LIAHONA ENERO 1987.pdf - Cumorah.org
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los ojos bien abiertos, pero tenerlos<br />
semicerrados después del casamiento"<br />
(en Conference Report, abril<br />
de 1956, pág. 9).<br />
Mi querida esposa lo ha hecho. A<br />
través de los largos años de mis estudios,<br />
mis obligaciones profesionales y<br />
el crecimiento de la familia, nunca se<br />
quejó. Hace poco la oí en una conversación<br />
con algunas madres jóvenes que<br />
pasaban dificultades similares; le preguntaron<br />
cómo se las había arreglado<br />
para criar diez hijos teniendo un marido<br />
tan ocupado, que no disponía de tiempo<br />
para ayudarla. Su respuesta es un reflejo<br />
de su bondad: "En esos años<br />
difíciles no esperaba mucho de él, así<br />
que raras veces me desilusionó." Es<br />
una mujer muy especial; con ella es<br />
muy fácil obedecer este mandato:<br />
"Goza de la vida con la mujer que<br />
amas, todos los días de la vida" (Eclesiastés<br />
9:9).<br />
No todos han sido bendecidos con<br />
maravillosos compañeros eternos ...<br />
algunos, todavía no; y muchos casados<br />
no pueden estar juntos en esta vida todo<br />
lo que querrían. Felizmente, contamos<br />
con la compañía de familiares y amigos.<br />
Hace poco fui con otra Autoridad<br />
General a recorrer misiones en lugares<br />
muy polvorientos. De vez en cuando,<br />
al salir de la ducha de mañana, me<br />
sorprendía encontrar que mi considerado<br />
compañero me había lustrado los zapatos;<br />
y con gratitud me pregunté si cada<br />
uno de los 30.000 misioneros que<br />
sirven al Señor será un amigo tan bondadoso<br />
(y tendrá uno) como él lo fue<br />
para mí, realizando pequeños actos de<br />
cortesía por un compañero.<br />
La alegría o gozo viene en la mañana<br />
a los que se han ganado el descanso<br />
nocturno del trabajador. Una de las<br />
mejores recompensas de la vida es el<br />
privilegio de rendir un servicio de importante<br />
valor para otros. El poder hacer<br />
por nuestros semejantes lo que ellos<br />
no pueden hacer por sí mismos nos<br />
brinda una satisfacción incomparable.<br />
Para ello vale la pena pasar largos años<br />
de preparación.<br />
También se obtiene el gozo al<br />
prestar servicio en la Iglesia. Alma lo<br />
expresó así:<br />
"Que quizá pueda ser un instrumento<br />
en las manos de Dios para conducir<br />
a algún alma al arrepentimiento<br />
.. . éste es mi gozo." (Alma 29:9.)<br />
Por medio del servicio en los templos,<br />
el concepto de la cortesía hacia<br />
los compañeros se puede extender a los<br />
que han pasado más allá del velo. El<br />
evangelio trae buenas nuevas para los<br />
muertos y una voz de alegría para vivos<br />
y muertos; para todos es buenas nuevas<br />
de gran gozo (véase D. y C. 128:19).<br />
Incluso cuando el velo de la muerte<br />
nos separa de los padres que tanto<br />
dieron por nuestra existencia, su buena<br />
influencia sigue sobre nosotros. Y, al<br />
mirarnos desde el cielo, sus mañanas<br />
serán más alegres si pueden decir, como<br />
el Apóstol Juan: "No tengo yo<br />
mayor gozo que éste, el oír que mis<br />
hijos andan en la verdad" (3 Juan 4).<br />
Sobre todo, la cortesía hacia los<br />
demás no debe mancharse con la desobediencia<br />
a la ley de castidad. Este pecado<br />
es el veneno fatal que mata el gozo.<br />
Esa primera mirada al espejo en la<br />
mañana no puede reflejar ninguna<br />
alegría si trae recuerdos de las transgresiones<br />
de la noche anterior. El paso<br />
más seguro hacia el gozo en la mañana<br />
es ejercer virtud en la noche. La virtud<br />
y la cortesía hacia los compañeros van<br />
de la mano constantemente.<br />
La autoestima, bien merecida<br />
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El requisito siguiente para experimentar<br />
el gozo es sentirse satisfecho<br />
consigo mismo. El segundo de los dos<br />
grandes mandamientos de nuestro Señor<br />
lleva un doble mandato: "Amarás<br />
a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo<br />
22:39). Por lo tanto, el amor hacia<br />
los demás está gobernado, en parte,<br />
por la autoestima, y también lo está<br />
ese gozo que podemos sentir por la<br />
mañana.<br />
Toda persona debe entender la naturaleza<br />
de su propia alma. La siguiente<br />
revelación nos ayuda a percibirla más<br />
profundamente:<br />
"Porque el hombre es espíritu.<br />
Los elementos son eternos, y espíritu y<br />
elemento, inseparablemente unidos, reciben<br />
una plenitud de gozo;<br />
"y cuando están separados, el<br />
hombre no puede recibir una plenitud<br />
de gozo." (D. yC. 93:33-34.)<br />
Por lo tanto, si deseamos obtener<br />
la debida autoestima, debemos nutrir<br />
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