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aplaste con su pie (Job 39:13-16). Abandonados e indefensos los pequeños van pereciendo faltos de leche<br />
materna o de pan que en vano reclaman (1:11; 2:11).<br />
Las personas de rango fueron reducidos a la pobreza del pordiosero (v.5). Quienes eran de buena familia<br />
y habían estado alimentados desfallecían en las calles, sin el alimento necesario, por quedado despojado<br />
de todo por causa de la guerra, y yacen en la calle al no tener lecho cómodo donde acostarse. Así como,<br />
algunas veces, es alzado del muladar el menesteroso (Sal. 113:7b), así también hay casos en que los que se<br />
crían entre púrpura se abrazan a los estercoleros, esto es yacen postrado allí” (Goldman).<br />
Las personas que habían sido eminente por su dignidad, y aun quizá por su santidad, compartían con los<br />
demás la común calamidad (v.7 y 8) sus distinguidos es decir sus nobles mas bien que su nazareos o<br />
nazireos, eran mas puros que la nieve, mas blancos que la leche (v.7); mas sonrosados eran sus cuerpos<br />
que el coral, su talle mas hermoso que zafiro, todo ello, “tipos de frescura y de hermosura natural (puros,<br />
blancos y rojos: Cantares 5:10), realzada con retoques y vestir elegante (zafiro)” (Asencio), pero ahora<br />
(v.8) su aspecto se ha oscurecido más que el hollín (lit. es más negro que la negrura), no lo reconocen<br />
(¡tan cambiados están!), por las calles, pues hoy son como “esqueletos ambulantes” (Asencio), hueso y<br />
piel (comp. Job 19:20).<br />
Jerusalén murió de muerte lenta (recuérdese que fueron 18 los meses de asedio); el hambre contribuyo a<br />
su destrucción mas que ningún otro castigo. Murió centímetro a centímetro, hasta sentirse ella misma<br />
morirse, la iniquidad de Jerusalén se había agravado más que la de Sodoma; no es extraño que el castigo<br />
sea también más severo, pues Sodoma nunca dispuso de los medios de gracia que poseyó Jerusalén.<br />
Vemos el versículo 10 comparado con 2:20, las mujeres cociendo y comiéndose a sus propios hijos. Ya<br />
era bastante serio el caso de no tener de que alimentarlos, pero era mucho peor el llegar a alimentarse de<br />
ellos. La destrucción de Jerusalén era total completa (V.11) y sorprende (V.12), imposible e increíble. No<br />
solo los israelitas, sino aun los reyes de la tierra y cuantos moran en el mundo no podían creer que el<br />
enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalén, la ciudad santa la morada del gran Rey.<br />
Pensaban que debía de estar bajo la protección divina, de forma que fuese vano intento de parte de sus<br />
enemigos atacarla con éxito.” 41<br />
El Dr. Myles Munroe se refiere a cuatro tipos de cambios: “Experimentamos cuatro tipos de cambio en la<br />
vida:<br />
1. Cambios que nos suceden a nosotros – en forma inesperada, o que es algún tipo de cambio<br />
anticipado que llega a afectar nuestra vida personal, nuestra familia, carrera y todo lo demás.<br />
2. El cambio que sucede alrededor de nosotros- que llega a nosotros en forma inesperada, o aun<br />
siendo un cambio que habíamos anticipado, pero que afecta nuestra sociedad, nuestra nación, o el<br />
mundo, y que de alguna manera tiene algún impacto en nosotros mismos en forma personal o que<br />
llega a impactar nuestro estilo de vida.<br />
3. El cambio que ocurre dentro de nosotros – que es un cambio inesperado, o aun cuando es un<br />
cambio que ya hemos anticipado, y afecta directamente quienes somos nosotros – ya sea en forma<br />
física, emocional, mental o espiritualmente.<br />
41 Matthew Henry comentario Bíblico de Matthew Henry, p. 895.