Emigración por reclutamientos. Canarios en Luisiana - Acceda ...

Levas a Cuba Canarios en Luisiana
seiscientos setenta y dos habitantes aporta un cupo de treinta y dos hombres, lo que
viene a significar un 0,33% de la población total.
Respecto a la realización de la recluta en los distintos lugares, la información
encontrada es de gran importancia, no sólo para estudiar el procedimiento seguido,
sino para determinar la composición de la misma: voluntarios, vagabundos y por sor-
teo.
"Certifico como en el Cabildo celebrado en el día de ayer habiéndose
visto la presente copia de la Real Orden (...) con oficio de seis de octu-
bre (...) para la formación del Batallón espedicionario (...) para guarne-
cer la havana (...) de mil doscientas plazas (...) se asigno a la Isla de
Tenerife doscientos y cincuenta hombres (...) que debiéndose proceder-
se a la distribución entre todos los pueblos (...) advirtiéndose que (...)
han de tenerse en considerarse primeramente los voluntarios (...) en
segundo lugar los hombres vagos, desocupados, o mal entretenidos
(...>" (1 19).
Según los expedientes estudiados, se consideraba vago a toda aquella persona que
no se dedicara a un trabajo de consideración, que frecuentara las tabernas, que busca-
ra peleas, que viviese amancebada o que estuviese en las calles hasta horas de madru-
gada. Esta consideración era tomada por el alcalde o por personas consideradas hon-
radas, lo que provoca que tenga un carácter arbitrario.
Los expedientes para considerar a una persona vaga seguían el siguiente procedi-
miento: primero se arrestaba a la persona por practicar la vagancia, y posteriormente
se buscaban testigos que pudieran verificar la certeza de esta acusación. Por su parte,
el acusado buscaba los testigos que demostrasen su inocencia. Por último, la senten-
cia era dada por el corregidor de La Laguna.
El celo de las instituciones lleva a declarar a una sola persona de las veintidós
estudiadas como inocente de los cargos de que era acusado; se le libera de tener que
ser alistado en la leva. De los acusados que tuvieron una sentencia desfavorable, y
que por lo tanto tuvieron que formar parte del batallón para La Habana, once fueron
condenados por no justificar su profesión y vivir amancebados, diez por diversas
cuestiones entre las cuales podemos encontrar: frecuentar las tabernas, buscar peleas,
o no tener trabajo fijo.