Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa
Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa
Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ocurre como pueblo, como país, como nación. Así,<br />
tradicionalmente, he entrevistado a sociólogos, políticos,<br />
empresarios, médicos, ingenieros, economistas, dirigentes<br />
sindicales, sicólogos, artistas, músicos, historiadores, en fin…<br />
Sin embargo, gracias a esa confusión y opacidad <strong>de</strong> estos<br />
últimos tiempos, esa larga lista <strong>de</strong> disciplinas y profesiones se<br />
ha ampliado a otras menos rigurosas y ortodoxas. No sólo he<br />
tenido que invitar con frecuencia a antropólogos, sacerdotes y<br />
teólogos, sino también a expertos en religiones primitivas, en<br />
brujería, santería y espiritismo, y, cada vez con más<br />
frecuencia, me es necesario tener en el estudio a un siquiatra<br />
para que me ayu<strong>de</strong> a enten<strong>de</strong>r lo que nos está pasando.<br />
Repito la pregunta: ¿qué ocurre?<br />
Ocurre que estamos en revolución. Y las revoluciones, por<br />
<strong>de</strong>finición, están obligadas a reinventar el mundo so pena <strong>de</strong><br />
negarse y <strong>de</strong>svirtuarse. Y es esta la diferencia medular con,<br />
digamos, un mal gobierno. Malos gobiernos hemos tenido, y<br />
seguramente seguiremos teniendo. Algunos mejores, otros<br />
peores. Pero siempre cambiables, siempre renovables. Ese fue<br />
uno <strong>de</strong> los logros más importantes <strong>de</strong> nuestros años <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>mocracia: la alternabilidad en el po<strong>de</strong>r, saber que los<br />
gobiernos eran finitos, que cada cinco años podíamos salir <strong>de</strong><br />
ellos, sin sobresaltos ni madrugonazos. Una revolución, por el<br />
contrario, es única, irrepetible e irremplazable. Ha <strong>de</strong> ser,<br />
imperativamente, infinita. Y es este condicionante tan terrible<br />
el que, entre otros, impone ese manto <strong>de</strong> oscuridad y<br />
confusión sobre nuestra realidad.<br />
Esta revolución ha reinventado nuestra historia, nuestra<br />
relación con la economía y con el mundo, y, tanto o más grave<br />
aún, ha pretendido reinventar la misma manera en que nos<br />
relacionamos entre nosotros los venezolanos. Para la<br />
revolución, la Venezuela <strong>de</strong> la llamada Quinta República es<br />
una Venezuela parida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro mol<strong>de</strong>, como una suerte <strong>de</strong>