fe para permanecer fe para permanecer fe para ... - KCM Europe

fuimos liberados de la pestilencia, la cual incluye:
enfermedades severas y dolencias, hambruna,
terremotos y otras calamidades. Se nos afirma que
seremos protegidos de la muerte repentina que puedan
causar las armas humanas. Además, se nos promete una
vida larga y plena, así como también libertad de todo
tipo de problema que se presente en nuestra vida.
Ésas son promesas maravillosas, sin embargo, no se
accionarán en nuestra vida de manera automática sólo
porque somos cristianos. Éstas obran bajo condiciones
específicas que se encuentran en los versículos 1-2: “El
que habita al abrigo del Altísimo
permanece estable y seguro bajo la
sombra del omnipotente [Aquel que
tiene el poder para que ninguno de Sus
enemigos se mantengan en pie]. Diré
yo del Señor: refugio mío y fortaleza
mía, mi Dios; en Él me apoyo y de Él
dependo, y [con toda seguridad] confío
en Él” (AMP).
Su lugar de habitación
La primera condición que vemos
en ese Salmo es habitar en el Señor
o permanecer de manera constante
cerca de Él. Si usted no es constante
en los caminos del Señor, entonces
tampoco verá el cumplimiento de las
promesas del Salmo 91 en su vida.
Y eso no es culpa de Dios. Él
siempre quiere librarlo, y ser
misericordioso y bueno con usted. Él
está dispuesto y tiene la maravillosa
capacidad de estar pendiente de
nosotros y bendecirnos a todos. No
tenemos que ver hacia arriba cuando
necesitamos ayuda, pues Él siempre
está con nosotros.
Además, Dios no es como el diablo,
quien viene y le impone las cosas.
El Señor no tomará el control ni
lo obligará a realizar las cosas a Su
manera. Él no lo forzará para que
reciba Sus bendiciones.
Dios hará lo que pueda para lograr
que se vuelva a Él, sin embargo, no lo
dominará. Él lo alcanzará y esperará a
que usted abra la puerta de la fe en Él.
¿Cómo mantiene la puerta abierta?
Al darle al Señor el primer lugar en
14 | lVVc | octubre '11
Oración de salvación
Si no ha aceptado a
Jesús
como su Señor y Salvador, sólo
declare la siguiente oración en fe,
y Jesús ¡se convertirá en su Señor!
Padre celestial, vengo a Ti en el
nombre de Jesús. En Tu Palabra
se declara: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será
salvo»; y «…que si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás
salvo» (Hechos 2:21; Romanos
10:9).Tú expresaste que obtendría
mi salvación, después de que por
medio del Espíritu Santo de Dios
naciera de nuevo al habitar Él en
mí (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos
8:9-11); y también que si yo pido,
me llenarías con Tu Espíritu y me
otorgarías la capacidad de hablar
en otras lenguas (Lucas 11:13;
Hechos 2:4).
Creo en Tu Palabra. Confieso
que Jesús es el Señor. Y creo en
mi corazón que lo resucitaste de
la muerte. Gracias por entrar a mi
corazón y darme Tu Santo Espíritu,
así como lo prometiste; y por ser el
Señor de mi vida. Amén.
Si usted repitió esta oración;
por favor, comuníquese con
nosotros y permítanos saberlo.
Nos gustaría enviarle gratis, un
paquete que explica qué es la
salvación, a fin de ayudarle a
comenzar ¡su nueva vida en
Jesús! Sólo escríbanos y pida
el material #70801; llame al
800-575-4455 o visite la página
web kcm.org y escriba en el
cuadro de búsqueda: paquete
de salvación.
su vida. Y no podrá lograrlo si es un cristiano perezoso.
Ya que en la Biblia se nos enseña, una y otra vez, que
debemos buscar primero y principalmente a Dios si
queremos Su bendición en nuestras vidas. Buscar es una
palabra que significa: “ir tras algo con mucho esfuerzo”.
Si quiere experimentar la plenitud de la gran salvación
que Jesús compró para usted, deberá ejercer un esfuerzo
constante; y no sólo cuando le sea conveniente. No
adquiera el hábito de vivir en pecado, de ser negligente
en lo que sabe que debe realizar, y de volverse a Dios sólo
cuando necesita ayuda.
Algunas personas actúan de esa
forma, pues piensan: “Dios cuidó de
mí en aquella ocasión cuando no estaba
viviendo de manera correcta. Entonces,
Él hará lo mismo por mí la próxima vez”.
Ésa es una actitud peligrosa.
Si usted sigue viviendo en rebeldía
y necedad, su corazón se endurecerá.
Y un día, ya no podrá volver a Dios
cuando necesite Su ayuda. incluso
si pudiera regresar a Él, quizá se
encuentre sumergido bajo tanta
condenación en su mente y en su
corazón que su fe no funcionará.
Ahora bien, quizá usted diga:
“Pero yo no estoy siendo rebelde,
simplemente he estado muy ocupado
como para invertirles tiempo a la
Palabra y a la oración”.
Entonces será mejor que
simplifique su vida, pues no puede
invertir su tiempo en otras cosas,
llenando su corazón y su vida con
las preocupaciones de este mundo, y
esperar estar fuerte en la fe cuando los
problemas vengan.
“Pero las cosas van bien por ahora”.
quizá eso sea cierto, sin embargo,
Jesús dijo que los problemas vendrían.
Cuando eso suceda, será mejor que
esté viviendo conforme a Salmos
91:1: «…morando bajo la sombra del
Omnipotente».
La palabra morar significa: “habitar,
permanecer en un determinado lugar”. Si
habita en algún lugar, ahí es donde vive.
quizá yo “viva” en un hotel mientras predico
en una convención, pero en realidad no
habito ahí, sólo me hospedo por unos días.