LAS TRES BASES DE LA VIDA - OMRAAM

ser que tiene amor es inteligente. En seres que no sienten amor actúa una ley
mecánica, hay un movimiento que opera de adentro hacia afuera. Por eso es
posible encontrar a muchos hombres de ciencia que aunque no sientan amor son
capaces de reunir conocimientos, de acumular datos, pero en ellos el movimiento
es externo.
"Os digo que lo más importante es tener un amigo a quien amar. ¿Quién es
este amigo? Es Cristo. Encontráis un maestro y sentís que lo amáis. ¿Quién es
este maestro? Es Cristo. En su mente hallaréis el sentido de la vida. Una joven
aspira al amor de un hombre. ¿De dónde proviene esta aspiración? Cristo está en
esta aspiración y él no miente nunca; mas aquel que engaña en el propósito, en
los sentimientos y en la fuerza, ese es el anticristo.
"Volvamos ahora a la ley básica 'Dios es amor'. Introducid en vosotros este
pensamiento en su primera manifestación. Si comprendéis este primer principio,
comprenderéis todos los principios siguientes; si no lo comprendéis, no
comprenderéis ninguna otra cosa. Si captáis el primer principio captaréis el
segundo, o sea, el principio de la sabiduría o de la fe, porque el amor es el
principio del corazón y el alma, y la fe lo es de la mente y el espíritu. Allí hay una
polarización. La fe proviene del amor; es el segundo principio que los teósofos
suelen llamar 'buddhí', emanación del segundo Lagos, que crea las condiciones de
la vida. Sólo la mente, la inteligencia, puede crear verdaderas condiciones para
una vida correcta y ascendente. Sólo el hombre inteligente puede desarrollarse.
Hay quien dice que el conocimiento enorgullece; mas no es así, lo que
enorgullece es el conocimiento sin amor. El conocimiento con amor ennoblece.
Así, el Señor que ponemos como fundamento del corazón, alma, mente y espíritu,
es el Dios del amor. Cuando el amor pasa por el corazón, el alma, la mente y el
espíritu forma un círculo completo que comprende la unión con Dios. Entonces,
llevad vuestro amor del corazón al alma, del alma a la mente y de la mente al
espíritu. Esos son los cuatro mundos: el corazón es el mundo astral; el alma, es el
paraíso cristiano que los teósofos llaman 'devakan', y el amor como fuerza es el
mundo mental. Cuando penetréis en el mundo mental hallaréis seres que expresan
el amor como fuerza. El amor como principio es el mundo del espíritu, o sea, el
mundo divino. Cuando penetréis en este mundo llegaréis a Dios y sólo allí,
repletos de real experiencia, podréis resolver todas vuestras dificultades y seréis
capaces de comprender las profundas causas de todo cuanto sucede en vuestro
tiempo. Ahora no os debéis esforzar por ver algo desde afuera; dirigid vuestra
mente y pensamiento hacia vuestra alma.
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