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LA AUTOPERCEPCIÓN
Autores/as:
DE LOS RECLUSOS
SOBRE EL ÉXITO Y
FRACASO DE LA
INSERCIÓN
Iñaki Aznarez Sola Laura Reverón Concepción
Tinixara González Acevedo Enma Renata Rodríguez Barreto
Paloma Esther Guillén Correa Esther Rodríguez García
Saray Hernández Hernández Cathaysa Sánchez Darias
Julie Lenaerts Saray Suárez Perera
Luis Muñoz Gallardo Sara Suárez Santos
Rebeca Prieto Jiménez Ancle Van de Velde
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ÍNDICE
1. Introducción.
2. Breve recorrido histórico sobre la reincidencia y rehabilitación de los
reclusos.
3. Programas y proyectos existentes sobre la reinserción social y la
rehabilitación.
4. Poder Rehabilitador de las penitenciarías.
5. La cárcel y sus consecuencias.
6. Perfil de los reclusos reincidentes.
7. Factores que inciden en la reincidencia.
-Factores Sociales
-Factores familiares
-Factores biológicos
8. Datos estadísticos sobre la reincidencia en España
9. Metodología.
-Objetivo del estudio.
- Hipótesis.
- Tipo de diseño.
- Muestra.
- Técnicas e instrumentos técnicos utilizados.
- Análisis de los datos.
10. Conclusiones.
11. Anexos.
- Entrevistas a los reclusos.
- Entrevistas al alumnado.
- Análisis de los resultados.
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1. INTRODUCCIÓN
En la actualidad, muchos profesionales que trabajan en el ámbito de lo social, se
plantean si los centros penitenciarios son centros que realmente ayudan a la persona a
reincorporarse en la sociedad, o por el contrario agravan la situación del sujeto. Ya que
muchos ex-reclusos, vuelven a delinquir tras haber estado internados en estos centros.
Es lo que denominamos reincidencia.
La reincidencia afecta a las personas, a las familias, y a la sociedad en general…
Una persona que reincide, no tiene porque ser siempre una persona con un status o una
situación socio-económica baja, ya que cualquiera puede reincidir, pues no depende ni
de clases sociales ni de prestigio laboral, basta con cometer un acto en contra de nuestra
Constitución del 78.
Según Guillermo Maciel (Columnista de Opiniones de Vanguardia), la violencia
es el primer aspecto importante que afecta a que las personas ex-reclusas vuelvan a
reincidir, pero también al resto de la población. Ya que en la actualidad se ha convertido
en un hecho infrenable, tanto que ha producido crisis en las infraestructuras carcelarias
en la mayoría de los países, tanto sub-desarrollados como desarrollados.
En la actualidad, el objetivo de estos centros no es únicamente el cumplimiento
de la condena, sino también una reinserción positiva basada en un crecimiento personal
del recluso.
La principal problemática que ha existido en años anteriores era la falta de
financiación que esto conlleva, ya que se priorizaba otras necesidades sociales, además
del aumento de prejuicios sociales que se originaban.
Desde hace años lo que se intenta es implantar nuevas modalidades que apunten
al doble objetivo de mejorar las condiciones de descongestionar el hacinamiento
presente en la mayoría de centros de reclusión y simultáneamente organizar una rápida
respuesta a la necesidad de nuevos centros penitenciarios que impliquen a su vez
disminuir el costo inmediato para las arcas del Estado.
De una forma más específica, para una mayor eficacia con respecto a la
reinserción social de los reclusos, intentando que la reincidencia valla cada vez
decreciendo, Tenerife cuenta con el primer Centro de Inserción Social de Canarias que
se estrenará en marzo del 2009.
La instalación está ubicada junto a la antigua cárcel Tenerife I, en Santa Cruz, y
dispondrá de 150 habitaciones dobles y estará destinada a aquellos reclusos que
cumplen el último tramo de sus penas. Es la primera de estas características que existe
en Canarias y su inversión total alcanza casi los 9 millones de euros.
A nivel nacional Mercedes Gallizo, pide ampliar el Plan de Creación de Centros
Penitenciarios, ya que según ella, el sistema penitenciario está haciendo frente a uno de
los "mayores retos" del período democrático, como consecuencia del aumento de
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población reclusa debido a las "sucesivas reformas penales y a la aprobación de nuevas
leyes en relación con la violencia de género y la seguridad vial".
Explicó que en los nueve primeros meses de 2008 la población ha crecido un
7,82 por ciento (4.514 personas más), lo que supone un "incremento superior al
registrado en todo 2007", al tiempo que recalcó que el número de presos aumentó un 60
por ciento en los últimos ocho años, pasando de 39.013 a 62.239.
Para Gallizo, los incrementos de población reclusa pueden provocar que el
"esfuerzo" de la Administración no sea "suficiente para absorber el impacto de las
modificaciones legislativas desarrolladas hasta ahora". "Si la tendencia al crecimiento
no varía, tendremos que pensar en incorporar una nueva ampliación del Plan de
Amortización y Creación de Centros Penitenciarios 2005-2012, para incrementar, tanto
las celdas para régimen ordinario, como las de régimen abierto", recalcó.
Este Plan ya está en marcha y ha motivado la construcción de cuatro centros
penitenciarios, a los que seguirán, en esta legislatura, otros once nuevos centros tipo, así
como la segunda ampliación del Centro de Lanzarote (Canarias). Los nuevos centros se
ubicarán en Archinoda (Málaga), Mahón (Menorca), San Bartolomé de Tirajana (Gran
Canaria), Puerto del Rosario (Fuerteventura), Soria, Ceuta, Campos del Río (Murcia),
Pamplona (Navarra), Comunidad Valenciana, Iruña de Oca (Álava) y Zubieta
(Guipúzcoa).
En total, se pondrán en funcionamiento a lo largo de la legislatura, según
Gallizo, un "mínimo de 8.966 celdas, preparadas para su uso doble si es preciso", 7.436
funcionales y 1.530 complementarias. En esta legislatura se concluirá también el
programa de construcción de nuevos Centros de Inserción Social (26), cuatro Unidades
de Madres y se proseguirá el programa de acondicionamiento de nuevas Unidades de
Custodia Hospitalaria.
Actualmente el sistema penitenciario español gestionado por la Administración
General del Estado (sólo Cataluña queda fuera) cuenta con 70 centros penitenciarios, 15
Centros de Inserción Social, diez establecimientos para internos en régimen abierto y 46
Unidades de Custodia Hospitalaria. Entre todos ellos suman 46.040 celdas.
A nivel más global España ya tiene la tasa de reclusos más alta de Europa, 157
por cada 100.000 habitantes, tras superar a Gran Bretaña, que estaba en 152. La tercera
posición la ocupa Holanda, con 126 reclusos, seguida de Austria y Portugal, con 105,
mientras que los países con menor población presa son Dinamarca (67), seguido de
Italia (75), Suecia (79) y Alemania (88). Francia tiene una tasa de 91 por cien mil
habitantes.
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2. BREVE RECORRIDO HISTÓRICO SOBRE LA REINCIDENCIA Y LA
REHABILITACIÓN DE LOS RECLUSOS
La utilización de la prisión como lugar de reclusión público de condenados, que
permanecen privados de libertad ambulatoria y sometida a un régimen específico
durante un determinado periodo de tiempo, es tardía en la historia de la humanidad. Tan
solo debemos remontarnos a finales del Siglo XVIII.
Sin embargo, la idea de encierro como forma de castigo surge en la Grecia
antigua para la retención de los deudores en las casas de los acreedores, en donde eran
tratados como esclavos a pan y agua hasta que subsanaban su deuda, o en el Derecho
Romano donde aparece la ergástula (ergastulum) o arresto de los esclavos en una
habitación dentro de la casa del amo. Este tipo de cárcel tenía carácter doméstico o
privado, pues era misión del paterfamilias determinar si la reclusión había de ser
temporal o definitiva.
De ningún modo se puede encontrar en esta época histórica los cimientos de la
cárcel entendida como lugar de cumplimiento de penas, ya que las penas a aplicar se
resumían prácticamente en la pena de muerte. Únicamente se puede aludir a un origen
remoto de la prisión en el caso de las cárceles de deudores, cuya finalidad era más bien
coactiva y asegurativa, y no punitiva.
2.1 La prisión en la Edad Media y en el Antiguo Régimen
Durante la Edad Media y el Antiguo Régimen la prisión fue concebida como
cárcel de custodia, en la cual los sujetos eran comúnmente encerrados en mazmorras,
calabozos, torreones, etc. y no servía para otros fines sino los de amparo de los sujetos
que esperaban ser juzgados o ejecutados. La prisión era por tanto concebida como una
medida procesal de carácter instrumental y no penal.
En estas épocas también aparecen otro tipo de cárceles diferentes a la cárcel de
custodia, en la cuales la privación de libertad llegó a constituir incluso un privilegio
para ciertos estamentos sociales. Así, la denominada ‘’prisión de estado’’ se aplicaba a
la nobleza a la cual no se quería imponer la pena capital. Carecen de local fijo, y se
utilizan castillos, fortalezas o palacios señoriales.
En el Derecho Canónico se utilizaba la reclusión en monasterios (prisión
canónica o monacal) para los clérigos que incurrieran en penas eclesiásticas. Dicha
privación de libertad aislada se encontraba muy condicionada por la idea de enmienda
del delincuente mediante la meditación, que era la pena principal del Derecho Canónico
y consistía en la reclusión en un ala de los monasterios de aquellos clérigos que
hubiesen infringido una norma eclesiástica, para que por medio de la oración lograsen
su corrección. Se exigía que cada celda monacal tuviese luz para que el “hermano
pecador pudiera leer los libros sagrados”, además debían cumplir un estricto régimen
disciplinario realizando trabajos manuales en sus celdas. Este nuevo planteamiento de
encierro penitencial y correccional influirá tiempo después en los postulados
institucionales del castigo carcelario, pues de forma lenta se irá reduciendo la barbarie
del sistema penitenciario para seguir el rumbo marcado por la Iglesia.
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2.2 Las casas de trabajo o de corrección
En los siglos XVI y XVII se da en algunos países europeos unas circunstancias
de carácter socioeconómico o ideológico que permiten la aparición de los antecedentes
modernos de la prisión: las casas de trabajo o de corrección.
En primer lugar, se produce un gran descenso de la población debido a la alta
mortalidad originada principalmente por las guerras y las epidemias que asolaron a
Europa.
En segundo lugar se inicia una época de pre-industrialización, que requiere una
importante mano de obra no disponible en las ciudades, lo que provoca un enorme
éxodo del campo a la ciudad y como consecuencia de ello la aparición de una población
marginal y ociosa que planteaba problemas de orden públicos ( mendigos, prostitutas,
menores abandonados, vagabundos, …)
Las autoridades de la época consideraron oportuno internar indefinidamente a
estos sujetos y vieron la posibilidad de aprovechar la mano de obra barata que podían
proporcionar. Todo ello se vio influido por la reforma protestante de luteranos y
calvinistas, que defendía la idea de la corrección y la creación de nuevos hábitos a
través del trabajo bajo una disciplina muy severa y acorde a la nueva moral religiosa, en
donde era muy frecuente los castigos consistentes en azotes, cadenas, ayunos o las
famosas celdas de agua en donde el individuo debía sacar el agua que invadía la celda
para salvar su vida.
2.3 La prisión como centro de detección
Es en el siglo XVIII cuando surge la prisión entendida como lugar en el que
cumplir la pena. Este fenómeno se debe a la confluencia de diversos factores.
En primer lugar la influencia de las ideas de la Ilustración. La libertad individual
alcanza un valor preeminente en la sociedad. Las ideas humanitarias arremeten contra
los castigos corporales e infamantes. Las ejecuciones públicas de la pena de muerta
comienzan a plantear problemas de orden público, provocados por las espontáneas
reacciones emocionales de compasión hacia el condenado y de indignación hacia el
verdugo. Por otro lado, la pena de prisión responde al ideal racionalista de proporción y
precisión, en la medida en que permite ajustar la cantidad de pena a la gravedad del
delito.
En segundo lugar, se produce una importante transformación socioeconómica,
consistente en un aumento considerable de la población, una progresiva mecanización
del trabajo y una fuerte presión migratoria a las ciudades, lo que conlleva un excedente
de la mano de obra por lo que era complicado colocar en el mercado las procedentes de
las casas de trabajo.
En tercer lugar el surgimiento de un nuevo modelo político, el Estado moderno,
se muestra capaz de sumir la organización de unas instituciones penitenciarias
permanentes enfocadas exclusivamente a la reclusión de los delincuentes.
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Por último la prisión se ajusta a los nuevos ideales de disciplina y de distribución
del espacio y del tiempo. El encarcelamiento permite hacer efectivo el ideal del cristiano
del arrepentimiento del culpable.
Pero muy pronto estas prisiones se ven desbordadas y surge la necesidad de
acondicionar otros lugares para albergar gran número de recursos. Muy famoso en
países como Inglaterra o España los barcos pontones (navíos en desuso atracados en
puertos o riberas).
El aumento de la población penitenciaria es uno de los principales motivos, junto
a otras razones de carácter económico y político que llevan a la deportación de los
presos. Se trata del destierro a un lugar muy lejano de la comisión del delito, con el fin
de evitar el retorno del recluso, al que se obliga a realizar trabajos de colonización. La
deportación se realizó a las colonias inglesas, Australia y a las colonias españolas de
América, Oceanía y África o a las colonias francesas y holandesas de las Guayanas.
2.4 Franquismo
En España, las cárceles se fueron llenando de personas con delitos como ser fiel
a la República o tener orientación homosexual. A medida que las tropas sublevadas de
Franco fueron ganando terreno, dejando las cárceles llenas y teniendo que recurrir a
lugares de reclusión improvisados, las situaciones precarias de los presos se veían
reflejadas también en otros aspectos como los regímenes de visitas, que los más
afortunados podían cumplir (en la mayoría de los casos los familiares no sabían dónde
se encontraban los presos). Estos regímenes se limitaban a un día de visita al mes en el
que le era permitida la entrada a dos familiares tras ser registrados y reconocidos como
tal. La mayoría de ellos traían paquetes con comida o ropa, que difícilmente llegaban a
los presos.
En cuanto a la higiene también se encontraban en condiciones pésimas pues en
la mayoría de las cárceles no disponían de lavabos o duchas, y en las que había, no les
estaba permitido su uso; la limpieza de las celdas (que generalmente tenían que ser
compartidas por falta de espacio) corría a cuenta de los presos. Esta falta de higiene era
una de las causas por las que la cárcel estaba repleta de enfermos, los cuales no eran
atendidos como necesitaban debido a la falta de médicos, medios y material, aparte de
que para los carceleros los presos no tenían valor alguno.
2.5 Democracia
Con el establecimiento de la democracia en España, la forma de vida en las
cárceles cambió en cuanto el país se adaptó a la nueva situación, y los presos políticos
tras la muerte de Franco fueron liberados. El gran hecho que hizo posible un cambio en
el sistema penitenciario español fue sin duda la aprobación de la actual Constitución
Española en 1978, en la que se recogen las bases y las leyes actuales.
A partir de este momento el modo de vida de los presos fue cambiando en varios
aspectos; los trabajos forzados desaparecieron como tal, pero todavía se conserva una
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actividad laboral muy poco remunerada en la que no se llega a los niveles de un trabajo
digno. El control de las visitas y comunicaciones (ya sean escritas o telefónicas)
disminuyó aunque no en demasía debido a que aún reinaba una inestabilidad general y a
la creación de la banda terrorista GRAPO, que hizo que el Estado se centrara en hacer
leyes que penaran los actos de terrorismo.
Después del establecimiento de la Constitución, pasó mucho tiempo hasta que se
creó la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, el Reglamento penitenciario y
la Ley Orgánica General Penitenciaria, que actualmente regulan todo lo referente al
sistema penitenciario español.
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3. PROGRAMAS Y PROYECTOS EXISTENTES SOBRE LA REINSERCIÓN
SOCIAL Y LA REHABILITACIÓN
Actualmente, no existen planes ni programas de inserción social y laboral para
reclusos a nivel estatal. El reglamento penitenciario afirma que las prisiones tienen una
función rehabilitadora y socializadora. Los centros penitenciarios diseñarán programas
formativos orientados a desarrollar las aptitudes de los internos, enriquecer sus
conocimientos, mejorar sus capacidades técnicas o profesionales y compensar sus
carencias (Art. 110); también dichos centros, Utilizaran los programas y las técnicas de
carácter psicosocial que vayan orientadas a mejorar las capacidades de los internos y a
abordar aquellas problemáticas específicas que puedan haber influido en su reincidencia
(Art.110).
Las prisiones se acogen al Plan Nacional Sobre drogas y realizan en los Centros
penitenciarios los programas de atención especializada en drogodependencias que
precisan los internos que voluntariamente lo soliciten. Para la realización de programas
permanentes relativos a drogodependencias, el Centro Directivo podrá disponer de
departamentos específicos ubicados en diferentes áreas geográficas para evitar, en lo
posible, el desarraigo social de los internos que sigan un programa en ellos (Art.116,
Programas de actuación especializada).
En cuanto a la inserción laboral la Administración Penitenciaria recibe
tradicionalmente fondos con destino a programas de formación para la inserción laboral
de los r eclusos, procedentes del INEM y del Fondo Social Europeo. En los últimos años
se ha venido diversificando y ampliando el contenido de los programas para la inserción
laboral de los reclusos de modo que comprendan módulos de formación téoricopráctica,
orientación laboral y acompañamiento para la inserción laboral. Desde hace
algunos años se han aplicado, módulos de orientación laboral y, a título experimental,
módulos de acompañamiento para la inserción laboral. Los itinerarios formativos
pueden comprender:
- Módulos teórico-prácticos de formación profesional ocupacional impartidos a
través de los denominados cursos tradicionales o mediante ocupaciones.
- Módulos de orientación laboral
- Módulos de acompañamiento para la inserción.
- Módulos dirigidos a colectivos específicos, en su caso: mujeres, jóvenes, etc.
De este modo el itinerario formativo para la inserción laboral quedaría definido
como "el conjunto de actuaciones a través de las cuales la población reclusa puede
adquirir o completar su cualificación y competencias profesionales, conocer la situación
del mercado laboral y las técnicas más adecuadas para acceder a él, así como recibir, en
su caso, apoyo específico para su proceso de inserción laboral". Sin embargo, la labor
fundamental se realizará en los Centros y ésta ha de estar guiada por los siguientes
principios:
- Individualización: respuesta a las necesidades concretas de cada interno.
-Flexibilidad: permitiendo la incorporación de los internos en cada etapa del
proceso.
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-Continuidad: en la medida de lo posible, la oferta formativa deberá estar
siempre disponible para los potenciales beneficiarios, al menos en alguna de sus
acciones.
-Dinamismo: modificándose de acuerdo con las transformaciones del sistema
penitenciario y las exigencias del mercado laboral.
-Transparencia: de modo que los internos conozcan las posibilidades existentes.
Las grandes orientaciones de cada una de las tres etapas del itinerario de
formación para la inserción laboral serán las siguientes:
Orientación para la inserción laboral:
Está dirigida a proporcionar a los internos los recursos y las técnicas necesarias
para la búsqueda de un puesto de trabajo y en su gestión se seguirán las siguientes
orientaciones:
- Deberán participar de esta acción los alumnos que hayan alcanzado las
competencias profesionales necesarias para el ejercicio de una ocupación.
- Los alumnos participantes deberán estar en disposición de acceder a la libertad
en un plazo máximo de seis meses.
- La ejecución de estas acciones se llevará a cabo por instituciones
especializadas, tras un concurso público.
En algunos casos la cultura tiene mucho que ver con la reincidencia de la
población reclusa por lo que en el código penitenciario se recoge que los reclusos están
obligados a tener una formación básica, como se afirma en el Art. 122 y 123. Por otro
lado, también la Administración Penitenciaria facilitará el acceso de los internos a
programas educativos de enseñanzas regladas y no regladas que contribuyan a su
desarrollo personal (Art.124).
Para la inserción social, el reglamento penitenciario afirma que los reclusos
pueden optar al internamiento en un centro de inserción social como se constata en el
Art. 163, el cual dice que los Centros de Inserción Social son Establecimientos
penitenciarios destinados al cumplimiento de penas privativas de libertad en régimen
abierto y de las penas de arresto de fin de semana, así como al seguimiento de cuantas
penas no privativas de libertad se establezcan en la legislación penal y cuya ejecución se
atribuya a los servicios correspondientes del Ministerio de Justicia e Interior u órgano
autonómico competente. También se dedicarán al seguimiento de los liberados
condicionales que tengan adscritos. La actividad penitenciaria en estos Centros tendrá
por objeto esencial potenciar las capacidades de inserción social positiva que presenten
las personas en ellos internadas mediante el desarrollo de actividades y programas de
tratamiento destinados a favorecer su incorporación al medio social.
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4. PODER REHABILITADOR DE LA PRISIÓN
Muchos estudios tienden a observar la ineficacia de las prisiones como un factor
rehabilitador, puesto que es percibido por los presos como una exclusión o marginación
social y genera sentimientos de baja autoestima, inseguridad, desconfianza, falta de
identidad y perdida de roles. El problema se crea a raíz de que no tienen espacios para el
desarrollo personal, no existe reflexión y el día a día carece de sentido e identidad
social.
Sin embargo se observan ciertos factores positivos que parecen favorecer a dicha
rehabilitación, centrándonos por ejemplo, en programas que se centran en las labores u
oficios como fuente de relaciones y ocupación motivante del tiempo de los reclusos.
Refiriéndonos al entorno personal, los trabajos en las prisiones mejoran su autoestima
creando un sentimiento de utilidad, es decir, la actividad productiva reconstruye su
identidad como trabajadores, dejando a un lado la identidad de “preso” que conlleva una
gran connotación negativa.
Si nos vamos un poco más allá y tratamos el ámbito de las relaciones sociales en
el interior del recinto, nos encontramos, de una manera muy generalizada, con factores
positivos de la reclusión.
La cárcel promueve sentimientos de tranquilidad, y de menor conflicto,
agresividad y agresiones, ya que en cierto modo se mantienen controlados. A parte, las
labores ocupacionales generan un sentimiento de pertenencia con su grupo laboral y/o
social, creando relaciones positivas entre ellos. A parte la relación con los vigilantes
también sufre una notable mejoría.
Por último, los programas de rehabilitación refuerzan positivamente los vínculos
familiares, creando una unión y una base emocional y afectiva notable. El puesto que
ocupan les hace sentirse unidos a los jefes del hogar, siente que su familia lo cree una
persona útil a la sociedad, no que se centra en su rol de preso, se sienten valorados por
sus familias por el hecho de trabajar y tener su tiempo ocupado.
Al finalizar los programas de rehabilitación se observaron varias mejores
notables respecto a las condiciones sociales, físicas, culturales y sentimentales de los
internos:
- La capacitación adquirida y los conocimientos.
- Según los presos el tiempo libre, y las escasas funciones o tareas, creaban un
entorno conflictivo y les suponía un estrés, inseguridad y baja autoestima. Sin embargo
opinaban que su calidad de vida mejoraba considerablemente a raíz del tiempo ocupado
por las labores productivas.
Los programas, en general, dan la oportunidad de ocupar el cuerpo y la mente en
una actividad que da sentido al uso del tiempo.
La libertad horaria, para salir al patio, como compensación por el esfuerzo
ejercido en la ocupación de un puesto de trabajo, era altamente beneficioso y muy
valorado por parte de los reclusos, ya que es un bien escaso y fructífero. El sistema de
visita se percibe como más libre y cómodo.
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Llevan, por parte de los usuarios, a encontrarse predispuestos, a la colaboración
y a conservar un ambiente pacífico y constructivo. Las oportunidades que les ofrecían
conseguían que valorasen el trabajo que realizaban, les dotaba de fuerza y esperanza,
para sentir que la cárcel les alejaba del pasado y les llevaba a un futuro diferente, que en
resumen es lo que persiguen los distintos programas de rehabilitación existentes. Se
intenta que los presos no vean la cárcel como un encierro, sino como una oportunidad
de cambio y progreso.
A pesar de esto, la baja moral se hacía con los usuarios, al percibir que las
oportunidades fuera del recinto eran escasas debido al pasado que llevan consigo y
todos los antecedentes que serán conocidos por los futuros contratantes, y a parte
porque serán objeto del enjuiciamiento previo al que les somete la sociedad.
Este tema nos lleva indudablemente a tratar la salida al exterior de los reclusos y
la inserción de los mismos en la sociedad.
Los estudios realizados en otros países dan cuenta de la importancia de apoyar a
las personas en el proceso de inserción social. La acción de apoyo es importante no solo
al interior del penal, sino especialmente en el proceso de salida, de modo de asegurar la
integración social de las personas y su rehabilitación tanto en el corto, como en el
mediano y largo plazo. Los especialistas reiteran de manera unánime que el apoyo
social, emocional y psicológico son indispensables en las primeras fases de contacto con
el mundo exterior, ya que la inserción social les hace sentirse desubicados, les empuja a
integrarse vertiginosamente en una sociedad que ha avanzado sin ellos, y que no se para
a esperarles. De ahí el problema, ya que no podemos pretender que toda la sociedad se
centre en cada una de las personas que se propone insertarse de nuevo, es absolutamente
necesario que las redes sociales más cercanas se preocupen de sustituir todas las
carencias que sufrirán, ofrecerles el apoyo que difícilmente encontrarán en el resto de
los miembros de la sociedad y recibir apoyo psicológico para superar este proceso.
El proceso de reinserción social pasa por tres fases principales:
• El primer mes de salida
- Tras la emoción y ansiedad que genera la libertad recuperada, el individuo
intenta encontrar un espacio dentro de la estructura familiar que se ha formado e
inicialmente se frustrará debido a que se sentirá excluido.
- A parte, al salir de la cárcel se encuentran sin recursos económicos, por tanto
no se sienten útiles y les crea ansiedad el hecho de no poder considerarse un proveedor
de recursos para su familia, y ni siquiera es capaz de subsanar sus propias necesidades.
Además la falta de actividad provoca que el tiempo libre del que disponen se convierta
en un factor de riesgo para le reincidencia.
Todo este proceso requiere un trabajo serio y previo con la familia, que debe
aprender a integrar en su familia al usuario, de manera que este no se sienta en una
posición incómoda o frustrante. Es un momento delicado que conlleva un aprendizaje
para que sean capaces de entender la situación por la que está pasando su familiar o
allegado y sepan llevar la situación, que se podría considerar crítica.
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• El segundo mes de salida: fase crítica.
En esta fase sufren una recaída al sentirse sobreprotegidos por sus familiares, al
darse cuenta de que todos los comportamientos de sus allegados derivaban en cuidados
extremos y atención continua. Saber llevar esta fase es lo realmente crítico en la
colaboración de la familia en pos de la rehabilitación.
• El tercer mes: inicio de estabilidad.
En esta fase comienzan a sentir seguridad en sí mismos y a sentir la necesidad de
esforzarse para encontrar un nuevo futuro, distinto de lo que conoce. Es, como siempre,
imprescindible el apoyo familiar, pero también la respuesta de la sociedad juega un
papel fundamental. Si todo se presenta de una manera satisfactoria conseguirá una
identificación social y se integrará en un rol social.
Tener en cuenta que si algo fracasa, éste punto es el más delicado para
encontrarse con una recaída, puesto que las ilusiones que se generan pueden
fragmentarse en poco tiempo y hacer ver al usuario que no existe salida posible.
Superar estas fases requiere de la ayuda de los organismos competentes, y del
personal cualificado para alcanzar los fines deseados.
Una política efectiva de rehabilitación requiere asegurar trabajo a las personas
que salen de la cárcel, ya sea a través de los programas de creación de microempresas o
que las mismas empresas que trabajan con internos al interior del penal, reciban apoyo
del Estado para crear empresas externas al penal en las que trabajen los internos que
obtienen la libertad. 1
1 Referencia web: www.calcutauc.cl. Rehabilitación y reinserción: una visión sociológica
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5. LA CÁRCEL Y SUS CONSECUENCIAS
5.1 Alteraciones sensoriales
Una de las primeras consecuencias del internamiento penitenciario sobre el
recluso son las alteraciones sensoriales. El hacinamiento en que vive el preso, y el
espacio reducido inciden profundamente en los sentidos, tanto de una manera física
como psicológica.
La visión
• Ruptura del espacio ("ceguera de prisión“).
• Contrastes de iluminación (gafas de sol).
• Escaso contraste de colores (ausencia de tonos cálidos).
•
Consecuencias:
• Dolores de cabeza.
• Deformación de la percepción visual.
• Perturbaciones espaciales.
• Empobrecimiento de vida (un mundo en blanco y negro).
La audición
• Alto nivel de ruido.
• Rumor permanente.
•
Consecuencias:
• Problemas de oído.
• Problemas de concentración.
• Monotonía de sonidos.
El gusto
• Comida insípida.
• Pobreza en la diversidad de sabores.
El olfato
• La cárcel huele.
• Pobreza olfativa.
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5.2 Alteraciones de la imagen personal
Las alteraciones que se presentan en el preso en el contexto penitenciario
experimentan a veces dos tipos de fenómenos:
En primer lugar se produce la pérdida de la imagen de su propio cuerpo,
existiendo así una carencia total de intimidad, que presentara graves consecuencias para
la propia persona, pero a su vez esta produce efectos sobre la propia imagen corporal
como puede ser en algunos casos, evitar inconscientemente mirarse al espejo.
En segundo lugar, el preso mide mal las distancias a causa de la confusión entre
los límites del propio cuerpo y los del entorno, sobre todo en los presos en régimen
especial y los encerrados en celdas de aislamiento.
Sin embargo, es más frecuente la falta de cuidado personal, que a su vez tiene
dos vertientes:
-Perdida de motivación para asearse.
-Deficiencias en las instalaciones.
Por otra parte existe esa mala imagen que el preso tiene de sí mismo y que la
mayoría de veces arrastra desde antes, como una de las consecuencias del proceso de
inadaptación social pero que se acrecienta considerablemente en la prisión. También se
ve afectado el cuidado sanitario del recluso llegando incluso a considerar su propio
cuerpo como ajeno.
5.3 Agarrotamiento muscular
Otro aspecto de las consecuencias somáticas es la tensión muscular del preso.
Este tiene los músculos de su cuerpo fuertemente agarrotados, debido a la tensión
provocada por la vida diaria en la prisión, en la que se mezcla la ansiedad vivida en la
cárcel con la sensación permanente de peligro y miedo al futuro. Como consecuencia a
todo esto se añade la escasez de movilidad y de práctica deportiva, la cual produce el
padecimiento de frecuentes dolores en la espalda, en el cuello y alteraciones en el sueño.
5.4 Adaptación al entorno anormal de la prisión.
En la cárcel, la adopción de muchas de las pautas de conductas “adaptadas” en la
sociedad “de fuera” resultarían claramente inadaptadas, ineficaces y aún peligrosas. En
la cárcel el proceso de adaptación tiene unas consecuencias concretas. Entre ellas se
encuentran:
• Exageración de las situaciones: Esto lleva a que cosas y situaciones que en otro
ambiente carecerían de importancia, aquí adquieran una gran relevancia,
derivando incluso hacia situaciones conflictivas
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• Autoafirmación agresiva o sumisión frente a instituciones: No todos los
individuos utilizan la autoafirmación agresiva como forma de adaptación al
ambiente penitenciario. Los mecanismos adaptativos que utiliza el preso para
sobrevivir en la cárcel estarán en función de su proceso de vida, de los
comportamientos que haya desarrollado previamente, y de las posibilidades de
encontrar refuerzos en la propia prisión en función de cómo se incluye en el grupo
de presos, lo que a su vez puede estar en relación con el tipo de delito que haya
cometido. En algunos casos el profundo rechazo que suelen encontrar por parte de
sus compañeros les obliga a utilizar como forma de supervivencia, la sumisión
(sometimiento absoluto a la institución).
• Dominio o sumisión en las relaciones interpersonales: La autoafirmación
agresiva no solo se manifiesta frente a la institución, sino también a la hora de
establecer relaciones interpersonales con otros reclusos. En un entorno violento
todo se vuelve violento y prevalecen los “fuertes” a los “débiles”. El
compañerismo y la solidaridad se manifiestan frente a la institución pero no
siempre ante los mismos presos. Por otra parte, como la institución penitenciaria
no garantiza la seguridad del recluso, estos se ven obligados a agruparse tanto para
defenderse como para dominar, configurando así las relaciones de poder en el
interior de la prisión.
• Alteración de la sexualidad: En primer lugar, las relaciones sexuales, además
de escasas, van a tener que realizarse en el interior de la cárcel y por tanto se verán
en vueltas en la normalización que supone la vida en la prisión.
Las relaciones sexuales: no se producen por un acercamiento afectivo ya
que el preso solo dispone de un breve espacio de tiempo, a menudo una o dos
horas e incluso una vez al mes por lo que tiene que “darse prisa”. Además estas
relaciones se realizan en salas mal instaladas con un humillante cacheo (bis a bis).
Las consecuencias que se derivan, pueden provocar en la cárcel: el
embrutecimiento del sexo y la frigidez en la pareja. Fuera de la cárcel traería:
pobreza sexual, rigidez sexual y problemas de pareja.
La Masturbación: A menudo es la única válvula de escape sexual que
tiene el recluso, como ha perdido el contacto con el mundo exterior, las fantasías
sexuales que acompañan a la masturbación se distorsionan, se anormalizan.
Las prácticas homosexuales: Se debe considerar como una alteración de
la pulsión sexual ya que no es una opción elegida libremente sino impuesta por la
realidad de la vida del recluso por lo que no se trata de homosexualidad sino de
“sexualidad alternativa”.
• Ausencia de control sobre la propia vida. Ante una situación institucional
poderosa, violenta y anormalizadora, y unas relaciones interpersonales
fuertemente jerarquizadas y centradas en la dominación, el recluso llega
prácticamente a no tener ningún control sobre su propia vida.
16

A nivel institucional depende por completo del régimen de la prisión. En
la cárcel la capacidad de elección del individuo queda reducida a la mínima
expresión.
A nivel de la sociedad de los reclusos, dependiendo del lugar que ocupe
en las relaciones de poder, su conducta se va a ver fuertemente presionada.
• Estado permanente de ansiedad. En la prisión se está siempre en peligro, lo que
desarrolla un estado de permanente ansiedad, que se generalizará a todo tipo de
situaciones y que le conduce a vivir aún con más ansiedad las permanentes
tensiones de la vida en la cárcel, aumentando con ello las situaciones de riesgo y,
por tanto, la ansiedad. Como consecuencia a esta ansiedad, podemos decir que en
la cárcel se puede producir un aumento de la dependencia de la droga.
Ante las agresiones, el recluso se ve obligado a proteger su propio Yo.
En ese ambiente, le lleva a una exageración del Egocentrismo. Todo se ve en
función del interés propio. La sensación de peligro es tal, que difícilmente puede
el individuo establecer relaciones de solidaridad.
Como consecuencias para el individuo, en la cárcel presenta una gran
soledad y a la hora de salir en libertad éste tiene dificultad a establecer relaciones.
• Ausencia de expectativas de futuro. Si el recluso no puede controlar su presente,
mucho menos puede planificar su futuro. A causa de la extremada primariedad del
comportamiento que caracteriza al inadaptado, como por la imprevisible dirección
de su vida en la cárcel, es incapaz de planificar su conducta en función de unas
expectativas que no esta en condiciones de establecer.
En consecuencia el recluso esta “atrapado en el tiempo de cárcel”
(dificultad para trascender la cárcel) “no ve salida”. Se deja llevar por lo
irremediable de la situación, configurándose en él un fatalismo, “comiéndose el
coco” (pensamientos obsesivos), dificultando así el éxito de una intervención
recuperadora.
Cuando se encuentra en libertad presentará despersonalización, dificultad
para elaborar un proyecto de futuro, y también presentara dificultad en el diálogo
terapéutico para ampliar las dimensiones temporales de su vida.
• Ausencia de responsabilización
Como en la prisión todo está preestablecido, y la vida sigue su curso al margen del
recluso, éste apenas tiene ninguna influencia sobre las decisiones que se toman
sobre él. Acaba adoptando una actitud pasiva, espera que las cosas "le vengan
dadas". El individuo se va a acabar limitando a aceptar pasivamente “lo que se le
viene encima”, con una enorme apatía, que se va a convertir en gran parte, en el
hilo conductor de su vida.
Como consecuencia se convierte en un apático porque es la manera de
sobrevivir. Más tarde cuando salga en libertad, la ausencia de responsabilidad va a
ser que perturben las posibilidades de aprovechar las pocas oportunidades que se
le ofrezcan.
17

• Pérdida de vinculaciones. La entrada en prisión implica el aislamiento tajante e
inmediato. En consecuencia en la cárcel, a causa de la restricción de las relaciones
interpersonales llevará a una pérdida gradual de las vinculaciones emocionales
más intensas. El recluso irá perdiendo su papel relevante e irá perdiendo la noción
de la realidad del exterior y sus recuerdos se irán distorsionando e idealizando,
además el tiempo que pase en prisión será un tiempo vació de contenido, cuando
salga en libertad, para él el tiempo no habrá pasado e intentará retomar las cosas
donde las había dejado claro que para los de su entorno si habrán cambiado.
“Perderá su sitio”, es decir, no encajará, se sentirá fuera de lugar. Tendrá dificultad
para establecer vínculos emocionales.
• Alteraciones de la afectividad: sensación de desamparo y sobredemanda
afectiva. La principal consecuencia del proceso de inadaptación social, ligada a la
inseguridad situacional, es el desapego, que es la huida de las vinculaciones
afectivas como estrategias para evitar las frustraciones. Ese desapego conduce a
una indeferencia afectiva, que lo lleva a despreocuparse de las consecuencias que
tuviese su conducta incluso con personas cercanas a él mismo. En este momento
es cuando aparece la percepción de la propia vulnerabilidad. Todo ello es
consecuencia del ambiente carencial y contradictorio en el que se desarrolla su
proceso de socialización. Como consecuencias dentro de la cárcel podemos
destacar la inefectividad, desconfianza y la dificultad para expresar las emociones.
Pero también podemos destacar las consecuencias que se derivan del
preso una vez en libertad como pueden ser en primer lugar, la recuperación del
tiempo perdido y la autoestima. En segundo lugar, el preso necesita protegerse, se
refugia en la idealización del recuerdo, siente un profundo desaliento y fatalismo y
su capacidad de afecto permanece cuidadosamente oculta.
• Anormalización del lenguaje. El lenguaje sin duda es importante. De alguna
manera, de nuestro nivel de desarrollo lingüístico se desprenderán, no solo
nuestras posibilidades de comunicarnos con los demás, sino también nuestra
capacidad de reflexión, incluso de pensamiento. Conforme va avanzando el
proceso de prisionización, el preso va asumiendo determinados términos verbales
exclusivos de la cárcel, así como una entonación peculiar, e incluso una
gesticulación diferente.
Términos verbales exclusivos de la cárcel:
• Entonación peculiar.
• Gesticulación diferente.
Características del lenguaje penitenciario en cuanto a las palabras:
• Términos exclusivos del medio penitenciario.
En cuanto a las construcciones gramaticales:
• Frases breves y poco elaboradas.
• Lenguaje rígido.
18

En cuanto al lenguaje:
• Lenguaje exclusivamente informativo.
• Pobre en expresiones personales.
Consecuencias en la cárcel:
• Dificultad en la reflexión
• Estimula poco la expresión de las emociones.
• “Encarcelado” también en el lenguaje.
Consecuencias en libertad:
• Dificulta el diálogo terapéutico.
• Dificultad para reflexionar y establecer.
• Vinculaciones en el pensamiento.
• Dificultad para convertir el pensamiento en palabras.
• Dificultad para verbalizar el relato de la propia vida y de los recuerdos.
• Dificulta en establecimiento de relaciones interpersonales normalizadas.
• Pobreza lingüística (pocas palabras).
• No se atreve a expresar en palabras sentimientos y pensamientos.
Como conclusión, el lenguaje se convierte en otro elemento más de exclusión,
de marginación, además de ser una característica importante de ese “sistema social
alternativo” que es la cárcel y que, cuando salga, va a dificultar su capacidad de
comunicación interpersonal.
19

6. PERFIL DE LOS RECLUSOS REINCIDENTES
El contexto en el que se hallan inmersos les crea cierta aversión, por lo que
generalmente oponen resistencia a lo socialmente establecido. Los factores que crean
esta situación son: la familia, las relaciones de amistad y sentimental.
Con respecto a la familia, suelen presentar una escasa o conflictiva relación con
esta, existiendo en algunos casos malos tratos y condiciones precarias en sus casa, ya
que, se trata de familias muy numerosas y de poco nivel adquisitivo, lo que dificulta la
convivencia entre ellos y sus familias. A pesar de ello, la mayoría vivían con sus
padres, aunque tenían periodos de tiempo en los que vivían solos o con sus parejas.
El nivel adquisitivo de las familias, generalmente, es bajo, aunque se están
empezando a encontrar casos en lo que esto no es así, derivado de que la droga cada
vez se amplía a más clases sociales. En los casos en los que el nivel adquisitivo de la
familia es bajo, la droga se convierte en la vía de acceso a un estatus social superior, ya
que, en su mayoría son forzados a abandonar otros medios de promoción social y
profesional, como sería la escuela, debido a las carencias que presentan las familias.
Los motivos mas frecuentes para el abandono prematuro de este colectivo son
tres: por obligación por parte de los padres por motivos económicos, por la propia
percepción que ellos tienen sobre la situación económica que padece la unidad familiar
y su responsabilidad de ayudar en casa y por propia voluntad, esta ultima causa más
relacionada con la situación de malestar dentro del sistema educativo. Esta baja
formación les empuja a la búsqueda de este mayor estatus social en el mundo de la
delincuencia y las drogas y a su refugio en la calle frente al malestar que les produce
otros contextos.
La falta de socialización, la cual, les proporcionaría la escuela, es buscada en la
calle y cabe decir que, es un contexto donde se encuentran más cómodos, debido a que
en ella percibían cierta sensación de libertad y encuentran nuevas experiencias para las
que por falta de inmadurez y de la concepción del valor de la responsabilidad no están
preparados. Esto hace que por curiosidad y por las ventajas subjetivas que parecen tener
las drogas, como puede ser: olvidarse de los problemas, el ocio y la diversión, se inicien
en el consumo y en la delincuencia, de lo que hablaremos más adelante.
En relación con la educación, la mayoría de los presos presenta estudios básicos,
es decir, poseen el graduado escolar, aunque, también existe un porcentaje de personas
que no ha recibido ningún tipo de formación. Aquellos que no poseían el graduado
escolar a la hora de su ingreso en prisión, en su mayoría lo conseguían durante el
cumplimiento de la condena, mientras aquello que lo habían dejado en cursos
avanzados, tendrían mayor facilidad para retomarlo, ya que, poseen una visión positiva
de la educación y habían adquirido hábitos de estudio.
Como hemos dicho antes, estos sujetos carecen de la influencia socializadora de
la escuela y de un ambiente familiar estable. Estos ámbitos serían los encargados de
EDUCAR, transmitir valores y/o corregir conductas negativas en ellos. Ésta, creemos,
sería la principal causa por la que presentan valores independientes e incluso
contradictorios a los socialmente establecido, como una perspectiva temporal más corta
20

y concediéndole valor a aquellos aspectos de la vida, con relevancia personal/individual
y a la gratificación inmediata. Además, son muy vulnerables a situaciones frustrantes y
presentan el “reflejo” de neutralización de valores, cuando se encuentran implicados en
la perpetración de actos delictivos. También, poseen una personalidad extravertida y
puntúan alto en psicoticismo, esto es, vulnerables a conductas impulsivas, agresivas o
de baja empatía, egocéntricos, irresponsables y fríos, pero también creativos, objetivos,
realistas, competitivos, originales y críticos. Aunque también, propensos a; trastornos
paranoides de la personalidad, trastornos esquizoides de personalidad, trastornos
esquizotípico de la personalidad, trastornos antisocial de personalidad y trastornos
psicóticos. Aunque no presentan muchas de las cualidades bien valoradas socialmente,
como la responsabilidad, la tolerancia, el respeto, la formación…, si son conscientes de
su importancia. Esto llevaría a plantearse por que, entonces, no son estos los que guían
sus conductas. Lo que ocurre es que es más fácil que cambien de pensamiento, a que la
modifiquen.
Debido a la personalidad del sujeto, a la falta de formación y a su inicio
temprano en el consumo de drogas (de lo que hablaremos en el siguiente apartado), el
acceso al mercado laboral de estos sujetos es limitado, ya que presentan una actitud
desmotivada, desinteresada, carentes de perspectivas de futuro, algo agravado por la
falta de oportunidades que les ofrece la sociedad, causada por el etiquetado que se les
asigna. Su inicio en el mundo del trabajo, es mayoritariamente prematuro, esto guarda
relación con lo antes señalado, relativo al abandono escolar por causa de necesidad,
obligación o propia voluntad. Los datos reflejan que la mayoría se incorporan al mundo
del trabajo entre los 14 y 18 años, aunque se dan casos en los que se sitúa entre los 7 y
los 13 años de edad, claramente dentro de la ilegalidad y en condiciones precarias e
inestables, siendo muy minoritario el numero de sujetos que comienzan a los 18 años de
edad o más.
El empleo, dentro de este colectivo, esta caracterizado por la baja cualificación
y la remuneración escasa. Los sectores productivos a los que acceden son, por este
orden: el sector secundario, el terciario y por ultimo el primario, aunque algunos
afirman que su trabajo se ha basado en la mera supervivencia, realizando actividades de
robo, delitos contra la propiedad privada, traficar, etc.
Los estudios realizados por Garrido Genovés, V. y Martínez Francés, M.D
(1997) señalan que a un inicio más temprano en este tipo de actividades, existe mayor
probabilidad de reincidencia. Durante sus años de condena, casi la totalidad de los
presos piden trabajar dentro de las instalaciones penitenciarias, a esto se le denomina
destino.
La gran mayoría de los presos pueden desarrollar o tiene acceso a este tipo de
trabajo, debido a la gran duración de su condena, pro por un periodo corto de tiempo,
ya que, existe una escasa oferta y una gran demanda.
El consumo es una de las grandes dificultades que tienen estas personas a la
hora de desarrollar un trabajo. Suelen presentar un “multiconsumo”, es decir, el
consumo de varias sustancias, pero manteniendo la preferencia sólo por una de ellas,
siendo la más consumida la heroína, seguida por la cocaína, el speed ball, cannabis y
otras drogas de síntesis. Existiendo un gran porcentaje de consumidores, que consumen
a diario y más de un gramo de sustancia.
21

La vía mas utilizada y peligrosa es la vía intravenosa, es decir, la utilización de
la jeringuilla, ya que mayoritariamente se realiza en precarias condiciones higiénicas,
sobre todo, en las cárceles, pues, su posesión está prohibida, con lo que se comparten, y
esto lleva a consecuencias negativas en su salud, teniendo el riesgo de padecer
enfermedades como el sida, hepatitis C, a parte de otro tipo de trastornos de carácter
psiquiátrico como consecuencia de los efectos producidos en el organismo y la propia
dependencia que crean.
Muchos de los drogodependientes intentan dejarlo, en su mayoría por motivos
personales, y a que, debido a su experiencia son consientes de los inconvenientes del
consumo y de que aquellas ventajas subjetivas por las cuales consumían ya no se
sostienen, pero no lo consiguen. Aun más difícil se les presenta este reto cuando se
encuentran recluidos, ya que la droga se convierte en su válvula de escape de la
situación en la que se encuentran, donde la sociedad les condena por unos motivos que
ellos no son capaces de entender.
Variables analizadas Historia de consumo
Consumo de varias sustancias 64.1%
Lugar de consumo: la calle 65.5%
Edad de inicio en el consumo:9-16 años 70%
Motivo del consumo: curiosidad 58.6%
Droga principal: heroína
Cantidad de sustancia consumida: más de
51.7%
un gramo
43.7%
Consumo diario 80%
Ninguna ventaja al consumir 82.8%
Todo inconvenientes al consumir 38%
Intentos para dejar de consumir 81.6%
Dejar el consumo por razones personales 83.1%
Consumo de droga en la actualidad 52.9%
Esta tabla ha sido extraída del libro:”Educación Social para delincuentes”. pp.:120. Cuyo titulo es: “Variables relacionadas con la
historia del consumo”.Este libro fue publicado en el año 1997 y sus editores son: Vicente Garrido Genovés y Mª Dolores Martínez
Francés.
El perfil del drogodependiente lo ocupa un varón de 34 años en paro, con un
inicio en el consumo a la edad de 16 a 25 años, de familia con pocos recursos y con
escasa cualificación. Aunque la drogodependencia, cada vez abarca más colectivos,
como las mujeres, que cada vez más se inician en éste mundo y personas que
pertenecen a clases sociales más altas.
Con los cambios de hábitos de ocio de los jóvenes, el consumo se ha
extendido a edades menores iniciándose en los primeros años de la adolescencia,
motivado por las salidas nocturnas, el insuficiente control de padres y madres sobre sus
hijos/as, la inmadurez y la curiosidad por conocer lo nuevo.
22

7. FACTORES QUE INCIDEN EN LA REINCIDENCIA
Como ya hemos indicado con antelación, las personas reclusas son aquellas
personas que no han tenido un comportamiento adecuado acorde a las leyes vigentes y
por eso, deben cumplir una sanción que consiste en internarles en un centro
penitenciario, para cumplir condena y prepararles para una reinserción adecuada. Sin
embargo, un factor muy importante que afecta a muchos ex-reclusos, es la reincidencia,
que consiste en volver a delinquir contra el orden social tras ya haber sido sancionado
por hacerlo en el pasado. Y por ello, muchos profesionales sociales, se cuestionan la
eficacia de tales centros.
La reincidencia esta determinada por varios factores; los sociales, los familiares
y los biológicos. Todos ellos relacionados entre sí, pero diferentes.
Cuando hablamos de factores sociales hacemos referencia a lo que socialmente
envuelve al sujeto: amistades, zonas que frecuenta, ocio, hobbies y trabajo.
Estos sub-factores pueden llegar a determinar la conducta del sujeto, por eso es
importante abordarlos a la hora de intervenir con ellos, si queremos que la conducta
cambie; si el preso se relaciona con gente que delinque, y tiene un fuerte lazo amistoso
con ellos, el preso acabará delinquiendo. Si el expreso, frecuenta además bares o lugares
de aglomeración social, donde la violencia es la base para relacionarse, incluso para una
mejor aceptación de los suyos, la persona será violenta.
Además, no hay que olvidar, que dentro de estos centros el preso va a
relacionarse con el resto de presos que allí se encuentren, y que de una forma u otra
surge una idea compartida en contra de la institución y de los funcionarios, lo que puede
hacer que esta idea se interiorice de tal forma que desarrolle conductas negativas que no
ayuden a que el sujeto no vuelva a delinquir. Además entre estos sujetos también se
crean otras ideas que pasan a ser códigos de ellos mismos, como puede ser “el propio
código de los presos” que viene a ser un conjunto de normas inviolables, como no
“chivarse” de los actos de sus compañeros.
Las relaciones con el entorno es la idea fundamental de este factor, por eso el
factor familiar también esta vinculado. Pues la familia es la primera red social que
cualquier sujeto conoce desde que nace, siendo la primera red de apoyo, y lo que es más
importante, donde aprenderá de forma interna los primeros valores sobre la vida, aunque
luego no puedan corresponder a los valores de los cuales el propio sujeto se cree, o de
los valores que se forjen en sus relaciones sociales.
Es frecuente que la familia de la persona delincuente sea una familia que desde
temprana edad la persona haya vivido y viva situaciones de violencia, precariedad
económica y de afecto inestable. En la que “hoy gritos y malos tratos y mañana afecto
desmedido”. Suelen ser familias en las que se respire conflicto y poca comunicación y
que a veces sean familias desestructuradas, o familias que no pueden con la educación
de los hijos. En donde cada vez, el joven va creciendo y va adquiriendo formas y
hábitos negativos, de forma inconsciente, surgidos por una coraza que se crean para
autoprotegerse de lo que suceden en el hogar, creyendo que no les afecta y buscando
otra red de apoyo que sustituya la de la familia, como pueden ser los amigos. Los cuales
23

seguramente también sean conflictivos con poca o mala comunicación donde la
intimidad no exista y donde lo que cuente es pasar el mayor tiempo posible con ellos
para no pasarlo en casa, forjando nuevos valores y cuya identidad sea la de jóvenes
violentos que se creen mejores que nadie cuanto más violentos y “chulos” sean.
No obstante a veces familia y amigos no tiene porque ir unido, y puede darse el
caso de que la familia no tenga este perfil, y sea totalmente normalizada, pero las
relaciones del sujeto si que son las descritas, y viceversa.
En este factor, también podemos hacer mención a dos tipos de familias
diferentes, la de origen y la formada. La primera de ellas es de la cual procede el sujeto
(madre, padre, hermanos, abuelos…), y la segunda la que crean ellos (sus propios hijos
y su pareja sentimental). Ambas diferentes pero relacionadas, pues las dos son dos
claves importantes a la hora del apoyo social del propio recluso que le ayudarán a salir
adelante. Destacando a la pareja sentimental la figura que más fuerza puede aportar
junto a la madre para la superación del propio recluso. Por ello, a la hora de intervenir
con el recluso o ex-recluso, también hay que intervenir con la familia, ya que como
hemos dicho es el primer pilar de apoyo, y porque no se puede permitir o correr el
riesgo, que lo conseguido por profesionales para una mejor inserción en la sociedad
durante meses, la familia no lo respete y otra vez a empezar. (Contexto familiar).
Pues hay casos en los que presos comparten prisión con miembros de la familia
de origen, o que mantienen lazos sentimentales con otros reclusos o reclusas, y lo
conseguido en uno, el otro lo puede destruir, pero también se puede intervenir de forma
conjunta, creando una motivación entre estos casos.
Y por último el tercer factor sería el biológico. Este factor se centra en la idea de
que hay unas personas que dependiendo de sus características personales tienen mayor
facilidad para realizar conductas que van en contra de la ética social y por tanto muchos
de ellos delinquen y son procesados de forma judicial.
Estas características o sub-factores de riesgo actuales que facilitan a que la
persona desarrolle conductas violentas y agresivas dependiendo de su forma de ser son;
1.Baja tolerancia a la frustración.
2.Poca capacidad de empatía.
3.Tendencia autoritaria.
4.Impulsividad, personas que no reflexionan sus respuestas, lo que les lleva a cometer
errores importantes en su vida.
5.Depresión y baja autoestima personal.
6.Carencia de confianza y autodeterminación propia.
7.Personas con poca autoeficacia.
Y a continuación, el resto de los sub-factores, también son propios de los dos
factores mencionados con anterioridad:
8.Episodios de violencia en su desarrollo personal.
9.Consumo precoz de sustancias psicoactivas.
10. Valores culturales que fomentan la violencia; hedonismo…
11. Desarrollo de una tolerancia a la violencia.
24

12. Dedicación excesiva de su tiempo a estar en la calle.
13. Poca o nula expresión afectiva.
14. Hijo de madre adolescente.
15. Clase económica baja.
16. Familias desestructuradas.
17. Eficiencia de recursos para un desarrollo óptimo.
18. Más común en hombres que en mujeres.
25

8. DATOS ESTADÍSTICOS SOBRE LA REINCIDENCIA EN ESPAÑA
Actualmente tanto el Instituto Nacional de Estadísticas, como el Ministerio del
Interior no disponen de datos estadísticos sobre el índice de reincidencia en la población
reclusa de las penitenciarias españolas. Por lo cual solo podemos hacer uso de las
siguientes estadísticas cuyos datos reflejan el número de reclusos que cumplen condena
en los centros penitenciarios del país, distribuidos por sexo, tipo de delito, grado de
tratamiento, tipo de situación procesal-penal, así como algunos datos correspondientes a
la Comunidad Autónoma de Canarias.
8.1 Datos Nacionales
Población reclusa nacional distribuida por sexo y comunidades autónomas en
agosto de 2008. Datos del Ministerio del Interior.
Hombres Mujeres Total Internos
Andalucía 14.878 1.230 16.108
Aragón 2.463 142 2.605
Asturias 1.437 137 1.574
Baleares 1.910 137 2.047
Canarias 3.056 317 3.373
Cantabria 728 14 742
Castilla La Mancha 2.376 37 2.413
Castilla y Léon 7.006 651 7.657
Cataluña 9.126 713 9.839
Extremadura 1.444 58 1.502
Galicia 4.536 282 4.818
La Rioja 365 24 389
Madrid 7.622 1.260 8.882
Murcia 875 79 954
Navarra 228 22 250
País Vasco 1.202 114 1.316
Valencia 6.146 594 6.740
Ceuta 279 32 311
Melilla 250 8 258
TOTALES 65.927 5.851 71.778
26

Tipología delictiva de la población reclusa penada ley orgánica 10/1995, De 23
De Noviembre, del Código Penal. Datos del Ministerio del Interior.
DELITOS Total Internos
Homicidio y sus formas 2.699
Lesiones 2.564
Contra la Libertad 606
Contra Libertad Sexual 3.224
Contra el Honor 19
Contra las Relaciones Familiares 1.174
Contra el Patrimonio y el orden socioeconómico 21.894
Contra Salud Pública 14.250
Contra la Seguridad del Tráfico 521
Falsedades 640
Contra la Administración Pública 50
Contra la Administración de Justicia 1.009
Contra el Orden Público 1.368
Resto de Delitos 1.285
Por Faltas 94
No Consta Delito 459
TOTALES 51.856
27

Tipología delictiva de la población reclusa penada Código Penal derogado.
Datos del ministerio del Interior.
DELITOS Total Internos
Seguridad Exterior 23
Seguridad Interior 185
Falsedades 18
Contra Administración de Justicia 3
Contra Seguridad del Tráfico 3
Contra la Salud Pública 220
Funcionarios Públicos 2
Contra las Personas 361
Contra la libertad sexual 121
Contra el Honor 6
Contra la Libertad 8
Contra la Propiedad 424
Contra el Estado Civil 0
Resto de Delitos 34
Por Faltas 0
No Consta Delito 1
TOTALES 1.409
Población reclusa penada según grado de tratamiento. Datos del Ministerio del
Interior
Grado de tratamiento Hombres Mujeres Total Internos
Primer Grado 922 86 1.008
Segundo Grado 35.040 2.436 37.476
Tercer Grado 7.142 1.017 8.159
Sin Clasificar 6.097 525 6.622
TOTALES 49.201 4.064 53.265
28

8.2 Datos de la Comunidad Autónoma de Canarias
Población reclusa según situación procesal-penal por sexo. Canarias. 2000-2005.
Datos del Instituto Canario de Estadísticas (ISTAC).
AÑO 2005 2004 2003 2002 2001 2000
TOTAL 2.920 2.831 2.966 3.064 2.754 2.692
Preventivos 880 930 883 1.073 811 781
Penados en prisión 2.019 1.893 2.037 1.947 1.903 1.890
Otros penados (*) 21 8 46 44 40 21
HOMBRES 2.682 2.583 2.749 2.847 2.526 2.474
Preventivos 801 842 821 1.017 734 705
Penados en prisión 1.862 1.733 1.883 1.787 1.753 1.748
Otros penados (*) 19 8 45 43 39 21
MUJERES 238 248 217 217 228 218
Preventivos 79 88 62 56 77 76
Penados en prisión 157 160 154 160 150 142
Otros penados (*) 2 0 1 1 1
(*) Dentro de los otros penados se incluye: arrestos de fin de semana, impago de
multas, medidas de seguridad y tránsitos.
29

9. METODOLOGÍA
9.1 Objetivos del estudio
Objetivos generales:
-Conocer la autopercepción que tienen los reclusos sobre la reincidencia.
Objetivos específicos:
-Conocer los factores que los reclusos consideran que influyen en la reincidencia
(personales, familiares, sociales, ambientales, laborales, etc.).
-Conocer si el tipo de delito influye en la reincidencia.
-Conocer si la cárcel ofrece programas de reinserción, de manera que al salir se sientan
en igualdad de oportunidades.
-Conocer la valoración que hacen de su red social externa y el tipo de apoyo que
perciben y el que esperan.
9.2 Hipótesis
- Según la auto- percepción de los reclusos, las medidas tomadas por las prisiones con
objeto de evitar la reincidencia son erróneas o parcialmente ineficaces.
- La reincidencia se ve condicionada según la autopercepción de los reclusos por el tipo
y la calidad de las relaciones sociales de apoyo externo
-Los reclusos atribuyen como factores de mayor peso relacionados con la reincidencia
los factores externos o contextuales y en poca importancia los factores personales.
- Los reclusos consideran que el éxito para la no reincidencia se debe a alcanzar de
forma inmediata los elementos de apoyo (trabajo, familia, pareja, etc.), y no dan
importancia al esfuerzo, el proceso, el aprendizaje vital, etc.
Los factores de acomodación ( me dan de comer, tengo techo, no asumo
responsabilidades, esfuerzo, etc.) y no asumir responsabilidad ( laboral, familiar,
social,etc.) Tienen un gran peso en la reincidencia.
9.3 Tipo de diseño
Este tipo de estudio es recursivo, es decir, partimos de la parte práctica para validar o
crear teoría
9.4. Muestra
Voluntarios del proyecto Fénix de la asociación San Miguel.
9.5. Técnicas e instrumentos técnicos utilizados
La entrevista, la observación participativa y el grupo de discusión.
9.6 Análisis de los datos.
Vaciado de los datos de las entrevistas y análisis cualitativo del contenido.
30

10. CONCLUSIONES
Todo lo expuesto en este apartado, se refiere a las respuestas obtenidas en las
encuestas ofrecidas a la población que se encuentra estudiando carreras sociales.
La encuesta empieza por una pregunta a cerca del nivel de estudios, la respuesta
con más porcentaje es: “sin estudios”. Pensamos que no es significativo ya que no es un
porcentaje muy elevado en comparación con el resto de las respuestas.
Respecto a la situación laboral, la gran mayoría de población encuestada opina
que no tenían puesto de trabajo antes de entrar en prisión. A cerca de la razón que lleva
al inicio en el mundo de las drogas, tiene dos respuestas imperantes: los factores
económicos y los factores personales.
La mayoría encuestada respondió sí, a la pregunta acerca de la continuidad en el
consumo dentro de la cárcel. Se piensa mayormente que las causas de internamiento se
han debido al tráfico de drogas y a delitos contra la propiedad.
Según los resultados, la opinión general apunta que las causas de reincidencia
principales son: la falta de apoyo familiar, social y profesional, y por las amistades
externas.
En cuanto a la pregunta que investiga si existe una relación directa entre el
cambio de personalidad y el paso por la prisión, la respuesta es que la relación es
evidente.
Los factores externos que facilitan mayormente la rehabilitación, ha dado como
resultado el apoyo del entorno, el cambio de actitud y la voluntad de la persona.
veces.
Los encuestados opinan que los reclusos reinciden una media de una o dos
En cuanto a la pregunta de si la estancia en prisión cambia la forma de ver el
mundo, la gran mayoría piensa que sí, pero por otro lado también creen que la cárcel no
rehabilita. Opinan que la cárcel ofrece programas de inserción pero desconocen cuáles
específicamente.
Éstos afirman que sí existe ayuda profesional pero que no acuden a ella. Además
creen que la mejor solución para que no vuelvan a reincidir es fomentar el apoyo
familiar, social y profesional.
También opinan que los reclusos, una vez terminada su condena, se sienten
excluidos por la sociedad, al igual que piensan que una vez fuera del centro
penitenciario los motivos que les llevan a la no reincidencia son la familia y su pareja.
31

En el ámbito laboral creen que no tienen las mismas oportunidades que una
persona que nunca haya ingresado en un centro penitenciario, careciendo de redes
sociales para poder retomar su vida de una forma más positiva. Esto motiva un
pensamiento acerca de que la ayuda es inexistente, por parte de las instituciones, para
reinsertarte en la sociedad.
Finalmente también se destaca que la influencia que ejercen las relaciones
sociales del exterior y las que han mantenido anteriormente en su vida, influyen en la
reincidencia.
A partir de los datos obtenidos se ha podido observar que la mayor parte de los
encuestados tienen una imagen deteriorada de la población reclusa. Ésta afirmación se
basa en las respuestas obtenidas que perfilan al recluso como una persona sin estudios,
en desempleo y, por lo tanto, con un nivel económico bajo, así como provenientes de
zonas consideradas problemáticas o conflictivas.
Por ello creemos que es de vital importancia profundizar e informar acerca de la
situación de la población reclusa, pues gran parte de los prejuicios se basan en la
ignorancia, y dichos prejuicios repercuten negativamente en su reinserción social, y éste
déficit, influye de manera considerable en la reincidencia de algunos presos.
32

11. ANEXOS
11.1 Entrevistas a los reclusos.
1 ¿Qué nivel de estudios tenéis?
2 ¿Trabajabais habitualmente antes de entrar en la cárcel?
3 ¿Qué os llevo a meteros en el mundo de las drogas?
4 ¿Seguís consumiendo dentro de la cárcel?
5 ¿Qué factores os han llevado a entrar en la cárcel?
6 ¿Qué importancia le dais a los factores externos para que una persona reincida?
7 ¿Qué importancia le dais a los factores de personalidad para que una persona
reincida?
8 ¿Qué situación tendría que darse una vez salgas de la cárcel para que no haya
reincidencia?
9 ¿En que medida creen que cuando alguien está mucho tiempo en la cárcel, tiene
una cierta edad le cuesta más plantearse asumir y tomar decisiones como:
buscar empleo, normalizar su vida, asumir responsabilidades, pagar impuestos,
etc.?
10 ¿Hace cuanto que entrasteis en la cárcel por primera vez?
11 ¿Cuántas veces habéis entrado en prisión?
12 ¿Que factores influyeron para que cometierais los delitos por los cuales
entrasteis en la cárcel?
13 ¿Os ha cambiado la forma de ver el mundo y a ustedes mismos desde que
entrasteis en la cárcel?
14 ¿Creéis que la cárcel rehabilita? SI (EN QUÉ)NO ( Por qué)
15 ¿La cárcel ofrece programas de reinserción social que os haga sentir con
igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad?
16 ¿Existe ayuda profesional a la cuál podáis acudir?
17 ¿Qué factores influyen para que volváis a cometer un delito?
18 ¿Cuál creéis que es la mejor solución para que no volvierais a cometer un delito?
19 ¿Existen factores dentro de la cárcel que os lleven a reincidir?
20 ¿Qué relación establecéis con la sociedad una vez habéis salido de la cárcel?
21 ¿Fuera de la cárcel tiene alguna motivación que le haga plantearse seriamente no
volver a reincidir?
22 ¿Creéis que cuando salgáis de la cárcel vais a tener las mismas oportunidades a
la hora de reinsertarse en la vida laboral que una persona que nunca ha estado en
la cárcel?
23 ¿Tiene un lugar donde vivir cuando salga?
24 ¿Contáis con una red social que os apoye y de que tipo a la hora de salir de la
cárcel?
25 ¿Considera que las veces que has estado fuera de la cárcel cuenta con la
suficiente ayuda de las instituciones para reinsertaros en la sociedad?
26 ¿Cuáles son vuestros mayores puntos de apoyo fuera de la cárcel?
27 ¿Creéis que vuestras relaciones fuera de la cárcel os influyen a la hora de seguir
con el mismo tipo de vida?
33

11.2 Entrevistas al alumnado.
Presentación.
El presente cuestionario está elaborado por alumnos/as que se encuentran
cursando 2º de Trabajo Social. Las respuestas que a continuación se pide que nos
facilites serán utilizadas con fines educativos, con ellas se pretende recabar
información sobre la visión que tienen los estudiantes universitarios, de carreras
pertenecientes a Ciencias Sociales, sobre los presos drogodependientes y las
situaciones de reincidencia, con el fin, de establecer comparaciones entre estas
respuestas y las proporcionadas por presos drogodependientes.
NOTA:
° Los datos que aportes en este cuestionario no serán facilitados a personas
ajenas a los fines nombrados anteriormente, es decir, en cualquier caso
únicamente tendremos acceso los miembros de este grupo de trabajo y
nuestro grupo de profesores/as.
° Tu derecho al anonimato será respetado, por ello, no se te pide en ningún
momento que facilites tu nombre y apellidos.
° Estos datos que nos facilites tendrán fines educativos y académicos
únicamente.
° Si se te presentara cualquier duda, sobre como cumplimentar este
cuestionario, tendrás la posibilidad de contactar con nosotras mediante la
persona que te lo facilitó.
° Te agradecemos tu colaboración y el tiempo que dediques a contestar
este cuestionario.
34

Datos.
Edad:
Sexo:
Título:
Curso:
Preguntas.
1 ¿Qué nivel de estudios crees que poseen las personas que se puedan encontrar
recluidas en un centro penitenciario por motivos relacionados con las drogas?
2 ¿Crees que trabajaban antes de entrar?
3 ¿Qué crees que les llevó a meterse en el mundo de las drogas?
4 ¿Crees que siguen consumiendo dentro de la cárcel?
5 ¿Qué crees que ha provocado su ingreso en prisión?
6 ¿Qué factores externos importantes crees que existen que provoquen su
reincidencia?
7 ¿Qué importancia crees que tienen los factores de personalidad para que una
persona reincida?
8 ¿Qué situación tendría que darse una vez salgan de la cárcel para que no haya
reincidencia?
9 ¿En que medida crees que cuando alguien está mucho tiempo en la cárcel o
tiene una cierta edad le cuesta más plantearse asumir y tomar decisiones como:
buscar empleo, normalizar su vida, asumir responsabilidades, pagar impuestos,
etc.?
10 ¿Cuál crees que es la duración media de su condena?
11 ¿Cuántas veces crees que vuelven a entrar en prisión?
12 ¿Que factores crees que influyen para que cometan los delitos por los cuales
entran en la cárcel?
35

13 ¿Crees que les cambia su forma de ver el mundo y de verse a ellos mismos, el
hecho de entrar en la cárcel?
14 ¿Crees que la cárcel rehabilita? SI (EN QUÉ)NO ( Por qué)
15 ¿Crees que la cárcel ofrece programas de reinserción social que les haga sentir
con igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad?
16 ¿Crees que existe ayuda profesional a la cuál puedan acudir?
17 ¿Qué factores crees que influyen para que vuelvan a cometer un delito?
18 ¿Cuál crees que es la mejor solución para que no vuelvan a cometer un delito?
19 ¿Crees que existen factores dentro de la cárcel que les lleven a reincidir?
20 ¿Qué relación crees que establecen con la sociedad una vez han salido de la
cárcel?
21 ¿Crees que puede existir alguna motivación, fuera de la cárcel, que les pueda
hacer plantearse seriamente no volver a reincidir?
22 ¿Crees que cuando salgan de la cárcel van a tener las mismas oportunidades a la
hora de reinsertarse en la vida laboral que una persona que nunca ha estado en la
cárcel?
23 ¿Crees que cuentan con una red social que les apoye a la hora de salir de la
cárcel? ¿De qué tipo?
24 ¿Consideras que las veces que puedan estar fuera de la cárcel cuentan con la
suficiente ayuda de las instituciones para reinsertarse en la sociedad?
25 ¿Cuáles crees que podrían ser sus mayores puntos de apoyo fuera de la cárcel?
26 ¿Crees que sus relaciones fuera de la cárcel les influyen a la hora de seguir con
el mismo tipo de vida?
11.3 Análisis de los resultados.
36

Anexos
TABLA 1: NIVEL DE ESTUDIOS.
¿Qué nivel de estudios crees que poseen las personas que se pueden encontrar
recluidas en un centro penitenciario por motivos relacionados con las drogas?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
No poseen estudios 19.50 30 %
Básicos 16.25 25 %
Medios 16.25 25 %
No existe nivel de
formación específica
13.00 20 %
No poseen estudios Estudios Medios
Sin formación específica Estudios básicos
20%
25%
30%
25%
37

TABLA 2: SITUACIÓN LABORAL.
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
No 32.50 50 %
Sí 16.25 25 %
Algunos 16.25 25 %
¿Crees que trabajaban antes de entrar?
25%
No Si Algunos
25%
50%
38

TABLA 3: INICIO EN LA DROGADICCIÓN
¿Qué crees que les llevó a meterse en el mundo de las drogas?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Factores económicos 29.25 45 %
Factores personales 19.50 30 %
Factores familiares 9.75 15 %
Factores sociales 6.50 10 %
15%
Factores económicos Factores personales
Factores familiares Factores sociales
30%
10%
45%
39

TABLA 4: CONSUMO DURANTE CONDENA
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
No 6.50 10 %
Sí 52 80 %
Sí, pero con menor
frecuencia
6.50 10 %
¿Crees que siguen consumiendo dentro de la cárcel?
10%
80%
10%
No
Sí
Si, pero con menor
frecuencia
40

TABLA 5: MOTIVO POR EL CUAL ESTAN EN PRISION
¿Qué crees que ha provocado su ingreso en prisión?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Tráfico de drogas 58.5 90%
Consumo 22.5 75%
Posesión 32.5 50%
Delitos contra la
propiedad
52.25 85%
41

TABLA 6: FACTORES EXTERNOS
¿Qué factores externos importantes crees que existen que provoquen su reincidencia?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Falta de apoyo,
profesional, familiar y
social
65 100%
Amistades 65 100%
42

TABLA 7: FACTORES DE PERSONALIDAD
¿Qué importancia crees que tienen los factores de personalidad para que una persona
reincida?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Mucha 48.75 70%
Bastante 9.75 15%
Poca 9.75 15%
43

TABLA 8: SITUCIONES DE APOYO PARA QUE NO REINCIDA
¿Qué situación tendría que darse una vez salgan de la cárcel para que no haya
reincidencia?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Apoyo del entorno 61.75 95%
Seguimiento de
especialistas
19.5 30%
Cambio de actitud y
voluntad de la persona
52 80%
Crecimiento personal 9.75 15%
44

TABLA 9: DESICIONES
¿En qué medida crees que cuando alguien está mucho tiempo en la cárcel o
tiene una cierta edad le cuesta más plantearse asumir y tomar decisiones como: buscar
empleo, normalizar su vida, asumir responsabilidades, pagar impuestos, etc.?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Dificultad para
integrarse
61.75 95%
Infravaloración 32.5 50%
Desconfianza 39 60%
45

TABLA 10: VECES EN PRISION
¿Cuántas veces crees que vuelven a entrar en prisión?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Depende de la
personalidad
6.5 10%
Según circunstancias 3.25 5%
Una o dos veces 26 40%
Dos o más 26 45%
Depende de la personalidad Según circustancias Una o dos veces Dos o más
45%
10%
5%
40%
46

TABLA 11: FORMAS DE VER ELMUNDO Y A SI MISMOS
¿Crees que les cambia su forma de ver el mundo y de verse a ellos mismos, el he
hecho de entrar en la cárcel?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
No 3.25 5%
Sí 39 60%
Depende de la persona 22.75 35%
47

TABLA 12:LA CARCEL REHABILITADORA
¿Crees que la cárcel rehabilita? SI (EN QUÉ) NO (Por qué)
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Si, en primeros delitos 6.5 10%
Sí, en temas educativos 6.5 10%
No, porque enseña a
cometer más delitos
52 80%
48

TABLA 13: PROGRAMAS DE REINSERCION SOCIAL
¿Crees que la cárcel ofrece programas de reinserción social que les haga sentir con
igualdad de oportunidades frente al resto de la sociedad?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
No 3.25 5%
Sí 19.5 30%
Escasos 9.75 15%
Sí, pero se esconden 32.5 50%
49

TABLA 14: AYUDA PROFESIONAL
¿Crees que existe ayuda profesional a la cuál puedan acudir?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Si 3.25 5%
Sí, pero no acuden 22.5 75%
Sí, pero escasos 6.5 10%
Se desconocen 6.5 10%
50

TABLA 15: SOLUCIONES
¿Cuál crees que es la mejor solución para que no vuelvan a cometer un delito?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Apoyo familiar,
profesional y social
52 80%
Confianza en sí mismo 19.5 30%
Cambio de actitud 13 20%
Apoyo familiar, profesional y social. Confianza en sí mismo Cambio de actitud
23%
15%
62%
51

TABLA 16: RELACION CON LA SOCIEDAD
¿Qué relación crees que establecen con la sociedad una vez han salido de la cárcel?
ITEM FRECUENCIA PORCENTAJE
Se sienten excluidos 52 80%
Sienten aversión/miedo 6.5 10%
Se adaptan 13 20%
Se sienten excluidos Sienten aversión/ miedo Se adaptan
9%
18%
73%
52

TABLA 17: MOTIVACIONES FUERA DE LA CÁRCEL.
¿Crees que puede existir alguna motivación, fuera de la cárcel, que les pueda hacer
plantearse seriamente no volver a reincidir?
Ítem Frecuencia Porcentaje
Familia 52 80%
Los amigos 45.5 70%
La pareja 58.5 90%
Los sueños por cumplir 26 40%
Trabajo 35.75 55%
Perspectivas de futuro 19.5 30%
Familia Los amigos La pareja
Los sueños por cumplir Trabajo Perspectivas de futuro
11%
15%
8%
25%
22%
19%
53

TABLA 18: OPORTUNIDADES EN LA VIDA LABORAL.
¿Crees que cuando salgan de la cárcel van a tener las mismas oportunidades a la hora de
reinsertarse en la vida laboral que una persona que nunca ha estado en la cárcel?
Ítem Frecuencia Porcentaje
No 32.5 50%
Depende de la voluntad 16.25 25%
No, debido a los
estereotipos y prejuicios
16.25 25%
No Depende de la voluntad No, debido a los estereotipos y prejuicios
25%
25%
50%
54

TABLA 19: RED SOCIAL
¿Crees que cuentan con una red social que les apoye a la hora de salir de la cárcel?
¿De qué tipo?
Ítem Frecuencia Porcentaje
No 9.75 15%
Sí 13 20%
No lo saben 9.75 15%
Sí, convenios específicos
pero escasos.
16.25 25%
Sí, pero poco conocidos 16.25 25%
No Sí No lo saben Sí, convenios específicos pero escasos. Sí, pero poco conocidos
25%
25%
15%
15%
20%
55

TABLA 20: AYUDA DE INSTITUCIONES
¿Consideras que las veces que puedan estar fuera de la cárcel cuentan con la suficiente
ayuda de las instituciones para reinsertarse en la sociedad?
Ítem Frecuencia Porcentaje
No 52 80%
Sí 6.5 10%
No siempre 6.5 10%
10%
No Sí No siempre
10%
80%
56

TABLA 21: RELACIONES FUERA DE LA CÁRCEL
¿Crees que sus relaciones fuera de la cárcel les influye a la hora de seguir con el mismo
tipo de vida?
Ítem Frecuencia Porcentaje
Sí 48.75 75%
No 16,25 25%
25%
Sí No
75%
57