Honorable Concejo Deliberante de Morón

Cinematográfica, cargo que le permitió levantar la censura que pesaba en nuestro país
sobre varias películas europeas que luego se convertirían en clásicos, entre ellas
“Último Tango en París”, “Decamerón” y “Estado de sitio”, de Costa-Gavras.
Como consecuencia del golpe militar de 1976, Getino debió exiliarse en Perú y
en México, donde realizó diversos cortometrajes, y regresó a nuestro país en 1989. Al
comienzo del gobierno de Menem fue director del Instituto de Cine pero renunció en
desacuerdo con Julio Bárbaro, subsecretario de Cultura y con las políticas oficiales.
“Filmo o he filmado cuando me tocó hacerlo, con la misma vocación personal con
que hice o hago otras cosas en la vida, simplemente para expresar, a través de
imágenes en movimiento, mis ideas, sentimientos y sueños, para que la realidad que
me toca -y nos toca- vivir, cambie, y el cambio sea mejor y para todos”. Este texto “¿Por
qué filmo?” dejó en claro la vocación que motorizó la vida de Octavio Getino: cambiar la
realidad, y no sólo desde atrás de una cámara, porque Getino fue ante todo un
intelectual que vio al cine como uno entre tantos vehículos de expresión. De hecho,
para la fecha de la publicación del texto en su blog hacía más de tres décadas que
había dejado de filmar. Se había mantenido activo desde otros roles, ya fuera de la
función pública, asesorando organismos internacionales, publicando investigaciones
sobre cines y medios o ejerciendo la docencias. Se desempeñó como docente en
cursos de post grado en Flacso y en la Universidad Nacional de Tres de Febrero y fue
consultor de organismos internacionales: UNESCO, PNUD, FAO, en temas de medio
ambiente, comunicación y cultura en varios países de América Latina. Entre 2004 y
2007 coordinó el Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires y
el Observatorio Mercosur Audiovisual de los organismos nacionales del cine de la
región.
Getino publicó numerosos libros en los que dejaba constancia de su
pensamiento, entre ellos “Cine latinoamericano: economía y nuevas tecnologías
audiovisuales”, “Cine y dependencia: el caso argentino”, y “Cine y televisión en América
Latina”, “El capital de la cultura: las industrias culturales en la Argentina y en la
integración del Mercosur”.
Cabe recordar que Octavio Getino nos honrara con su presencia en este recinto
en oportunidad de declarar de interés legislativo el documental “Octavio Getino,
Políticas Sociales y Culturales” en mayo de este año.
Señor presidente, Octavio Getino será recordado por su legado, por sus aportes
a la cultura, pero también por su invalorable militancia. Escribió hace pocos días
Norberto Galasso: “Getino entendió el proceso que está viviendo la Argentina desde
hace 10 años, en contraste con otros compañeros que no comprendieron la profundidad
de los cambios. En la evaluación política de este proceso coincidíamos. Lo veía
siempre muy activo. De hecho, nos encontrábamos siempre en manifestaciones y en
movilizaciones. Tenía un espíritu muy militante y siempre estaba pensando,
proyectando. Hace unos años publicó un libro sobre el tema del cine y las industrias
culturales. Hacía unos 6 meses que no lo veía y no sabía que estaba tomado por una
enfermedad fatal. Me sentí muy apenado porque Getino era uno de los protagonistas
del mundo cultural y artístico que tenía un gran compromiso con el pueblo. Era un
hombre combativo, que no transigía, que cuando se comprometía con algo lo llevaba
adelante. Un hombre de su talento debió tener muchas oportunidades para hacer en el
mundo de la cinematografía pavadas bien rentadas, pero nunca se dedicó a eso porque
estaba comprometido con lo popular. Estaba convencido de que el cine era un arte y
debía servir para la revolución”.
Sus compañeros de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano recuerdan
que en una de sus últimas reuniones les dijo: “Los detalles no hacen el camino,
cuidemos el momento que estamos viviendo, es fruto de una larga lucha que ahora está
floreciendo a pleno e importa tanto a los que nos estamos yendo como a los que llegan
para continuarla. Siempre lo más que podamos, acerquémonos a nuestros hermanos y
colegas de América Latina”.
Octavio, recibió el reconocimiento de diversos colegas latinoamericanos como
por ejemplo Juan Carlos Lossada Acosta que lo expresó de esta manera: “En
testimonio de aprecio y reconocimiento a la figura y aporte de Octavio Getino al cine
latinoamericano, la República Bolivariana de Venezuela recuerda hoy y llora hoy y
homenajea hoy, una y mil veces, a este gigante del nuevo cine latinoamericano como
fue Getino que su pensamiento, su tenacidad, su brega y su compromiso nos den más
valor para continuar la lucha que debe seguir siendo dada en nuestro continente y en el
mundo”. (Aplausos).
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Sesión Ordinaria del 11 de Octubre de 2012