LAS TRES BASES DE LA VIDA - OMRAAM

'Frecuentemente preguntáis a qué se deben todos estos desórdenes que
suceden en el mundo. Os responderé con un cuento oculto que vosotros debéis
interpretar. No guardo la más pequeña intención de referirme a nadie en
particular; sólo quiero que este cuento os sirva como método de trabajo.
"Cuando el Señor creaba el mundo el agua le preguntó cuál habría de ser
su misión allí, a lo que Dios le respondió: 'Bajarás para regar la tierra y harás que
haya abundancia de flores y frutos'. El agua descendió a la tierra y comenzó su
tarea. Al verla, el sol se enamoró de ella y comenzó a atraerla obligándola a
evaporarse. Cuando el agua llegó al espacio apareció un rival del sol y
comenzaron a disputar por ella. Entonces el agua se congeló y cayó sobre la tierra
en forma de nieve. ¡Qué alegría sintió el agua al verse con tan inmaculado y bello
ropaje! Mas un buey que salió de su establo, al ver la tierra cubierta de nieve
pensó largo rato qué sería eso tan blanco y tan frío y luego, displicente, dejó caer
su estiércol y continuó andando. Tal cosa entristeció al agua, pues vio mancillado
su ropaje. Al verla así, el rival del sol le dijo a éste: 'Ahora te la dejo, ya no me
interesa'. Entonces el sol iluminó con toda su fuerza, derritió la nieve, y el agua
penetró en la tierra de donde volvió a surgir como puros y frescos manantiales. El
estiércol se convirtió en abono y sobre la tierra crecieron los mejores frutales.
Así, hoy la nieve se va a derretir y el estiércol se convertirá en abono. Las
contradicciones en el mundo se van a apaciguar porque el sol cuando es amado
ilumina con mayor calor y otorga alegría. Y cuando el amor ilumine, todos los
inconvenientes desaparecerán y el mal y el bien harán la paz. El agua fresca
surgirá en cristalinos y puros manantiales que saciarán la sed de los cansados
viajeros y de la vestimenta manchada saldrán riquísimos frutos. Entonces,
observando los hechos desde el punto de vista del amor, todos los sufrimientos
que ahora padece la humanidad se convertirán en una grandiosa ciencia para el
corazón, la mente, el alma y el espíritu.
"Esto que os doy es para que trabajéis sobre ello. Queda mucho por decir.
Hay una grandiosa ciencia divina y esto que os he dicho es sólo una introducción
a la gran ciencia del amor. Estudiad esta introducción y prestad atención a las
cuatro divisiones: corazón, alma, mente y espíritu, las cuatro regiones de este
mundo que Dios ha creado. Vosotros habéis sido llamados para comprobar la
existencia de este Dios y predicar esta verdad en el mundo. Hay un solo Señor, el
Señor del amor como propósito, como sentimiento, como fuerza y como
principio. El amor como principio está en todo y sobre todo. Cuando decimos que
Dios ha creado al hombre a su imagen, significa que lo ha creado a imagen de su
amor. ¡Cuánta belleza hay en la imagen del Señor! Quien conoce el amor, conoce
6