JOSÉ DÍAZ RODRÍGUEZ UNA NOCHE CON ESTRELLAS BILINGÜE

UNA NOCHE CON ESTRELLAS
-Sí. Hija mía, si. Para ustedes, y con todo mi cariño. “Para Elisa de Beethoven.”
-Responde Doña Paula llena de satisfacción y regocijo.-
Los cuatro empiezan a caminar con dirección a otra alcoba, donde Dña. Paula
supuestamente tocaría el piano, al mismo tiempo que se corre el telón para dar
fin al primer acto.
Después de haberse retirado del escenario, Doña Paula, mujer de mediana
edad, buen semblante, educada y muy agradable. Fina en su forma de hablar y
aguda con el pensamiento, que parece querer leer en los ojos de quien le habla,
es una artista veterana de buenas obras y Geraldo la conoce de mucho tiempo.
Su carácter siempre respetuoso, impide a los demás actores el acceso a
bromas pesadas o chistes impúdicos que suelen contarse entre cierta gente del
teatro.
Geraldo conocedor de sus principios morales, se acerca a ella con mucho
respeto, para saludarla.
-¡Buenas tardes Doña Paula!
-¡Hola Geraldo! Me extrañaba que hoy no me hubiera usted hablado. Tiene
usted la imaginación muy ocupada en otro asunto -¡eh!... dice ella
cariñosamente.
-Quizás Doña Paula. Pero yo la he saludado, cuando entraba usted al teatro. Lo
que pasó, fué que estaba muy entusiasmada hablando con su director y no me
hizo usted caso.
-¿Entusiasmada dice usted? Yo diría: excitada y de mal humor. Porque ese
dichoso director, me saca de quicio y me hace perder el control de los nervios.
Menos mal que ya nos queda poco, porque si no, le daría un tirón de pelos.
-¡Vamos Doña Paula! El hombre no es tan malo. Lo que ocurre es que los
problemas de esta obra, le traen revuelto.
-Sí, yo lo comprendo, pero ¿qué culpa tenemos los demás de todo eso? -
continua argumentando la artista accionando un poco las manos, pero con un
tono bajo y sereno.
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