Castellano

PARA DIALOGAR
22
Civilización
Global
CORAZÓN GANA, ...
PIERDEN LOS PREJUICIOS
Al pasar la penúltima página del periódico reparó en el titular del problema de ajedrez
“Blancas ganan...”. Lo había leído miles de veces y nunca se había entretenido en indagar el
contenido. Le quedaban aún tres paradas para llegar a su destino, así que siguió leyendo el
planteamiento : “Blancas juegan y ganan en cinco jugadas. Cae la reina negra amenazada por
el alfil. La torre avanza para proteger al rey, etc., etc., y negras pierden”.
-¡Hay que ver!- pensó- El ajedrez no tiene nada que ver con el racismo,... pero juraría que en
este periódico siempre ganan las blancas-. Mientras daba vueltas a esa “trascendente” cuestión,
su pensamiento se detuvo al recordar a la vecina del cuarto, de raza negra por cierto. -¿Qué
habrá sido de esa mujer?. Llevo unas semanas sin verla, ¿quizá está enferma?-
Por fin llegó a su estación, al abrirse las puertas del vagón inició su camino y se propuso
preguntar a la vecina del primero, que estaba enterada de todo, incluso de lo que no debía.
Abrió el portal y, como no, allí estaba en el primer rellano la, a pesar de todo simpática,
vecina del primero.
–Holaaa, ¿ya vienes de trabajar?-
-Si señora, buenas tardes. Por cierto, quería preguntarle sobre la vecina del cuarto,
¿hace un tiempo que no la veo, sigue viviendo aquí?
-¡Ah si, si!. ¿No te has enterado?..., el otro día vino una ambulancia de esas amarillas y
la llevaron al hospital.
-Vaya, y ¿qué le pasa?
-Pues ayer hablé con una amiga suya, que vive dos portales más arriba, y me dijo que
estaba sin vitaminas y con problemas de nutrición, y que seguramente estará pronto de
vuelta.-
-Bueno, menos mal-.
-Sabes lo que pasa...pues que trabaja sin descansar y claro... Al parecer su marido
está impedido y tiene dos hijos en un país americano. La pobre trabaja durante el día
en una tienda de arreglos de ropa y por la noche hace un turno de limpieza de oficinas
y, aunque es joven, el cuerpo no perdona.-
-Claro, eso es así. Bueno pues muchas gracias y a ver si vemos pronto a nuestra vecina.-
-Eso es. Bueno, hasta luego-
Subió turbado por la escalera. El había imaginado siempre una vida
distinta en aquella mujer. ¿Por qué?. Prejuicios. Ahora se sentía culpable
por haberle “vendido caro” el saludo más
de una mañana, por ni siquiera esbozar una

sonrisa al coincidir en los buzones, por haber desviado la mirada en el supermercado y por
haber sospechado alguna tarde del perfume que percibía al cruzarse en el portal.
Conocía ese sentimiento, porque tendía a ocurrirle en otros entornos. Pero esa tarde, al entrar
en casa dejó caer el periódico encima de la mesa, abierto por la página del ajedrez, y pensó en
un nuevo titular: -Corazón ganan..., pierden los prejuicios.-
Sinceramente deseaba la recuperación de aquella vecina y poder ofrecerle un gesto cálido a
la primera ocasión.
Constatar la realidad de la
propia vida
Cuando somos pequeños y empezamos a descubrir el mundo,
todos los fenómenos a nuestro alrededor nos parecen un misterio y no
podemos evitar preguntar a nuestros mayores el porqué de las cosas.
Al crecer, la curiosidad, nuestro espíritu de búsqueda, nos ha llevado a ir
constando esas respuestas por nosotros mismos, a experimentarlo todo en primera
persona. No nos conformamos con creer en algo “sólo porque sí” sino que queremos
verificarlo por nuestros propios medios.
Lo mismo sucede en el mundo de la fe.
El Gosho, la recopilación de escritos que Nichiren Daishonin redactó con el
propósito de alentar y orientar a sus seguidores, nos ofrece una guía maravillosa
para vivir la vida. En esa obra, el Daishonin transmite el mensaje de que, todos
nosotros, seres comunes como él, podemos afrontar y superar las dificultades que
se nos presentan en la vida cotidiana tal y como él hizo: el Gosho brinda esperanza,
aliento y sabiduría.
Sin embargo, no se trata de que lo leamos como una aseveración que no debe
cuestionarse, es decir, el Gosho no es una fuente para interpretar sino mas
bien para experimentar abriendo nuestro corazón, sintiendo que fue escrito
expresamente para cada uno de nosotros, de vida a vida, con la certeza
de que lo que ahí nos cuenta el Daishonin es su propia experiencia real:
una vivencia que todos y cada uno de nosotros podemos sentir día a día en primera
persona porque no hay diferencias entre él y nosotros.
Y así, al confirmarlo y comprenderlo en nuestra existencia cotidiana, también
podemos transmitirlo y compartirlo con los demás.
Civilización
Global
PARA DIALOGAR 23

PARA DIALOGAR
24
Civilización
Global
LA MANYOSHU “COLECCIÓN
DE LA MIRÍADA DE HOJAS“
Existe en el ser humano un deseo de permanencia
en el tiempo que, a menudo, se concreta
a través de alguna forma de manifestación
artística, enseñándonos que, desde el pastor
que realiza una talla en un humilde trozo de
madera mientras cuida del ganado hasta el
más famoso pintor o poeta, todas las personas
tenemos esta capacidad para expresarnos a
través del arte. Esto es la muestra de nuestra
grandeza y de nuestra capacidad para crear.
Todas estas manifestaciones artísticas
hablan de un sentimiento íntimo y, aunque
sea inconsciente, siempre existe una intencionalidad.
las coplas populares transmitidas
oralmente han venido a convertirse en auténticas
crónicas de las costumbres, preocupaciones
y modos de vida de la época a que se
refieren; también a través de nuestro Romancero
hoy sabemos del día a día de las gentes de
otros tiempos pues sus autores prefirieron contar
hechos reales a inventar historias fantásticas,
de ahí su valor como testimonio de una
etapa de nuestra Historia.
Obra peculiar y representativa de esta forma
de permanencia a través del tiempo es, sin
duda, la Manyoshu “colección de la miríada de
hojas”. Se trata de la colección de poesía japonesa
más antigua y de más relevancia histórica.
Pero, más allá del valor que pueda tener
como influencia y aportación a la literatura, lo
que hace a esta colección singular y la convierte
en especial es que los autores de los
poemas que la componen no son profesionales
del arte de narrar, sino que son personas de
toda índole y clase social. En la Manyoshu
encontramos los poemas de los mendigos y de
los monjes, de los soldados y de los generales,
de las esposas y de las amantes.
Estos poemas nos muestran las diferentes
formas de percibir la vida de sus protagonistas;
a través de ellos, sabemos de la vida cotidiana,
de las alegrías y de los sufrimientos de
las personas comunes; pero lo más importante
es que en cada poema encontramos el corazón
de su creador.
Ahora, noso
t r o s
t e n e -
mos la
oportunidad de
expresar nuestro corazón,
dejar constancia de
cómo a través de “la
relación con mi maestro”
hemos podido
vivir con alegría,con esperanza
aún en los momentos difíciles.
Vivir de acuerdo con la
Ley, tal como cada día hace realidad
el maestro.
Miles de hojas llenas de palabras,
de música, de colores..., de un sinfín
de formas para que hable nuestro
corazón. No se trata del arte academicista
propio de algunos privilegiados,
sino de plasmar, tal como somos,
nuestra experiencia.
“Diluí mi vida en tinta sumi”, dice
Níchiren refiriéndose al Gohonzon,
la materialización de su
propia existencia que vivió de
acuerdo con la Ley.
Nosotros podemos diluir nuestra
experiencia en este testimonio,
convertirnos así en alquimistas
del corazón.

Gosho
Los primeros sutras enseñan que la claridad de nuestra
vida es como la Luna, y que la pureza de esa vida es
como una flor. Pero el Sutra del Loto no dice lo mismo:
sostiene que la Luna es la vida, y que la flor, en sí,
también lo es. A partir de esto, debe comprender que
este arroz pulido no es arroz, sino la vida misma.
(La ofrenda de arroz, Los Escritos de Nichiren Daishonin, pág. 1172)
¿Por qué escuchar distintas
interpretaciones de un mismo hecho?
Un elefante en sí es un elefante, si lo ves parte por parte puede ser distintas cosas:
el rabito es una serpiente; la trompa una trompeta; las uñas son como percebes; las orejas
un abanico… Conclusión: uniendo las partes podemos ver el conjunto: es un elefante.
Un hecho depende de ti, de tu visión, y de la de otros. En cualquier asunto
cotidiano hay mucha información que no tenemos, que desconocemos y es
importante que lo tengamos en cuenta porque a veces no es suficiente saber sólo
nuestra verdad, aunque sí es necesario expresarla para poder formar esa parte del
conjunto y que también se complemente con la verdad de los demás.
Nuestro primer Maestro Tsunesaburo Makiguchi en las Ideas y propuestas para
educar en una vida creativa de valores habla de dos clases de vida: Vida individual,
centrada en la satisfacción material del yo, genera vida competitiva. Vida social, centrada
en el mejoramiento espiritual de la comunidad. genera vida cooperativa.
La vida cooperativa puede desarrollarse sólo cuando los individuos se vuelven
capaces de ver sus propias debilidades y fortalezas en la misma medida en que
ven las flaquezas y virtudes ajenas. De esta comprensión recíproca sobre los puntos
buenos y malos puede surgir una genuina suma de esfuerzos que actúe en beneficio
de todos. Cuando los miembros de una comunidad reconocen claramente
los beneficios de su relación mutua, pueden trazar el
cimiento de una confianza perdurable, que
haga posible la vida en total cooperación.
Civilización
PARA DIALOGAR
25