JOSÉ DÍAZ RODRÍGUEZ UNA NOCHE CON ESTRELLAS BILINGÜE

UNA NOCHE CON ESTRELLAS
-¿Qué? ¿Qué les ha gustado? –pregunta Doña Paula a su pareja de invitados
cuando termina la reproducción sonora del disco.
-Precioso,- responde Don Fernando.
-Y muy fino, – añade su acompañante Doña Vicenta.
-Pues me lo ha traído mi hermana, que ha salido a la calle, y que desde que
está aquí se obstina en hacerme regalos casi constantemente. Y es que es una
santa, una verdadera santita, tanto es así, que a pesar de ser mi única hermana,
yo la quiero muchísimo. Ahora la conocerán ustedes.
Después de hacer algunos comentarios en torno a sus preferencias por la
música y de su hermana, Doña Paula se dirige a los invitados exclamando
jubilosamente:
-¡Ah! Aquí está mí querida hermana. Pasa, pasa, no te quedes ahí. Y
cogiéndola por un brazo, la conduce hasta la mesa donde está la pareja
visitante que cortésmente se levanta a saludarla.
-Les voy a presentar a ustedes a mi querida hermana Matilde. – dice Doña Paula
con una agradable sonrisa.
-Mucho gusto, – añade Doña Matilde dirigiéndose a la pareja.
-Y esta pareja tan agradable, compuesta de este señor y señora, – agrega Doña
Paula.
-Encantada de conocerla, – corresponde Doña Vicenta.
-Lo mismo digo señora, – añade Don Fernando haciendo un gesto de
caballerosidad y cortesía hacia Doña Matilde.
-Siéntate aquí, Matilde siéntate. -dice Doña Paula a su hermana indicándole un
lugar para sentarse en el sofá. Las dos se sientan sonrientes y Doña Paula se
dirige de nuevo a los visitantes que permanecen de pie.
Y ustedes también pueden sentarse.
-Muchas gracias. – contesta Don Fernando sentándose en una silla junto a una
mesa redonda, al lado de su pareja.
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