VI Concurso de Relatos recuperados de la tradición ... - Hartu Emanak
VI Concurso de Relatos recuperados de la tradición ... - Hartu Emanak
VI Concurso de Relatos recuperados de la tradición ... - Hartu Emanak
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
mujeres, y a nosotras no nos trataban con el <strong>de</strong>bido respeto que<br />
<strong>de</strong>bía tratar un profesor a un alumno.<br />
Tanto a hombres, como a mujeres, en un sencillo error <strong>de</strong> conducta<br />
durante <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se, el maestro, con <strong>la</strong> mirada fijada en ti se<br />
acercaba, te mandaba poner los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> <strong>la</strong> mano juntos, <strong>de</strong> manera<br />
que él o el<strong>la</strong> pudiese darnos con <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> en <strong>la</strong> yema <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>dos, pero en fin, no me <strong>de</strong>sviaré <strong>de</strong>l tema.<br />
El caso es, que era un día otoñal <strong>de</strong> escue<strong>la</strong>, cuando <strong>la</strong>s pocas<br />
aceras que había estaban repletas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s hojas secas <strong>de</strong> color<br />
marrón, que caían <strong>de</strong> <strong>la</strong>s altas copas <strong>de</strong> los árboles sin cesar;<br />
un día frío y <strong>de</strong> “xiri-miri”, en el que todos mis compañeros y<br />
yo, llevábamos unos abrigados “anoracs”, cada uno <strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />
los colores <strong>de</strong>l arco iris, y unas altas botas <strong>de</strong> agua, por <strong>la</strong>s que<br />
metíamos nuestros pantalones <strong>de</strong> pana, típicos <strong>de</strong> esta época <strong>de</strong>l<br />
año, ya que; a buen seguro, acabaríamos todos en nuestras casas<br />
repletos <strong>de</strong> barro, con una sonrisa bribona ante nuestros padres,<br />
soportando <strong>la</strong> típica bronca <strong>de</strong> cada día.<br />
Todos mis amigos y yo caminábamos felices, aunque conge<strong>la</strong>dos,<br />
hacía <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> que estaría a unos escasos diez minutos <strong>de</strong><br />
nuestras casas. Llegó <strong>la</strong> hora <strong>de</strong> entrar todos en c<strong>la</strong>se, creíamos<br />
que nos esperaba un día normal <strong>de</strong> colegio y sin ninguna sorpresa,<br />
pero nos equivocábamos.<br />
Al entrar, el maestro Don Justiniano, nos saludó, con cara<br />
alegre aunque seria. Empezó a darnos <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> Matemáticas,<br />
bastante aburrida como siempre, pero aguanté una hora allí sin<br />
rechistar. Y así pasaron otras dos horas (entre medio una breve<br />
pausa, para el recreo) <strong>de</strong> Lenguaje y Naturaleza, que se me hicieron<br />
bastante <strong>la</strong>rgas.<br />
Al finalizar <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses Doña Concha, <strong>la</strong> profesora <strong>de</strong> Naturaleza,<br />
nos dijo que esperásemos cinco minutos, que tenía una buena<br />
noticia que darnos. Nosotros, emocionados e intrigados, esperamos<br />
a que ésta comenzase a hab<strong>la</strong>r.<br />
Nos informó <strong>de</strong> que <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> había <strong>de</strong>cidido crear un grupo<br />
para hacer excursiones a diferentes sitios <strong>de</strong> Vizcaya. La única<br />
pega, era que no tendríamos monitores, ya que según <strong>la</strong> escue<strong>la</strong><br />
con once años éramos lo suficientemente maduros como para<br />
62