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FERTILIZACIÓN Y ABONADO

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UD 2- LA <strong>FERTILIZACIÓN</strong> Y <strong>ABONADO</strong><br />

[Año]<br />

• Abastecimiento de nitrógeno al suelo<br />

IES d’Horticultura i<br />

Jardinería de Reus<br />

El nitrógeno que se encuentra en el suelo, en sus distintas formas) procede de las siguientes fuentes:<br />

• La materia orgánica, formada por residuos animales y vegetales en diferentes etapas de descomposición.<br />

• La lluvia aporta pequeñas cantidades del nitrógeno atmosférico.<br />

• Ciertos microorganismos pueden fijar directamente el nitrógeno atmosférico.<br />

• Los abonos minerales nitrogenados aportados por el agricultor.<br />

• Pérdidas de nitrógeno del suelo<br />

El nitrógeno que existe en el suelo desaparece del mismo por las causas siguientes:<br />

• Desprendimiento de nitrógeno en forma de gases, que vuelven a la atmósfera. Estas pérdidas son importantes<br />

en el estiércol cuando no se hace una buena conservación del mismo; también se pueden producir, en<br />

determinadas condiciones, después de abonados con formas amoniacales.<br />

• Arrastre del nitrógeno que va disuelto en el agua. Se pierde, sobre todo, el nitrógeno nítrico, cuando el agua en<br />

que va disuelto penetra hasta una profundidad fuera del alcance de las raíces. En el caso de una lluvia muy<br />

copiosa se pierde también cuando el agua escurre por la superficie de la tierra y va a parar a los arroyos y ríos.<br />

• Extracción del nitrógeno par parte de las plantas. De este nitrógeno extraído por las plantas vuelve a la tierra el<br />

nitrógeno contenido en los residuos de las cosechas.<br />

Aparte de las pérdidas antes citadas hay que considerar otras que no son tales pérdidas, sino que el nitrógeno<br />

permanece en el suelo. pero las plantas no pueden aprovecharlo de una forma inmediata.<br />

Supongamos, por ejemplo, que hemos enterrado restos vegetales con gran cantidad de materia orgánica. Los<br />

microorganismos del suelo encargados de descomponer la materia orgánica se multiplican muy activamente y para ello<br />

necesitan una gran cantidad de nitrógeno, que toman del suelo. Por esto motivo, cuando se entierran los restos<br />

orgánicos y a continuación se siembra es preciso aportar a la tierra suficiente cantidad de nitrógeno, con el fin de que<br />

haya bastante para las plantas y para los microorganismos encargados de descomponer la materia orgánica. El<br />

nitrógeno tomado por los microorganismos no se pierde, sino que se incorpora al suelo con el cuerpo de los<br />

microorganismos cuando éstos mueren, y de este modo queda de nuevo a disposición de las plantas.<br />

• Comportamiento de los abonos nitrogenados en el suelo<br />

El nitrógeno nítrico tiene una gran movilidad en el suelo; debe ser absorbido por los cultivos con mucha rapidez, pues<br />

de lo contrario, en el caso de una lluvia copiosa, puede ser arrastrado a capas profundas fuera del alcance de las<br />

raíces.<br />

El nitrógeno amoniacal es fácilmente retenido por el complejo arcillos-húmico del suelo. En buenas condiciones de<br />

humedad y temperatura, el nitrógeno amoniacal pasa rápidamente a nitrógeno nítrico.<br />

El nitrógeno orgánico se mantiene en el suelo durante mucho tiempo, puesto que ha de pasar a nitrógeno amoniacal y<br />

después, a nitrógeno nítrico. Las condiciones favorables para que se realicen estos procesos (humedad, temperatura,<br />

aireación, acidez del suelo, etc.) coinciden con las condiciones favorables para que se desarrollen los cultivos.<br />

La textura del suelo tiene una gran influencia en la retención del nitrógeno. Los suelos ricos en arcilla y en humus<br />

retienen gran cantidad de nitrógeno orgánico y de nitrógeno amoniacal. Pudiéramos decir que estos suelos almacenan<br />

estas formas de nitrógeno para que no se pierdan, hasta que llega el momento en que se convierten en la forma nítrica,<br />

que es absorbida por las plantas.<br />

Por el contrario, los suelos arenosos pobres en humus retienen poca cantidad de nitrógeno amoniacal y orgánico. Una<br />

parte de ambas formas de nitrógeno se encuentra disuelta en el agua del suelos y se pueden perder al ser arrastradas<br />

por el agua de lluvia. Por otra parte, como estas tierras retienen poca cantidad de agua, las pérdidas de nitrógeno<br />

nítrico arrastrado por el agua de lluvia pueden ser importantes.<br />

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