SWEET & LOW Yael Farache - Acapulco70

parque comienza a caminar hacia atrás, como cine de autor.
Nos besamos y ella suspira en mi oído "Más nunca me separaré
de ti" Yo sonrío y le doy un par de palmadas en la cabeza a
Bruno. Caminamos los tres juntos hacia el atardecer.
INTERCUT:
Desde la ventana del avión, las nubes flotan más reales.
Estamos lado a lado, las nubes y yo y siento como si pudiera
estirar mi mano y tocarlas. Son nubes gordas y blancas. Cirro-
cúmulos (creo). En ellas veo grandes bueyes embistiéndose,
carreras de caballos, hombres saltando con jabalinas y tres
mujeres con tutúes practicando una rutina del lago de los
cisnes. Los dos puestos junto a mí están vacíos, y es perfecto
porque puedo arroparme con la manta y acostarme si quiero.
A veces pensaba, estando en París, que los cambios nunca
se detienen y que seguramente cuando volviera, encontraría
Caracas distinta. Aunque sea un poco distinta. La aeromoza
camina a lo largo del pasillo y cuando pasa por mi puesto,
me recuerda que debo apagar mi iPod. Saca un bolso de uno de
los compartimientos y comienza a hacer su demostración de los
chalecos salvavidas y las máscaras de oxígeno. Sin que nadie
se dé cuenta tomo el instructivo de emergencia y la bolsa para
vómitos del bolsillo del asiento, y los meto dentro de mi
cartera. Cecilia 1 – Air France 0
Cuando estamos bajando del avión, la aeromoza se despide
señalando mi bufanda (la que tejí para Robi) y diciendo “Wow,
c’est tres jolie” que significa “que bonito” en francés.
Wow significa wow. Esta bufanda toca una fibra en todos los
franceses porque se parece a la que llevaba El Principito.
Pero a diferencia de él, yo siempre escogería el avión.
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