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Nuestra agua… por precio—los judíos fueron obligados a pagar al enemigo el agua que bebían de sus<br />
mismas cisternas después de la destrucción de Jerusalén. Puede que se refiera más bien a su destierro en<br />
Babilonia donde tenían que pagar un impuesto para poder tener acceso a los ríos y fuentes. En esta forma,<br />
“nuestra” significa el agua que necesitamos, la cosa más imprescindible de la vida. Nuestra leña—En<br />
Judea cada uno podía abastecerse de leña sin paga alguna; en Babilonia, “nuestra leña”, la leña que<br />
necesitamos es preciso pagarla.<br />
Liter., sobre nuestros cuellos somos perseguidos; es decir, la gente oprime nuestros cuellos<br />
(Salmo._66:12; Isa_51:23; véase Jos_10:24). Era ésta la máxima opresión. El enemigo fustigaba no sólo<br />
los rostros, las espaldas y los costados de los judíos, sino sus cuellos, como justa retribución por haber<br />
sido duros de cerviz para llevar el yugo de Dios (2Cr_30:8, margen de la Versión Inglesa; Neh_9:29;<br />
Isa_48:4)” 46 .<br />
Quizás uno de los oprobios que más vergüenza le causaba era la esclavitud. “Sobre nuestros cuellos están<br />
los que nos persiguen. Nos fatigamos, y para nosotros no hay reposo” (V.5), es probable que este<br />
versículo se esté refiriendo a la opresión que ejercían sobre ellos los babilónicos y además a la pasada<br />
esclavitud en Egipto.<br />
“Los israelitas no querían someterse al gobierno suave de Dios, y tienen que someterse ahora al riguroso<br />
trato que les dan sus nuevos amos y hasta los esclavos de sus amos” 47 (V.8).<br />
Los versículos siguientes el profeta sigue citando las calamidades que habían tenido como pueblo en el<br />
cautiverio.<br />
“Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan<br />
Ante la espada del desierto.<br />
Nuestra piel se ennegreció como un horno<br />
A causa del ardor del hambre.<br />
Violaron a las mujeres en Sion,<br />
A las vírgenes en las ciudades de Judá.<br />
A los príncipes colgaron de las manos;<br />
No respetaron el rostro de los viejos.<br />
Llevaron a los jóvenes a moler,<br />
Y los muchachos desfallecieron bajo el peso de la leña.<br />
Los ancianos no se ven más en la puerta,<br />
Los jóvenes dejaron sus canciones.<br />
Cesó el gozo de nuestro corazón;<br />
Nuestra danza se cambió en luto.<br />
Cayó la corona de nuestra cabeza;<br />
¡Ay ahora de nosotros! Porque pecamos.<br />
Por esto fue entristecido nuestro corazón,<br />
Por esto se entenebrecieron nuestros ojos,<br />
Por el monte de Sion que está asolado;<br />
Zorras andan por él” (ves.9-18).<br />
“9. Con peligro… traíamos nuestro pan—es decir, los que de nosotros fuimos dejados en la ciudad,<br />
después de tomada por los caldeos. Delante del cuchillo del desierto—a causa de estar expuestos a los<br />
46 Jamieson Fausset Brow. Comentario Bíblico de Jamieson Fausset Brow.<br />
47 Matthew Henry. Comentario Bíblico de Matthew Henry, p. 896.