Honorable Concejo Deliberante de Morón

En 1931 denunció las maniobras de los diputados y senadores conservadores
que condenaron el proyecto de ley de voto femenino presentado por el diputado
socialista Mario Bravo.
En 1947, con la sanción de la ley de voto femenino, afirmó que “el derecho a
elegir y ser elegida es un derecho innegable de la mujer en cuanto persona trabajadora
y pensante, que la eleva de la condición de esclavo de la antigüedad, de idiota o menor
de edad de la sociedad que se dice moderna y forma parte del camino que debe
recorrer para su emancipación.”.
Sin embargo, en la primera elección en la que votaron las mujeres, en 1952, no
pudo participar: estaba detenida en una comisaría de la Capital y durante todo ese año
tuvo que mantenerse oculta por su apoyo a la huelga ferroviaria.
- Ingresa a la sala y se incorpora a la sesión el concejal Muñiz.
Sra. Kreiman.- Alicia Moreau fue una luchadora hasta el final de sus días. Fundadora
de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, acompañó a las Madres de
Plaza de Mayo en las rondas y firmaba solicitudes y petitorios acerca del paradero de
los desaparecidos, y fue la encargada de exponer los horrores de la dictadura ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados
Americanos que llegó a nuestro país en 1980.
Ella nos deja el legado de una lucha incansable por construir una sociedad más
solidaria, libre y democrática, donde todas las ideas tengan lugar y un modelo de vida
dedicado al estudio, la educación y la militancia política, apasionada y austera.
Pocos meses antes de su muerte, reafirmó su inclaudicable fe en la vida y la
juventud, diciendo “soy una vieja sin esperanza, pero que concentra la poca que le
queda, pero muy pura, muy limpia, en la juventud; en esa juventud yo creo; en ella
reaparecen los que tienen la conciencia de ser creadores del futuro.”.
Alicia Moreau: en el aniversario de tu nacimiento estas siempre viva en el sueño
de una sociedad mejor. (Aplausos.)
Sr. Presidente.- Por último, se cumplió un nuevo aniversario del asesinato del
comandante “Che” Guevara.
Tiene la palabra el concejal Lucero.
Sr. Lucero.- Señor presidente: la verdad es que se hace difícil tratar de homenajear al
Che sin caer en lugares comunes, en palabras ya dichas. Sin embargo, en estos días
tenemos la firme convicción de que está junto a nosotros más presente que nunca,
porque a ese hombre es imposible entenderlo sin insertarlo en la revolución
Latinoamérica. Sólo desde esa óptica resulta posible explicar la gesta de este argentino
que adhirió a la revolución en Guatemala, se constituyó en figura de primera línea de la
Revolución Cubana y murió luchando por su causa en Bolivia.
Él mismo lo define con absoluta claridad: “He nacido en la Argentina; no es un
secreto para nadie. Soy cubano y también soy argentino y, si no se ofenden las
ilustrísimas señorías de Latinoamérica, me siento tan patriota de Latinoamérica, de
cualquier país de Latinoamérica, como el que más y en el momento que fuera
necesario, estaría dispuesto a entregar mi vida por la liberación de cualquiera de los
países de Latinoamérica, sin pedirle nada a nadie, sin exigir nada, sin explotar a nadie”.
Repasando algunos aspectos de la vida de Ernesto queda claro que su primer
viaje por esa mayúscula América, como él solía llamar, va adquiriendo cada vez más
una conciencia social, un compromiso con las necesidades de “los nadies”. Y ya en su
segundo viaje que emprende con su amigo “Calica” Ferrer es cuando sella para
siempre su compromiso político y social.
El golpe de Estado contra Jacobo Árbenz en Guatemala por parte de los
monopolios yanquis y la CIA, le provoca gran indignación y gran rechazo. Va
visualizando quién es el enemigo principal y crece su compromiso político. En una carta
a su madre expresaba: “El coronel Árbenz es un tipo de agallas sin lugar a dudas, y
está dispuesto a morir en su país si es necesario. Su discurso último no hizo más que
reafirmar esto que todos sabíamos y traer tranquilidad... El espíritu del pueblo es muy
bueno… hay un verdadero clima de pelea, yo ya estoy apuntado para hacer servicio de
socorro médico de urgencia y me apunté en brigadas juveniles para recibir instrucción
militar e ir a lo que sea”. Porque una de las cualidades más lindas e interesantes del
Che era que sentía y peleaba con el pueblo, entendía como decía Gramsci, que el error
del intelectual consiste en creer que se puede saber sin comprender y especialmente,
sin sentir y ser apasionado. No sólo del saber en sí, sino del objeto del saber. Esto es
que el intelectual pueda ser tal y no un puro pedante si se haya separado del pueblo
Nación. O sea, sin sentir las pasiones elementales del pueblo, comprendiéndolas y por
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Sesión Ordinaria del 11 de Octubre de 2012