Descargar libro Maná para el Alma I - Iglesia "El Renuevo"
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<strong>Maná</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>Alma</strong><br />
has nacido de nuevo, eres salvo, te animo que recibas este don maravilloso<br />
o llenura d<strong>el</strong> Espíritu, junto con <strong>el</strong> hermoso don de lenguas, como<br />
aqu<strong>el</strong>los discípulos de Éfeso; que servirá <strong>para</strong> llenarte de poder y valentía<br />
<strong>para</strong> testificar, y <strong>para</strong> vivir una vida victoriosa y fructífera.<br />
Un pastor amigo dijo una vez: "Antes de recibir <strong>el</strong> bautismo d<strong>el</strong> Espíritu,<br />
me costaba creer que un gran pez lo tragara a Jonás; pero ahora que lo<br />
recibí, puedo creer que Jonás se tragó a la ballena!"<br />
Cuando llegué al Instituto Bíblico en aqu<strong>el</strong> mes de 1967, mi corazón<br />
ardía con esa hambre por <strong>el</strong> Espíritu Santo, y ¡Dios hizo algo milagroso!<br />
La primera semana de clases, hubo una serie de conferencias de énfasis<br />
espiritual, en las que <strong>el</strong> orador invitado era nada menos que <strong>el</strong> misionero<br />
Orville Swindoll: un hombre lleno d<strong>el</strong> Espíritu. En su último mensaje habló<br />
de que todo estudiante de seminario y todo cristiano necesitaba ser lleno<br />
d<strong>el</strong> Espíritu <strong>para</strong> una vida plena. Yo sabía que él creía en esta experiencia<br />
acompañada por <strong>el</strong> don de lenguas, así que esa tarde fui a su habitación<br />
y le conté de mi hambre espiritual. Este hermano con mucho amor y<br />
paciencia repasó conmigo los versículos biblicos sobre la promesa d<strong>el</strong><br />
Espíritu, me arrodillé allí mismo, él puso sus manos sobre mi cabeza, y <strong>para</strong><br />
mi gran alegría <strong>el</strong> Señor me bautizó con su Espíritu, y por primera vez<br />
hablé en nuevas lenguas.<br />
Desde ese día <strong>el</strong> Señor me llevó a una nueva dimensión de milagros y<br />
dones d<strong>el</strong> Espíritu, como se nos enseña en 1 Corintios 12 y 14. Me dio un<br />
nuevo fuego y pasión por <strong>el</strong> Señor y su servicio, que continúan hasta hoy.<br />
Amigo lector, te animo a que también permitas que <strong>el</strong> Espíritu invada tu<br />
vida, y te lleve a una nueva etapa de poder y bendición. ¡Dios te bendiga!<br />
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