12.05.2013 Views

Hoja en pdf - La Hoja del Titiritero

Hoja en pdf - La Hoja del Titiritero

Hoja en pdf - La Hoja del Titiritero

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Círculo de amigos de los títeres<br />

para la educación y terapia<br />

Queda la esperanza de que la magia de las marionetas sea más fuerte que el poder de la indifer<strong>en</strong>cia y la condición de<br />

aislami<strong>en</strong>to; que los niños y los adultos t<strong>en</strong>gan más fuerte la capacidad de <strong>en</strong>cantarse por las marionetas y que nosotros<br />

seamos capaces de introducirnos <strong>en</strong> su dolor y <strong>en</strong> su pérdida para que ellos logr<strong>en</strong> volver a ver y dar amor a las cosas.<br />

Hilarion Petzold<br />

Del Poder Mágico de los Títeres para Ablandar los Corazones<br />

por Antonio José Gómez Acevedo<br />

Director Grupo teatro y títeres Retablillo<br />

Chía - Colombia<br />

Un día un titiritero trataba de ablandar la pétrea actitud de un ger<strong>en</strong>te de una importante<br />

empresa, hasta qui<strong>en</strong> logró llegar después de tanto insistir. El fruncido <strong>en</strong>trecejo <strong>del</strong><br />

ejecutivo no daba esperanzas de logra un contrato. Sacando arrestos el titiritero dejo<br />

escurrir su mano d<strong>en</strong>tro <strong>del</strong> bolso que el acompañaba; se calzó un muñeco y com<strong>en</strong>zó<br />

a subirlo l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te por el interior <strong>del</strong> saco cerrado que vestía. El hombre <strong>del</strong> ceño<br />

fruncido al notar el sospechoso movimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el pecho de aquel jov<strong>en</strong>, sin dejar de<br />

notar su perturbación abrió sigilosam<strong>en</strong>te una gaveta oculta de su escritorio y colocó su<br />

dedo índice <strong>en</strong> el gatillo. Cuando vio que una manita de fieltro asomaba por la abertura<br />

<strong>del</strong> saco de aquel jov<strong>en</strong> dejo aflorar una sonrisa y cerró de un golpe la gaveta. El<br />

titiritero continuaba hablando, trabajosam<strong>en</strong>te el titerito saco la cabeza, mirando a todas<br />

partes, se fijo <strong>en</strong> la cara, carota <strong>del</strong> ejecutivo pues estaba crecida <strong>del</strong> asombro. El<br />

titiritero calló, impostó una voz para el muñequito e hizo un monólogo corto para el<br />

señor <strong>del</strong> rostro adusto, qui<strong>en</strong> pasó <strong>del</strong> gesto de asombro al gesto de gozo: tragó saliva,<br />

miro complacido al titirimago aquel y le preguntó: “¿Y cuando pued<strong>en</strong> v<strong>en</strong>ir a hacer la<br />

función?<br />

En la frontera de dos países cualesquiera <strong>del</strong> mapa grande de esta América nuestra, un<br />

grupo de titiriteros fue det<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> una oficina de emigración e inmigración, por falta de<br />

un sello.<br />

Según los pulcros funcionarios deberían los artistas recorrer el mundo de regreso para buscar el m<strong>en</strong>cionado sello.<br />

Argum<strong>en</strong>tos van, argum<strong>en</strong>tos vi<strong>en</strong><strong>en</strong>, súplicas van, negativas vi<strong>en</strong><strong>en</strong>; se p<strong>en</strong>só incluso <strong>en</strong> el soborno, conoci<strong>en</strong>do la<br />

v<strong>en</strong>alidad de algunos funcionarios <strong>en</strong> nuestro contin<strong>en</strong>te, pero se descartó por ser antipatriótico. Además sin dinero<br />

cómo? De vez <strong>en</strong> cuando, uno que otro funcionario de aquellos se acercaba al grupo <strong>en</strong> actitud amigable y sugestiva.<br />

Por ahí como a la hora uno de estos escrupulosos paladines <strong>del</strong> honor solicitó la pres<strong>en</strong>cia de un miembro <strong>del</strong> grupo. El<br />

mas vali<strong>en</strong>te de todos se levantó, tomó su bolsa de magia, <strong>en</strong> la cual había langostas, gusanos, sapos, culebras,<br />

espantos y <strong>en</strong>amorados. Entró a la oficina y de fr<strong>en</strong>te le echaron el cu<strong>en</strong>to <strong>del</strong> dinero para el almuerzo de los cinco<br />

inescrupulosos funcionarios, acto seguido el abrió la bolsa y mostró su riqueza, ellos se burlaron. Casualm<strong>en</strong>te estaba<br />

allí una mujer jov<strong>en</strong>, vecina <strong>del</strong> lugar con cinco niños, uno a uno parecido a cada funcionario. Los niños rieron e hicieron<br />

com<strong>en</strong>tarios de lo visto <strong>en</strong> la bolsa; el titiritero rápidam<strong>en</strong>te se calzó uno de aquellos muñecos, empezó a jugar con los<br />

niños y de vez <strong>en</strong> cuando hacía refer<strong>en</strong>cia a uno de aquellos padres - funcionarios. G<strong>en</strong>eralizando el <strong>en</strong>canto volteó la<br />

mesa de juego - trabajo y escondido tras ella desplegó sus artes mágicas. Se vieron correr gusanitos perseguidos por un<br />

sapo saltón, volaron du<strong>en</strong>des, espantos y fantasmas oyéndose al tiempo mefistofélicas carcajadas que competían con<br />

las risotadas de los cinco funcionarios que al mom<strong>en</strong>to ya se hallaban s<strong>en</strong>tados cada uno con su hijo <strong>en</strong> las piernas.<br />

Cuando supo que estaba <strong>en</strong> medio <strong>del</strong> alma de los uniformados, el titirimago cesó su <strong>en</strong>canto, se levantó y dijo “no<br />

puedo darles más”. Niños, padres y la solitaria madre aplaudieron. Mi<strong>en</strong>tras tanto por la carretera, durante media hora<br />

transitaron turistas docum<strong>en</strong>tados e indocum<strong>en</strong>tados, traficantes legales e ilegales. Con humildad, el artista guardó sus<br />

morracos, acomodó la mesa, pidió permiso y salió a reunirse con el grupo; tras él, con su hijo <strong>en</strong> los brazos, salió un<br />

uniformado de aquellos y dirigiéndose al grupo les dijo: “Muchachos pued<strong>en</strong> seguir, disculp<strong>en</strong> la demora”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!