13.05.2013 Views

Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa

Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa

Discurso del orador de orden, César Miguel Rondón - Iesa

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Dado el contexto en que estoy manejando estas <strong>de</strong>finiciones<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> diccionario oficial <strong>de</strong> nuestra lengua, creo que no tiene<br />

mayor sentido <strong>de</strong>tenerme en lo que está <strong>de</strong> bulto: si no había<br />

intención <strong>de</strong> reconocer, mucho menos la hay <strong>de</strong> conocer al<br />

contrario, al que está enfrente, “al que es distinto <strong>de</strong> todo lo<br />

que no soy yo”.<br />

Esto nos lleva a una situación singular, absurda: si el otro no<br />

existe sólo existo yo, pero ese otro “inexistente” se manifiesta,<br />

hace ruido, me produce cierta picazón, me molesta, me<br />

fastidia. Por lo tanto, mi única opción es eliminarlo, bañarlo<br />

con un aerosol antiestorbos que me alivie la existencia. Y es<br />

aquí don<strong>de</strong> la realidad, la que ninguno <strong>de</strong> los dos reconoce ni<br />

acepta, se les viene encima como un muro lapidario y<br />

gigantesco: no sólo los dos existen, sino que,<br />

<strong>de</strong>sgraciadamente para ellos, no son los únicos. Venezuela es<br />

más, muchísimo más, que este disparate y este chantaje.<br />

El twitter, esa red social tan en boga y tan popular en estos<br />

tiempos, no tiene ningún valor estadístico, lo sabemos, pero<br />

bien nos pue<strong>de</strong> servir como una referencia circunstancial a<br />

efectos <strong>de</strong> estas palabras. La plataforma en cuestión tiene un<br />

indudable efecto catártico: allí entra la gente a gritar, a<br />

<strong>de</strong>sahogarse, a insultar y a mal<strong>de</strong>cir a todos aquellos que -<br />

disculpen- me jo<strong>de</strong>n la vida. Un opositor escribe algo, y <strong>de</strong><br />

inmediato viene una andanada <strong>de</strong> ofensas chavistas que, sin<br />

<strong>de</strong>tenerse a analizar lo dicho por el contrario, sus razones, sus<br />

pareceres, le <strong>de</strong>spachan <strong>de</strong> este mundo hasta con muy<br />

explícitas, en no pocos casos, amenazas <strong>de</strong> muerte. Y la<br />

inversa también funciona, y, <strong>de</strong>sgraciadamente, no en menor<br />

medida. En esta cruel simpleza, en este escenario tan primario<br />

y maniqueo, el chavista realmente piensa que todos los<br />

opositores son unos oligarcas millonarios, apátridas vendidos<br />

a la CIA, miserables <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> los “asesinos” <strong>de</strong><br />

Bolívar, enemigos a ultranza <strong>de</strong> todo lo que suene a cerro, a<br />

rancho, a pobre. Y, con la misma, los opositores ven en todo<br />

simpatizante o militante <strong><strong>de</strong>l</strong> chavismo, a un vendido a la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!