FERTILIZACIÓN Y ABONADO

UD 2- LA FERTILIZACIÓN Y ABONADO
[Año]
2. ABONOS NITROGENADOS
2.1. El nitrógeno en la planta
IES d’Horticultura i
Jardinería de Reus
El nitrógeno es un elemento primordial para las plantas ya que forma parte de las proteínas y de otros compuestos
orgánicos esenciales (vitaminas, enzimas, clorofila etc.). También se encuentran aunque en menor proporción, N
inorgánico formando compuestos amoniacales, nitratos y nitritos..
El N constituye alrededor del 2% del peso total seco de la planta adulta llegando al 6% en los tejidos jóvenes
A medida que avanza la edad de la planta disminuye el porcentaje de nitrógeno, a la vez que aumenta el contenido de
celulosa. Las hojas suelen ser las partes de la planta más ricas en N, disminuyendo su contenido a partir de la
floración. Las leguminosas son las plantas que mayor porcentaje tiene en N. Resumiendo:
• Color verde intenso en las hojas debido a la abundancia de clorofila.
• Marcado desarrollo de la parte herbácea.
• Aumento de la producción: hojas, frutos, semillas, etc.
• Mayor resistencia a los ataques de plagas y enfermedades.
• Mayor resistencia para soportar ciertos accidentes meteorológicos (helada, granizada).
• Absorción del nitrógeno por la planta
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Las plantas absorben el nitrógeno bajo las formas nítrica (ión nitrato NO3 ) y amoniacal (ión amonio NH4 ). La forma
nítrica es la más frecuente por ser en la mayoría de los suelos las más abundante (el ión nitrato se mueve libremente
en la disolución del suelo frente al ión amonio que es adsorbido por los coloides del suelo, el amonio no adsorbido pasa
a ión nitrato.
La forma predominante de absorción depende de factores tales como el pH o la temperatura (bajas temperaturas y pH
favorecen la forma amoniacal). Hay especies que tienen preferencia por los nitratos, como la remolacha. En zonas de
mucha pluviometría o riegos abundantes debido al arrastre de los nitratos por lixiviación predomina la amoniacal.
La forma amoniacal ha de pasar previamente a la forma nítrica; pero una parte de ella también puede ser asimilada
directamente sobre todo en la primera fase de la vida de las plantas, en la que parece que tienen preferencia por esta
forma de nitrógeno,
Cuando se necesita un efecto rápido sobre un cultivo se emplea nitrógeno nítrico; si se necesita un efecto más lento se
utiliza una forma amoniacal, y se utiliza el nitrógeno de la materia orgánica cuando se necesita un efecto muy lento.
Las plantas absorben nitrógeno desde el principio hasta el final de la vegetación; pero hay unas etapas en las que las
necesidades de nitrógeno son más intensas: en las gramíneas, las mayores necesidades coinciden con el ahijado, el
encañado y la floración; en los frutales coinciden con la floración y el cuajado de los frutos.
Cuando se notan síntomas de deficiencia en nitrógeno hay que abonar con un abono de efecto rápido, o sea con un
nitrato. Sin embargo, es conveniente observar la reacción de las plantas, pues ocurre que las deficiencias de otros
elementos, tales como hierro o magnesio, producen unos síntomas parecidos a la deficiencia de nitrógeno
• Deficiencia y exceso de nitrógeno
Dado que el nitrógeno es esencial para tantos procesos vitales de la planta no es extraño que la deficiencia de este
elemento afecte a su crecimiento. Una insuficiencia nitrogenada da lugar a una vegetación raquítica: la planta adquiere
poco desarrollo y las hojas son pequeñas de color verde-amarillento. Cuando la deficiencia es grave, los bordes de las
hojas toman una coloración anaranjada o violácea. Estas anomalías se acusan en primer lugar en las hojas más viejas
debido a que el N se mueve con facilidad en la planta y se desplaza hacia las hojas más jóvenes.
La deficiencia de nitrógeno da lugar a una maduración acelerada con frutos pequeños y de poca calidad.
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