Honorable Concejo Deliberante de Morón

Haciendo un poco de historia, podemos decir que María de las Mercedes Moreno
dio a luz encadenada y su hija le fue arrebatada. Una enfermera la registró a su
nombre. Nunca la vio, pero la buscó hasta que encontró a las Abuelas, filial Córdoba.
La investigación conjunta con las Abuelas hizo que el sueño justo de María de las
Mercedes Moreno y sus otras hijas se cumpliera. La nieta 107 fue restituida y pide
tiempo para reencontrarse con su verdadera familia.
Este bloque, y entiendo que este Honorable Concejo Deliberante en su conjunto,
manifiestan su beneplácito por esta noticia y no puede menos que reiterar una vez más
la perseverancia, la convicción y el amor, sobre todo el amor de las Abuelas que hacen
posible estos felices acontecimientos.
Falta recuperar identidades, cientos de identidades, pero avanzamos junto con
ellas en este camino de búsqueda incansable.
Resulta imposible no relacionar este acontecimiento con la batalla mediática que
se libró en ocasión del pedido de análisis de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de
Noble. Y hay que relacionarlos porque estamos en la cuenta regresiva para
desarticular, de acuerdo a la ley vigente, los monopolios hegemónicos de la
información.
En aquel momento las Abuelas sólo querían que se accediera a los análisis, sólo
eso. Restituir a esta nieta número 107, más allá de ese valor supremo de que alguien
pueda saber quién es y a dónde pertenece, muestra el trabajo impresionante,
incomparable, incansable y sin pausa de nuestras Abuelas a quienes una vez más
abrazamos desde aquí. Y vienen en este momento y en esta ocasión a mi mente unas
palabras de nuestra presidenta que se repiten y, por suerte, se vienen repitiendo cada
vez más: “el amor, una vez más, derrotó al odio.”.
Sr. Presidente.- Tiene la palabra la concejal Cristina Rodríguez.
Sra. Rodríguez.- Con mucha alegría, desde nuestro bloque saludamos la restitución de
la nieta número 107, hija de Carlos Héctor Oviedo y María de las Mercedes Moreno,
secuestrada el 26 de setiembre de 1978 con un embarazo de ocho meses y liberada en
1979.
María de las Mercedes sufrió tormentos en la D 2 de Córdoba, departamento de
informaciones de la Policía de Córdoba a cargo de Luciano Benjamín Menéndez. El 11
de octubre de 1978 dio a luz en la Maternidad Provincial a una niña de la que fue
separada inmediatamente.
Durante 34 años la buscó: primero, en la Casa Cuna; luego, ante la Justicia. En
2010 incluyeron sus muestras de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos. En
2011 realizó la denuncia en la filial Abuelas de Córdoba, dando inicio a la querella
penal. La Cámara Federal de Córdoba ordenó el entrecruzamiento de ADN con una
niña inscripta como hija propia de una trabajadora social de la Casa Cuna. La joven
accedió a hacerse los estudios y, finalmente, la verdad venció a la mentira. Este es el
quinto caso en que un nieto o nieta recuperada se reencuentra con alguno de sus
padres biológicos.
Si la desaparición forzada con torturas inimaginables y muertes fuera de la ley es
un hecho espeluznante el robo de bebés con cambio de identidad es un hecho
macabro, propio de mentes enfermizas que se creen todopoderosas y sobrenaturales
como para decidir el destino del recién nacido. Esas personas, que hoy están siendo
juzgadas gracias a la derogación de las leyes del perdón, no dan señales de
arrepentimiento o, por lo menos, poner en duda la validez de sus acciones. No, siguen
afirmándose en lo hecho. Ni siquiera dan información sobre los casi trescientos bebés,
hoy adultos, robados en esos años. ¿Cómo puede un grupo de seres humanos no tener
límites en la crueldad? ¿Cómo pueden justificarse a sí mismos las atrocidades
cometidas? Esto es lo que no entra en mi cabeza. Y salvando las distancias en tiempo y
atrocidades hoy yo diría que hay grupos de seres humanos que niegan la realidad,
inventan situaciones inexistentes y estimulan el odio, y si pudieran, si el contexto y el
consenso social los favoreciera, emularían viejas e históricas prácticas intolerantes.
Aceptar las distintas posiciones políticas con tolerancia y como parte de nuestra
realidad es un aprendizaje lento pero necesario. Mantenerse dentro de los carriles
democráticos, garantizar el respeto al otro y aceptar las reglas establecidas por las
mayorías son el desafío que tienen los grupos minoritarios de poder para no caer en
intentos golpistas modernos, pero también es nuestro desafío para que ellos ni lo
intenten.
Sr. Presidente.- Si nadie más va a hacer uso de la palabra, se va a votar el proyecto de
resolución.
Honorable Concejo Deliberante de Morón 21
Sesión Ordinaria del 11 de Octubre de 2012