Descargar libro Maná para el Alma I - Iglesia "El Renuevo"
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<strong>Maná</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>Alma</strong><br />
pero en ocasiones lo hace después de advertencias, <strong>para</strong> que las personas<br />
se vu<strong>el</strong>van a Él. Dios al final trajo contra los hebreos un ejército pagano,<br />
aprisionaron a Manasés y lo llevaron encadenado a Babilonia.<br />
7. Buscar a Dios intensamente cuando nos azotan dificultades.<br />
Es muy importante averiguar en oración profunda qué está pasando y<br />
las posibles causas de nuestra crisis. En <strong>el</strong> Salmo 107 habla de distintas personas<br />
que pasaron grandes penurias y en cuatro ocasiones, ese salmo dice:<br />
"Entonces clamaron (oraron a gritos) a Dios en su angustia, y los libró de<br />
sus aflicciones". (versículos 6, 13, 19 y 28).<br />
8. <strong>El</strong> corazón humillado y quebrantado toca <strong>el</strong> corazón de Dios.<br />
2 Crónicas 33:12-20 dice que cuando Manasés se encontró en<br />
Babilonia, encarc<strong>el</strong>ado y en grillos de hierro, ORÓ A JEHOVÁ. Cinco veces<br />
en este pasaje menciona la palabra "oración". Seguramente en la prisión y<br />
en la ruina total Manasés se acordó de su devoto padre y las muchas veces<br />
que lo vio o lo escuchó orar. Decidió entonces hacer lo mismo.<br />
Mi padre, F<strong>el</strong>ipe Saint, en sus mensajes solía decir en forma humorística:<br />
"¿Para qué orar, si puedo angustiarme y preocuparme?"<br />
Siempre me conmueve la ternura y la misericordia de Dios con las personas<br />
y conmigo. <strong>El</strong> mismo rey David, después que cometió adulterio y<br />
también asesinato, se humilló, se arrepintió, y pasó una semana orando en<br />
<strong>el</strong> piso sin comer… y Dios le perdonó y le permitió que siguiera reinando,<br />
aunque tuvo que perder al bebé que tuvo con Betsabé.<br />
9. No importa cuán bajo hemos caído, Dios nos ama y nos perdona.<br />
Recuerdo la historia de Víctor Landero, un hombre que vivía en un<br />
pueblo en la s<strong>el</strong>va de Colombia, y que regenteaba una casa de prostitución.<br />
Un día un colportor (un vendedor de Biblias) pasó por su casa y le<br />
vendió uno de esos <strong>libro</strong>s sagrados. Este hombre Landero, sin contacto<br />
previo con ningún cristiano, comenzó a leerla , se convirtió y <strong>para</strong> bautizarse<br />
¡se sumergió solo en un río cercano! De sus 4 "esposas" se quedó con<br />
una sola, cerró su "negocio" de prostitución y se dedicó a predicar <strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io<br />
y a la agricultura. ¡Prácticamente todo ese pueblo se convirtió al<br />
Señor!<br />
10. Después de ser restaurado, ¡hay que ponerse a edificar y trabajar!<br />
2 Crónicas 33:14-16. Hay muchos verbos en este pasaje, tales como:<br />
"edificó… amuralló… <strong>el</strong>evó… puso… quitó los dioses ajenos… los echó<br />
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