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carmelo mesa-lago, carlos quijano, alberto recarte, josé juan ruiz, carlos solchaga<br />
106<br />
<strong>encuentro</strong><br />
La economía cubana: hipótesis de futuro <br />
inversión para continuar reduciendo la mortalidad infantil que era del 9.4 por<br />
mil en 1995, la más baja de toda América Latina y el Caribe. Es necesaria, por<br />
tanto, una reasignación de los recursos de salud, para dar mucho más énfasis a<br />
aspectos que se han descuidado muchísimo, como por ejemplo, el sistema de<br />
agua potable y de alcantarillado, que se ha deteriorado enormemente y es crucial,<br />
así como mayor focalización en ciertos grupos de la población más afectados<br />
por la crisis, y en cierto tipo de enfermedades. Otro problema severo es el<br />
excedente de médicos, que se agravará en el futuro; una parte de ellos podría<br />
emigrar, o firmar contratos de trabajo en el extranjero, pero eso no resolvería<br />
el fondo del problema. Habría que autorizar a que el personal médico y paramédico<br />
ejerza su profesión por cuenta propia. Esto ayudaría al gobierno porque<br />
pagaría menos salario y, al mismo tiempo, la población con más recursos<br />
podría recurrir a la medicina privada, pagando de su bolsillo, a fin de recibir<br />
mejor calidad de atención, y promover un proceso de descentralización.<br />
Carlos Quijano. Complementando a Carmelo, yo me voy a concentrar en<br />
los aspectos básicos de un programa de recuperación de una <strong>Cuba</strong> postcastrista.<br />
Me gustaría empezar como telón de fondo, señalar que en los últimos 25<br />
años han ocurrido cuatro grandes eventos en el mundo, eventos que <strong>Cuba</strong><br />
tiene que enfrentar: uno es que se reconoce que las sociedades abiertas hoy<br />
día tienen que ser pluralistas; el segundo, es la difusión e implantación de una<br />
economía de mercado en un mundo globalizado, la tercera es justamente la<br />
globalización, y por último la revolución de las tecnologías de la información.<br />
La importancia de estos acontecimientos para analizar el desenvolvimiento de<br />
una <strong>Cuba</strong> futura es que por primera vez en la historia todo el planeta está<br />
organizado en un conjunto de reglas económicas y políticas en buena medida<br />
comunes. En ese entorno, la <strong>Cuba</strong> del presente es una nación devaluada e irrelevante.<br />
La economía cubana tiene más parecido con un campo de ruinas que<br />
con un centro de gravedad. Cuando se produzca el cambio, vamos a aprender,<br />
como aprendimos en todos los países del socialismo real, que prácticamente<br />
toda la información estadística oficial era engañosa, y de poca calidad. Las<br />
empresas estatales operaban con instalaciones de tecnología y económicamente<br />
obsoletas y el valor añadido era negativo. Había desempleo encubierto. Las<br />
infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, telecomunicaciones) y los equipamientos<br />
básicos,(vivienda, agua, alcantarillado y salud) eran anacrónicos, o no<br />
existían. El deterioro ecológico era escandaloso y la productividad media apenas<br />
alcanzaba el 20 o el 30% de los países de economías de mercado.<br />
Dadas esas circunstancias, mi proposición es que para <strong>int</strong>egrar a <strong>Cuba</strong> en<br />
ese nuevo entorno la transformación económica equivale a un choque de<br />
oferta y que ese choque puede ser traumático. Y por lo tanto se corren riesgos.<br />
Ese paso no será fácil, pero puede ser el más corto. Afortunadamente,<br />
han pasado ya casi diez años de la caída del Muro de Berlín, y algunas lecciones<br />
se han aprendido. Y una de las fundamentales es que existe un acuerdo<br />
mucho más sólido acerca de las bondades de la economía libre, abierta y competitiva,<br />
basada en reglas de mercado. Y que el cambio económico tiene que