Antología de la producción literaria de 1940 a 1970 - Portal ...
Antología de la producción literaria de 1940 a 1970 - Portal ...
Antología de la producción literaria de 1940 a 1970 - Portal ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
míra<strong>la</strong> cómo traza<br />
en muros <strong>de</strong> cristal amores <strong>de</strong> agua!<br />
Jaime Torres Bo<strong>de</strong>t<br />
Cripta 1937<br />
Poesía<br />
¿Con qué invisible tinta<br />
simpática te habían<br />
escrito en mí <strong>la</strong>s fechas<br />
los sueños y <strong>la</strong>s causas<br />
–para que no te vieran<br />
los ojos <strong>de</strong> los hombres–<br />
reservado mensaje,<br />
trému<strong>la</strong> poesía?<br />
Yo me creía exento<br />
<strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio,<br />
eterno como el texto<br />
<strong>de</strong> un pensamiento c<strong>la</strong>ro;<br />
cuando empezó una l<strong>la</strong>ma<br />
retórica a mor<strong>de</strong>rme<br />
y vi, entre los renglones<br />
que el fuego <strong>de</strong>shacía,<br />
aparecer <strong>la</strong> firma<br />
<strong>de</strong>l Rey <strong>de</strong>sesperado<br />
que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un siglo muerto,<br />
<strong>de</strong>creta mis acciones,<br />
envenena mis odios<br />
y poda mis enigmas.<br />
Secreto codicilio<br />
<strong>de</strong> un testamento falso,<br />
verdad entre pudores,<br />
confesión entre líneas.<br />
¿Quién te escribió en mi pecho<br />
con invisible tinta,<br />
amor que sólo el fuego<br />
reve<strong>la</strong> cuando toca,<br />
dolor que sólo pue<strong>de</strong><br />
leerse entre cenizas,<br />
<strong>de</strong>creto <strong>de</strong> qué sombra,<br />
póstuma poesía?<br />
Octavio Paz<br />
El <strong>la</strong>berinto <strong>de</strong> <strong>la</strong> soledad 1950 (fragmento)<br />
I. El pachuco y otros extremos<br />
A todos, en algún momento, se nos ha reve<strong>la</strong>do nuestra existencia como algo particu<strong>la</strong>r, intransferible y precioso. Casi<br />
siempre esta reve<strong>la</strong>ción se sitúa en <strong>la</strong> adolescencia. El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> nosotros mismos se manifiesta como un<br />
sabernos solos; entre el mundo y nosotros se abre una impalpable, transparente mural<strong>la</strong>: <strong>la</strong> <strong>de</strong> nuestra conciencia. Es<br />
cierto que apenas nacemos nos sentimos solos; pero niños y adultos pue<strong>de</strong>n trascen<strong>de</strong>r su soledad y olvidarse <strong>de</strong> sí<br />
mismos a través <strong>de</strong> juego o trabajo. En cambio, el adolescente, vaci<strong>la</strong>nte entre <strong>la</strong> infancia y <strong>la</strong> juventud, queda suspenso<br />
un instante ante <strong>la</strong> infinita riqueza <strong>de</strong>l mundo. El adolescente se asombra <strong>de</strong> ser. Y al pasmo suce<strong>de</strong> <strong>la</strong> reflexión:<br />
inclinado sobre el río <strong>de</strong> su conciencia se pregunta si ese rostro que aflora lentamente <strong>de</strong>l fondo, <strong>de</strong>formado por el<br />
agua, es el suyo. La singu<strong>la</strong>ridad <strong>de</strong> ser —pura sensación en el niño— se transforma en problema y pregunta, en<br />
conciencia interrogante.<br />
…Pero así como el adolescente no pue<strong>de</strong> olvidarse <strong>de</strong> sí mismo —pues apenas lo consigue <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serlo— nosotros no<br />
po<strong>de</strong>mos sustraernos a <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> interrogarnos y contemp<strong>la</strong>rnos. No quiero <strong>de</strong>cir que el mexicano sea por<br />
naturaleza crítico, sino que atraviesa una etapa reflexiva. Es natural que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> fase explosiva <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución,<br />
el mexicano se recoja en sí mismo y, por un momento, se contemple. Las preguntas que todos nos hacemos ahora<br />
probablemente resulten incomprensibles <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cincuenta años. Nuevas circunstancias tal vez produzcan reacciones<br />
nuevas.<br />
No toda <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción que habita nuestro país es objeto <strong>de</strong> mis reflexiones, sino un grupo concreto, constituido por esos<br />
que, por razones diversas, tienen conciencia <strong>de</strong> su ser en tanto que mexicanos. Contra lo que se cree, este grupo es<br />
bastante reducido. En nuestro territorio conviven no sólo distintas razas y lenguas, sino varios niveles históricos. Hay<br />
16