1 Presentación de FERROATLÁNTICA – Sabón - Xunta de Galicia

Los residuos inertes y no peligrosos, se han comportado con sus altibajos habituales. Por ejemplo
ha aumentado la producción de chatarras debido a trabajos de mantenimiento mecánico y eléctrico
realizados con motivo de la parada de las instalaciones, y por el contrario, ha disminuido la
producción de refractarios y de rechazos de microsílice, porque ambos residuos están directamente
asociados al funcionamiento de las instalaciones y éste como ya se ha indicado en otros apartados
fue menor.
Aplicando los criterios de valoración mencionados en el punto 7, en 2011 ha resultado significativa
la producción de:
Chatarra metálica (hierro y acero).
Refractarios.
Caucho / gomas.
Mangueras eléctricas.
Microsílice, rechazos.
La elevada producción de este tipo de residuos se ha debido a:
7.1.6 Legionella
Chatarra metálica (hierro y acero), refractarios y mangueras eléctricas: En el mes de
diciembre se paró el horno 32 para proceder a la renovación de su cuba y sistemas de
alimentación eléctrica (transformadores). Estos trabajos conllevaron la producción de los
residuos mencionados en unos niveles que superaron los establecidos como aceptables
en el procedimiento interno de valoración de aspectos. Los trabajos desarrollados
permitirán un mejor aprovechamiento de la energía eléctrica lo que hace que el beneficio
ambiental asociado compense ampliamente el incremento registrado en la producción de
ciertos residuos inertes, algunos de los cuales (chatarra metálica y mangueras eléctricas)
son 100% reciclables.
Caucho / gomas: Renovación de la cinta A-8. La nueva cinta es más ancha, lo que
permitirá optimizar la carga de los silos diarios y minimizar el riesgo de caída de material.
Microsílice, rechazos: Aunque con respecto al año 2010 se ha conseguido reducir un
9,86% la producción específica de este residuo sigue excediendo los niveles establecidos
internamente como aceptables. La mejora de los sistemas de aspiración ha llevado
aparejada un incremento en el arrastre de carga de los hornos (hulla y madera) la cual es
separada por los ciclones y radiclones previos a los filtros de mangas, generando este tipo
de residuo. A este hecho hay que unirle la mayor eficiencia separadora de los radiclones
del horno 33 en comparación con el cajón apagachispas existente con anterioridad. Aún
así, la producción de este residuo lleva aparejada una importante mejora en la calidad de
la microsílice obtenida, ya que al reducir su pérdida por calcinación, aumentar su contenido
en sílice y su grado de finura.
Las 12 torres de refrigeración de tiro inducido existentes, están sometidas a un programa de control
y limpieza, de conformidad con el contenido del R.D. 865/2003, por el que se establecen los
criterios higiénico – sanitarios para la prevención y control de la legionelosis. Para ejecutar este
programa y las operaciones que conlleva, se ha contratado a una entidad especializada inscrita en
el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas.
Para la gestión del citado programa, además de inspecciones diarias, se mantienen dispositivos de
lectura continua de los niveles de biocida, lo que permite corregirlos y adaptarlos automáticamente
a las consignas establecidas.
El cumplimiento de los protocolos de tratamiento implica utilizar productos químicos, lo que lleva
aparejado un impacto ambiental por contaminación del agua. Sin embargo, el incumplimiento podría
generar un impacto más grave por la puesta en riesgo de la salud de las personas que desarrollan
su actividad en el Centro.
En 2009, en los circuitos de refrigeración de los hornos se implantó un nuevo sistema de
almacenamiento y dosificación de productos químicos: “chemsures”. Se ha reducido la generación
de envases vacíos ya que ahora los productos se reponen directamente en el depósito de
almacenamiento y dosificación. Además, han aumentado los niveles de seguridad tanto en el
almacenamiento como en la dosificación de los productos.
En 2011 se ha procedido a la sustitución del relleno y de los separadores de gotas de las torres de
refrigeración de los hornos 31 y 32. Las actuales, al igual que las anteriores, son específicas
antilegionella y permiten minimizar los arrastres de agua minimizando por tanto las pérdidas de
agua y la generación de aerosol, vehículo transmisor del virus de la legionella.
No ha sido necesario realizar desinfecciones extraordinarias ya que los análisis de legionella
efectuados en los diferentes circuitos se han mantenido en valores inferiores a los que dan lugar a
acciones correctoras. Por todo ello y aplicando los criterios de valoración mencionados en el punto
7, este aspecto no ha resultado significativo en 2011.
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