Descargar libro Maná para el Alma I - Iglesia "El Renuevo"
Descargar libro Maná para el Alma I - Iglesia "El Renuevo"
Descargar libro Maná para el Alma I - Iglesia "El Renuevo"
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Maná</strong> <strong>para</strong> <strong>el</strong> <strong>Alma</strong><br />
personas "sab<strong>el</strong>otodo" que quieren dar la impresión de que saben mucho<br />
y los demás son ignorantes… ¡Sabemos cuán desagradables son esas personas!<br />
Recordamos la frase tan conocida "Solo sé que no sé nada".<br />
Recuerdo otra frase que dice: "Mejor es un amateur entusiasta, que un profesional<br />
aburrido". Mientras uno más crece en <strong>el</strong> conocimiento de una profesión,<br />
de la Biblia o d<strong>el</strong> ministerio, más debe aprender a mantener una<br />
actitud de modestia, de una búsqueda permanente de adquirir más<br />
conocimientos, tanto de otras personas, como de <strong>libro</strong>s o experiencias ajenas.<br />
Mi padre, F<strong>el</strong>ipe Saint, misionero y evang<strong>el</strong>ista por muchos años en<br />
Argentina, solía contarnos que en sus años como estudiante en la<br />
Universidad cristiana Wheaton, cerca de Chicago (Illinois, EEUU) observaba<br />
a muchos jóvenes que ingresaban a esta exc<strong>el</strong>ente institución llenos de<br />
fervor cristiano y pasión por servir a Dios; pero al cabo de varios años, de<br />
muchos estudios teológicos y de otra índole, egresaban con la cabeza<br />
llena, pero <strong>el</strong> corazón vacío, frío hacia Dios.<br />
En este contexto recuerdo una poesía muy interesante sobre <strong>el</strong> saber:<br />
"<strong>El</strong> que no sabe, y no sabe que no sabe, es un necio; aléjate de él;<br />
<strong>El</strong> que no sabe, y sabe que no sabe, es un ignorante; enséñale;<br />
<strong>El</strong> que sabe, y no sabe que sabe, es un tímido; anímalo<br />
<strong>El</strong> que sabe, y sabe que sabe, es un sabio; aprende de él".<br />
A través de los años en mi andar con <strong>el</strong> Señor me he enfrentado, como<br />
toda otra persona, con situaciones muy difíciles, duras, desagradable, que<br />
hacían temblar mi fe. He sido tentado a protestar contra Dios y acusarlo de<br />
injusticias. Pero este pasaje de Jeremías y los otros me ha enseñado a decir:<br />
"Señor soy un ignorante total, no te conozco como debería, abre mis ojos".<br />
Aprendí que esa oración agradaba al Padre, quien al escucharla, respondía<br />
brindando consu<strong>el</strong>o y fortaleza.<br />
En Job 42:2-6 encontramos la historia de este sufriente patriarca, que<br />
después de padecer cosas horribles y conversar largas horas con algunos<br />
amigos que trataban de consolarlo y ayudarlo, reconoce su absoluta ignorancia<br />
de la naturaleza y propósitos de Dios. En <strong>el</strong> versículo 5 dice: "De<br />
oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven." Hasta ese momento, a<br />
decir verdad, Job tenía algunos conocimientos d<strong>el</strong> Creador. Al pasar por<br />
tanto sufrimiento, se dio cuenta de que lo que sabía era muy poco y que<br />
necesitaba desesperadamente la rev<strong>el</strong>ación personal de cómo era Dios. ¡Y<br />
nosotros también!<br />
79