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AF TRANSPORTE EN TELDE (2).indd - Guia Historico Cultural de ...

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1920. Coche <strong>de</strong> hora <strong>de</strong> la línea Tel<strong>de</strong> - Valsequillo. Foto: Fco. Izquierdo. Archivo G.H.C.<br />

hículo ligero y saltarín <strong>de</strong> dos ruedas, asientos<br />

laterales, techo plano y tirado por un caballo”.<br />

Aunque su presencia era más bien urbana,<br />

esto no signifi có que algunas recorrieran los<br />

acci<strong>de</strong>ntados 14 Km. que separaban a nuestra<br />

ciudad <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> la Isla.<br />

En las últimas décadas <strong>de</strong> la centuria <strong>de</strong>cimonónica<br />

fueron varios los intentos frustrados<br />

para establecer una línea férrea que<br />

comunicase las anteriormente señaladas<br />

localida<strong>de</strong>s grancanarias. Queriendo conocer<br />

los motivos que llevaron a su no ejecución,<br />

avalada por el prestigioso ingeniero<br />

<strong>de</strong> Caminos, Canales y Puertos, don Juan<br />

<strong>de</strong> León y Castillo, y a pesar <strong>de</strong> las muchas<br />

gestiones realizadas por su hermano,<br />

el político y diplomático, don Fernando <strong>de</strong><br />

León y Castillo, hemos llegado a la conclusión<br />

<strong>de</strong> que estos se <strong>de</strong>bieron a la falta<br />

<strong>de</strong> fi nanciación exterior, ya que el capital<br />

extranjero, léase británico y francés, no estaba<br />

dispuesto a fl uir hacia estos lares para<br />

tal empresa, que por su corta extensión parecía<br />

superfl ua.<br />

En el Diario <strong>de</strong> Las Palmas, número<br />

2.211, <strong>de</strong>l 5 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1902, que se conserva<br />

en la Hemeroteca Histórica <strong>de</strong> la<br />

Casa-Museo León y Castillo, Centro <strong>de</strong><br />

Estudios <strong>de</strong> Historia Contemporánea,<br />

pudimos leer: “Tenemos entendido que en<br />

breve se traerán dos ómnibus automóviles<br />

para 16 pasajeros, que harán sus servicios<br />

entre esta ciudad y pueblos <strong>de</strong>l interior. Nos<br />

alegramos se confi rmara la noticia, pues sería<br />

un gran a<strong>de</strong>lanto que se introduciría en el<br />

servicio <strong>de</strong> pasaje que tan <strong>de</strong>testable tenemos<br />

hoy. Sería a<strong>de</strong>más, a no dudarlo, un buen negocio<br />

para el empresario. El referido automóvil<br />

sólo emplea 35 minutos en recorrer la distancia<br />

entre Tel<strong>de</strong> y Las Palmas y menos <strong>de</strong> una<br />

hora entre esta ciudad y la villa <strong>de</strong> Teror. Por<br />

eso también creemos que exponiendo un pequeño<br />

capital en la adquisición <strong>de</strong> ómnibusautomóviles<br />

para el servicio entre Las Palmas<br />

y los pueblos <strong>de</strong> Tel<strong>de</strong>, Arucas, Teror, Gáldar,<br />

Guía, Agaete y Las Vegas, el resultado sería<br />

satisfactorio. Los hombres empren<strong>de</strong>dores <strong>de</strong>ben<br />

estudiar este negocio”.<br />

Como po<strong>de</strong>mos apreciar, la introduc-<br />

ción <strong>de</strong>l automóvil va a marcar un hito en<br />

la historia <strong>de</strong>l transporte terrestre en Gran<br />

Canaria, pudiéndose hablar <strong>de</strong> un antes y un<br />

<strong>de</strong>spués en las comunicaciones interinsulares.<br />

Pero antes <strong>de</strong> que todo esto sucediera,<br />

<strong>de</strong>bemos consignar los nombres <strong>de</strong> algunos<br />

tel<strong>de</strong>nses que <strong>de</strong>dicaron sus vidas al duro<br />

ofi cio <strong>de</strong> carreteros o arrieros; nos referimos<br />

a Miguelito Carreño, famoso por su<br />

trato afable, la extrema confi anza que en él<br />

<strong>de</strong>positaban los maridos y padres para que<br />

trasladaran a sus mujeres e hijas a la capital,<br />

“tal vez, porque era hombre <strong>de</strong> seriedad<br />

extrema, no profería jamás ni palabrotas [tacos],<br />

ni blasfemias, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ir siempre <strong>de</strong>centemente<br />

vestido y cubierta su cabeza con<br />

sombrero negro” (10). Su casa-cochera estaba<br />

situada al fi nal <strong>de</strong> la calle Cruz <strong>de</strong> Ayala,<br />

en su confl uencia con la calle Cervantes,<br />

junto a las casas que llamaban <strong>de</strong> las Niñas<br />

<strong>de</strong> Naranjo. Algo más tar<strong>de</strong> participará en<br />

dicho ofi cio: Agustinito el <strong>de</strong> las Viejas,<br />

Panchito Alemán, el negro y fuerte Casimiro,<br />

Manuel Platanera. Los más tar<strong>de</strong><br />

exportadores Hermanos Medina Cal<strong>de</strong>rín<br />

(don Juan, don Miguel y don Pedro)<br />

<strong>de</strong> San Juan, llegaron a tener una muy apreciable<br />

fl ota <strong>de</strong> carretas y dromedarios para<br />

el transporte, no sólo <strong>de</strong> frutas y cereales,<br />

sino <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> mercancía; la se<strong>de</strong> social<br />

<strong>de</strong> su empresa se encontraba en la casa<br />

<strong>de</strong> don Juan Medina, actuando como tenedor<br />

<strong>de</strong> libros o contable don Isidro Gar-<br />

cía, abuelo <strong>de</strong>l abogado don Isidro García<br />

Álvarez. Otros hombres <strong>de</strong>dicados al negocio<br />

fueron: Melián el Viejo, Agustinito<br />

Naranjo, Manolito Torres y Pedro Ceballos;<br />

también fue conductor y propietario<br />

<strong>de</strong> un carro para el servicio público don<br />

Agustín Jiménez Castro y, más recientemente,<br />

en las décadas <strong>de</strong> los cuarenta a los<br />

sesenta, Candidito González: una bestia y<br />

una plancha <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra con dos ruedas <strong>de</strong><br />

goma le servían para transportar toda clase<br />

<strong>de</strong> mercancías; vivió, hasta su muerte, en la<br />

calle Portería <strong>de</strong> San Francisco, en los bajos<br />

<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> doña Dolores Sall.<br />

Si los caminos “extraurbanos” eran,<br />

como ya hemos visto, un alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>spropósitos,<br />

los interurbanos no fueron mejores<br />

hasta fechas bien recientes: “Hace sólo seis<br />

décadas, era Tel<strong>de</strong> una ciudad <strong>de</strong> extremada<br />

anarquía urbanística, cuyas consecuencias<br />

aún pa<strong>de</strong>cemos [esto lo escribía el que suscribe<br />

en 1991, en el número 5 <strong>de</strong> la Guía<br />

Comercial <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> Tel<strong>de</strong>]. Al <strong>de</strong>cir<br />

<strong>de</strong>l poeta intimista tel<strong>de</strong>nse don Montiano<br />

Placeres Torón (1885-1938): ‘A vista <strong>de</strong><br />

pájaro, / el pueblo sería / como la pizarra /<br />

gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> la escuela / <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la clase <strong>de</strong><br />

geometría’; y nosotros, al releer una vez más<br />

esta lírica composición, recordamos al lector<br />

la urbe que vieron nuestros infantiles ojos hace<br />

sólo 30 años.<br />

Era Tel<strong>de</strong> una ciudad provinciana <strong>de</strong> segundo<br />

o tercer or<strong>de</strong>n con marcado carácter <strong>de</strong><br />

pueblo agrícola, con calles estrechas y serpenteantes,<br />

ramifi cadas por cientos <strong>de</strong> angostos y<br />

sombríos callejones, en don<strong>de</strong> siempre había<br />

un portón <strong>de</strong>startalado y, tras él, una vieja<br />

vestida perpetuamente <strong>de</strong> negro, mordiendo<br />

la punta <strong>de</strong> su raído pañuelo, que le cubría<br />

la blanca cabeza. Ruidos <strong>de</strong> coches que para<br />

abreviar se subían a las aceras y niños <strong>de</strong>scalzos<br />

o con alpargatas en continua algarabía. Ropas<br />

<strong>de</strong>sajustadas y atillos <strong>de</strong> soga para cumplir<br />

la función <strong>de</strong> cinturón. Remiendos <strong>de</strong> distinto<br />

color y dibujos en el terno gris bajo el cachorro<br />

negro <strong>de</strong> cinta <strong>de</strong>steñida por el sudor.<br />

Era Tel<strong>de</strong>, tanto en la parte baja <strong>de</strong> la<br />

ciudad como en la alta, que llamábamos ‘Los<br />

Llanos’, una aglomeración <strong>de</strong> casas dispuestas<br />

en niveles varios con multitud <strong>de</strong> salientes y<br />

entrantes, con esquinas repletas <strong>de</strong> ancianos<br />

que masticaban y escupían en un movimiento<br />

monorrítmico la salivosa bola <strong>de</strong> tabaco negro.<br />

1945. Piratas en la Parada <strong>de</strong> la Plaza <strong>de</strong> Los Llanos. Foto: Archivo G.H.C.<br />

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