su casa,<br />

retirándose al ámbito privado. Ocurrió, a partir <strong>del</strong> 24 de marzo, un hecho decisivo: <strong>la</strong><br />

desaparición <strong>del</strong> ámbito privado. Ese primer anuncio operativo de <strong>la</strong> Junta había sido<br />

falso y perverso: pedirle a los ciudadanos que no salieran de sus casas para no<br />

entorpecer <strong>la</strong>s tareas de los comandos militares llevaba a creer en <strong>la</strong> existencia de dos<br />

ámbitos: el exterior (en él que se desarrol<strong>la</strong>rían <strong>la</strong>s “operaciones” de los comandos) y<br />

el interior (en él que un ciudadano podría permanecer seguro; en <strong>la</strong>, como suele<br />

decirse, seguridad <strong>del</strong> hogar). No hubo tal seguridad <strong>del</strong> hogar. No <strong>la</strong> hubo tal<br />

seguridad <strong>del</strong> hogar. No <strong>la</strong> hubo <strong>por</strong>que se aniquiló <strong>la</strong> diferencia entre el ámbito<br />

exterior y el privado. No existió lo privado para <strong>la</strong> operacionalidad militar. La entrada<br />

arrol<strong>la</strong>dora en <strong>la</strong>s casas, <strong>la</strong> destrucción de los hogares, su rapiñaje imp<strong>la</strong>cable fueron<br />

los signos de <strong>la</strong> época.<br />

“Durante los primeros días <strong>del</strong> <strong>golpe</strong> todos los diarios entraron en cadena: sólo<br />

publicaban los comunicados de <strong>la</strong> Junta. Y gran parte de los argentinos se sintieron<br />

sosegados: había llegado <strong>la</strong> hora <strong>del</strong> orden. Por televisión salía una y otra vez un aviso<br />

que decía: “Orden, Orden, Orden. Cuando hay Orden el país se construye de arriba<br />

b j bi i d i


“Los que han descrito <strong>la</strong> Argentina <strong>del</strong> 76’ y el 77’ han incurrido, con frecuencia,<br />

en un error que amengua <strong>la</strong> vivencia <strong>del</strong> miedo cotidiano. Tal vez esta experiencia <strong>la</strong><br />

sabemos sólo quienes permanecimos aquí. Y es <strong>la</strong> siguiente: uno se enteraba de<br />

desmedidos horrores, desaparecían amigos, o los conocidos o gente que no conocía<br />

pero de cuya desdicha se enteraba. Es decir, uno sabía de <strong>la</strong> existencia permanente <strong>del</strong><br />

horror. Sin embargo, al salir a <strong>la</strong> calle lo que más horror producía era el normal<br />

deslizamiento de lo cotidiano. La gente iba a trabajar, viajaba en colectivo, en taxi, en<br />

tren, cruzaba calles, caminaba <strong>por</strong> <strong>la</strong>s veredas. El sol salía y había luz y hasta algunos<br />

días de otoño eran cálidos. ¿Dónde estaba el horror? Había señales: los policías usaban<br />

casco, en los aeropuertos había muchos soldados, sonaban sirenas. Los militares les<br />

hacían sentir a los ciudadanos que estaban constantemente en operaciones en medio de<br />

una “guerra”. Pero, a <strong>la</strong> luz <strong>del</strong> día, nada parecía tan espantoso como sabíamos que<br />

era. Quiero remarcar esta sutil y terrible vivencia <strong>del</strong> horror: lo cotidiano como<br />

normalidad que oculta <strong>la</strong> <strong>la</strong>tencia de <strong>la</strong> Muerte.”<br />

Extractado <strong>del</strong> libro La sangre derramada:<br />

Ensayo sobre <strong>la</strong> Violencia Política,<br />

de José Pablo Feinmann, Editorial Ariel, 1998<br />

Se les puede proponer:<br />

-Lean atentamente el texto de José Pablo Feinmann.<br />

-Pongan en imágenes en sus cabezas <strong>la</strong> época (marzo <strong>del</strong> 76, semanas previas al<br />

Golpe Militar, y los <strong>años</strong> posteriores, 76’ y 77’).<br />

-Escriban una pequeña historia cuyos protagonistas, Juan y María, viven sus<br />

vidas cotidianas en esos <strong>años</strong>, <strong>la</strong> historia debe incluir:<br />

a. <strong>la</strong> edad de cada uno de ellos;<br />

b. si es que hay alguna re<strong>la</strong>ción entre ellos;<br />

c. si trabajan, estudian o que hacen;<br />

d. dónde viven y con quien;<br />

e. cómo es <strong>la</strong> vida de ellos: si tienen amigos, que tipo de actividades hacen<br />

con ellos;<br />

f. qué sienten con lo que pasa.<br />

4) Carta Abierta de Rodolfo Walsh a <strong>la</strong> Junta Militar<br />

La misma fue escrita <strong>por</strong> este periodista al cumplirse un año <strong>del</strong> establecimiento<br />

<strong>del</strong> Proceso de Reorganización Nacional.<br />

El texto de <strong>la</strong> carta, demuestra que al menos parte de <strong>la</strong> prensa, ya sabia lo que<br />

estaba ocurriendo, y existían estimaciones de <strong>la</strong> cantidad de desaparecidos que se<br />

contaban <strong>por</strong> entonces. Los datos que él manejaba, eran coincidentes <strong>por</strong> ejemplo<br />

con los que ya tenía Amnesty International.<br />

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR<br />

1. La censura de prensa, <strong>la</strong> persecución a intelectuales, el al<strong>la</strong>namiento de mi casa<br />

en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y <strong>la</strong> pérdida de una hija que murió<br />

combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión<br />

c<strong>la</strong>ndestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante<br />

casi treinta <strong>años</strong>.<br />

El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un ba<strong>la</strong>nce de <strong>la</strong> acción de<br />

gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes l<strong>la</strong>man aciertos


son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son<br />

ca<strong>la</strong>midades.<br />

El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno <strong>del</strong> que formaban parte,<br />

a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo<br />

término estaba seña<strong>la</strong>do <strong>por</strong> elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En<br />

esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel<br />

Martínez sino <strong>la</strong> posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara<br />

males que ustedes continuaron y agravaron.<br />

Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los<br />

hechos recuperando el programa en que coincidieron en <strong>la</strong>s elecciones de 1973 el<br />

ochenta <strong>por</strong> ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de <strong>la</strong><br />

voluntad <strong>del</strong> pueblo, único significado posible de ese “ser nacional” que ustedes<br />

invocan tan a menudo.<br />

Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes <strong>la</strong> corriente de ideas e intereses de<br />

minorías derrotadas que traban el desarrollo de <strong>la</strong>s fuerzas productivas, explotan al<br />

pueblo y disgregan <strong>la</strong> Nación. Una política semejante sólo puede imponerse<br />

transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando<br />

<strong>la</strong> prensa e imp<strong>la</strong>ntando el terror más profundo que ha conocido <strong>la</strong> sociedad argentina.<br />

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de<br />

miles de desterrados son <strong>la</strong> cifra desnuda de ese terror. Colmadas <strong>la</strong>s cárceles<br />

ordinarias, crearon ustedes en <strong>la</strong>s principales guarniciones <strong>del</strong> país virtuales campos de<br />

concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador<br />

internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de <strong>la</strong><br />

investigación, convierte a <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s detenciones en secuestros que permiten <strong>la</strong><br />

tortura sin límite y el fusi<strong>la</strong>miento sin juicio. (1)<br />

Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente<br />

este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha<br />

presentado <strong>por</strong>que se conoce de antemano su inutilidad o <strong>por</strong>que no se encuentra<br />

abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron<br />

a su turno secuestrados.<br />

De este modo han despojado ustedes a <strong>la</strong> tortura de su límite en el tiempo. Como<br />

el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según<br />

manda una ley que fue respetada aún en <strong>la</strong>s cumbres represivas de anteriores<br />

dictaduras.<br />

La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con <strong>la</strong> falta de límite en los<br />

métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre <strong>la</strong>s articu<strong>la</strong>ciones<br />

y <strong>la</strong>s vísceras de <strong>la</strong>s víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de<br />

que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en<br />

vida, <strong>la</strong> sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con<br />

<strong>la</strong> picana y el “submarino”, el soplete de <strong>la</strong>s actualizaciones contem<strong>por</strong>áneas.(2)<br />

Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a <strong>la</strong><br />

guerril<strong>la</strong> justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a <strong>la</strong> tortura absoluta,<br />

intem<strong>por</strong>al, metafísica en <strong>la</strong> medida que el fin original de obtener información se<br />

extravía en <strong>la</strong>s mentes perturbadas que <strong>la</strong> administran para ceder al impulso de<br />

machacar <strong>la</strong> sustancia humana hasta quebrar<strong>la</strong> y hacerle perder <strong>la</strong> dignidad que perdió<br />

el verdugo, que ustedes mismos han perdido.<br />

3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo<br />

l b d i ái j ió d h l d d h


de <strong>la</strong> madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de<br />

fuga. Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez<br />

en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para<br />

ser creído sino para bur<strong>la</strong>r <strong>la</strong> reacción internacional ante ejecuciones en reg<strong>la</strong> mientras<br />

en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en<br />

fecha inmediata a <strong>la</strong>s acciones guerrilleras. Setenta fusi<strong>la</strong>dos tras <strong>la</strong> bomba en<br />

Seguridad Federal, 55 en respuesta a <strong>la</strong> vo<strong>la</strong>dura <strong>del</strong> Departamento de Policía de La<br />

P<strong>la</strong>ta, 30 <strong>por</strong> el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en <strong>la</strong> Masacre <strong>del</strong> Año Nuevo<br />

que siguió a <strong>la</strong> muerte <strong>del</strong> coronel Castel<strong>la</strong>nos, 19 tras <strong>la</strong> explosión que destruyó <strong>la</strong><br />

comisaría de Ciudade<strong>la</strong> forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates<br />

donde el oponente no tuvo heridos y <strong>la</strong>s fuerzas a su mando no tuvieron muertos.<br />

Depositarios de una culpa colectiva abolida en <strong>la</strong>s normas civilizadas de justicia,<br />

incapaces de influir en <strong>la</strong> política que dicta los hechos <strong>por</strong> los cuales son represaliados,<br />

muchos de esos rehenes son <strong>del</strong>egados sindicales, intelectuales, familiares de<br />

guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para<br />

equilibrar <strong>la</strong> ba<strong>la</strong>nza de <strong>la</strong>s bajas según <strong>la</strong> doctrina extranjera de “cuenta-cadáveres”<br />

que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.<br />

El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una<br />

evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a <strong>la</strong><br />

guerril<strong>la</strong> 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, pro<strong>por</strong>ción desconocida en los más<br />

encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada <strong>por</strong> un muestreo periodístico de<br />

circu<strong>la</strong>ción c<strong>la</strong>ndestina que reve<strong>la</strong> que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de<br />

febrero de 1977, en 40 acciones reales, <strong>la</strong>s fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40<br />

heridos, y <strong>la</strong> guerril<strong>la</strong> 63 muertos.(3)<br />

Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo<br />

re<strong>la</strong>to oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a <strong>la</strong> guerril<strong>la</strong><br />

y los partidos de que aún los presos reconocidos son <strong>la</strong> reserva estratégica de <strong>la</strong>s<br />

represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según <strong>la</strong> marcha de los<br />

combates, <strong>la</strong> conveniencia didáctica o el humor <strong>del</strong> momento.<br />

Así ha ganado sus <strong>la</strong>ureles el general Benjamín Menéndez, jefe <strong>del</strong> Tercer Cuerpo<br />

de Ejército, antes <strong>del</strong> 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en<br />

Córdoba, después con <strong>la</strong> muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros<br />

en variadas aplicaciones de <strong>la</strong> ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin<br />

pudor.(4)<br />

El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusi<strong>la</strong>do el 6 de enero de<br />

1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción <strong>del</strong> Primer Cuerpo de Ejército que<br />

manda el general Suárez Masson, reve<strong>la</strong> que estos episodios no son desbordes de<br />

algunos centuriones alucinados sino <strong>la</strong> política misma que ustedes p<strong>la</strong>nifican en sus<br />

estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes<br />

en jefe de <strong>la</strong>s 3 Armas y aprueban como miembros de <strong>la</strong> Junta de Gobierno.<br />

4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después<br />

que ustedes prohibieron informar sobre hal<strong>la</strong>zgos de cadáveres que en algunos casos<br />

han trascendido, sin embargo, <strong>por</strong> afectar a otros países, <strong>por</strong> su magnitud genocida o<br />

<strong>por</strong> el espanto provocado entre sus propias fuerzas.(5)<br />

Veinticinco cuerpos muti<strong>la</strong>dos afloraron entre marzo y octubre de 1976 en <strong>la</strong>s<br />

costas uruguayas, pequeña parte quizás <strong>del</strong> cargamento de torturados hasta <strong>la</strong> muerte<br />

en <strong>la</strong> Escue<strong>la</strong> de Mecánica de <strong>la</strong> Armada, fondeados en el Río de <strong>la</strong> P<strong>la</strong>ta <strong>por</strong> buques<br />

de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 <strong>años</strong>, Floreal Avel<strong>la</strong>neda, atado de pies y<br />

manos, “con <strong>la</strong>stimaduras en <strong>la</strong> región anal y fracturas visibles” según su autopsia.


Un verdadero cementerio <strong>la</strong>custre descubrió en agosto de 1976 un vecino que<br />

buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a <strong>la</strong> comisaría donde no le<br />

recibieron <strong>la</strong> denuncia y escribió a los diarios que no <strong>la</strong> publicaron.(6)<br />

Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho<br />

en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a <strong>la</strong>s<br />

masacres <strong>del</strong> 20 de agosto que api<strong>la</strong>ron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de<br />

Mayo y 17 en Lomas de Zamora.<br />

En esos enunciados se agota <strong>la</strong> ficción de bandas de derecha, presuntas herederas<br />

de <strong>la</strong>s 3 A de López Rega, capaces de atravesar <strong>la</strong> mayor guarnición <strong>del</strong> país en<br />

camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de <strong>la</strong> P<strong>la</strong>ta o de arrojar prisioneros<br />

al mar desde los trans<strong>por</strong>tes de <strong>la</strong> Primera Brigada Aérea (7), sin que se enteren el<br />

general Vide<strong>la</strong>, el almirante Massera o el brigadier Agosti.<br />

Las 3 A son hoy <strong>la</strong>s 3 Armas, y <strong>la</strong> Junta que ustedes presiden no es el fiel de <strong>la</strong><br />

ba<strong>la</strong>nza entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos<br />

terrorismos”, sino <strong>la</strong> fuente misma <strong>del</strong> terror que ha perdido el rumbo y sólo puede<br />

balbucear el discurso de <strong>la</strong> muerte.(8)<br />

La misma continuidad histórica liga el asesinato <strong>del</strong> general Carlos Prats, durante<br />

el anterior gobierno, con el secuestro y muerte <strong>del</strong> general Juan José Torres, Zelmar<br />

Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asi<strong>la</strong>dos en quienes se ha querido<br />

asesinar <strong>la</strong> posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay.(9)<br />

La segura participación en esos crímenes <strong>del</strong> Departamento de Asuntos<br />

Extranjeros de <strong>la</strong> Policía Federal, conducido <strong>por</strong> oficiales becados de <strong>la</strong> CIA a través<br />

de <strong>la</strong> AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos<br />

a <strong>la</strong> autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de <strong>la</strong> CIA en Argentina, es<br />

semillero de futuras reve<strong>la</strong>ciones como <strong>la</strong>s que hoy sacuden a <strong>la</strong> comunidad<br />

internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esc<strong>la</strong>rezcan el papel de esa<br />

agencia y de altos jefes <strong>del</strong> Ejército, encabezados <strong>por</strong> el general Menéndez, en <strong>la</strong><br />

creación de <strong>la</strong> Logia Libertadores de América, que reemp<strong>la</strong>zó a <strong>la</strong>s 3 A hasta que su<br />

papel global fue asumido <strong>por</strong> esa Junta en nombre de <strong>la</strong>s 3 Armas.<br />

Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como<br />

el asesinato <strong>del</strong> capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los<br />

negociados de altos jefes de <strong>la</strong> Marina, o <strong>del</strong> periodista de “Prensa Libre” Horacio<br />

Novillo apuña<strong>la</strong>do y calcinado, después que ese diario denunció <strong>la</strong>s conexiones <strong>del</strong><br />

ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.<br />

A <strong>la</strong> luz de estos episodios cobra su significado final <strong>la</strong> definición de <strong>la</strong> guerra<br />

pronunciada <strong>por</strong> uno de sus jefes: “La lucha que libramos no reconoce límites morales<br />

ni naturales, se realiza más allá <strong>del</strong> bien y <strong>del</strong> mal”.(10)<br />

5. Estos hechos, que sacuden <strong>la</strong> conciencia <strong>del</strong> mundo civilizado, no son sin<br />

embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni <strong>la</strong>s peores<br />

vio<strong>la</strong>ciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En <strong>la</strong> política<br />

económica de ese gobierno debe buscarse no sólo <strong>la</strong> explicación de sus crímenes sino<br />

una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con <strong>la</strong> miseria<br />

p<strong>la</strong>nificada. En un año han reducido ustedes el sa<strong>la</strong>rio real de los trabajadores al 40%,<br />

disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas <strong>la</strong><br />

jornada de <strong>la</strong>bor que necesita un obrero para pagar <strong>la</strong> canasta familiar (11),<br />

resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos<br />

coloniales. Conge<strong>la</strong>ndo sa<strong>la</strong>rios a cu<strong>la</strong>tazos mientras los precios suben en <strong>la</strong>s puntas de<br />

<strong>la</strong>s bayonetas, aboliendo toda forma de rec<strong>la</strong>mación colectiva, prohibiendo asambleas


(12) prometiendo aumentar<strong>la</strong> con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones de producción a los comienzos de <strong>la</strong> era industrial, y cuando los<br />

trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando<br />

cuerpos enteros de <strong>del</strong>egados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no<br />

aparecieron.(13)<br />

Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de<br />

gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más <strong>del</strong> 50%, el<br />

de medicinas ha desaparecido prácticamente en <strong>la</strong>s capas popu<strong>la</strong>res. Ya hay zonas <strong>del</strong><br />

Gran Buenos Aires donde <strong>la</strong> mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos igua<strong>la</strong><br />

con Rhodesia, Dahomey o <strong>la</strong>s Guayanas; enfermedades como <strong>la</strong> diarrea estival, <strong>la</strong>s<br />

parasitosis y hasta <strong>la</strong> rabia en que <strong>la</strong>s cifras trepan hacia marcas mundiales o <strong>la</strong>s<br />

superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el<br />

presupuesto de <strong>la</strong> salud pública a menos de un tercio de los gastos militares,<br />

suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos,<br />

profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado <strong>por</strong> el terror, los bajos sueldos o<br />

<strong>la</strong> "racionalización".<br />

Basta andar unas horas <strong>por</strong> el Gran Buenos Aires para comprobar <strong>la</strong> rapidez con<br />

que semejante política <strong>la</strong> convirtió en una vil<strong>la</strong> miseria de diez millones de habitantes.<br />

Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua <strong>por</strong>que <strong>la</strong>s industrias monopólicas<br />

saquean <strong>la</strong>s napas subterráneas, mil<strong>la</strong>res de cuadras convertidas en un solo bache<br />

<strong>por</strong>que ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za de Mayo, el<br />

río más grande <strong>del</strong> mundo contaminado en todas sus p<strong>la</strong>yas <strong>por</strong>que los socios <strong>del</strong><br />

ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y <strong>la</strong> única medida de<br />

gobierno que ustedes han tomado es prohibir a <strong>la</strong> gente que se bañe.<br />

Tampoco en <strong>la</strong>s metas abstractas de <strong>la</strong> economía, a <strong>la</strong>s que suelen l<strong>la</strong>mar “el país”,<br />

han sido ustedes más afortunados. Un descenso <strong>del</strong> producto bruto que oril<strong>la</strong> el 3%,<br />

una deuda exterior que alcanza a 600 dó<strong>la</strong>res <strong>por</strong> habitante, una inf<strong>la</strong>ción anual <strong>del</strong><br />

400%, un aumento <strong>del</strong> circu<strong>la</strong>nte que en solo una semana de diciembre llegó al 9%,<br />

una baja <strong>del</strong> 13% en <strong>la</strong> inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro<br />

fruto de <strong>la</strong> fría <strong>del</strong>iberación y <strong>la</strong> cruda inepcia.<br />

Mientras todas <strong>la</strong>s funciones creadoras y protectoras <strong>del</strong> Estado se atrofian hasta<br />

disolverse en <strong>la</strong> pura anemia, una so<strong>la</strong> crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos<br />

millones de dó<strong>la</strong>res que equivalen a <strong>la</strong> mitad de <strong>la</strong>s ex<strong>por</strong>taciones argentinas<br />

presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas p<strong>la</strong>zas de<br />

agentes en <strong>la</strong> Policía Federal, doce mil en <strong>la</strong> provincia de Buenos Aires con sueldos<br />

que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escue<strong>la</strong>,<br />

mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un<br />

120%, prueban que no hay conge<strong>la</strong>ción ni desocupación en el reino de <strong>la</strong> tortura y de<br />

<strong>la</strong> muerte, único campo de <strong>la</strong> actividad argentina donde el producto crece y donde <strong>la</strong><br />

cotización <strong>por</strong> guerrillero abatido sube más rápido que el dó<strong>la</strong>r. (6)<br />

Dictada <strong>por</strong> el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica<br />

indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, <strong>la</strong> política económica de esa<br />

Junta sólo reconoce como beneficiarios a <strong>la</strong> vieja oligarquía ganadera, <strong>la</strong> nueva<br />

oligarquía especu<strong>la</strong>dora y un grupo selecto de monopolios internacionales<br />

encabezados <strong>por</strong> <strong>la</strong> ITT, <strong>la</strong> Esso, <strong>la</strong>s automotrices, <strong>la</strong> U.S.Steel, <strong>la</strong> Siemens, al que<br />

están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su<br />

gabinete.<br />

Un aumento <strong>del</strong> 722% en los precios de <strong>la</strong> producción animal en 1976 define <strong>la</strong><br />

magnitud de <strong>la</strong> restauración oligárquica emprendida <strong>por</strong> Martínez de Hoz en<br />

consonancia con el credo de <strong>la</strong> Sociedad Rural expuesto <strong>por</strong> su presidente Celedonio


Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo<br />

en que los alimentos deben ser baratos”.(14)<br />

El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible<br />

para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos <strong>por</strong> ciento, donde hay empresas<br />

que de <strong>la</strong> noche a <strong>la</strong> mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, <strong>la</strong> rueda<br />

loca de <strong>la</strong> especu<strong>la</strong>ción en dó<strong>la</strong>res, letras, valores ajustables, <strong>la</strong> usura simple que ya<br />

calcu<strong>la</strong> el interés <strong>por</strong> hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a<br />

acabar con el “festín de los corruptos”.<br />

Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de <strong>la</strong><br />

banca extranjera, indemnizando a <strong>la</strong> ITT y a <strong>la</strong> Siemens se premia a empresas que<br />

estafaron al Estado, devolviendo <strong>la</strong>s bocas de expendio se aumentan <strong>la</strong>s ganancias de<br />

<strong>la</strong> Shell y <strong>la</strong> Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong<br />

o Singapur y desocupación en <strong>la</strong> Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe<br />

preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los<br />

mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es <strong>la</strong> ideología que amenaza al ser<br />

nacional.<br />

Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no<br />

pretendiera que esa Junta procura <strong>la</strong> paz, que el general Vide<strong>la</strong> defiende los derechos<br />

humanos o que el almirante Massera ama <strong>la</strong> vida, aún cabría pedir a los señores<br />

Comandantes en Jefe de <strong>la</strong>s 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen<br />

al país tras <strong>la</strong> ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no<br />

haría más que empezar bajo nuevas formas, <strong>por</strong>que <strong>la</strong>s causas que hace más de veinte<br />

<strong>años</strong> mueven <strong>la</strong> resistencia <strong>del</strong> pueblo argentino no estarán desaparecidas sino<br />

agravadas <strong>por</strong> el recuerdo <strong>del</strong> estrago causado y <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s atrocidades<br />

cometidas.<br />

Estas son <strong>la</strong>s reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he<br />

querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con<br />

<strong>la</strong> certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de<br />

dar testimonio en momentos difíciles.<br />

Rodolfo Walsh. C.I. 2845022. Buenos Aires, 24 de marzo de 1977<br />

(1) Desde enero de 1977 <strong>la</strong> Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos<br />

detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan<br />

de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de mil<strong>la</strong>res de prisioneros<br />

son aún secreto militar y <strong>la</strong>s condiciones para su tortura y posterior fusi<strong>la</strong>miento<br />

permanecen intactas.<br />

(2) El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado<br />

radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un<br />

<strong>golpe</strong>. Testimonio de una sobreviviente: “Picana en los brazos, <strong>la</strong>s manos, los<br />

muslos, cerca de <strong>la</strong> boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían<br />

<strong>la</strong> puerta y me decían que me iban hacer fiambre con <strong>la</strong> máquina de sierra que se<br />

escuchaba”.<br />

(3) "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de 1977.<br />

(4) Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en <strong>la</strong> Cárcel de Encausados<br />

al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados con el<br />

engaño de ir a <strong>la</strong> enfermería seis compañeros que luego son fusi<strong>la</strong>dos. Se trata de<br />

Miguel Angel Mosse, José Svagusa, Diana Fi<strong>del</strong>man, Luis Verón, Ricardo Yung y<br />

Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo<br />

de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este último<br />

había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias


(5) En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los<br />

diarios. Una proyección anual da <strong>la</strong> cifra de 1500. La presunción de que puede<br />

ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 <strong>la</strong> información periodística<br />

era incompleta y en el aumento global de <strong>la</strong> represión después <strong>del</strong> <strong>golpe</strong>. Una<br />

estimación global verosímil de <strong>la</strong>s muertes producidas <strong>por</strong> <strong>la</strong> Junta es <strong>la</strong> siguiente.<br />

Muertos en combate: 600. Fusi<strong>la</strong>dos: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios.<br />

100. Total: 4.000.<br />

(6) Carta de Isaías Zanotti, difundida <strong>por</strong> ANCLA, Agencia C<strong>la</strong>ndestina de Noticias.<br />

(7) "Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 <strong>por</strong> el brigadier Mariani, jefe<br />

de <strong>la</strong> Primera Brigada Aérea <strong>del</strong> Palomar. Se usaron trans<strong>por</strong>tes Fokker F-27.<br />

(8) El canciller vicealmirante Guzzeti en re<strong>por</strong>taje publicado <strong>por</strong> "La Opinión" el 3-<br />

10-76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un anticuerpo".<br />

(9) El general Prats, último ministro de Ejército <strong>del</strong> presidente Allende, muerto <strong>por</strong><br />

una bomba en setiembre de 1974. Los ex par<strong>la</strong>mentarios uruguayos Michelini y<br />

Gutiérrez Ruiz aparecieron acribil<strong>la</strong>dos el 2-5-76. El cadáver <strong>del</strong> general Torres, ex<br />

presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro <strong>del</strong> Interior y ex<br />

jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de "simu<strong>la</strong>r" su<br />

secuestro.<br />

(10) Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según "La Razón" <strong>del</strong> 12-6-76.<br />

Jefe <strong>del</strong> Grupo I de Artillería de Ciudade<strong>la</strong>. Pascarelli es el presunto responsable de<br />

33 fusi<strong>la</strong>mientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.<br />

(11) Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después <strong>la</strong><br />

situación se agravó aún más.<br />

(12) Diario "C<strong>la</strong>rín".<br />

(13) Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE,<br />

Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y<br />

asesinatos de <strong>del</strong>egados han sido particu<strong>la</strong>rmente graves en metalúrgicos y navales.<br />

(14) Prensa Libre, 16-12-76.<br />

5) El diario de Ana Frank<br />

Otro recurso posible para comparar metodologías totalitarias<br />

“Querida Kitty:<br />

Hoy no tengo que anunciarte más que noticias deprimentes. Muchos de nuestros<br />

amigos judíos, son poco a poco embarcados <strong>por</strong> <strong>la</strong> GESTAPO, que no anda con<br />

contemp<strong>la</strong>ciones ; son trans<strong>por</strong>tados en furgones de ganado a WESTERBORK el gran<br />

campo para judíos en Drente. W. debe ser una pesadil<strong>la</strong>; cientos y cientos están<br />

obligados a <strong>la</strong>varse en un solo cuarto y faltan los W.C. duermen los unos encima de<br />

los otros, amontonados, en cualquier rincón. [...] nosotros no ignoramos que esas<br />

pobres gentes serán masacradas.<br />

“La radio inglesa hab<strong>la</strong> de cámara de gases. [...]<br />

“[...] Has oído hab<strong>la</strong>r alguna vez de rehenes. Es su último invento para castigar a<br />

los saboteadores. La cosa más atroz que pueda imaginarse. Ciudadanos inocentes y<br />

absolutamente respetables son arrestados y aguardan en <strong>la</strong> cárcel su condena. Si el<br />

saboteador no aparece, <strong>la</strong> GESTAPO fusi<strong>la</strong> a cinco rehenes sin más rodeos. Los<br />

diarios publican a menudo los anuncios de defunción de esos hombres, ¡Bajo el título<br />

de “accidente fatal”!


“[...] Muchos amigos han desaparecido y su destino nos hace temb<strong>la</strong>r: No hay<br />

noche en que los coches militares verdes o gris no recorran <strong>la</strong> ciudad; los alemanes<br />

l<strong>la</strong>man a todas <strong>la</strong>s puertas para dar caza a los judíos. Si los encuentran, embarcan<br />

inmediatamente a toda <strong>la</strong> familia, si no l<strong>la</strong>man a <strong>la</strong> puerta siguiente .Los que no se<br />

ocultan no escapan a sus suerte. Los alemanes se dedican a veces, a eso<br />

sistemáticamente con <strong>la</strong> lista en <strong>la</strong> mano, <strong>golpe</strong>ando <strong>la</strong> puerta tras <strong>la</strong> cual se aguarda<br />

un rico botín [...] <strong>por</strong> <strong>la</strong> noche, veo a menudo desfi<strong>la</strong>r a esas caravanas de inocentes,<br />

con sus hijos llorando, arrastrándose bajo el comando de algunos brutos que los azotan<br />

y los torturan hasta hacerlos caer. No respetan a nadie, ni a los viejos ni a <strong>la</strong>s criaturas,<br />

ni a <strong>la</strong>s mujeres encintas ni a los enfermos. Todos son buenos para el viaje hacia <strong>la</strong><br />

muerte.”<br />

Fragmento El diario de Ana Frank, escrito mientras se ocultaba<br />

con su familia de <strong>la</strong> persecución nazi.<br />

En marzo de l945 murió en un campo de concentración.<br />

“Cuando nos <strong>golpe</strong>aban nos decìan: ‘Somos <strong>la</strong> GESTAPO’.<br />

(Reyes, Jorge. Leg. N° <strong>25</strong>63 CCD, Regimiento 1ro Patricios)<br />

“Si <strong>la</strong> vida en el campo era pesadil<strong>la</strong> para cualquier detenido, <strong>la</strong> situación se<br />

agravaba para los judíos, que eran objeto de palizas permanentes y otras agresiones a<br />

tal punto que muchos preferían ocultar su origen...”<br />

(Elena Alfaro. Leg. Nro3038 CCD, “El Vesubio”)<br />

“Los represores se reían y le pintaban en <strong>la</strong>s espaldas cruces svásticas con aerosol...”<br />

Pedro M Vanrell ( leg. No 1132)<br />

“[...] Cuando regresé a mi domicilio; fui detenida en <strong>la</strong> puerta <strong>por</strong> esas personas,<br />

que tenían a mi madre como rehén ‘<strong>por</strong> si yo no llegaba’.Me vendaron los ojos y me<br />

maniataron. Fui tras<strong>la</strong>dada a un lugar que no puedo precisar, me sometieron a todo<br />

tipo de tormentos físicos y morales [...] me liberaron a <strong>la</strong>s cuatro horas [...] Cuando me<br />

detienen a mí y tenían a mi madre como rehén, vi como cargaban en camiones todos<br />

nuestros enceres y pertenencias [...]”<br />

Testimonio de <strong>la</strong> esposa de Jorge Eduardo Alday.<br />

Otros fragmentos de Testimonios comparables se encuentran a lo <strong>la</strong>rgo <strong>del</strong> trabajo.<br />

6) Nunca más<br />

Prólogo de Ernesto Sábato<br />

“Durante <strong>la</strong> década <strong>del</strong> 70 <strong>la</strong> Argentina fue convulsionada <strong>por</strong> un terror que<br />

provenía tanto desde <strong>la</strong> extrema derecha como de <strong>la</strong> extrema izquierda, fenómeno que<br />

ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante <strong>la</strong>rgos <strong>años</strong><br />

debió sufrir <strong>la</strong> despiadada acción de <strong>la</strong>s formaciones fascistas, de <strong>la</strong>s Brigadas Rojas y<br />

de grupos simi<strong>la</strong>res. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios<br />

<strong>del</strong> derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales<br />

ordinarios, ofreciendo a los acusados todas <strong>la</strong>s garantías de <strong>la</strong> defensa en juicio; y en<br />

ocasión <strong>del</strong> secuestro de Aldo Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad<br />

le propuso al General Del<strong>la</strong> Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le<br />

respondió con pa<strong>la</strong>bras memorables: ‘Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No,<br />

en cambio imp<strong>la</strong>ntar <strong>la</strong> tortura’


No fue de esta manera en nuestro país: a los <strong>del</strong>itos de los terroristas, <strong>la</strong>s Fuerzas<br />

Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, <strong>por</strong>que<br />

desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y <strong>la</strong> impunidad <strong>del</strong> Estado<br />

absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.<br />

Nuestra Comisión no fue instituida para juzgar, pues para eso están los jueces<br />

constitucionales, sino para indagar <strong>la</strong> suerte de los desaparecidos en el curso de estos<br />

<strong>años</strong> aciagos de <strong>la</strong> vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de<br />

dec<strong>la</strong>raciones y testimonios, de haber verificado o determinado <strong>la</strong> existencia de cientos<br />

de lugares c<strong>la</strong>ndestinos de detención y de acumu<strong>la</strong>r más de cincuenta mil páginas<br />

documentales, tenemos <strong>la</strong> certidumbre de que <strong>la</strong> dictadura militar produjo <strong>la</strong> más<br />

grande tragedia de nuestra historia, y <strong>la</strong> más salvaje. Y, si bien debemos esperar de <strong>la</strong><br />

justicia <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra definitiva, no podemos cal<strong>la</strong>r ante lo que hemos oído, leído y<br />

registrado; todo lo cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como<br />

<strong>del</strong>ictivo para alcanzar <strong>la</strong> tenebrosa categoría de los crímenes de lesa humanidad. Con<br />

<strong>la</strong> técnica de <strong>la</strong> desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que <strong>la</strong>s<br />

grandes religiones y <strong>la</strong>s más elevadas filosofías erigieron a lo <strong>la</strong>rgo de milenios de<br />

sufrimientos y ca<strong>la</strong>midades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.<br />

Son muchísimos los pronunciamientos sobre los sagrados derechos de <strong>la</strong> persona a<br />

través de <strong>la</strong> historia y, en nuestro tiempo, desde los que consagró <strong>la</strong> Revolución<br />

Francesa hasta los estipu<strong>la</strong>dos en <strong>la</strong>s Cartas Universales de Derechos Humanos y en<br />

<strong>la</strong>s grandes encíclicas de este siglo. Todas <strong>la</strong>s naciones civilizadas, incluyendo <strong>la</strong><br />

nuestra propia, estatuyeron en sus constituciones garantías que jamás pueden<br />

suspenderse, ni aun en los más catastróficos estados de emergencia: el derecho a <strong>la</strong><br />

vida, el derecho a <strong>la</strong> integridad personal, el derecho a proceso; el derecho a no sufrir<br />

condiciones inhumanas de detención, negación de <strong>la</strong> justicia o ejecución sumaria.<br />

De <strong>la</strong> enorme documentación recogida <strong>por</strong> nosotros se infiere que los derechos<br />

humanos fueron vio<strong>la</strong>dos en forma orgánica y estatal <strong>por</strong> <strong>la</strong> represión de <strong>la</strong>s Fuerzas<br />

Armadas. Y no vio<strong>la</strong>dos de manera es<strong>por</strong>ádica sino sistemática, de manera siempre <strong>la</strong><br />

misma, con simi<strong>la</strong>res secuestros e idénticos tormentos en toda <strong>la</strong> extensión <strong>del</strong><br />

territorio. ¿Cómo no atribuirlo a una metodología <strong>del</strong> terror p<strong>la</strong>nificada <strong>por</strong> los altos<br />

mandos? ¿Cómo podrían haber sido cometidos <strong>por</strong> perversos que actuaban <strong>por</strong> su so<strong>la</strong><br />

cuenta bajo un régimen rigurosamente militar, con todos los poderes y medios de<br />

información que esto supone? ¿Cómo puede hab<strong>la</strong>rse de «excesos individuales» ? De<br />

nuestra información surge que esta tecnología <strong>del</strong> infierno fue llevada a cabo <strong>por</strong><br />

sádicos pero regimentados ejecutores. Si nuestras inferencias no bastaran, ahí están <strong>la</strong>s<br />

pa<strong>la</strong>bras de despedida pronunciadas en <strong>la</strong> Junta Interamericana de Defensa <strong>por</strong> el jefe<br />

de <strong>la</strong> <strong>del</strong>egación argentina, General Santiago Omar Riveros, el 24 de enero de 1980:<br />

‘Hicimos <strong>la</strong> guerra con <strong>la</strong> doctrina en <strong>la</strong> mano, con <strong>la</strong>s órdenes escritas de los<br />

Comandos Superiores’. Así, cuando ante el c<strong>la</strong>mor universal <strong>por</strong> los horrores<br />

perpetrados, miembros de <strong>la</strong> Junta Militar deploraban los ‘excesos de <strong>la</strong> represión,<br />

inevitables en una guerra sucia’, reve<strong>la</strong>ban una hipócrita tentativa de descargar sobre<br />

subalternos independientes los espantos p<strong>la</strong>nificados.<br />

Los operativos de secuestro manifestaban <strong>la</strong> precisa organización, a veces en los<br />

lugares de trabajo de los seña<strong>la</strong>dos, otras en plena calle y a <strong>la</strong> luz <strong>del</strong> día, mediante<br />

procedimientos ostensibles de <strong>la</strong>s fuerzas de seguridad que ordenaban ‘zona libre’ a<br />

<strong>la</strong>s comisarías correspondientes. Cuando <strong>la</strong> víctima era buscada de noche en su propia<br />

casa, comandos armados rodeaban <strong>la</strong> manzanas y entraban <strong>por</strong> <strong>la</strong> fuerza, aterrorizaban<br />

a padres y niños, a menudo amordazándolos y obligándolos a presenciar los hechos, se<br />

apoderaban de <strong>la</strong> persona buscada, <strong>la</strong> <strong>golpe</strong>aban brutalmente, <strong>la</strong> encapuchaban y<br />

finalmente <strong>la</strong> arrastraban a los autos o camiones, mientras el resto de comando casi<br />

siempre destruía o robaba lo que era trans<strong>por</strong>table. De ahí se partía hacia el antro en


cuya puerta podía haber inscriptas <strong>la</strong>s mismas pa<strong>la</strong>bras que Dante leyó en los <strong>por</strong>tales<br />

<strong>del</strong> infierno: ‘Abandonad toda esperanza, los que entrais’.<br />

De este modo, en nombre de <strong>la</strong> seguridad nacional, miles y miles de seres<br />

humanos, generalmente jóvenes y hasta adolescentes, pasaron a integrar una categoría<br />

tétrica y fantasmal: <strong>la</strong> de los Desaparecidos. Pa<strong>la</strong>bra –¡triste privilegio argentino!– que<br />

hoy se escribe en castel<strong>la</strong>no en toda <strong>la</strong> prensa <strong>del</strong> mundo.<br />

Arrebatados <strong>por</strong> <strong>la</strong> fuerza, dejaron de tener presencia civil. ¿Quiénes exactamente<br />

los habían secuestrado? ¿Por qué? ¿Dónde estaban? No se tenía respuesta precisa a<br />

estos interrogantes: <strong>la</strong>s autoridades no habían oído hab<strong>la</strong>r de ellos, <strong>la</strong>s cárceles no los<br />

tenían en sus celdas, <strong>la</strong> justicia los desconocía y los habeas corpus sólo tenían <strong>por</strong><br />

contestación el silencio. En torno de ellos crecía un ominoso silencio. Nunca un<br />

secuestrador arrestado, jamás un lugar de detención c<strong>la</strong>ndestino individualizado, nunca<br />

<strong>la</strong> noticia de una sanción a los culpables de los <strong>del</strong>itos. Así transcurrían días, semanas,<br />

meses, <strong>años</strong> de incertidumbres y dolor de padres, madres e hijos, todos pendientes de<br />

rumores, debatiéndose entre desesperadas expectativas, de gestiones innumerables e<br />

inútiles, de ruegos a influyentes, a oficiales de alguna fuerza armada que alguien les<br />

recomendaba, a obispos y capel<strong>la</strong>nes, a comisarios. La respuesta era siempre negativa.<br />

En cuanto a <strong>la</strong> sociedad, iba arraigándose <strong>la</strong> idea de <strong>la</strong> desprotección, el oscuro<br />

temor de que cualquiera, <strong>por</strong> inocente que fuese, pudiese caer en aquel<strong>la</strong> infinita caza<br />

de brujas, apoderándose de unos el miedo sobrecogedor y de otros una tendencia<br />

consciente o inconsciente a justificar el horror: «Por algo será» , se murmuraba en voz<br />

baja, como queriendo así propiciar a los terribles e inescrutables dioses, mirando como<br />

apestados a los hijos o padres <strong>del</strong> desaparecido. Sentimientos sin embargo vaci<strong>la</strong>ntes,<br />

<strong>por</strong>que se sabía de tantos que habían sido tragados <strong>por</strong> aquel abismo sin fondo sin ser<br />

culpable de nada; <strong>por</strong>que <strong>la</strong> lucha contra los «subversivos» , con <strong>la</strong> tendencia que tiene<br />

toda caza de brujas o de endemoniados, se había convertido en una represión<br />

demencialmente generalizada, <strong>por</strong>que el epíteto de subversivo tenía un alcance tan<br />

vasto como imprevisible. En el <strong>del</strong>irio semántico, encabezado <strong>por</strong> calificaciones como<br />

«marxismo-leninismo» , «apátridas» , «materialistas y ateos» , «enemigos de los<br />

valores occidentales y cristianos» , todo era posible: desde gente que propiciaba una<br />

revolución social hasta adolescentes sensibles que iban a vil<strong>la</strong>s-miseria para ayudar a<br />

sus moradores. Todos caían en <strong>la</strong> redada: dirigentes sindicales que luchaban <strong>por</strong> una<br />

simple mejora de sa<strong>la</strong>rios, muchachos que habían sido miembros de un centro<br />

estudiantil, periodistas que no eran adictos a <strong>la</strong> dictadura, psicólogos y sociólogos <strong>por</strong><br />

pertenecer a profesiones sospechosas, jóvenes pacifistas, monjas y sacerdotes que<br />

habían llevado <strong>la</strong>s enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Y amigos de<br />

cualquiera de ellos, y amigos de esos amigos, gente que había sido denunciada <strong>por</strong><br />

venganza personal y <strong>por</strong> secuestrados bajo tortura. Todos, en su mayoría inocentes de<br />

terrorismo o siquiera de pertenecer a los cuadros combatientes de <strong>la</strong> guerril<strong>la</strong>, <strong>por</strong>que<br />

éstos presentaban batal<strong>la</strong> y morían en el enfrentamiento o se suicidaban antes de<br />

entregarse, y pocos llegaban vivos a manos de los represores.<br />

Desde el momento <strong>del</strong> secuestro, <strong>la</strong> víctima perdía todos los derechos; privada de<br />

toda comunicación con el mundo exterior, confinada en lugares desconocidos,<br />

sometida a suplicios infernales, ignorante de su destino mediato o inmediato,<br />

susceptible de ser arrojada al río o al mar, con bloques de cemento en sus pies, o<br />

reducida a cenizas; seres que sin embargo no eran cosas, sino que conservaban<br />

atributos de <strong>la</strong> criatura humana: <strong>la</strong> sensibilidad para el tormento, <strong>la</strong> <strong>memoria</strong> de su<br />

madre o de su hijo o de su mujer, <strong>la</strong> infinita vergüenza <strong>por</strong> <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción en público;<br />

seres no sólo poseídos <strong>por</strong> esa infinita angustia y ese supremo pavor, sino, y quizás <strong>por</strong><br />

eso mismo, guardando en algún rincón de su alma alguna descabel<strong>la</strong>da esperanza.


De estos desamparados, muchos de ellos apenas adolescentes, de estos<br />

abandonados <strong>por</strong> el mundo hemos podido constatar cerca de nueve mil. Pero tenemos<br />

todas <strong>la</strong>s razones para suponer una cifra más alta, <strong>por</strong>que muchas familias vaci<strong>la</strong>ron en<br />

denunciar los secuestros <strong>por</strong> temor a represalias. Y aun vaci<strong>la</strong>n, <strong>por</strong> temor a un<br />

resurgimiento de estas fuerzas <strong>del</strong> mal.<br />

Con tristeza, con dolor hemos cumplido <strong>la</strong> misión que nos encomendó en su<br />

momento el Presidente Constitucional de <strong>la</strong> República. Esa <strong>la</strong>bor fue muy ardua,<br />

<strong>por</strong>que debimos recomponer un tenebrosos rompecabezas, después de muchos <strong>años</strong> de<br />

producidos los hechos, cuando se han borrado liberadamente todos los rastros, se ha<br />

quemado toda documentación y hasta se han demolido edificios. Hemos tenido que<br />

basarnos, pues, en <strong>la</strong>s denuncias de los familiares, en <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones de aquellos que<br />

pudieron salir <strong>del</strong> infierno y aun en los testimonios de represores que <strong>por</strong> oscuras<br />

motivaciones se acercaron a nosotros para decir lo que sabían.<br />

En el curso de nuestras indagaciones fuimos insultados y amenazados <strong>por</strong> los que<br />

cometieron los crímenes, quienes lejos de arrepentirse, vuelven a repetir <strong>la</strong>s<br />

consabidas razones de «<strong>la</strong> guerra sucia» , de <strong>la</strong> salvación de <strong>la</strong> patria y de sus valores<br />

occidentales y cristianos, valores que precisamente fueron arrastrados <strong>por</strong> ellos entre<br />

los muros sangrientos de los antros de represión. Y nos acusan de no propiciar <strong>la</strong><br />

reconciliación nacional, de activar los odios y resentimientos, de impedir el olvido.<br />

Pero no es así: no estamos movidos <strong>por</strong> el resentimiento ni <strong>por</strong> el espíritu de venganza;<br />

sólo pedimos <strong>la</strong> verdad y <strong>la</strong> justicia, tal como <strong>por</strong> otra parte <strong>la</strong>s han pedido <strong>la</strong>s iglesias<br />

de distintas confesiones, entendiendo que no podrá haber reconciliación sino después<br />

<strong>del</strong> arrepentimiento de los culpables y de una justicia que se fundamente en <strong>la</strong> verdad.<br />

Porque, si no, debería echarse <strong>por</strong> tierra <strong>la</strong> trascendente misión que el poder judicial<br />

tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, <strong>por</strong> otra parte, que permitirán<br />

vivir con honor a los hombres de <strong>la</strong>s fuerzas armadas que son inocentes y que, de no<br />

procederse así, correrían el riesgo de ser ensuciados <strong>por</strong> una incriminación global e<br />

injusta. Verdad y justicia que permitirán a esas fuerzas considerarse como auténticas<br />

herederas de aquellos ejércitos que, con tanta heroicidad como pobreza, llevaron <strong>la</strong><br />

libertad a medio continente.<br />

Se nos ha acusado, en fin, de denunciar sólo una parte de los hechos sangrientos<br />

que sufrió nuestra nación en los últimos tiempos, silenciando los que cometió el<br />

terrorismo que precedió a marzo de 1976, y hasta, de alguna manera, hacer de ellos<br />

una tortuosa exaltación. Por el contrario, nuestra Comisión ha repudiado siempre aquel<br />

terror, y lo repetimos una vez más en estas mismas páginas. Nuestra misión no era <strong>la</strong><br />

de investigar sus crímenes sino estrictamente <strong>la</strong> suerte corrida <strong>por</strong> los desaparecidos,<br />

cualesquiera que fueran, proviniesen de uno o de otro <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> violencia. Los<br />

familiares de <strong>la</strong>s víctimas <strong>del</strong> terrorismo anterior no lo hicieron, seguramente, <strong>por</strong>que<br />

ese terror produjo muertes, no desaparecidos. Por lo demás el pueblo argentino ha<br />

podido escuchar y ver cantidad de programas televisivos, y leer infinidad de artículos<br />

en diarios y revistas, además de un libro entero publicado <strong>por</strong> el gobierno militar, que<br />

enumeraron, describieron y condenaron minuciosamente los hechos de aquel<br />

terrorismo.<br />

Las grandes ca<strong>la</strong>midades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible<br />

drama que en toda su historia sufrió <strong>la</strong> Nación durante el periodo que duró <strong>la</strong> dictadura<br />

militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente <strong>la</strong><br />

democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo el<strong>la</strong> puede<br />

mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de <strong>la</strong> criatura humana.<br />

Únicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se<br />

repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.


7) Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo<br />

Veintitrés <strong>años</strong> De Lucha<br />

“Estamos en pie. Nuestra lucha recibe el reconocimiento de los demócratas <strong>del</strong><br />

mundo entero. Nuestros nietos ya jóvenes comienzan a rec<strong>la</strong>mar voluntariamente <strong>por</strong><br />

su derecho a <strong>la</strong> identidad.”<br />

Por Este<strong>la</strong> Barnes de Carlotto<br />

“La pa<strong>la</strong>bra abue<strong>la</strong> despierta de <strong>por</strong> sí ternura y <strong>la</strong> imagen de una viejita de cabello<br />

b<strong>la</strong>nco, peinada con rodete, lentes caídos sobre su nariz, abrazando a algún nieto al<br />

que seguramente le contará increíbles historias de su vida. Eso sí en un cómodo sillón.<br />

Pero esa imagen es <strong>la</strong> antípoda de lo que son <strong>la</strong>s Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo. No<br />

están sentadas. El sillón está vacío como los brazos que deberían abrazar al nieto. Y<br />

hay una explicación de su constante búsqueda y peregrinaje <strong>por</strong> el mundo, ya que<br />

fueron despojadas doblemente de una hija o un hijo y además de su nieto.<br />

Todo comenzó mucho antes <strong>del</strong> 24 de marzo de 1976. No se prepara en un día un<br />

<strong>golpe</strong> de Estado. Las Fuerzas Armadas de <strong>la</strong> Argentina programaron meticulosamente<br />

el asalto al gobierno constitucional, con el apoyo <strong>del</strong> poder económico.<br />

El proyecto que venían a imponer no era conocido <strong>por</strong> <strong>la</strong> mayoría de los<br />

ciudadanos, sí <strong>por</strong> una juventud esc<strong>la</strong>recida que se oponía a estos designios: <strong>la</strong> entrega<br />

de <strong>la</strong>s riquezas al mejor postor.<br />

Esta oposición iba a costarles muy caro ya que serían considerados “enemigos<br />

internos”.<br />

Y en <strong>la</strong>s madrugadas comenzaron a secuestrarlos. A ellos, los amigos, los<br />

simpatizantes y <strong>por</strong> sobretodo sus hijitos.<br />

Qué puede hacer una madre o una madre-abue<strong>la</strong> cuando en esta situación de terror<br />

sus hijos y sus nietos “desaparecen” como si se los hubiera tragado <strong>la</strong> tierra. Nadie<br />

sabe, nadie responde, nadie se hace cargo.<br />

Primero <strong>la</strong> búsqueda en soledad, <strong>por</strong>que el slogan de que “en algo andaban” y <strong>por</strong><br />

“algo será” condicionó <strong>la</strong> actitud transformando a cada familia afectada en un “getto”.<br />

Cómo hab<strong>la</strong>r con los demás de algo que no tenía explicación.<br />

Pero esto duró poco. El sentido común y el amor rompieron <strong>la</strong> barrera <strong>del</strong> “secreto<br />

de familia” y se <strong>la</strong>rgaron a <strong>la</strong> calle, se encontraron con otras mujeres que lloraban<br />

bramando y pedían <strong>por</strong> lo mismo. Y el gesto más generoso fue estrechar fi<strong>la</strong>s dándose<br />

<strong>la</strong>s manos para caminar juntas, desafiando el miedo los riesgos, los malos consejos.<br />

Y, así un 22 de octubre de 1977, nació lo que no se imaginaron que sería para<br />

siempre: <strong>la</strong>s Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo.<br />

Eran entonces doce mujeres, <strong>la</strong>s visionarias, <strong>la</strong>s pioneras. Ese nombre se los dio <strong>la</strong><br />

historia <strong>por</strong> su condición de abue<strong>la</strong>s buscando a sus nietitos arrebatados. Ya nacidos<br />

cuando se llevaron a sus padres o aquellos que iban naciendo, no se sabía dónde,<br />

<strong>por</strong>que su hija desaparecida estaba embarazada.<br />

La P<strong>la</strong>za de Mayo, histórico lugar de libertades, fue el primer escenario que <strong>la</strong>s vio<br />

desfi<strong>la</strong>r frente a <strong>la</strong> Casa de Gobierno donde los genocidas cerraban <strong>la</strong>s persianas a tan<br />

visceral y dramático rec<strong>la</strong>mo. Por eso “Abue<strong>la</strong>s de P<strong>la</strong>za de Mayo”.<br />

Entonces pensaban que pronto recuperarían los “tesoros” robados. Que el hijo o<br />

hija regresaran con su juventud, su sonrisa, sus ganas de vivir. Y qué pensar de sus<br />

hijitos, ellos debían <strong>por</strong> lo menos ser criados <strong>por</strong> sus abuelos.<br />

Nada de esto ocurrió. Salvo en excepcionales casos el niño fue recuperado,<br />

salvado <strong>por</strong> su familia.<br />

Mientras tanto los días, los meses, los <strong>años</strong> fueron temp<strong>la</strong>ndo a estas mujeres que<br />

lejos de doblegarse se fortalecieron en sus convicciones y sentimientos poniendo al<br />

servicio de esta causa los que podían y sabían hacer.


Ninguna antes de estos sucesos se conocía. Las diferencias culturales, religiosas,<br />

políticas y sociales no perturbaron el común objetivo: buscar a sus nietos sin olvidar a<br />

sus hijos.<br />

El camino elegido no fue casual <strong>por</strong>que sabían que era con diferentes estrategias y<br />

seguimientos que conseguirían dar con el paradero de esos bebés.<br />

En los primeros tiempos sus incansables pies recorrieron los orfelinatos y casas<br />

cunas, preguntando con angustiada insistencia si no habían dejado niñitos provenientes<br />

de operativos militares.<br />

Querían verlos, mirar sus rostros, ver en <strong>la</strong>s cunitas de los “abandonados” al que<br />

tanto querían, imaginarlo estirando sus bracitos para el reencuentro deseado.<br />

Nada de esto ocurrió.<br />

Luego sus ojos se acostumbraron a observar a los niños de los jardines de infantes<br />

y según pasaban los <strong>años</strong>, a los de<strong>la</strong>ntales b<strong>la</strong>ncos de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> primaria, a los<br />

desgarbados adolescentes de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> secundaria. Y ahora sus miradas se posan<br />

inquisidoras en los jóvenes veintiañeros buscando el parecido con sus padres: los ojos,<br />

su cabello, el andar.<br />

Pero saben que eso es ilusorio que es una fantasía que el encuentro no será<br />

producto de estas circunstancias.<br />

Lo supieron allá <strong>por</strong> 1981 cuando se preguntaron: ¿ Cómo podremos reconocer al<br />

nieto o nieta que nunca hemos visto?, ¿Cómo demostrar que ese niño es de nuestra<br />

familia?<br />

Sabían que existían exámenes de sangre para demostrar <strong>la</strong> paternidad. Pero los<br />

padres no estaban. Había que buscar el índice de abuelidad, usar sangre de los abuelos<br />

y <strong>la</strong> familia y reconstruir el mapa genético de los hijos desaparecidos. Fue nulo el<br />

intento en varios países de Europa. La respuesta afirmativa <strong>la</strong> recibieron de científicos<br />

de Estados Unidos.<br />

Y en los albores de <strong>la</strong> democracia recuperada en 1984 se puso en práctica este<br />

novedoso e inédito proceso de identificación creando un Banco Nacional de Datos<br />

Genéticos que guarda <strong>la</strong> sangre procesada de <strong>la</strong>s familias que buscan a sus nietos.<br />

Allí <strong>la</strong> sangre espera con sus círculos, sus cuadraditos, sus bandas, sus fórmu<strong>la</strong>s, <strong>la</strong><br />

coincidencia exacta con el nieto encontrado.<br />

Entonces se produce el mi<strong>la</strong>gro <strong>del</strong> encuentro, <strong>la</strong> foto que se exhibe en <strong>la</strong>s paredes<br />

de <strong>la</strong> Casa de Abue<strong>la</strong>s se transforma en un hombre o una mujer joven que se le parece,<br />

que tiene ojos enormes <strong>del</strong> asombro al conocer su origen, al ver nuevamente a su<br />

abue<strong>la</strong>, aquel<strong>la</strong> que tan atrás de su psiquis casi se desdibuja para siempre. Pero <strong>la</strong> voz,<br />

esa voz que lo nombraba o le cantaba una canción de cuna.<br />

Otras veces el joven aparecido no recuerda nada <strong>por</strong>que nació en el siniestro lugar<br />

<strong>del</strong> secuestro de su madre. Pero sí trae el mandato que no conocía: el de <strong>la</strong> voz de <strong>la</strong><br />

sangre.<br />

La herencia de sus padres en sus gustos, vocaciones y gestos, que no encajaban<br />

con quienes lo robaron y ahora sí encuentra el canal adecuado. El de su identidad.<br />

Toda persona nace con una carga biológica, cultural y social transmitida a través<br />

de generaciones que <strong>la</strong> precedieron y que configuran <strong>la</strong>s características esenciales<br />

como persona.<br />

Esto lo saben muy bien <strong>la</strong>s Abue<strong>la</strong>s que comprueban <strong>por</strong> su experiencia que el<br />

recuperar su Verdad, su Historia y su Familia para el nieto es como regresar a <strong>la</strong> Vida.<br />

Ya han localizado 70 de sus nietos. Aún faltan muchos más, son 240 <strong>la</strong>s denuncias<br />

de búsquedas recibidas y se estima que en realidad son entre 400 y 500 los chicos<br />

sustraídos durante <strong>la</strong> dictadura militar.<br />

Ya han pasado 23 <strong>años</strong> de duro y doloroso camino. Las Abue<strong>la</strong>s han agregado<br />

arrugas a su rostro, peinan canas, tienen el andar más lento, pero su corazón <strong>la</strong>te con<br />

increíble vigor fortalecido <strong>por</strong> el empecinamiento, el desafío, <strong>la</strong> perseverancia, <strong>la</strong> fe, el<br />

optimismo y el amor, mucho amor <strong>por</strong> lo que hacen.<br />

Y se han comprometido con <strong>la</strong> vida a no abandonar esta lucha <strong>por</strong>que en el<strong>la</strong> va el<br />

ll l l it ió d l f ili l d t i d t d j


podrá repetirse en ningún lugar <strong>del</strong> mundo <strong>por</strong>que allí se levantarán <strong>la</strong>s mujeres, que<br />

como el<strong>la</strong>s, se transformarán en leonas para defender al cachorro.<br />

Y se sabrá que hay luchas en paz para que NUNCA MÁS sea posible tal despojo.<br />

No son heroínas ni diferentes, son sólo mujeres-madres-abue<strong>la</strong>s.”<br />

Buenos Aires, Octubre de 2000


Anexo 2. Tratados internacionales<br />

Documento 1<br />

CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS<br />

O PENAS CRUELES, INHUMANOS O DEGRADANTES<br />

Adoptada y abierta a <strong>la</strong> firma, ratificación y adhesión <strong>por</strong> <strong>la</strong> Asamblea General en su<br />

resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984<br />

Entrada en vigor: 26 de junio de 1987, de conformidad con el artículo 27 (1)<br />

Los Estados Partes en <strong>la</strong> presente Convención,<br />

Considerando que, de conformidad con los principios proc<strong>la</strong>mados en <strong>la</strong> Carta de <strong>la</strong>s<br />

Naciones Unidas, el reconocimiento de los derechos iguales e inalienables de todos<br />

los miembros de <strong>la</strong> familia humana es <strong>la</strong> base de <strong>la</strong> libertad, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> paz en el<br />

mundo,<br />

Reconociendo que estos derechos emanan de <strong>la</strong> dignidad inherente de <strong>la</strong> persona<br />

humana,<br />

Considerando <strong>la</strong> obligación que incumbe a los Estados en virtud de <strong>la</strong> Carta, en<br />

particu<strong>la</strong>r <strong>del</strong> Artículo 55, de promover el respeto universal y <strong>la</strong> observancia de los<br />

derechos humanos y <strong>la</strong>s libertades fundamentales,<br />

Teniendo en cuenta el artículo 5 de <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración Universal de Derechos Humanos<br />

y el artículo 7 <strong>del</strong> Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que proc<strong>la</strong>man<br />

que nadie será sometido a tortura ni a tratos o penas crueles, inhumanos o<br />

degradantes,<br />

Teniendo en cuenta asimismo <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración sobre <strong>la</strong> Protección de Todas <strong>la</strong>s<br />

Personas contra <strong>la</strong> Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o<br />

Degradantes, aprobada <strong>por</strong> <strong>la</strong> Asamblea General el 9 de diciembre de 1975,<br />

Deseando hacer más eficaz <strong>la</strong> lucha contra <strong>la</strong> tortura y otros tratos o penas crueles,<br />

inhumanos o degradantes en todo el mundo,<br />

Han convenido en lo siguiente:<br />

PARTE I<br />

Artículo 1<br />

1. A los efectos de <strong>la</strong> presente Convención, se entenderá <strong>por</strong> el término "tortura" todo<br />

acto <strong>por</strong> el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos<br />

graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de el<strong>la</strong> o de un tercero<br />

información o una confesión, de castigar<strong>la</strong> <strong>por</strong> un acto que haya cometido, o se<br />

sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o <strong>por</strong><br />

cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o<br />

sufrimientos sean infligidos <strong>por</strong> un funcionario público u otra persona en el ejercicio<br />

de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia.<br />

No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia<br />

únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas.<br />

2. El presente artículo se entenderá sin perjuicio de cualquier instrumento<br />

internacional o legis<strong>la</strong>ción nacional que contenga o pueda contener disposiciones de<br />

mayor alcance.<br />

Artículo 2<br />

1. Todo Estado Parte tomará medidas legis<strong>la</strong>tivas, administrativas, judiciales o de<br />

otra índole eficaces para impedir los actos de tortura en todo territorio que esté bajo<br />

su jurisdicción.<br />

2. En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como estado<br />

de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra<br />

emergencia pública como justificación de <strong>la</strong> tortura.


3. No podrá invocarse una orden de un funcionario superior o de una autoridad<br />

pública como justificación de <strong>la</strong> tortura.<br />

Artículo 3<br />

1. Ningún Estado Parte procederá a <strong>la</strong> expulsión, devolución o extradición de una<br />

persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro<br />

de ser sometida a tortura.<br />

2. A los efectos de determinar si existen esas razones, <strong>la</strong>s autoridades competentes<br />

tendrán en cuenta todas <strong>la</strong>s consideraciones pertinentes, inclusive, cuando proceda, <strong>la</strong><br />

existencia en el Estado de que se trate de un cuadro persistente de vio<strong>la</strong>ciones<br />

manifiestas, patentes o masivas de los derechos humanos.<br />

Artículo 4<br />

1. Todo Estado Parte ve<strong>la</strong>rá <strong>por</strong> que todos los actos de tortura constituyan <strong>del</strong>itos<br />

conforme a su legis<strong>la</strong>ción penal. Lo mismo se aplicará a toda tentativa de cometer<br />

tortura y a todo acto de cualquier persona que constituya complicidad o participación<br />

en <strong>la</strong> tortura.<br />

2. Todo Estado Parte castigará esos <strong>del</strong>itos con penas adecuadas en <strong>la</strong>s que se tenga<br />

en cuenta su gravedad.<br />

Artículo 5<br />

1. Todo Estado Parte dispondrá lo que sea necesario para instituir su jurisdicción<br />

sobre los <strong>del</strong>itos a que se refiere el artículo 4 en los siguientes casos:<br />

a) Cuando los <strong>del</strong>itos se cometan en cualquier territorio bajo su jurisdicción o a<br />

bordo de una aeronave o un buque matricu<strong>la</strong>dos en ese Estado;<br />

b) Cuando el presunto <strong>del</strong>incuente sea nacional de ese Estado;<br />

c) Cuando <strong>la</strong> víctima sea nacional de ese Estado y éste lo considere apropiado.<br />

2. Todo Estado Parte tomará asimismo <strong>la</strong>s medidas necesarias para establecer su<br />

jurisdicción sobre estos <strong>del</strong>itos en los casos en que el presunto <strong>del</strong>incuente se halle en<br />

cualquier territorio bajo su jurisdicción y dicho Estado no conceda <strong>la</strong> extradición,<br />

con arreglo al artículo 8, a ninguno de los Estados previstos en el párrafo 1 <strong>del</strong><br />

presente artículo.<br />

3. La presente Convención no excluye ninguna jurisdicción penal ejercida de<br />

conformidad con <strong>la</strong>s leyes nacionales.<br />

Artículo 6<br />

1. Todo Estado Parte en cuyo territorio se encuentre <strong>la</strong> persona de <strong>la</strong> que se supone<br />

que ha cometido cualquiera de los <strong>del</strong>itos a que se hace referencia en el artículo 4, si,<br />

tras examinar <strong>la</strong> información de que dispone, considera que <strong>la</strong>s circunstancias lo<br />

justifican, procederá a <strong>la</strong> detención de dicha persona o tomará otras medidas para<br />

asegurar su presencia. La detención y demás medidas se llevarán a cabo de<br />

conformidad con <strong>la</strong>s leyes de tal Estado y se mantendrán so<strong>la</strong>mente <strong>por</strong> el período<br />

que sea necesario a fin de permitir <strong>la</strong> iniciación de un procedimiento penal o de<br />

extradición.<br />

2. Tal Estado procederá inmediatamente a una investigación preliminar de los<br />

hechos.<br />

3. La persona detenida de conformidad con el párrafo 1 <strong>del</strong> presente artículo tendrá<br />

toda c<strong>la</strong>se de facilidades para comunicarse inmediatamente con el representante<br />

correspondiente <strong>del</strong> Estado de su nacionalidad que se encuentre más próximo o, si se<br />

trata de un apátrida, con el representante <strong>del</strong> Estado en que habitualmente resida.<br />

4. Cuando un Estado, en virtud <strong>del</strong> presente artículo, detenga a una persona,<br />

notificará inmediatamente tal detención y <strong>la</strong>s circunstancias que <strong>la</strong> justifican a los<br />

Estados a que se hace referencia en el párrafo 1 <strong>del</strong> artículo 5. El Estado que proceda<br />

a <strong>la</strong> investigación preliminar prevista en el párrafo 2 <strong>del</strong> presente artículo comunicará


sin di<strong>la</strong>ción sus resultados a los Estados antes mencionados e indicará si se propone<br />

ejercer su jurisdicción.<br />

Artículo 7<br />

1. El Estado Parte en el territorio de cuya jurisdicción sea hal<strong>la</strong>da <strong>la</strong> persona de <strong>la</strong><br />

cual se supone que ha cometido cualquiera de los <strong>del</strong>itos a que se hace referencia en<br />

el artículo 4, en los supuestos previstos en el artículo 5, si no procede a su<br />

extradición, someterá el caso a sus autoridades competentes a efectos de<br />

enjuiciamiento.<br />

2. Dichas autoridades tomarán su decisión en <strong>la</strong>s mismas condiciones que <strong>la</strong>s<br />

aplicables a cualquier <strong>del</strong>ito de carácter grave, de acuerdo con <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción de tal<br />

Estado. En los casos previstos en el párrafo 2 <strong>del</strong> artículo 5, el nivel de <strong>la</strong>s pruebas<br />

necesarias para el enjuiciamiento o inculpación no será en modo alguno menos<br />

estricto que el que se aplica en los casos previstos en el párrafo 1 <strong>del</strong> artículo 5.<br />

3. Toda persona encausada en re<strong>la</strong>ción con cualquiera de los <strong>del</strong>itos mencionados en<br />

el artículo 4 recibirá garantías de un trato justo en todas <strong>la</strong>s fases <strong>del</strong> procedimiento.<br />

Artículo 8<br />

1. Los <strong>del</strong>itos a que se hace referencia en el artículo 4 se considerarán incluidos entre<br />

los <strong>del</strong>itos que dan lugar a extradición en todo tratado de extradición celebrado entre<br />

Estados Partes. Los Estados Partes se comprometen a incluir dichos <strong>del</strong>itos como<br />

caso de extradición en todo tratado de extradición que celebren entre sí en el futuro.<br />

2. Todo Estado Parte que subordine <strong>la</strong> extradición a <strong>la</strong> existencia de un tratado, si<br />

recibe de otro Estado Parte con el que no tiene tratado al respecto una solicitud de<br />

extradición, podrá considerar <strong>la</strong> presente Convención como <strong>la</strong> base jurídica necesaria<br />

para <strong>la</strong> extradición referente a tales <strong>del</strong>itos. La extradición estará sujeta a <strong>la</strong>s demás<br />

condiciones exigibles <strong>por</strong> el derecho <strong>del</strong> Estado requerido.<br />

3. Los Estados Partes que no subordinen <strong>la</strong> extradición a <strong>la</strong> existencia de un tratado<br />

reconocerán dichos <strong>del</strong>itos como casos de extradición entre ellos, a reserva de <strong>la</strong>s<br />

condiciones exigidas <strong>por</strong> el derecho <strong>del</strong> Estado requerido.<br />

4. A los fines de <strong>la</strong> extradición entre Estados Partes, se considerará que los <strong>del</strong>itos se<br />

han cometido, no so<strong>la</strong>mente en el lugar donde ocurrieron, sino también en el<br />

territorio de los Estados obligados a establecer su jurisdicción de acuerdo con el<br />

párrafo 1 <strong>del</strong> artículo 5.<br />

Artículo 9<br />

1. Los Estados Partes se prestarán todo el auxilio posible en lo que respecta a<br />

cualquier procedimiento penal re<strong>la</strong>tivo a los <strong>del</strong>itos previstos en el artículo 4,<br />

inclusive el suministro de todas <strong>la</strong>s pruebas necesarias para el proceso que obren en<br />

su poder.<br />

2. Los Estados Partes cumplirán <strong>la</strong>s obligaciones que les incumben en virtud <strong>del</strong><br />

párrafo 1 <strong>del</strong> presente artículo de conformidad con los tratados de auxilio judicial<br />

mutuo que existan entre ellos.<br />

Artículo 10<br />

1. Todo Estado Parte ve<strong>la</strong>rá <strong>por</strong> que se incluyan una educación y una información<br />

completas sobre <strong>la</strong> prohibición de <strong>la</strong> tortura en <strong>la</strong> formación profesional <strong>del</strong> personal<br />

encargado de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> ley, sea éste civil o militar, <strong>del</strong> personal médico, de<br />

los funcionarios públicos y otras personas que puedan participar en <strong>la</strong> custodia, el<br />

interrogatorio o el tratamiento de cualquier persona sometida a cualquier forma de<br />

arresto, detención o prisión.<br />

2. Todo Estado Parte incluirá esta prohibición en <strong>la</strong>s normas o instrucciones que se<br />

publiquen en re<strong>la</strong>ción con los deberes y funciones de esas personas.


Artículo 11<br />

Todo Estado Parte mantendrá sistemáticamente en examen <strong>la</strong>s normas e<br />

instrucciones, métodos y prácticas de interrogatorio, así como <strong>la</strong>s disposiciones para<br />

<strong>la</strong> custodia y el tratamiento de <strong>la</strong>s personas sometidas a cualquier forma de arresto,<br />

detención o prisión en cualquier territorio que esté bajo su jurisdicción, a fin de<br />

evitar todo caso de tortura.<br />

Artículo 12<br />

Todo Estado Parte ve<strong>la</strong>rá <strong>por</strong> que, siempre que haya motivos razonables para creer<br />

que dentro de su jurisdicción se ha cometido un acto de tortura, <strong>la</strong>s autoridades<br />

competentes procedan a una investigación pronta e imparcial.<br />

Artículo 13<br />

Todo Estado Parte ve<strong>la</strong>rá <strong>por</strong> que toda persona que alegue haber sido sometida a<br />

tortura en cualquier territorio bajo su jurisdicción tenga derecho a presentar una<br />

queja y a que su caso sea pronta e imparcialmente examinado <strong>por</strong> sus autoridades<br />

competentes. Se tomarán medidas para asegurar que quien presente <strong>la</strong> queja y los<br />

testigos estén protegidos contra malos tratos o intimidación como consecuencia de <strong>la</strong><br />

queja o <strong>del</strong> testimonio prestado.<br />

Artículo 14<br />

1. Todo Estado Parte ve<strong>la</strong>rá <strong>por</strong> que su legis<strong>la</strong>ción garantice a <strong>la</strong> víctima de un acto<br />

de tortura <strong>la</strong> reparación y el derecho a una indemnización justa y adecuada, incluidos<br />

los medios para su rehabilitación lo más completa posible. En caso de muerte de <strong>la</strong><br />

víctima como resultado de un acto de tortura, <strong>la</strong>s personas a su cargo tendrán derecho<br />

a indemnización.<br />

2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo afectará a cualquier derecho de <strong>la</strong><br />

víctima o de otra persona a indemnización que pueda existir con arreglo a <strong>la</strong>s leyes<br />

nacionales.<br />

Artículo 15<br />

Todo Estado Parte se asegurará de que ninguna dec<strong>la</strong>ración que se demuestre que ha<br />

sido hecha como resultado de tortura pueda ser invocada como prueba en ningún<br />

procedimiento, salvo en contra de una persona acusada de tortura como prueba de<br />

que se ha formu<strong>la</strong>do <strong>la</strong> dec<strong>la</strong>ración.<br />

Artículo 16<br />

1. Todo Estado Parte se comprometerá a prohibir en cualquier territorio bajo su<br />

jurisdicción otros actos que constituyan tratos o penas crueles, inhumanos o<br />

degradantes y que no lleguen a ser tortura tal como se define en el artículo 1, cuando<br />

esos actos sean cometidos <strong>por</strong> un funcionario público u otra persona que actúe en el<br />

ejercicio de funciones oficiales, o <strong>por</strong> instigación o con el consentimiento o <strong>la</strong><br />

aquiescencia de tal funcionario o persona. Se aplicarán, en particu<strong>la</strong>r, <strong>la</strong>s<br />

obligaciones enunciadas en los artículos 10, 11, 12 y 13, sustituyendo <strong>la</strong>s referencias<br />

a <strong>la</strong> tortura <strong>por</strong> referencias a otras formas de tratos o penas crueles, inhumanos o<br />

degradantes.<br />

2. La presente Convención se entenderá sin perjuicio de lo dispuesto en otros<br />

instrumentos internacionales o leyes nacionales que prohíban los tratos y <strong>la</strong>s penas<br />

crueles, inhumanos o degradantes o que se refieran a <strong>la</strong> extradición o expulsión.<br />

PARTE II<br />

Artículo 17<br />

1. Se constituirá un Comité contra <strong>la</strong> Tortura (denominado en lo que sigue el<br />

Comité), el cual desempeñará <strong>la</strong>s funciones que se seña<strong>la</strong>n más ade<strong>la</strong>nte. El Comité<br />

estará compuesto de diez expertos de gran integridad moral y reconocida


competencia en materia de derechos humanos, que ejercerán sus funciones a título<br />

personal. Los expertos serán elegidos <strong>por</strong> los Estados Partes teniendo en cuenta una<br />

distribución geográfica equitativa y <strong>la</strong> utilidad de <strong>la</strong> participación de algunas<br />

personas que tengan experiencia jurídica.<br />

2. Los miembros <strong>del</strong> Comité serán elegidos en votación secreta de una lista de<br />

personas designadas <strong>por</strong> los Estados Partes. Cada uno de los Estados Partes podrá<br />

designar una persona entre sus propios nacionales. Los Estados Partes tendrán<br />

presente <strong>la</strong> utilidad de designar personas que sean también miembros <strong>del</strong> Comité de<br />

Derechos Humanos establecido con arreglo al Pacto Internacional de Derechos<br />

Civiles y Políticos y que estén dispuestas a prestar servicio en el Comité constituido<br />

con arreglo a <strong>la</strong> presente Convención.<br />

3. Los miembros <strong>del</strong> Comité serán elegidos en reuniones bienales de los Estados<br />

Partes convocadas <strong>por</strong> el Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas. En estas<br />

reuniones, para <strong>la</strong>s cuales formarán quórum dos tercios de los Estados Partes, se<br />

considerarán elegidos para el Comité los candidatos que obtengan el mayor número<br />

de votos y <strong>la</strong> mayoría absoluta de los votos de los representantes de los Estados<br />

Partes presentes y votantes.<br />

4. La elección inicial se celebrará a más tardar seis meses después de <strong>la</strong> fecha de<br />

entrada en vigor de <strong>la</strong> presente Convención. Al menos cuatro meses antes de <strong>la</strong> fecha<br />

de cada elección, el Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas dirigirá una carta a<br />

los Estados Partes invitándoles a que presenten sus candidaturas en un p<strong>la</strong>zo de tres<br />

meses. El Secretario General preparará una lista <strong>por</strong> orden alfabético de todas <strong>la</strong>s<br />

personas designadas de este modo, indicando los Estados Partes que <strong>la</strong>s han<br />

designado, y <strong>la</strong> comunicará a los Estados Partes.<br />

5. Los miembros <strong>del</strong> Comité serán elegidos <strong>por</strong> cuatro <strong>años</strong>. Podrán ser reelegidos si<br />

se presenta de nuevo su candidatura. No obstante, el mandato de cinco de los<br />

miembros elegidos en <strong>la</strong> primera elección expirará al cabo de dos <strong>años</strong>;<br />

inmediatamente después de <strong>la</strong> primera elección, el presidente de <strong>la</strong> reunión a que se<br />

hace referencia en el párrafo 3 <strong>del</strong> presente artículo designará <strong>por</strong> sorteo los nombres<br />

de esos cinco miembros.<br />

6. Si un miembro <strong>del</strong> Comité muere o renuncia o <strong>por</strong> cualquier otra causa no puede<br />

ya desempeñar sus funciones en el Comité, el Estado Parte que presentó su<br />

candidatura designará entre sus nacionales a otro experto para que desempeñe sus<br />

funciones durante el resto de su mandato, a reserva de <strong>la</strong> aprobación de <strong>la</strong> mayoría de<br />

los Estados Partes. Se considerará otorgada dicha aprobación a menos que <strong>la</strong> mitad o<br />

más de los Estados Partes respondan negativamente dentro de un p<strong>la</strong>zo de seis<br />

semanas a contar <strong>del</strong> momento en que el Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas<br />

les comunique <strong>la</strong> candidatura propuesta.<br />

7. Los Estados Partes sufragarán los gastos de los miembros <strong>del</strong> Comité mientras<br />

éstos desempeñen sus funciones.<br />

Artículo 18<br />

1. El Comité elegirá su Mesa <strong>por</strong> un período de dos <strong>años</strong>. Los miembros de <strong>la</strong> Mesa<br />

podrán ser reelegidos.<br />

2. El Comité establecerá su propio reg<strong>la</strong>mento, en el cual se dispondrá, entre otras<br />

cosas, que:<br />

a) Seis miembros constituirán quórum;<br />

b) Las decisiones <strong>del</strong> Comité se tomarán <strong>por</strong> mayoría de votos de los miembros<br />

presentes.


3. El Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas pro<strong>por</strong>cionará el personal y los<br />

servicios necesarios para el desempeño eficaz de <strong>la</strong>s funciones <strong>del</strong> Comité en virtud<br />

de <strong>la</strong> presente Convención.<br />

4. El Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas convocará <strong>la</strong> primera reunión <strong>del</strong><br />

Comité. Después de su primera reunión, el Comité se reunirá en <strong>la</strong>s ocasiones que se<br />

prevean en su reg<strong>la</strong>mento.<br />

5. Los Estados Partes serán responsables de los gastos que se efectúen en re<strong>la</strong>ción<br />

con <strong>la</strong> celebración de reuniones de los Estados Partes y <strong>del</strong> Comité, incluyendo el<br />

reembolso a <strong>la</strong>s Naciones Unidas de cualesquiera gastos, tales como los de personal<br />

y los de servicios, que hagan <strong>la</strong>s Naciones Unidas conforme al párrafo 3 <strong>del</strong> presente<br />

artículo.<br />

Artículo 19<br />

1. Los Estados Partes presentarán al Comité, <strong>por</strong> conducto <strong>del</strong> Secretario General de<br />

<strong>la</strong>s Naciones Unidas, los informes re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong>s medidas que hayan adoptado para<br />

dar efectividad a los compromisos que han contraído en virtud de <strong>la</strong> presente<br />

Convención, dentro <strong>del</strong> p<strong>la</strong>zo <strong>del</strong> año siguiente a <strong>la</strong> entrada en vigor de <strong>la</strong><br />

Convención en lo que respecta al Estado Parte interesado. A partir de entonces, los<br />

Estados Partes presentarán informes suplementarios cada cuatro <strong>años</strong> sobre cualquier<br />

nueva disposición que se haya adoptado, así como los demás informes que solicite el<br />

Comité.<br />

2. El Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas transmitirá los informes a todos los<br />

Estados Partes.<br />

3. Todo informe será examinado <strong>por</strong> el Comité, el cual podrá hacer los comentarios<br />

generales que considere o<strong>por</strong>tunos y los transmitirá al Estado Parte interesado. El<br />

Estado Parte podrá responder al Comité con <strong>la</strong>s observaciones que desee formu<strong>la</strong>r.<br />

4. El Comité podrá, a su discreción, tomar <strong>la</strong> decisión de incluir cualquier comentario<br />

que haya formu<strong>la</strong>do de conformidad con el párrafo 3 <strong>del</strong> presente artículo, junto con<br />

<strong>la</strong>s observaciones al respecto recibidas <strong>del</strong> Estado Parte interesado, en su informe<br />

anual presentado de conformidad con el artículo 24. Si lo solicitara el Estado Parte<br />

interesado, el Comité podrá también incluir copia <strong>del</strong> informe presentado en virtud<br />

<strong>del</strong> párrafo 1 <strong>del</strong> presente artículo.<br />

Artículo 20<br />

1. El Comité, si recibe información fiable que a su juicio parezca indicar de forma<br />

fundamentada que se practica sistemáticamente <strong>la</strong> tortura en el territorio de un<br />

Estado Parte, invitará a ese Estado Parte a cooperar en el examen de <strong>la</strong> información y<br />

a tal fin presentar observaciones con respecto a <strong>la</strong> información de que se trate.<br />

2. Teniendo en cuenta todas <strong>la</strong>s observaciones que haya presentado el Estado Parte<br />

de que se trate, así como cualquier otra información pertinente de que disponga, el<br />

Comité podrá, si decide que ello está justificado, designar a uno o varios de sus<br />

miembros para que procedan a una investigación confidencial e informen<br />

urgentemente al Comité.<br />

3. Si se hace una investigación conforme al párrafo 2 <strong>del</strong> presente artículo, el Comité<br />

recabará <strong>la</strong> cooperación <strong>del</strong> Estado Parte de que se trate, de acuerdo con ese Estado<br />

Parte, tal investigación podrá incluir una visita a su territorio.<br />

4. Después de examinar <strong>la</strong>s conclusiones presentadas <strong>por</strong> el miembro o miembros<br />

conforme al párrafo 2 <strong>del</strong> presente artículo, el Comité transmitirá <strong>la</strong>s conclusiones al<br />

Estado Parte de que se trate, junto con <strong>la</strong>s observaciones o sugerencias que estime<br />

pertinentes en vista de <strong>la</strong> situación.<br />

5. Todas <strong>la</strong>s actuaciones <strong>del</strong> Comité a <strong>la</strong>s que se hace referencia en los párrafos 1 a 4<br />

<strong>del</strong> presente artículo serán confidenciales y se recabará <strong>la</strong> cooperación <strong>del</strong> Estado


Parte en todas <strong>la</strong>s etapas de <strong>la</strong>s actuaciones. Cuando se hayan concluido actuaciones<br />

re<strong>la</strong>cionadas con una investigación hecha conforme al párrafo 2, el Comité podrá,<br />

tras celebrar consultas con el Estado Parte interesado, tomar <strong>la</strong> decisión de incluir un<br />

resumen de los resultados de <strong>la</strong> investigación en el informe anual que presente<br />

conforme al artículo 24.<br />

Artículo 21<br />

1. Con arreglo al presente artículo, todo Estado Parte en <strong>la</strong> presente Convención<br />

podrá dec<strong>la</strong>rar en cualquier momento que reconoce <strong>la</strong> competencia <strong>del</strong> Comité para<br />

recibir y examinar <strong>la</strong>s comunicaciones en que un Estado Parte alegue que otro Estado<br />

Parte no cumple <strong>la</strong>s obligaciones que le impone <strong>la</strong> Convención. Dichas<br />

comunicaciones sólo se podrán admitir y examinar conforme al procedimiento<br />

establecido en este artículo si son presentadas <strong>por</strong> un Estado Parte que haya hecho<br />

una dec<strong>la</strong>ración <strong>por</strong> <strong>la</strong> cual reconozca con respecto a sí mismo <strong>la</strong> competencia <strong>del</strong><br />

Comité. El Comité no tramitará de conformidad con este artículo ninguna<br />

comunicación re<strong>la</strong>tiva a un Estado Parte que no haya hecho tal dec<strong>la</strong>ración. Las<br />

comunicaciones recibidas en virtud <strong>del</strong> presente artículo se tramitarán de<br />

conformidad con el procedimiento siguiente:<br />

a) Si un Estado Parte considera que otro Estado Parte no cumple <strong>la</strong>s disposiciones de<br />

<strong>la</strong> presente Convención podrá seña<strong>la</strong>r el asunto a <strong>la</strong> atención de dicho Estado<br />

mediante una comunicación escrita. Dentro de un p<strong>la</strong>zo de tres meses, contado desde<br />

<strong>la</strong> fecha de recibo de <strong>la</strong> comunicación, el Estado destinatario pro<strong>por</strong>cionará al Estado<br />

que haya enviado <strong>la</strong> comunicación una explicación o cualquier otra dec<strong>la</strong>ración <strong>por</strong><br />

escrito que ac<strong>la</strong>re el asunto, <strong>la</strong> cual hará referencia, hasta donde sea posible y<br />

pertinente, a los procedimientos nacionales y a los recursos adoptados, en trámite o<br />

que puedan utilizarse al respecto;<br />

b) Si el asunto no se resuelve a satisfacción de los dos Estados Partes interesados en<br />

un p<strong>la</strong>zo de seis meses contado desde <strong>la</strong> fecha en que el Estado destinatario haya<br />

recibido <strong>la</strong> primera comunicación, cualquiera de ambos Estados Partes interesados<br />

tendrá derecho a someterlo al Comité, mediante notificación dirigida al Comité y al<br />

otro Estado;<br />

c) El Comité conocerá de todo asunto que se le someta en virtud <strong>del</strong> presente artículo<br />

después de haberse cerciorado de que se ha interpuesto y agotado en tal asunto todos<br />

los recursos de <strong>la</strong> jurisdicción interna de que se pueda disponer, de conformidad con<br />

los principios <strong>del</strong> derecho internacional generalmente admitidos. No se aplicará esta<br />

reg<strong>la</strong> cuando <strong>la</strong> tramitación de los mencionados recursos se prolongue<br />

injustificadamente o no sea probable que mejore realmente <strong>la</strong> situación de <strong>la</strong> persona<br />

que sea víctima de <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> presente Convención;<br />

d) El Comité celebrará sus sesiones a puerta cerrada cuando examine <strong>la</strong>s<br />

comunicaciones previstas en el presente artículo;<br />

e) A reserva de <strong>la</strong>s disposiciones <strong>del</strong> apartado c, el Comité pondrá sus buenos oficios<br />

a disposición de los Estados Partes interesados a fin de llegar a una solución amistosa<br />

<strong>del</strong> asunto, fundada en el respeto de <strong>la</strong>s obligaciones establecidas en <strong>la</strong> presente<br />

Convención. A tal efecto, el Comité podrá designar, cuando proceda, una comisión<br />

especial de conciliación;<br />

f) En todo asunto que se le someta en virtud <strong>del</strong> presente artículo, el Comité podrá<br />

pedir a los Estados Partes interesados a que se hace referencia en el apartado b que<br />

faciliten cualquier información pertinente;<br />

g) Los Estados Partes interesados a que se hace referencia en el apartado b tendrán<br />

derecho a estar representados cuando el asunto se examine en el Comité y a presentar<br />

exposiciones verbalmente o <strong>por</strong> escrito, o de ambas maneras;


h) El Comité, dentro de los doce meses siguientes a <strong>la</strong> fecha de recibo de <strong>la</strong><br />

notificación mencionada en el apartado b, presentará un informe en el cual:<br />

i) Si se ha llegado a una solución con arreglo a lo dispuesto en el apartado e, se<br />

limitará a una breve exposición de los hechos y de <strong>la</strong> solución alcanzada;<br />

ii) Si no se ha llegado a ninguna solución con arreglo a lo dispuesto en el apartado e,<br />

se limitará a una breve exposición de los hechos y agregará <strong>la</strong>s exposiciones escritas<br />

y <strong>la</strong>s actas de <strong>la</strong>s exposiciones verbales que hayan hecho los Estados Partes<br />

interesados.<br />

En cada asunto, se enviará el informe a los Estados Partes interesados.<br />

2. Las disposiciones <strong>del</strong> presente artículo entrarán en vigor cuando cinco Estados<br />

Partes en <strong>la</strong> presente Convención hayan hecho <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones a que se hace<br />

referencia en el apartado 1 de este artículo. Tales dec<strong>la</strong>raciones serán depositadas <strong>por</strong><br />

los Estados Partes en poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas, quien<br />

remitirá copia de <strong>la</strong>s mismas a los demás Estados Partes. Toda dec<strong>la</strong>ración podrá<br />

retirarse en cualquier momento mediante notificación dirigida al Secretario General.<br />

Tal retiro no será obstáculo para que se examine cualquier asunto que sea objeto de<br />

una comunicación ya transmitida en virtud de este artículo; no se admitirá en virtud<br />

de este artículo ninguna nueva comunicación de un Estado Parte una vez que el<br />

Secretario General haya recibido <strong>la</strong> notificación de retiro de <strong>la</strong> dec<strong>la</strong>ración, a menos<br />

que el Estado Parte interesado haya hecho una nueva dec<strong>la</strong>ración.<br />

Artículo 22<br />

1. Todo Estado Parte en <strong>la</strong> presente Convención podrá dec<strong>la</strong>rar en cualquier<br />

momento, de conformidad con el presente artículo, que reconoce <strong>la</strong> competencia <strong>del</strong><br />

Comité para recibir y examinar <strong>la</strong>s comunicaciones enviadas <strong>por</strong> personas sometidas<br />

a su jurisdicción, o en su nombre, que aleguen ser víctimas de una vio<strong>la</strong>ción <strong>por</strong> un<br />

Estado Parte de <strong>la</strong>s disposiciones de <strong>la</strong> Convención. El Comité no admitirá ninguna<br />

comunicación re<strong>la</strong>tiva a un Estado Parte que no haya hecho esa dec<strong>la</strong>ración.<br />

2. El Comité considerará inadmisible toda comunicación recibida de conformidad<br />

con el presente artículo que sea anónima, o que, a su juicio, constituya un abuso <strong>del</strong><br />

derecho de presentar dichas comunicaciones, o que sea incompatible con <strong>la</strong>s<br />

disposiciones de <strong>la</strong> presente Convención.<br />

3. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 2, el Comité seña<strong>la</strong>rá <strong>la</strong>s<br />

comunicaciones que se le presenten de conformidad con este artículo a <strong>la</strong> atención<br />

<strong>del</strong> Estado Parte en <strong>la</strong> presente Convención que haya hecho una dec<strong>la</strong>ración<br />

conforme al párrafo 1 y respecto <strong>del</strong> cual se alegue que ha vio<strong>la</strong>do cualquier<br />

disposición de <strong>la</strong> Convención. Dentro de un p<strong>la</strong>zo de seis meses, el Estado<br />

destinatario pro<strong>por</strong>cionará al Comité explicaciones o dec<strong>la</strong>raciones <strong>por</strong> escrito que<br />

ac<strong>la</strong>ren el asunto y expongan, en su caso, <strong>la</strong> medida correcta que ese Estado haya<br />

adoptado.<br />

4. El Comité examinará <strong>la</strong>s comunicaciones recibidas de conformidad con el presente<br />

artículo, a <strong>la</strong> luz de toda <strong>la</strong> información puesta a su disposición <strong>por</strong> <strong>la</strong> persona de que<br />

se trate, o en su nombre, y <strong>por</strong> el Estado Parte interesado.<br />

5. El Comité no examinará ninguna comunicación de una persona, presentada de<br />

conformidad con este artículo, a menos que se haya cerciorado de que:<br />

a) La misma cuestión no ha sido, ni está siendo, examinada según otro procedimiento<br />

de investigación o solución internacional;<br />

b) La persona ha agotado todos los recursos de <strong>la</strong> jurisdicción interna de que se<br />

pueda disponer; no se aplicará esta reg<strong>la</strong> cuando <strong>la</strong> tramitación de los mencionados<br />

recursos se prolongue injustificadamente o no sea probable que mejore realmente <strong>la</strong><br />

situación de <strong>la</strong> persona que sea víctima de <strong>la</strong> vio<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> presente Convención.


6. El Comité celebrará sus sesiones a puerta cerrada cuando examine <strong>la</strong>s<br />

comunicaciones previstas en el presente artículo.<br />

7. El Comité comunicará su parecer al Estado Parte interesado y a <strong>la</strong> persona de que<br />

se trate.<br />

8. Las disposiciones <strong>del</strong> presente artículo entrarán en vigor cuando cinco Estados<br />

Partes en <strong>la</strong> presente Convención hayan hecho <strong>la</strong>s dec<strong>la</strong>raciones a que se hace<br />

referencia en el párrafo 1 de este artículo. Tales dec<strong>la</strong>raciones serán depositadas <strong>por</strong><br />

los Estados Partes en poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas, quien<br />

remitirá copia de <strong>la</strong>s mismas a los demás Estados Partes. Toda dec<strong>la</strong>ración podrá<br />

retirarse en cualquier momento mediante notificación dirigida al Secretario General.<br />

Tal retiro no será obstáculo para que se examine cualquier asunto que sea objeto de<br />

una comunicación ya transmitida en virtud de este artículo; no se admitirá en virtud<br />

de este artículo ninguna nueva comunicación de una persona, o hecha en su nombre,<br />

una vez que el Secretario General haya recibido <strong>la</strong> notificación de retiro de <strong>la</strong><br />

dec<strong>la</strong>ración, a menos que el Estado Parte interesado haya hecho una nueva<br />

dec<strong>la</strong>ración.<br />

Artículo 23<br />

Los miembros <strong>del</strong> Comité y los miembros de <strong>la</strong>s comisiones especiales de<br />

conciliación designados conforme al apartado e <strong>del</strong> párrafo 1 <strong>del</strong> artículo 21 tendrán<br />

derecho a <strong>la</strong>s facilidades, privilegios e inmunidades que se conceden a los expertos<br />

que desempeñan misiones para <strong>la</strong>s Naciones Unidas, con arreglo a lo dispuesto en <strong>la</strong>s<br />

secciones pertinentes de <strong>la</strong> Convención sobre Prerrogativas e Inmunidades de <strong>la</strong>s<br />

Naciones Unidas.<br />

Artículo 24<br />

El Comité presentará un informe anual sobre sus actividades en virtud de <strong>la</strong> presente<br />

Convención a los Estados Partes y a <strong>la</strong> Asamblea General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

PARTE III<br />

Artículo <strong>25</strong><br />

1. La presente Convención está abierta a <strong>la</strong> firma de todos los Estados.<br />

2. La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación<br />

se depositarán en poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

Artículo 26<br />

La presente Convención estará abierta a <strong>la</strong> adhesión de todos los Estados. La<br />

adhesión se efectuará mediante el depósito de un instrumento de adhesión en poder<br />

<strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

Artículo 27<br />

1. La presente Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de <strong>la</strong> fecha en<br />

que haya sido depositado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión en<br />

poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

2. Para cada Estado que ratifique <strong>la</strong> presente Convención o se adhiera a el<strong>la</strong> después<br />

de haber sido depositado el vigésimo instrumento de ratificación o de adhesión, <strong>la</strong><br />

Convención entrará en vigor el trigésimo día a partir de <strong>la</strong> fecha en que tal Estado<br />

haya depositado su instrumento de ratificación o de adhesión.<br />

Artículo 28<br />

1. Todo Estado podrá dec<strong>la</strong>rar, en el momento de <strong>la</strong> firma o ratificación de <strong>la</strong><br />

presente Convención o de <strong>la</strong> adhesión a el<strong>la</strong>, que no reconoce <strong>la</strong> competencia <strong>del</strong><br />

Comité según se establece en el artículo 20.


2. Todo Estado Parte que haya formu<strong>la</strong>do una reserva de conformidad con el párrafo<br />

1 <strong>del</strong> presente artículo podrá dejar sin efecto esta reserva en cualquier momento<br />

mediante notificación al Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

Artículo 29<br />

1. Todo Estado Parte en <strong>la</strong> presente Convención podrá proponer una enmienda y<br />

depositar<strong>la</strong> en poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas. El Secretario<br />

General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas comunicará <strong>la</strong> enmienda propuesta a los Estados<br />

Partes, pidiéndoles que le notifiquen si desean que se convoque una conferencia de<br />

Estados Partes con el fin de examinar <strong>la</strong> propuesta y someter<strong>la</strong> a votación. Si dentro<br />

de los cuatro meses siguientes a <strong>la</strong> fecha de esa notificación un tercio al menos de los<br />

Estados Partes se dec<strong>la</strong>ra a favor de tal convocatoria, el Secretario General<br />

convocará una conferencia con los auspicios de <strong>la</strong>s Naciones Unidas. Toda enmienda<br />

adoptada <strong>por</strong> <strong>la</strong> mayoría de Estados Partes presentes y votantes en <strong>la</strong> conferencia será<br />

sometida <strong>por</strong> el Secretario General a todos los Estados Partes para su aceptación.<br />

2. Toda enmienda adoptada de conformidad con el párrafo 1 <strong>del</strong> presente artículo<br />

entrará en vigor cuando dos tercios de los Estados Partes en <strong>la</strong> presente Convención<br />

hayan notificado al Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas que <strong>la</strong> han aceptado<br />

de conformidad con sus respectivos procedimientos constitucionales.<br />

3. Cuando <strong>la</strong>s enmiendas entren en vigor serán obligatorias para los Estados Partes<br />

que <strong>la</strong>s hayan aceptado, en tanto que los demás Estados Partes seguirán obligados<br />

<strong>por</strong> <strong>la</strong>s disposiciones de <strong>la</strong> presente Convención y <strong>por</strong> <strong>la</strong>s enmiendas anteriores que<br />

hayan aceptado.<br />

Artículo 30<br />

1. Las controversias que surjan entre dos o más Estados Partes con respecto a <strong>la</strong><br />

interpretación o aplicación de <strong>la</strong> presente Convención, que no puedan solucionarse<br />

mediante negociaciones, se someterán a arbitraje, a petición de uno de ellos. Si en el<br />

p<strong>la</strong>zo de seis meses contados a partir de <strong>la</strong> fecha de presentación de <strong>la</strong> solicitud de<br />

arbitraje <strong>la</strong>s Partes no consiguen ponerse de acuerdo sobre <strong>la</strong> forma <strong>del</strong> mismo,<br />

cualquiera de <strong>la</strong>s Partes podrá someter <strong>la</strong> controversia a <strong>la</strong> Corte Internacional de<br />

Justicia, mediante una solicitud presentada de conformidad con el Estatuto de <strong>la</strong><br />

Corte.<br />

2. Todo Estado, en el momento de <strong>la</strong> firma o ratificación de <strong>la</strong> presente Convención<br />

o de su adhesión a <strong>la</strong> misma, podrá dec<strong>la</strong>rar que no se considera obligado <strong>por</strong> el<br />

párrafo 1 <strong>del</strong> presente artículo. Los demás Estados Partes no estarán obligados <strong>por</strong><br />

dicho párrafo ante ningún Estado Parte que haya formu<strong>la</strong>do dicha reserva.<br />

3. Todo Estado Parte que haya formu<strong>la</strong>do <strong>la</strong> reserva prevista en el párrafo 2 <strong>del</strong><br />

presente artículo podrá retirar<strong>la</strong> en cualquier momento notificándolo al Secretario<br />

General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas.<br />

Artículo 31<br />

1. Todo Estado Parte podrá denunciar <strong>la</strong> presente Convención mediante notificación<br />

hecha <strong>por</strong> escrito al Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas. La denuncia surtirá<br />

efecto un año después de <strong>la</strong> fecha en que <strong>la</strong> notificación haya sido recibida <strong>por</strong> el<br />

Secretario General.<br />

2. Dicha denuncia no eximirá al Estado Parte de <strong>la</strong>s obligaciones que le impone <strong>la</strong><br />

presente Convención con respecto a toda acción u omisión ocurrida antes de <strong>la</strong> fecha<br />

en que haya surtido efecto <strong>la</strong> denuncia, ni <strong>la</strong> denuncia entrañará tampoco <strong>la</strong><br />

suspensión <strong>del</strong> examen de cualquier asunto que el Comité haya empezado a examinar<br />

antes de <strong>la</strong> fecha en que surta efecto <strong>la</strong> denuncia.<br />

3. A partir de <strong>la</strong> fecha en que surta efecto <strong>la</strong> denuncia de un Estado Parte, el Comité<br />

no iniciará el examen de ningún nuevo asunto referente a ese Estado.


Artículo 32<br />

El Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas comunicará a todos los Estados<br />

Miembros de <strong>la</strong>s Naciones Unidas y a todos los Estados que hayan firmado <strong>la</strong><br />

presente Convención o se hayan adherido a el<strong>la</strong>:<br />

a) Las firmas, ratificaciones y adhesiones con arreglo a los artículos <strong>25</strong> y 26;<br />

b) La fecha de entrada en vigor de <strong>la</strong> presente Convención con arreglo al artículo 27,<br />

y <strong>la</strong> fecha de entrada en vigor de <strong>la</strong>s enmiendas con arreglo al artículo 29;<br />

c) Las denuncias con arreglo al artículo 31.<br />

Artículo 33<br />

1. La presente Convención, cuyos textos en árabe, chino, español, francés, inglés y<br />

ruso son igualmente auténticos, se depositará en poder <strong>del</strong> Secretario General de <strong>la</strong>s<br />

Naciones Unidas.<br />

2. El Secretario General de <strong>la</strong>s Naciones Unidas remitirá copias certificadas de <strong>la</strong><br />

presente Convención a todos los Estados.<br />

Documento 2<br />

CONVENCIÓN INTERAMERICANA<br />

SOBRE DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS<br />

Preámbulo<br />

LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS,<br />

PREOCUPADOS <strong>por</strong> el hecho de que subsiste <strong>la</strong> desaparición forzada de personas;<br />

REAFIRMANDO que el sentido genuino de <strong>la</strong> solidaridad americana y de <strong>la</strong> buena<br />

vecindad no puede ser otro que el de consolidar en este Hemisferio, dentro <strong>del</strong> marco<br />

de <strong>la</strong>s instituciones democráticas, un régimen de libertad individual y de justicia<br />

social, fundado en el respeto de los derechos esenciales <strong>del</strong> hombre;<br />

CONSIDERANDO que <strong>la</strong> desaparición forzada de personas constituye una afrenta a <strong>la</strong><br />

conciencia <strong>del</strong> Hemisferio y una grave ofensa de naturaleza odiosa a <strong>la</strong> dignidad<br />

intrínseca de <strong>la</strong> persona humana, en contradicción con los principios y propósitos<br />

consagrados en <strong>la</strong> Carta de <strong>la</strong> Organización de los Estados Americanos;<br />

CONSIDERANDO que <strong>la</strong> desaparición forzada de personas vio<strong>la</strong> múltiples derechos<br />

esenciales de <strong>la</strong> persona humana de carácter inderogable, tal como están consagrados<br />

en <strong>la</strong> Convención Americana sobre Derechos Humanos, en <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración<br />

Americana de los Derechos y Deberes <strong>del</strong> Hombre y en <strong>la</strong> Dec<strong>la</strong>ración Universal de<br />

Derechos Humanos;<br />

RECORDANDO que <strong>la</strong> protección internacional de los derechos humanos es de<br />

naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de <strong>la</strong> que ofrece el derecho<br />

interno y tiene como fundamento los atributos de <strong>la</strong> persona humana;<br />

REAFIRMANDO que <strong>la</strong> práctica sistemática de <strong>la</strong> desaparición forzada de personas<br />

constituye un crimen de lesa humanidad;<br />

ESPERANDO que esta Convención contribuya a prevenir, sancionar y suprimir <strong>la</strong><br />

desaparición forzada de personas en el Hemisferio y constituya un a<strong>por</strong>te decisivo<br />

para <strong>la</strong> protección de los derechos humanos y el estado de derecho,<br />

RESUELVEN adoptar <strong>la</strong> siguiente Convención Interamericana sobre Desaparición<br />

Forzada de Personas:


Artículo I<br />

Los Estados partes en esta Convención se comprometen a:<br />

a. No practicar, no permitir, ni tolerar <strong>la</strong> desaparición forzada de personas, ni<br />

aun en estado de emergencia, excepción o suspensión de garantías<br />

individuales;<br />

b. Sancionar en el ámbito de su jurisdicción a los autores, cómplices y<br />

encubridores <strong>del</strong> <strong>del</strong>ito de desaparición forzada de personas, así como <strong>la</strong><br />

tentativa de comisión <strong>del</strong> mismo;<br />

c. Cooperar entre sí para contribuir a prevenir, sancionar y erradicar <strong>la</strong><br />

desaparición forzada de personas; y<br />

d. Tomar <strong>la</strong>s medidas de carácter legis<strong>la</strong>tivo, administrativo, judicial o de<br />

cualquier otra índole necesarias para cumplir con los compromisos asumidos<br />

en <strong>la</strong> presente Convención.<br />

Artículo II<br />

Para los efectos de <strong>la</strong> presente Convención, se considera desaparición forzada <strong>la</strong><br />

privación de <strong>la</strong> libertad a una o más personas, cualquiera que fuere su forma,<br />

cometida <strong>por</strong> agentes <strong>del</strong> Estado o <strong>por</strong> personas o grupos de personas que actúen con<br />

<strong>la</strong> autorización, el apoyo o <strong>la</strong> aquiescencia <strong>del</strong> Estado, seguida de <strong>la</strong> falta de<br />

información o de <strong>la</strong> negativa a reconocer dicha privación de libertad o de informar<br />

sobre el paradero de <strong>la</strong> persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos<br />

legales y de <strong>la</strong>s garantías procesales pertinentes.<br />

Artículo III<br />

Los Estados partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos<br />

constitucionales, <strong>la</strong>s medidas legis<strong>la</strong>tivas que fueren necesarias para tipificar como<br />

<strong>del</strong>ito <strong>la</strong> desaparición forzada de personas, y a imponerle una pena apropiada que<br />

tenga en cuenta su extrema gravedad. Dicho <strong>del</strong>ito será considerado como<br />

continuado o permanente mientras no se establezca el destino o paradero de <strong>la</strong><br />

víctima.<br />

Los Estados partes podrán establecer circunstancias atenuantes para los que hubieren<br />

participado en actos que constituyan una desaparición forzada cuando contribuyan a<br />

<strong>la</strong> aparición con vida de <strong>la</strong> víctima o suministren informaciones que permitan<br />

esc<strong>la</strong>recer <strong>la</strong> desaparición forzada de una persona.<br />

Artículo IV<br />

Los hechos constitutivos de <strong>la</strong> desaparición forzada de personas serán considerados<br />

<strong>del</strong>itos en cualquier Estado parte. En consecuencia, cada Estado parte adoptará <strong>la</strong>s<br />

medidas para establecer su jurisdicción sobre <strong>la</strong> causa en los siguientes casos:<br />

a. Cuando <strong>la</strong> desaparición forzada de personas o cualesquiera de sus hechos<br />

constitutivos hayan sido cometidos en el ámbito de su jurisdicción;<br />

b.Cuando el imputado sea nacional de ese Estado;<br />

c. Cuando <strong>la</strong> víctima sea nacional de ese Estado y éste lo considere apropiado.<br />

Todo Estado parte tomará, además, <strong>la</strong>s medidas necesarias para establecer su<br />

jurisdicción sobre el <strong>del</strong>ito descrito en <strong>la</strong> presente Convención cuando el presunto<br />

<strong>del</strong>incuente se encuentre dentro de su territorio y no proceda a extraditarlo.<br />

Esta Convención no faculta a un Estado parte para emprender en el territorio de otro<br />

Estado parte el ejercicio de <strong>la</strong> jurisdicción ni el desempeño de <strong>la</strong>s funciones


eservadas exclusivamente a <strong>la</strong>s autoridades de <strong>la</strong> otra parte <strong>por</strong> su legis<strong>la</strong>ción<br />

interna.<br />

Artículo V<br />

La desaparición forzada de personas no será considerada <strong>del</strong>ito político para los<br />

efectos de extradición.<br />

La desaparición forzada se considerará incluida entre los <strong>del</strong>itos que dan lugar a<br />

extradición en todo tratado de extradición celebrado entre Estados partes.<br />

Los Estados partes se comprometen a incluir el <strong>del</strong>ito de desaparición forzada como<br />

susceptible de extradición en todo tratado de extradición que celebren entre sí en el<br />

futuro.<br />

Todo Estado parte que subordine <strong>la</strong> extradición a <strong>la</strong> existencia de un tratado y reciba<br />

de otro Estado parte con el que no tiene tratado una solicitud de extradición podrá<br />

considerar <strong>la</strong> presente Convención como <strong>la</strong> base jurídica necesaria para <strong>la</strong><br />

extradición referente al <strong>del</strong>ito de desaparición forzada.<br />

Los Estados partes que no subordinen <strong>la</strong> extradición a <strong>la</strong> existencia de un tratado<br />

reconocerán dicho <strong>del</strong>ito como susceptible de extradición, con sujeción a <strong>la</strong>s<br />

condiciones exigidas <strong>por</strong> el derecho <strong>del</strong> Estado requerido.<br />

La extradición estará sujeta a <strong>la</strong>s disposiciones previstas en <strong>la</strong> constitución y demás<br />

leyes <strong>del</strong> Estado requerido.<br />

Artículo VI<br />

Cuando un Estado parte no conceda <strong>la</strong> extradición, someterá el caso a sus<br />

autoridades competentes como si el <strong>del</strong>ito se hubiere cometido en el ámbito de su<br />

jurisdicción, para efectos de investigación y, cuando corresponda, de proceso penal,<br />

de conformidad con su legis<strong>la</strong>ción nacional. La decisión que adopten dichas<br />

autoridades será comunicada al Estado que haya solicitado <strong>la</strong> extradición.<br />

Artículo VII<br />

La acción penal derivada de <strong>la</strong> desaparición forzada de personas y <strong>la</strong> pena que se<br />

imponga judicialmente al responsable de <strong>la</strong> misma no estarán sujetas a prescripción.<br />

Sin embargo, cuando existiera una norma de carácter fundamental que impidiera <strong>la</strong><br />

aplicación de lo estipu<strong>la</strong>do en el párrafo anterior, el período de prescripción deberá<br />

ser igual al <strong>del</strong> <strong>del</strong>ito más grave en <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción interna <strong>del</strong> respectivo Estado parte.<br />

Artículo VIII<br />

No se admitirá <strong>la</strong> eximente de <strong>la</strong> obediencia debida a órdenes o instrucciones<br />

superiores que dispongan, autoricen o alienten <strong>la</strong> desaparición forzada. Toda persona<br />

que reciba tales órdenes tienen el derecho y el deber de no obedecer<strong>la</strong>s.<br />

Los Estados partes ve<strong>la</strong>rán asimismo <strong>por</strong> que, en <strong>la</strong> formación <strong>del</strong> personal o de los<br />

funcionarios públicos encargados de <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> ley, se imparta <strong>la</strong> educación<br />

necesaria sobre el <strong>del</strong>ito de desaparición forzada de personas.<br />

Artículo IX<br />

Los presuntos responsables de los hechos constitutivos <strong>del</strong> <strong>del</strong>ito de desaparición<br />

forzada de personas sólo podrán ser juzgados <strong>por</strong> <strong>la</strong>s jurisdicciones de derecho<br />

común competentes en cada Estado, con exclusión de toda jurisdicción especial, en<br />

particu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> militar.<br />

Los hechos constitutivos de <strong>la</strong> desaparición forzada no podrán considerarse como<br />

cometidos en el ejercicio de <strong>la</strong>s funciones militares.<br />

No se admitirán privilegios, inmunidades, ni dispensas especiales en tales procesos,<br />

sin perjuicio de <strong>la</strong>s disposiciones que figuran en <strong>la</strong> Convención de Viena sobre<br />

Re<strong>la</strong>ciones Diplomáticas.


Artículo X<br />

En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales, tales como estado de<br />

guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra<br />

emergencia pública, como justificación de <strong>la</strong> desaparición forzada de personas. En<br />

tales casos, el derecho a procedimientos o recursos judiciales rápidos eficaces se<br />

conservará como medio para determinar el paradero de <strong>la</strong>s personas privadas de<br />

libertad o su estado de salud o para individualizar a <strong>la</strong> autoridad que ordenó <strong>la</strong><br />

privación de libertad o <strong>la</strong> hizo efectiva.<br />

En <strong>la</strong> tramitación de dichos procedimientos o recursos y conforme al derecho interno<br />

respectivo, <strong>la</strong>s autoridades judiciales competentes tendrán libre e inmediato acceso a<br />

todo centro de detención y a cada una de sus dependencias, así como a todo lugar<br />

donde haya motivos para creer que se puede encontrar a <strong>la</strong> persona desaparecida,<br />

incluso lugares sujetos a <strong>la</strong> jurisdicción militar.<br />

Artículo XI<br />

Toda persona privada de libertad deber ser mantenida en lugares de detención<br />

oficialmente reconocidos y presentada sin demora, conforme a <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción interna<br />

respectiva, a <strong>la</strong> autoridad judicial competente.<br />

Los Estados partes establecerán y mantendrán registros oficiales actualizados sobre<br />

sus detenidos y, conforme a su legis<strong>la</strong>ción interna, los podrán a disposición de los<br />

familiares, jueces, abogados, cualquier persona con interés legítimo y otras<br />

autoridades.<br />

Artículo XII<br />

Los Estados partes se prestarán recíproca cooperación en <strong>la</strong> búsqueda, identificación,<br />

localización y restitución de menores que hubieren sido tras<strong>la</strong>dados a otro Estado o<br />

retenidos en éste, como consecuencia de <strong>la</strong> desaparición forzada de sus padres,<br />

tutores o guardadores.<br />

Artículo XIII<br />

Para los efectos de <strong>la</strong> presente Convención, el trámite de <strong>la</strong>s peticiones o<br />

comunicaciones presentadas ante <strong>la</strong> Comisión Interamericana de Derechos Humanos<br />

en que se alegue <strong>la</strong> desaparición forzada de personas estará sujeto a los<br />

procedimientos establecidos en <strong>la</strong> Convención Americana sobre Derechos Humanos,<br />

y en los Estatutos y Reg<strong>la</strong>mentos de <strong>la</strong> Comisión y de <strong>la</strong> Corte Interamericana de<br />

Derechos Humanos, incluso <strong>la</strong>s normas re<strong>la</strong>tivas a medidas caute<strong>la</strong>res.<br />

Artículo XIV<br />

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, cuando <strong>la</strong> Comisión<br />

Interamericana de Derechos Humanos reciba una petición o comunicación sobre una<br />

supuesta desaparición forzada se dirigirá, <strong>por</strong> medio de su Secretaría Ejecutiva, en<br />

forma urgente y confidencial, al correspondiente gobierno solicitándole que<br />

pro<strong>por</strong>cione a <strong>la</strong> brevedad posible <strong>la</strong> información sobre el paradero de <strong>la</strong> persona<br />

presuntamente desaparecida y demás información que estime pertinente, sin que esta<br />

solicitud prejuzgue <strong>la</strong> admisibilidad de <strong>la</strong> petición.<br />

Artículo XV<br />

Nada de lo estipu<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> presente Convención se interpretará en sentido restrictivo<br />

de otros tratados bi<strong>la</strong>terales o multi<strong>la</strong>terales u otros acuerdos suscritos entre <strong>la</strong>s<br />

partes.<br />

Esta Convención no se aplicará a conflictos armados internacionales regidos <strong>por</strong> los<br />

Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo re<strong>la</strong>tivo a <strong>la</strong> protección de los heridos,<br />

enfermos y náufragos de <strong>la</strong>s fuerzas armadas, y a prisioneros y civiles en tiempo de<br />

guerra.


Artículo XVI<br />

La presente Convención está abierta a <strong>la</strong> firma de los Estados miembros de <strong>la</strong><br />

Organización de los Estados Americanos.<br />

Artículo XVII<br />

La presente Convención está sujeta a ratificación. Los instrumentos de ratificación se<br />

depositarán en <strong>la</strong> Secretaría General de <strong>la</strong> Organización de los Estados Americanos.<br />

Artículo XVIII<br />

La presente Convención quedará abierta a <strong>la</strong> adhesión de cualquier otro Estado. Los<br />

instrumentos de adhesión se depositarán en <strong>la</strong> Secretaría General de <strong>la</strong> Organización<br />

de los Estados Americanos.<br />

Artículo XIX<br />

Los Estados podrán formu<strong>la</strong>r reservas a <strong>la</strong> presente Convención en el momento de<br />

firmar<strong>la</strong>, ratificar<strong>la</strong> o adherirse a el<strong>la</strong>, siempre que no sean incompatibles con el<br />

objeto y propósito de <strong>la</strong> Convención y versen sobre una o más disposiciones<br />

específicas.<br />

Artículo XX<br />

La presente Convención entrará en vigor para los Estados ratificantes el trigésimo<br />

día a partir de <strong>la</strong> fecha en que se haya depositado el segundo instrumento de<br />

ratificación.<br />

Para cada Estado que ratifique <strong>la</strong> Convención o adhiera a el<strong>la</strong> después de haber sido<br />

depositado el segundo instrumento de ratificación, <strong>la</strong> Convención entrará en vigor el<br />

trigésimo día a partir de <strong>la</strong> fecha en que tal Estado haya depositado su instrumento de<br />

ratificación o adhesión.<br />

Artículo XXI<br />

La presente Convención regirá indefinidamente, pero cualquiera de los Estados<br />

partes podrá denunciar<strong>la</strong>. El instrumento de denuncia será depositado en <strong>la</strong> Secretaría<br />

General de <strong>la</strong> Organización de los Estados Americanos. Transcurrido un año contado<br />

a partir de <strong>la</strong> fecha de depósito <strong>del</strong> instrumento de denuncia <strong>la</strong> Convención cesará en<br />

sus efectos para el Estado denunciante y permanecerá en vigor para los demás<br />

Estados partes.<br />

Artículo XXII<br />

El instrumento original de <strong>la</strong> presente Convención, cuyos textos en español, francés,<br />

inglés y <strong>por</strong>tugués son igualmente auténticos, será depositado en <strong>la</strong> Secretaría<br />

General de <strong>la</strong> Organización de los Estados Americanos, <strong>la</strong> cual enviará copia<br />

auténtica de su texto, para su registro y publicación, a <strong>la</strong> Secretaría de <strong>la</strong>s Naciones<br />

Unidas, de conformidad con el artículo 102 de <strong>la</strong> Carta de <strong>la</strong>s Naciones Unidas. La<br />

Secretaría General de <strong>la</strong> Organización de los Estados Americanos notificará a los<br />

Estados miembros de dicha Organización y a los Estados que se hayan adherido a <strong>la</strong><br />

Convención, <strong>la</strong>s firmas, los depósitos de instrumentos de ratificación, adhesión y<br />

denuncia, así como <strong>la</strong>s reservas que hubiese.

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