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GUÍA ❯❯ LucasArts ❯❯ Aventura de acción ❯❯ 1 Jugador ❯❯ Castellano
Hay héroes por los
que no pasa el
tiempo, e Indiana
Jones es uno de ellos.
Con su inimitable
estilo, látigo y gorro
a juego, tiene la
intención de vivir
otra de sus fantásticas
aventuras. ¿Quieres
acompañarle?

❯❯ Memory Card (156 Kbytes) ❯❯ Dual Shock 2 ❯❯ + 13 años ❯❯ 64,95 t
Llegar hasta la entrada de la Ciudad
Perdida me sirvió para ponerme
en forma y practicar los movimientos
que había olvidado.
(Ver Pieza de Museo).
Salí de la cueva y avancé por el sendero
hasta una pequeña plaza derruida
con una fuente mágica en la
que llené mi cantimplora con agua
milagrosa que curaba instantáneamente
todas las heridas (1). Como
la entrada a la otra zona de la ciudad
estaba obstruida por una maraña de
enredaderas busqué algo con lo que
cortarlas. Junto a la fuente, encontré
unas rocas por las que ascendí
MI DIARIO
AQWHSAQWHSA
01. CEILÁN
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. Puertas de la Ciudad Perdida
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
Tras cruzar otra puerta con enredaderas,
vi a lo lejos a dos cazadores
furtivos comentando que
iban a intentar atraparme, así que
tuve que extremar las precauciones
y estar en todo momento preparado
1
a una sala donde encontré un machete
junto a un esqueleto.
Tras un repentino desplome, salí por
otra puerta y pude bajar dejándome
caer a una columna derruida que
rebajó la gran altura (2). Machete
en mano, corté las enredaderas que
bloqueaban la puerta y continué por
el sendero hasta que me topé con un
enorme foso. Para sortearlo, usé mi
látigo, enganchándolo a una estatua
de cabeza de cocodrilo que
había en la pared (3). Ya sólo tuve
que romper con el sable otras enredaderas
para llegar a una zona de la
ciudad donde encontré compañía.
para la lucha. En la sala contigua me
encontré con uno de sus compañeros,
al que tuve que golpear con los
puños para no malgastar munición.
Tras liquidarle, cogí el machete y
corté la cuerda que sujetaba el pa-
2
2
Pieza de Museo
Antes de llegar a la ciudad, vi a mi derecha
una cascada sospechosa, si mi olfato de arqueólogo
no me engañaba. Efectivamente,
el chapoteo del agua impedía ver la entrada
de una cueva secreta, donde encontré la figura
del ídolo de Ramba Vihara.
lé de cajas para abrir un hueco por
el que bajar a la planta inferior (1).
Abajo me encontré con otro cazador;
usé la espada para noquearlo con un
par de tajos. Rompí todas las cajas
de madera de la sala, pero no encon-
3
3
1ª Lección de lucha:
Usa los Puños
PS2
Para poder enfrentarte a los muchos enemigos
que encontrarás deberás dominar la lucha
cuerpo a cuerpo, puesto que la munición
no te va a sobrar, precisamente.
• Para partir con ventaja en las peleas, intenta
coger a tus rivales por la espalda sigilosamente
y golpearlos (con ✖ y ■).
• Patéalos cuando caigan al suelo (con ✖).
• Utiliza los puños sin descanso (pulsando
continuadamente ✖, ✖, ✖, o ■, ■, ■).
• Si el enemigo se encuentra a varios metros
de ti, abalánzate sobre él con el codo
para tirarlos al suelo (pulsando ❖ y ■).
• Cualquier objeto como sillas, palas, patas
de mesa, botellas… te puede servir para
golpear a tus enemigos y causarles más
daño que sólo con los puños.
2. El Campamento del Cazador
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
tré nada útil. Al atravesar el pasillo
llegué hasta otro patio, donde encontré
dos cazadores más (2). En
una pequeña sala situada a mi izquierda
hallé una pala que me sirvió
para enfrentarme a ambos sin tener
que hacer uso de mi revólver. Tras la
pelea, subí por las escaleras que había
al lado de la hoguera y llegué
hasta una puerta con enredaderas situada
en el primer piso (3).
Con la espada rompí las enredaderas
y me colé en una sala donde
encontré una fuente mágica con la
que curar mis heridas. Una vez recu- ❯❯
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GUÍA ❯❯ Indiana Jones y la Tumba del Emperador
❯❯ perado, salí a la plaza y, buscando
otro camino, encontré en la pared
que había al final de la primera planta
una estatua de cabeza de cocodrilo
(4). Manejando con destreza el
látigo, crucé al otro lado del patio,
que pude atravesar pasando por una
estrecha cornisa (▲).
(Ver Pieza de Museo).
Después de coger la máscara, hice el
mismo recorrido para llegar al final
del campamento. Atravesé un pasillo
utilizando el látigo para no caer en
dos pozos (el segundo de ellos, con
2ª Lección de lucha:
Utiliza el látigo
Aunque sus golpes no sean muy dañinos, es
un arma muy eficaz para enfrentarte a varios
enemigos armados a la vez. Empieza
desarmándolos golpeando sus manos con el
látigo (mantén pulsado ✖). Cuando te rodeen
y te ataquen por todos lados, aléjalos con
latigazos al aire en redondo (mantén el ■).
Para llegar al otro lado del pasillo
tuve que saltar un gran foso con
pinchos usando el látigo (1). Cuando
aterricé, desenvainé la espalda y le
propiné una buena paliza al cazador
que vigilaba la zona. Enseguida accedí
a una plaza con mucha vegetación,
giré a la izquierda, subí unas
escalerillas y llegué a una sala donde
hallé una pala, que me sirvió para
eliminar a los dos cazadores que merodeaban
la zona sin desperdiciar
4 5 6 Pieza de Museo
unos pinchos espantosos) y llegué
hasta un lago donde pude practicar
un poco mi técnica de buceo (5).
Al final de éste, pude rellenar la
cantimplora en una fuente mágica
y, tras atravesar de un salto el pequeño
lago, llegué hasta una orilla
donde ascendí hasta lo más alto enganchándome
en el muro derruido.
Arriba, me esperaba un cazador armado
con una peligrosa escopeta,
así que tuve que esconderme detrás
de un muro hasta que pude colocarme
bien para hacer un peligroso
salto y engancharme en una
cuerda que me serviría para cruzar
hasta el otro lado (6). Allí, corté
las enredaderas de la entrada y
aguardé escondido junto a la puerta
munición (2). Tampoco me preocupó
demasiado recibir unos cuantos golpes,
ya que encontré en la misma
plaza una fuente mágica que curaría
todas mis heridas (3).
Seguí caminando y entré en una sala
con unas escaleras por las que subí
al piso superior. Había allí un cazador
con escopeta mirando por la ventana:
aproveché su despiste parar atacarle
por la espalda sin darle tiempo
de dispararme (4).
de la sala siguiente hasta que llegó
otro matón con escopeta. Le agarré
por la espalda, le golpeé hasta
dejarlo K.O. y cogí su potente arma
para defenderme del resto de los cazadores.
Atravesé el pequeño pasillo
y llegue hasta el balcón donde anteriormente
había visto a otro enemigo
armado (7). Para eliminarlo sin
problemas y no gastar munición, le
empujé con una embestida con el
codo para tirarlo al lago.
Desde ese balcón, hice otro arriesgado
salto para alcanzar una plataforma
que había enfrente. Luego, con
un salto utilizando el látigo, llegué
a otra parte de la ciudad perdida
donde, irremediablemente, caí en
una trampa que me llevó a otro la-
7
Tras neutralizarlo, cogí su munición
y accioné una palanca que abrió
una puerta secreta situada en la
Tras utilizar una vez más el látigo en una estatua
de cocodrilo, vi un palé de cajas que
pendía de una cuerda. Rompí la soga con
mi machete y las cajas cayeron al patio haciéndose
añicos y dejando al descubierto todo
una reliquia: la máscara Mahavatu.
go artificial. Nadando un poco, alcancé
una zona donde pude escalar
para llegar hasta el piso superior.
Arriba, antes de accionar una palanca,
me equipé con el revólver ya que
mi intuición me decía que había más
cazadores. Efectivamente, nada más
pulsar la manivela se abrió una
compuerta donde aparecieron dos
enemigo,s equipados con escopeta y
pistola (8). Tras eliminarlos, cogí la
munición de sus armas y me colé
por la puerta del fondo del pasillo.
3. El Camino de los Ancestros
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
8
plaza. En ésta sala secreta encontré
más munición de la escopeta y un
botiquín (5).
1 2

3ª Lección de lucha:
Emplea el revólver
Cuando te veas en inferioridad y tus rivales
estén bien armados, usa tu pistola para
que tu vida no corra peligro. Aunque el revólver
es el arma de fuego más eficaz apenas
encontrarás munición, así que úsala sólo
en situaciones de auténtico peligro.
Si un enemigo se acerca demasiado a ti, golpéale
con el revólver (con ■) para alejarlo.
Al pulsar la palanca de la pared,
se abrió una compuerta y pasé
a un patio con tres enemigos (1).
Tras liquidarlos con la escopeta, apareció
uno más por una puerta secre-
De vuelta a la plaza, salté con el látigo
entre las plataformas elevadas
que rodeaban el jardín y me agarré a
una cornisa (6). Al otro lado me esperaba
un cazador junto a la entrada
tapiada del Palacio de los Reyes
Olvidados.
Cuando me acerqué a la entrada, de
las casetas de piedra que había detrás
de mi, salieron cuatro cazadores
más. Eran demasiados y todos iban
armados, así que tuve que sacar la
ta que había en la zona elevada del
patio. Despejada la zona, encontré
una fuente mágica y balas para el
revólver en unas cajas apiladas en
una esquina. A la derecha de la sala
1 2
escopeta y hacerla trabajar. Dentro
de las casetas hallé munición para
ella y dinamita, con la que pude vo-
anterior vi una columna derruida,
por la que pude escalar para llegar
a la primera planta de la plaza (2).
Tras saltar por los pilares del centro
y usar el látigo, llegué a una sala del
primer piso donde me enfrenté con
otro enemigo. Al descender a una sala
contigua, usé el machete para
romper unos hierbajos que bloqueaban
el camino. Al fondo encontré
un muro con enredaderas, gracias
a las cuales pude escalar.
(Ver Pieza de Museo)
Volví a subir por la enredadera y, tras
rellenar la botella en una fuente
mágica, corrí por un largo pasillo de
piedra para no caer en
los agujeros del
suelo ni ser golpeado
por los
dardos que
salían
de la
pared (3). Llegué
a un gran foso
en el que tuve
que utilizar dos
veces mi látigo
en un mismo
salto paracruzarlo.
PS2
3 4 5
3
Pieza de Museo
En cuanto llegué arriba gracias a las enredaderas,
salté y me enganché a la cornisa
que había frente al muro de enredaderas.
Accedí así a una sala secreta en la que hallé
la reliquia de Puerto Negombo.
6 7
lar la entrada del palacio (7). Tras
colocar el explosivo me retiré para
que no me dañara la onda expansiva.
4. El Palacio de los Reyes Olvidados
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS

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5. Río de Colmillos
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Llegué a un pasillo con baldosas
de las que salían pinchos. Observé
cómo se alternaban y salté las
baldosa con cuidado. En la sala siguiente,
usé la escopeta contra los
tres cazadores armados. Tras la pelea
me curé en una fuente mágica.
Tiré de la palanca al fondo de la
sala y se abrió una puerta secreta.
Afuera, liquidé a dos matones y cogí,
de dentro de las tiendas de campaña
munición para el revólver y una
cantimplora más grande (1).
Al llegar a la mitad del puente de
Tras bucear por un largo túnel
inundado, llegué hasta un lago
que, para no variar, también estaba
infestado de cocodrilos.
Como no quería herirlos con el machete
(umm…), seguí nadando recto
sin parar hasta que encontré la
orilla. Cerca de ésta, en una pequeña
caja de madera encontré munición
para el revólver, y en otra del primer
piso, tras eliminar a dos matones,
encontré un botiquín. Antes de enfrentarme
a ellos, pulsé una palanca
que había en mitad de la cueva
para colocar una plataforma de
metal de tal forma que pude llegar
hasta una entrada lateral (1).
madera, tras un par de saltos, éste
se desplomó y caí al agua, llena de
cocodrilos. Salí rápido a la orilla
más cercana y encontré unas calaveras,
que tiré al agua para despis-
Allí, encontré una fuente mágica y
un pasillo con pinchos como el
que había sorteado anteriormente.
Tras ascender por un largo camino,
cruzar una sala con dos candelabros
y subir tres peldaños, pude
contemplar en el suelo un esqueleto
y unas marcas muy extrañas.
Mi sexto sentido me avisaba de un
peligro inminente… Y no me equivocaba:
al pisar la zona tuve que apartarme
rápidamente, porque una plataforma
con pinchos cayó desde
el techo (1).
Como no podía seguir recto porque
el camino estaba cortado por unas
tar a los reptiles (2)lo suficiente para
nadar por el río a la orilla cercana.
Una vez pasé por la puerta junto a
la cascada, hallé otro campamento
con otros dos cazadores. Por las
1 2
Delante descubrí la palanca que
abría la boca de la Diosa del Río,
situada en la cueva anterior (2).
1
verjas, me subí en la plataforma
de los pinchos. Arriba, encontré un
agujero por donde seguir mi camino
hacia el interior del templo. Si hu-
tiendas hallé un botiquín. Para finalizar,
tuve que pulsar las dos palancas
situadas a ambos lados de
la sala (3) para abrir una enorme
compuerta situada en el suelo.
6. El Templo de la Diosa del Río
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
3
Para llegar a ella, se abrió una puerta
frente a mi y usé una liana al estilo
“Tarzán” para tirarme al agua.
7. En las Cavernas Sagradas
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
2
biese tenido buenos reflejos, al llegar
al final de la rampa hubiese saltado
y enganchado mi látigo en una
lámpara para ahorrarme camino…
1 2

Llegué a una amplia sala en la
que una especie de murciélagos
gigantescos y de color rojizo
dormían colgados del techo. Algo me
dijo que sería mejor no despertarlos,
así que decidí convertirme en el arqueólogo
más silencioso del mundo,
y caminar por la hierba (1). En
una ocasión cometí un error y uno
de ellos lanzó contra mi unos dañinos
dardos imparables.
Para superar la prueba en una segunda
sala, tuve que usar la cornisa
que encontré a mi izquierda (2).
Justo cuando iba a coger el ídolo
de Kouru Watu un cocodrilo gigantesco
destrozó el puente. Necesitaba
otro camino.
Sin embargo, en la tercera sala fue
más complicado ya que sólo dispuse
de unas calaveras con las que distraer
a los guardianes: mientras
ellos se entretenían disparando a
Cogí una calavera para distraer al
caimán y me tiré al agua (1). Fui
por la izquierda y nadé rápido a la orilla
de la sala contigua. Salté por el
3
pero no fue así y caí a otra zona
inundada, donde me esperaban dos
nuevos cocodrilos (2). Salí rápido de
allí, acabé con un matón y tras subir
unas escaleras, encontré, en unas
cajas, munición para la escopeta.
Ascendí hasta un tercer piso por los
tablones y las escaleras hasta que
los huesos al tocar el suelo, yo
corrí hasta otra zona con hierba.
Tras subir unas escaleras y enfrentarme
a dos matones, pude recuperar
mi salud gracias a una nueva
puente cortado, me acerqué a la manivela,
cogí una calavera y la lancé
al agua. Cuando el reptil acudió, bajé
la compuerta para encerrarlo.
PS2
me topé con otros dos cazadores. Al
final llegué a una zona al aire libre,
donde usé unas enredaderas en la
pared y una cuerda, ascendiendo a
pulso, para llegar a otra zona del
templo (3). Tras rellenar mi cantimplora
en una fuente mágica,
pulsé una palanca para que una plataforma
de metal bajase hasta donde
yo estaba. Para ascender al piso superior,
volví a pulsar la manivela y
subí en la plataforma antes de que
se fuese. Nada más llegar arriba, saqué
mi escopeta para usarla ante los
tres matones que me esperaban y
pulsé otra palanca para entrar
en el corazón del Palacio (4).
8. Los Guardianes Silenciosos
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
fuente mágica para afrontar la última
sala de los guardianes. Aunque
era muy larga, las zonas de hierba
y las calaveras me permitieron cruzar
la zona sin dificultad (3).
9. El ídolo de Kouru Watu
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
4
2
2
Salté por el puente cortado, subí las
escaleras y accioné otra palanca:
descendieron unas pasarelas de metal
en la sala central. Me subí en la
plataforma a ras de agua y empecé
a saltar con las cadenas hasta
unas cornisas con más manivelas
que bajaban más plataformas. Llegué
a la última palanca, que dejó al
descubierto el ídolo, pero antes de
cogerlo, bucee por el lago y corté
las dos sogas.
Al coger la estatuilla, el suelo cedió
y llegué al interior del bloque central.
Comencé a nadar a la orilla del
comienzo lo más rápido que pude,
pues habían soltado al caimán (2).
3
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Al final de la pasarela de madera,
pude engancharme con el látigo
a una gárgola de piedra que vi a mi
derecha. Al otro lado de la mazmorra,
pude descender a la planta baja
02. PRAGA
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. La Puerta del Castillo
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Nada más empezar, tuve que deshacerme
de un tipo trajeado,
así que, silencioso, me acerqué despacio
y le agarré por detrás para no
dejarle disparar con su Luger (1).
Como la puerta principal de la muralla
estaba cerrada, necesitaba otro
camino. Por fortuna, al final de la calle
y tras eliminar a otro matón, subí
a un jardín para alcanzar de un sal-
1
to la parte superior del muro apoyándome
en una columna (2). Ya
arriba, finiquité a dos matones más y
llegué al principio de un puente, bajando
por una cadena (3).
En el camión que había aparcado en
mitad del puente, cogí un preciado
botiquín y al final del puente, después
de deshacerme de otro matón,
encontré en un rincón situado a la iz-
por unas escaleras. Como las puertas
estaban cerradas, seguí bajando
hasta el sótano donde haciendo
uso de las sillas y las patas de la
mesa, neutralicé a dos matones (1).
2
quierda, balas para el revólver.
Como la puerta que daba acceso
al castillo estaba cerrada, retrocedí
hasta el comienzo del puente,
giré a la izquierda y me asomé junto
a las escaleras al borde del acantilado
(4). Allí vi unas tuberías en las
que pude engancharme de un salto
y deslizarme hasta una plataforma
que había debajo del puente. Desde
ella, crucé al otro lado del acantilado
con el látigo y una cadena que
colgaba (5). En tierra firme, giré a la
izquierda y al avanzar encontré una
Luger con mucha munición.
Seguí por el único camino posible
hasta que me introduje en el interior
de la mazmorra del castillo por
una puerta lateral (6).
Al pasar al siguiente pasillo, unas
enormes hachas empezaron a bajar
desde el techo. Para que no me cortasen
en pedacitos, tuve que moverme
rápido y calcular el momento
4ª Lección de lucha:
La Luger y la Mauser
Cuando adquieras la pistola con silenciador
típica de los nórdicos, cuenta con que
conseguirás mucha más munición, pero no
es tan eficaz como el revólver. Aunque
no es muy potente, su silenciador hará que
cuando dispares a un soldado, sus compañeros
no lo oigan aunque estén cerca.
3 4 5 6
2. La mazmorra
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
2
oportuno para cruzar. Al doblar la esquina
se accionaron otras hachas
que salía a la altura de mi cintura,
por lo que tuve que lanzarme para
esquivarlas (con el botón L1) (2).
Al final del pasillo, que estaba plagado
de trampas como éstas, hallé una
argolla que abrió una de las compuertas
de la sala principal de la
mazmorra. Tras subir unas escaleras,
encontré una fuente mágica que
me curó los rasguños sufridos. Hallé
también otra argolla que abrió la
puerta roja de la planta inferior
(3). Tras neutralizar a dos enemigos
armados con Luger, llegué hasta un
foso que pude sortear gracias a mi
inseparable látigo.

Como la puerta de enfrente estaba
cerrada, pase por la cornisa que bordeaba
el foso para llegar a una sala
donde encontré una palanca que
dejó al descubierto una cadena que
me permitió subir al nivel superior
(4). Arriba, me esperaban tres matones
muy bien armados, así que no
tuve más remedio que emplear mi
artillería y recuperar la munición
de sus pistolas.
Antes de seguir mi camino, moví la
argolla que había en mitad del pasillo
para abrir todas las celdas de la
mazmorra, aunque sólo encontré un
cargador de la Luger y un montón
de esqueletos (5).
Llegué hasta una sala plagada de
ratas, con una fuente mágica y un
Ya estaba en el dichoso patio, y
en seguida me di cuenta de que,
como la plaza estaba absolutamente
atestada de enemigos, iba a necesitar
un buen arma para liquidarlos: era un
hecho: no disponía de munición suficiente,
ni para el revolver ni para la
Luger juntos, para enfrentarme a
ellos. Así que decidí esconderme detrás
del primer camión y de la estatua
que estaba en mitad de la plaza
para llegar hasta otro camión
estrecho puente donde encontré
dos palancas. Accioné en primer lugar
la de la derecha y me enganché
en la cadena que apareció por mi
derecha (6). De ésta salté a otra para
alcanzar un balcón donde accioné
5
donde encontré una MP-40 semiautomática,
mucha munición y un
explosivo (1). Gracias a este nuevo
arma, y con cuidado para no desperdiciar
la munición, pude eliminar a
todos los enemigos que salían de los
camiones. Empleé ráfagas cortas y
pude atacar a varios enemigos al mismo
tiempo. Con el patio bien despejado,
recogí toda la munición de las
armas de los matones a los que había
mandado al otro barrio y me acerqué
1 2
3
una manivela para abrir la verja
elevada del otro lado de la sala. Regresé
al puente y accioné la otra palanca
para acceder a dos cadenas
que me dieron acceso a una puerta
secreta que daba al patio del castillo.
6
al foso cubierto (2). Con el explosivo
que había adquirido en el camión
hice estallar la tapa de metal que
obstruía su entrada y me tiré por él
para caer en un túnel inundado. Lo
atravesé nadando rápidamente y accedí
a una entrada secreta del castillo
pulsando un par de palancas (3).
4
5ª Lección de lucha:
La metralleta MP-40
Aunque dispongas de mucha munición para
este arma, si no tienes cuidado la acabarás
desperdiciando con un solo enemigo. Para
ahorrar balas, no dejes pulsado el gatillo y
dispara ráfagas cortas. Mantén tu arma
siempre con el cargador lleno (R2) para tenerla
disponible en caso de emergencias.
3. El Patio del Castillo
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
3
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4. El Gran Vestíbulo
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Tras eliminar al primer enemigo,
salí del comedor, bajé unas escaleras,
abrí un portón grande de color
naranja y llegué a otro comedor
gigantesco. Allí me encargué de otro
enemigo y subí por las escaleras a
una primera planta donde hallé una
fuente mágica (1).
Sobre las escaleras situadas antes del
manantial, había una viga por la que
accedí a un piso superior. Allí, tras
atravesar el comedor enganchando el
látigo en la lámpara central y saltando
(2), pude llegar a una zona alta
del vestíbulo. En el centro de la sala,
justo bajo una enorme lámpara de
araña, había cuatro matones. Aunque
no eran rivales para mi, descubrí una
forma mucho más sencilla que la lucha
para de deshacerme de ellos: pasé
por la estrecha cornisa hasta el
En cuanto accedí a la enorme
biblioteca, eliminé al primer
guardia que me atacó, bajé las escaleras
y entré por una pequeña
puerta para llegar hasta un almacén,
donde encontré a otro enemigo
y muy cerca, una fuente mágica.
De nuevo en la biblioteca, inspeccioné
la planta baja y sólo encontré a
otro molesto nazi. Subí las escaleras
otro lado de la primera planta del
vestíbulo y pulsé la palanca que hizo
caer la lámpara, aplastando a todos
los matones (3). Bajé por unas
escaleras que había junto a la manivela
y recogí la munición de sus armas.
Como todas las puertas estaban
cerradas tenía que buscar otro camino,
así que subí por las mismas escaleras
y usando el látigo, me lancé
hasta la cadena que sujetaba la lámpara.
Balanceándome con ésta, pude
entrar en otra sala por la ventana. En
esta sala encontré, junto a la chimenea,
una botella de vino (4).
Dentro de la sala de billar había cuatro
matones, así que usé la botella
como arma arrojadiza y un poco de
munición de la Luger para neutralizarlos.
En esta habitación, encontré
las llaves de la biblioteca, un cu-
para llegar a la primera planta, giré
a la derecha y, al final del pasillo, pude
escalar por unas estanterías y
engancharme con el látigo en una
lámpara para acceder al segundo
piso. Allí, acabé con otra patrulla y
subí hasta la tercera planta por unas
escaleras de metal para enfrentarme
a otro enemigo más. Usé el látigo
en la lámpara central y así con-
chillo arrojadizo y munición de la
pistola. Salí de la sala de billar, abrí la
puerta de enfrente, bajé las escale-
2 3
4
1 2
seguí cruzar hasta el lado opuesto
de la biblioteca. Entre las estanterías
pude descubrir un pequeño apartamento
semioculto, donde encontré
unas escaleras que me
llevaron a un piso superior. En esta
nueva sala hallé una manivela que
abrió un compartimento secreto
en la primera planta (1). Dentro de
éste cogí un libro, que coloqué en
una estantería del segundo piso para
acceder a una sala secreta en donde
encontré el mapa del castillo.
(Ver Pieza de Museo)
Para poder salir de tan compleja biblioteca,
sólo me quedaba regresar
a la planta baja y cruzar por la
puerta secreta por la que habían
aparecido últimos dos matones (2).
ras rojas y me colé por la primera
puerta que vi a mi izquierda, gracias
a la llave que acababa de adquirir (5).
5. La Biblioteca
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
5
Pieza de Museo
En ese mismo piso, encontré otro departamento
entre dos estanterías situadas en
un extremo de la planta, donde pude hacerme
con el Medallón Libuse.

6. El Reloj del Astrólogo
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
En la primera sala, vi una corona
sobre una mesa y alrededor
suyo unos conductos muy sospechosos.
Mi experiencia me decía que debía
coger la corona lo más rápido
posible y salir corriendo hacia la siguiente
sala (1).
Nada más cogerla, la puerta que comunicaba
la habitación contigua se
empezó a cerrar y de los conductos
empezó a salir gas venenoso. Menos
mal que fui muy rápido y me
lancé antes de que se cerrase para
no quedar atrapado en aquella trampa
mortal. En la habitación contigua,
En una especie de establo encontré
unas cajas que ocultaban un
botiquín y unas escaleras que me
llevaron hasta el tejado. Al pasar por
la cornisa que había junto al establo,
pude ver a un matón, que estaba
asomado a un balcón del edificio que
había enfrente. Sin pensarlo, desenfundé
la Luger y apunté bien para no
fallar en la distancia y eliminarlo de
un solo disparo (1).
Al final de la cornisa, llegué a un pa-
después de fijarme bien en los dibujos
de las 4 puertas, accioné una
palanca. De repente, de entre las llamas,
salió una figura que representaba
al macho cabrío con los brazos
extendidos (2). Algo en mi interior
sillo donde encontré una puerta que
estaba cerrada. Al lado suya había
una escalera que me permitió acceder
al piso superior. Dentro de la torre,
había otra ventana por la que
pude saltar hasta una cadena que
colgaba para descender hasta el piso
inferior. Como había una cristalera,
me balanceé con la cadena para
romperla y colarme en el interior de
un salto (2).
En la sala contigua encontré otra es-
me dijo que debía entregarle la
corona, así que así lo hice y unos
controles aparecieron en mitad de
la sala. Gracias a ellos, pude manipular
la manecillas del reloj de la sala
y colocarlas de esta forma: la agu-
calera que me llevó hasta el piso superior,
donde me aguardaba un nuevo
enemigo. Aún más arriba había
dos balcones: uno, en el que había
una tirolina que bajaba al tejado
del establo y otro que daba a la
cristalera del tejado del arsenal. No
tenía mas remedio que romper el
cristal y tirarme… Menos mal que
tuve la suerte de caer encima de un
guardia que pasaba en ese momento
por debajo, lo cual amortiguó bas-
ja de la Luna en el IV, la del Sol en
el II y el horóscopo de Tauro (figura
de un toro), arriba (3).
Así conseguí abrir la puerta con la
cabeza de un toro dibujada y llegar
a la Armería del castillo.
1 2
3
7. La Armería
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
De nuevo me encontraba en esta
sala, no dudé ni un instante, pese
al temor a lo desconocido, en accionar
la palanca. Volvió a aparecer
la figura que personificaba al macho
cabrío y de inmediato le hice entrega
de la espada rota (1). A continuación,
me dispuse a accionar las
1
manecillas del reloj de manera que
quedaron dispuestas de esta forma:
la aguja del Sol a las XII, la aguja
de Luna en las III y arriba el horóscopo
de Escorpio, o sea, el dibujo
del escorpión (2). Escuché un sonido
que significaba que la puerta
había quedado por fin abierta.
2 3
tante mi caída. Dentro de una vidriera,
encontré una espada rota que
me serviría para ofrecerla en la sala
del reloj del astrólogo (3). Tras cogerla
prestada, aparecieron dos matones
con pistolas que tuve que eliminar
haciendo uso de mi arsenal.
Posteriormente, subí por las escaleras
y, tras abrir la siguiente puerta,
aparecieron tres matones armados
con metralletas. Como esta situación
superaba mis posibilidades, no
tuve más remedio que escapar. Subí
por las escaleras que había a mi izquierda
para llegar a la tirolina que
había visto antes y que me llevaría
hasta el tejado del establo. Bajé
por las escaleras hasta la planta baja
y crucé la puerta que llevaba a la sala
del reloj antes de que los nazis
me convirtiesen en un colador.
8. El reloj del Astrólogo: 2ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
1 2
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PLAY GT

PLAY GT
64
GUÍA ❯❯ Indiana Jones y la Tumba del Emperador
9. El Observatorio
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Pieza de museo
Tras la puerta del escorpión, enfrente del
arco que daba al pasillo con escaleras, vi
una cornisa en el muro de la torre. Me subí
en ella y tras girar la esquina, observé en
el edificio de enfrente una plataforma que
me permitió entrar por su ventana para
coger el Fragmento Stochov.
Tras cruzar la puerta, me dispuse
de nuevo a buscar una reliquia.
(Ver Pieza de Museo).
Regresé al comienzo de la zona del
Observatorio por la misma cornisa,
subí las escaleras y me enfrenté a un
matón. Entré en la torre por la única
puerta abierta y cogí una botella
de encima de una mesa. Abrí la puerta
del fondo de la izquierda y se la
lancé al matón distraído al borde de
la cornisa (1). A mi izquierda, una
cadena me permitió subir hasta un
saliente de la fachada. Arriba, llegué a
un puente donde me enfrenté a dos
matones, uno de ellos armado con
una metralleta (2).
Tras despacharlos, subí por una escalera
de metal para coger de lo alto de
la torre un botiquín. Regresé al
puente y, en el extremo de una cornisa
derruida que había debajo, hallé
munición para el revólver. En el otro
lado salté con el látigo y llegué a la
planta baja de la Torre del Observatorio
(3). Dentro encontré la maquinaria
que accionaba la cúpula del
periscopio pero le faltaba una palanca.
La encontré muy cerca: en el
piso superior, sobre una mesa. Tras
colocarla y accionarla, un departamento
secreto se abrió en el piso
superior donde encontré el manifiesto
de Vega.
Una vez más me encontraba
frente a la fea figura que representaba
al príncipe de las Tinieblas.
En esta ocasión le entregué el Manifiesto
de Vega, que acababa de re-
Al cogerlo, aparecieron por la puerta
dos matones con metralleta (4). Aunque
podía haber escapado por la escalera
de metal del periscopio, me
puse a un lado de la puerta, metralleta
en mano para hacerlos morder plomo.
Subí por las escaleras, bajé por
él objetivo, salí a la cornisa de la cúpula
y use la tirolina para llegar hasta
otra zona del castillo. Cuando aterricé,
me enfrenté con otro matón,
esta vez desarmado, y entré en la torre,
donde encontré una fuente mágica
al bajar unas escaleras de caracol.
Neutralicé a otro matón con
metralleta y regresé hasta la puerta
que daba a la sala del reloj.
1 2
3 4
10. El Reloj del Astrólogo: 3ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
cuperar, y coloqué las manecillas del
reloj de la siguiente forma: aguja
del Sol a las VI, la de la Luna a las
XI y el horóscopo de Géminis, arriba
(el dibujo de los gemelos) (1).
1

11. La Torre de Vega
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Nada más cruzar la puerta de Géminis,
me encontré un botiquín,
una botella encima de la mesa
y una cadena en la ventana de la
sala siguiente. Me balanceé, enganchado
en ella y salté rápidamente al
otro lado, ya que había un matón
con pistola que si me descubría enganchado
me podría disparar y hacerme
caer al vacío (1). Tras eliminar
al tipejo y a su compañero, subí
la escalera de caracol para asomarme
a otra ventana y saltar a la
cornisa de la torre de enfrente. Al
cruzar la tercera esquina de la torre,
me topé con otros tres matones armados
con pistola. Igual que antes,
Por lo que parecía, esto de darle
cosas al macho cabrío se acaba-
Una vez dentro del laboratorio,
un gigante de fuerza
y tamaño sobrenatural salió de
si conseguían dispararme caería por
el precipicio así que me armé con el
revolver y empecé a dispararles al
tiempo que me acercaba corriendo
hasta la terraza (2). De nuevo, llegué
hasta otra ventana desde la que
tuve que saltar para engancharme
en una cornisa de otra torre. Usando
mi látigo y ascendiendo por una
cadena llegué hasta el Campanario.
(Ver Pieza de Museo)
Regresé al campanario, me subí en
un pequeño ascensor, accioné la palanca
y llegué hasta la maquinaria
del reloj. Tras mover una manivela,
se abrió el reloj dejando vía libre para
que pudiese llegar hasta la torre
ba. Así que le entregué el Cristal Alma
para manipular los controles del
una especie de mampara de cristal.
Sin ninguna duda, tendría que enfrentarme
a él, pero enseguida me di
de Vega en un parapente.
Al aterrizar, cogí de las manos de un
cadáver (3) el Cristal Alma y de repente,
una nube de gas venenoso
comenzó a salir detrás suyo. Tenía
que buscar una salida alternativa,
porque la puerta por la que había
accedido a la sala se había cerrado.
Subí por las librerías derruidas hasta
llegar a una cornisa donde salté
para enganchar mi látigo en una
lámpara y alcanzar una ventana que
sería mi vía de escape de aquella
trampa mortal. Para regresar a la sala
del reloj, usé las cadenas que
colgaban por el exterior y me introduje
por un hueco del muro (4).
reloj y colocar las manecillas de la
siguiente forma: Aguja del Sol y
cuenta de que mis puños o las simples
balas no eran suficientes para
causarle la menor herida, así que tu-
Pieza de Museo
Antes de subirme en el ascensor que encontré
justo al lado de las campanas, salté
por una de las ventanas del campanario
para engancharme a una cadena por la que
descendí para colarme en una sala secreta,
en la que hallé la Máscara Cisterciense.
1 2
3 4
12. El Reloj del Astrólogo: 4ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
de la Luna en el X, y el horóscopo
de Libra arriba (la balanza).
13. El Laboratorio
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1 2
PS2
ve que buscar objetos más contundentes
(1). Para neutralizarlo, encontré
en los extremos del laboratorio
unas botellas de ácido. La tarea
no era fácil, ya que el bicho no paraba
de arrojarme cosas o envestirme
con su hombro y no tenía tiempo de
lanzarle el fluido (2). Tras cuatro botellazos,
se cabreó y destrozó el pequeño
laboratorio que fabricaba el líquido.
Entre los restos, encontré una
barra impregnada de ácido que
me sirvió para darle una buena zurra.
Cuando el grandullón cayó recuperé
otra bola, pero fui sorprendido
y arrestado por los nazis.
65
PLAY GT

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03. ESTAMBUL
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. Huida de Estambul
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Tras un pequeño tropiezo, me vi
en mitad de Estambul luchando
con dos guerreros enmascarados.
Eran mucho más peligrosos
que los enemigos a los que me había
enfrentado antes, así que evité verme
rodeado por ellos cubriendo mi espalda
con la pared (1).
Al salir de la sala donde había sido
apresado me enfrenté a otro guerrero
armado con una espada, así que
tuve que lanzarme con mi hombro
para quitársela. Más adelante, junto a
unas cajas, encontré unas granadas
que arrojé a un guerrillero armado
con metralleta situado encima de un
muro que había al final del pasillo
(2). Cogí otra para lanzársela al soldado
que había enfrente de mi última
victima y recogí de la zona una metralleta
con mucha munición. En lo
alto del muro vi unas escaleras que
me condujeron hasta el interior de un
edificio donde encontré más resistencia
armada con MP-40 (3). Para eliminarlos
tuve que usar la munición
que me quedaba en la metralleta y
1 2 3
disparar a los barriles de gasolina
que había repartidos por el pasillo. Al
final de éste encontré todos mis
bártulos (látigo, revolver y cantimplora),
un botiquín y más munición
de la metralleta.
Salí por donde había entrado y en
frente vi una lámpara que me sirvió
para llegar hasta el otro muro con mi
látigo donde encontré otro botiquín
y más munición de la MP-40. Al descender,
me enfrenté a dos soldados y
a los pocos metros vi a un compañero
suyo con una repetidora en lo alto de
un muro (4). Para borrarlo del mapa,
cogí unas granadas que encontré en
un rincón a mi izquierda y me oculté
en unas cajas para que no ser alcanzado
por sus disparos. Apunté bien y
le tiré la granada con todas mis
fuerzas para que la explosión le diese
de lleno.
Subí por el centro del muro y me agarré
al arma para eliminar a dos enemigos
que se aproximaban por el pasillo
de la derecha. Aprovechando la
munición ilimitada, apunté a la
ventana del fondo del pasillo para
eliminar a otro aliado de los nazis. Al
acceder a una plaza, caí en una emboscada
donde me enfrenté a varios
enemigos con la fugaz ayuda de la
ninja (5). Dentro de la torre pude llegar
hasta su cúpula ascendiendo por
los andamios, después de neutralizar
a un soldado (6).
Arriba, me pegué a la pared para no
caerme al vacío y avancé por la cornisa
hasta poder saltar a otros andamios
del edificio de enfrente. Subí
hasta la primera planta, donde encontré
un elevador que me llevó hasta
el tejado tras empujar una caja que
lo obstruía. Arriba, una tirolina me
llevó hasta otra zona de la ciudad
muy próxima a la mezquita que buscaba.
Salté de plataforma en plataforma
y aparecieron dos soldados con
espadas. Desde una posición elevada
pude deshacerme de ellos empleando
parte de mi munición (7). Seguí ascendiendo
hasta que llegué a la entrada
de la mezquita, donde encontré
un botiquín.
Pieza de Museo
Antes de infiltrarme en el edificio sagrado,
me acerqué al borde situado a la derecha
de la entrada donde vi una cornisa en el
borde de una cúpula. Siguiendo mi instinto
de buscatesoros, llegué hasta el final
de ella para acceder a una sala oculta
donde hallé una fuente mágica y el manuscrito
de Piri Reis.
5 6 7
4

2. El secreto de la mezquita: 1ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
En el interior de la mezquita se
estaban haciendo unas excavaciones
muy sospechosas por parte
de los nazis, así que me decidí a descender
para ver que tramaban.
Encontré un acceso lateral que me
permitió avanzar usando mi látigo en
la lámpara para sortear una zona derruida.
Tras un par de saltos llegué
hasta una rampa en la que me deslicé
para descender al piso superior.
Para no caerme al vacío, al final de
esta tuve que saltar y usar mi látigo
para engancharme en una lámpara
(1). Cerca de donde aterricé,
detrás de un arco hallé un esqueleto
con un botiquín y munición de la
metralleta.
Ya en la sala principal de la excavación,
me topé con dos nazis de es-
paldas y en el borde de un balcón así
que aproveché la ocasión para tirar
a uno de ellos al vacío. En la parte
izquierda de ésta plataforma encontré
una pequeña cornisa que me
permitió cruzar hasta otra sala (2).
Tuve que moverme rápido, ya que al
final me esperaban dos nazis armados
con Mausers y un soldado con
espada. Intenté tirarlos a la excavación,
aunque no tuve más remedio
que emplear parte de la munición de
mi pistola. Encima de una carreta
encontré una MP-40 y más munición
que tuve que gastar al final del
pasillo para eliminar a dos soldados.
Seguí descendiendo hasta que me
topé con una cueva donde parte del
camino estaba derruido. Para atravesar
esta zona sin peligro, giré a la iz-
Al salir de la sala secreta, tuve
que eliminar a un nazi con metralleta
y a un soldado con espada
usando mi MP-40. Como no encontré
otro camino, tuve que subirme
por los andamios que rodeaban la
quierda y bajé por unos peldaños
hasta la orilla del lago donde pude
eliminar con la Mauser a un
enorme tiburón (3). De esta forma
evité un peligro por si caía en los sucesivos
saltos que debía ejecutar para
atravesar la cueva. Subí y, utilizando
el látigo crucé hasta otra
zona donde me enfrenté con dos
soldados armados con espadas.
Como estos no sabían nadar, intenté
tirarlos al lago que había debajo para
deshacerme de ellos rápidamente y
sin malgastar munición. Tras otro
salto con el látigo, vi una columna
en mitad de la sala. La rodee utilizando
la pequeña cornisa que había
en su base, realicé otro salto con mi
inseparable cuero y avancé por un
estrecho camino para llegar hasta
sala y llegar hasta lo más alto donde
pude colarme por el hueco que
había en la pared.
Posteriormente, me enganché en
la cornisa que había sobre mi cabeza
para acceder a otro ventanuco
una fuente mágica. Una vez repuesto
de mis heridas gracias al
agua milagrosa, salí de la sala tras
un espectacular salto combinado
con el uso de mi látigo para salvar el
enorme derrumbe.
En los siguientes pasillos, tuve que
utilizar toda la munición de mi
MP-40 para encargarme de los 5
nazis equipados con pistolas, metralletas
y granadas que protegían esta
zona. Al final del pasillo de la derecha
encontré una carga de demolición,
un botiquín, una granada y
munición para la ametralladora. Retrocedí
unos metros hasta que vi una
brecha en la pared del pasillo. Gracias
a ésta pude abrirme un nuevo
camino colocando la dinamita en
ella (4).
1 2
3 4
3. El secreto de la mezquita: 2ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Pieza de Museo
Una vez crucé por el hueco que me había
abierto en la pared, en frente encontré
un muro semiderruído. Para colarme por
la brecha que había en su base tuve que
hacer una voltereta lanzada. El esfuerzo
tuvo su recompensa, ya que al otro lado
encontré un valiosísimo sello Otomano.
1
PS2
ubicado un poco más arriba (1).
Desde allí pude saltar hasta los andamios
que había enfrente para colarme
por otro hueco. Entonces tuve
que usar mi látigo en una lámpara
para alcanzar la sala de oración
2
67
PLAY GT

PLAY GT
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GUÍA ❯❯ Indiana Jones y la Tumba del Emperador
❯❯ decorada con multitud de arcos. Allí
hice uso de mi metralleta para eliminar
a tres nazis que protegían el ascensor
situado del final (2).
Al acercarme a la palanca que lo accionaba,
aparecieron dos enemigos
más, así que no me quedó más re-
Tras un chapuzón tranquilo donde
no encontré ni cocodrilos ni
tiburones salí a la orilla, donde encontré
un tanque de oxigeno y un
botiquín. Junto a las cajas, me colé
por otro camino sumergido donde
a los pocos metros vi dos tiburones.
Para no ser devorado por ellos,
evité en todo momento que se
colocasen detrás de mi o me atacasen
por los lados y los troceé con
mi cuchillo antes de quedarme sin
oxígeno (1).
Al fondo del conducto llegué a una
base secreta de los nazis donde,
1
4
medio que gastar más munición de
la MP-40 antes de subirme en el elevador.
Éste me llevó hasta la sala de
excavaciones, donde pude usar los
controles de la grúa para coger la
cabeza gigante de piedra (subí el
gancho, giré a la izquierda, lo baje
3
como no podía ser de otra forma, me
enfrenté a uno de ellos equipado con
pistola. Dentro de la caseta encontré
un arpón, munición de éste, cargadores
para la ametralladora y el
mapa de la ciudad sumergida (2).
Salí por la otra puerta y accedí hasta
un patio pequeño, donde rompí todas
las cajas para dejar al descubierto
una pequeña entrada a una sala
secreta. Para colarme y recuperar
mi salud en una fuente mágica, hice
una voltereta lanzada (3).
En el fondo del lago situado junto a
la caseta encontré dos submarinis-
para coger la cabeza y la llevé al
hueco de la derecha) (3).
Al finalizar la maniobra, de la escalera
detrás de los controles descendieron
dos nazis, así que hice uso de mi
Mauser para deshacerme de ellos.
Accedí al techo de la grúa y, tras
tas que vigilaban unos explosivos
y que eliminé con mi machete (4).
Cogí la dinamita y regresé a la laguna
del comienzo, donde recogí el
tanque de oxígeno. En mitad de la
sala, encontré un pilar dañado en
su base, así que coloqué el explosivo
para derribarlo. Esto me sirvió para
que la columna se convirtiese en
una pasarela que me llevó hasta
una zona elevada de la sala. Arriba
tuve que combinar mis saltos con
el uso de mi látigo en unos ganchos
que colgaban del techo (5).
(ver Pieza de Museo).
2 3
subir a lo más alto de su brazo, enganché
mi látigo en un hierro para
alcanzar la cabeza de piedra (4).
6ª Lección de lucha:
El manejo del arpón
Aunque sea un arma especialmente diseñada
y eficaz para el agua también podrás
usarla en tierra, aunque la escasez de su
munición no lo hace recomendable. Reserva
la munición de este arma para eliminar a
distancia a escualos o submarinistas nazis.
4. El palacio sumergido
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
5 6
4
Me subí en la grúa y accioné sus
controles para coger de nuevo la
cabeza gigante de piedra y empotrarla
con la pared de la derecha para
abrirme un nuevo camino. Al otro
lado del boquete, subí unas escaleras
que encontré entre los escombros
para acceder al piso superior
(6). Arriba, tuve que enganchar
una vez más mi látigo en un arco
para sortear el muro que me impedía
alcanzar la entrada.
Pieza de Museo
Al final de la pasarela, junto a la grúa, vi
una caja que colgaba de una cuerda.
Para llegar hasta ella tuve que usar una vez
más mi látigo sobre un gancho. Encima de
la caja, saqué el sable y rompí la cuerda
para caer junto a la caja y recoger de los
restos la Proclamación de Delián.

5. Las puertas de Neptuno
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Antes de tirarme al lago, me equipé
con el cuchillo. Tras eliminar
a un escualo, salí por el único sitio y
enganché mi látigo en un pez de
piedra para llegar a otra zona de las
ruinas (1). Bordeé el pilar por una
cornisa y salté al muro de enfrente.
Realicé un par de saltos más para llegar
a una escalera. Eliminé a dos enemigos
y hallé munición del arpón
junto a la moneda de Vino (2). Me
tiré al lago y buceé hasta el final, donde
me enfrente a otro tiburón. Cerca
Al llegar a una sala rodeada por
cascadas vi una estatua del
Dios Neptuno que derribar con dinamita
para acceder al el templo.
Me tiré al agua y buceando cerca de la
estatua aparecieron dos submarinistas
con arpones (1). Tras eliminarlos
con el cuchillo y coger su munición,
cogí dos cargas explosivas junto a
1
había focos que impedían ver bien
unas escaleras sumergidas que llevaban
a otra zona. Enganché mi látigo
en otra estatua de pez y subí a un muro,
donde cogí tres granadas. Llegué
a una columna que atravesaba un lago
y observé un muro agrietado. Al final
de la viga hallé un botiquín, explosivos
y munición del arpón. Regresé al
muro agrietado y lo volé para encontrar
la moneda del Tridente. Me tiré
al lago y buceé por una verja rota para
llegar a un túnel sumergido, donde
ellos. Tomé aire y coloqué el primer
cartucho de dinamita en el pie izquierdo
de la estatua.
Frente a Neptuno, en el interior del lago,
encontré un túnel inundado que
me llevó hasta una sala secreta que
regulaba el agua de las cataratas (2).
Accionando una manivela corté el
agua de una. Volví a la sala principal
1
encontré un botiquín y un esqueleto.
Salí para coger aire y vi que uno de
los muros inundados del bloque de
piedra del medio estaba agrietado.
Coloqué otro explosivo para derribarlo
y cogí la moneda del Caballito
de Mar (3). Regresé a la fogata, donde
esperaban dos soldados, y cogí
otro explosivo antes de seguir por la
puerta junto al fuego. En la siguiente
sala, giré a la derecha y, tras un pasillo
con un agujero en el suelo, vi otra
pared agrietada. La volé para acceder
donde estaba la estatua, subí por las
columnas que había en medio del lago
y giré a la izquierda. Usé el látigo
sobre el pez de piedra incrustado en
la pared para cruzar al otro lado del
puente. Tras saltar esta zona, di un par
de pasos y me enganché con el látigo
en el tridente de Neptuno para
saltar al otro lado (3). Allí me puse en
2
4
a una fuente mágica. Avancé y vi
junto a la orilla de otro lago una cuerda
por la que subir a un puente superior.
Había más granadas, que lancé
a los centinelas del fondo del puente.
Un par de saltos y llegué a la entrada
del palacio. Coloqué las cuatro monedas
y se abrió la puerta (4). La última
estaba en el fondo del lago que
rodeaba la entrada, custodiada por un
tiburón. Con las monedas colocadas
en sus huecos, accioné dos manivelas
junto a las columnas (5).
6. La caída del Mar Rey
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
una plataforma detrás de la pierna
izquierda para volarla con más dinamita.
Con el impacto, una columna en
mitad del lago se cayó y pude subirme
en su base para acceder a otra pasarela.
Desde allí, escalé por la pared por
las enredaderas y me enganché en
una lámpara con mi látigo para empujar
la cabeza de la estatua (4).
2 3 4
3
5
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PLAY GT
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GUÍA ❯❯ Indiana Jones y la Tumba del Emperador
7. La guarida de Kraken
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1
2
Kraken era un enorme calamar
que custodiaba el tesoro que
había ido a buscar y su única obsesión
era zamparme. Para ello, expulsaba
de su cuerpo unas medusas
de color naranja que cuando se adherían
a mi cuerpo me llevaban hasta
la boca del calamar (1).
Parecía que matarlo simplemente con
mis armas sería muy difícil, así que
nada más verlo, salí a la superficie
para idear un plan. Allí, junto a un
esqueleto encontré un super arpón
con 300 proyectiles, cuatro explosivos
y un tanque de oxígeno.
Para deshacerme de la medusas que
se pegaban a mi cuerpo tenía que
moverme violentamente (■), pero no
podía perder mucho tiempo en ello,
ya que mi objetivo era colocar los
explosivos en las
cuatro columnas
que había frente al
calamar (2).
Para conseguir que
se alejarle y disponer
de tiempo para
colocar los explosivos,
dirigí todos
mis disparos
a cualquiera de
sus ojos amarillos
(L1). Por
suerte, pude en-
contrar más munición y algún botiquín
entre los pequeños pilares que
había al fondo de la sala.
04. HONG KONG
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. Loto dorado
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
En Hong Kong, mientras disfrutaba
de una fantástica velada fui
atacado por seis ninjas. Para no verme
en inferioridad, empleé todo los
objetos que estaban a mi alcance:
sillas, patas de mesas y botellas.
Como la puerta principal del restaurante
del teatro estaba cerrada, encontré
otro camino tras la barra
del bar para llegar a los almacenes.
Allí encontré una escalera que me
llevó a una sala llena de cajas donde
tan sólo hallé un botiquín.
Seguí subiendo hasta que desde lo al-
to vi cómo mi pareja luchaba contra
dos guerreros. Tenía que apresurarme
y rescatarla, pero tuve antes
que enfrentarme en las salas siguientes
con varios ninjas con sables (1).
En una caja cercana al enfrentamiento
con el primer enemigo armado encontré
un cuchillo arrojadizo y una poción
de piel de hierro. En la siguiente
sala, pulsé una palanca que dejó
al descubierto la manivela que había
junto al escenario, que me serviría
más adelante para levantar el telón.
Tras bajar unas escaleras llegué a los
1
palcos del teatro.
(Ver Pieza de Museo).
Al final del pasillo de los palcos, tras
una puerta descendí una escaleras y
recuperé mi salud en una fuente mágica
antes de llegar a la sala principal.
A la izquierda del escenario encontré
la palanca que había visto antes y
que levantó el enorme telón rojo. Tras
él, encontré un enemigo armado con
una pistola, así que me acerqué a él
zigzagueando para que no pudiese
apuntar y le propiné una paliza con
mis puños para quitarle la Mauser y
2
la munición. Entre los palés que había
apilados al fondo, encontré un botiquín
y más munición en dos cajas
pequeñas. Subí por unas escaleras
de metal a mi izquierda para llegar a
las pasarelas de los focos del escenario
(2). Gracias a dos cuerdas que
pendían del techo pude acceder a la
zona reservada del teatro.
Pieza de Museo
Además de enfrentarme a multitud de
enemigos, en el segundo palco encontré
la Mascará de Tai-Tsu.

2. Loto dorado: 2º parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Nada más cruzar la puerta que
daba acceso a la zona reservada
al personal del teatro, vi a un
enemigo de espaldas junto a una
caja y armado con una escopeta.
Me acerqué despacio por su espalda
y le agarré para neutralizarlo y evitar
que me disparase (1).
1
Mi medio de transporte era un
carro tirado por un miembro
de la policía secreta del go-
Pieza de Museo
Muy próximo a la tercera calle, a mi izquierda
encontré una caja que ocultaba
una figura preciosa digna de estar en los
mejores museos.
En la siguiente sala me enfrenté a
dos matones armados con pistolas,
así que tuve que hacer uso de mi escasa
munición para despacharlos. Al
descender por unas escaleras vi cómo
se llevaban a mi compañera…
No pude hacer nada por impedirlo,
porque en ese momento tuve que
bierno chino, y mi arma era una
metralleta con mucha munición.
A lo largo de las calles de Hong Kong
tuve que eliminar a coches con
pasajeros armados hasta los
dientes y motos con sidecar (1).
Estas últimas eran fácilmente abatibles,
ya que con disparar al conductor
era suficiente. Sin embargo para
1 2
hacerme cargo de multitud de enemigos
empleando la escopeta y la
munición de mis pistolas (2).
(ver Pieza de Museo).
Ya sólo me quedaba salir por la
puerta doble del final del pasillo
donde se habían llevado a mi compañera
e iniciar una persecución (3).
2 3
detener a los coches tenía que acabar
con los tres matones que se asomaban
por las ventanas (2).
A ambos lados de las calles encontré
unas cajas de maderas que contenían
munición y bidones de gasolina
que al dispararlos explotaban y
destrozaban los vehículos que me
perseguían.
1 2
Parecía que no iban a dejar de
salir coches y motos con sidecar
de todas partes (1).
Sin embargo, después de calmarme
un poco, recuperar mi sangre fría y
recorrer unas cuantas calles más lo
más rápido que me permitía mi vehículo,
finalmente conseguí llegar hasta
el puerto de la ciudad (2).
Pieza de museo
Al cruzar la puerta de color rosa que tenía
dibujada una estrella di a parar a un
camerino, donde hallé un botiquín y el
ídolo Longshan.
3. Las calles de Hong Kong
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
4. Las calles de Hong Kong: 2º parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
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05. LAGUNA PENG LAI
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. El secreto de la laguna Peng Lai: 1ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Nada más introducirme en la laguna,
ascendí a la superficie
para buscar algún tipo de arma
que me fuese útil para enfrentarme
a los submarinistas. A mi izquierda
encontré una plataforma donde recogí
de unas cajas un arpón con tan
sólo tres proyectiles y una botella
de oxígeno (1).
Me sumergí en el lago y buceé hasta
el interior del submarino partido,
Aunque el lanzacohetes era un
arma muy potente, para enfrentarme
a simple soldados era muy poco
efectiva y corría el riesgo de dañarme
por la explosión, así que
decidí no darle uso.
Cuando subí las escaleras que había
al final de pasillo, me armé con la
Pieza de Museo
Nada más cruzar la puerta, seguí recto y
encontré escondido junto a una columna
que había al lado de la verja una carga de
explosivos. Al lado vi una grieta en la pared
que hice explotar con la dinamita recién
adquirida para coger el Plato Shangai
y un lanzamisiles con tres explosivos.
introduciéndome por el lado que no
estaba vigilado por un submarinista.
Dentro, cogí un explosivo y salí hasta
una plataforma que había en mitad
del lago para tomar aire y evitar
que me atacase el tiburón que rondaba
por allí.
Tras recuperar oxígeno, decidí eliminar,
arpón en mano, a un submarinista
situado entre dos luces de
color verde (2). Allí coloqué los ex-
1 2
metralleta de munición ilimitada
para eliminar a todos los nazis que
aparecieron en el patio que veía desde
la ventana. Tras eliminar a los innumerables
enemigos que aparecieron,
seguí recto y atravesé un
corto túnel para llegar a una base
enemiga con un enorme lago.
Cerca encontré una torre de control
muy bien vigilada por tres nazis,
así que hice uso de mi pistola para
neutralizarlos (1). Con la zona despejada,
entré en una caseta para
recoger un poco de munición de la
MP-40. Subí a lo más alto de la torre
usando el ascensor y unas escaleras
para engancharme con mi
1
plosivos en la grieta de la pared
para acceder hasta un pasadizo secreto.
Buceé por el túnel, deteniéndome
en el respiradero que encontré
a mitad de camino para coger
más munición del arpón (3).
Descendí hasta el fondo y me enfrenté
a un submarinista nazi y a
un tiburón haciendo uso de la munición
recién adquirida. Al final del
túnel, llegué hasta una orilla donde
látigo a un cable que cruzaba el lago.
En la plataforma donde aterricé
encontré dos enemigos y un botiquín
en una caja de madera (2).
Dentro de la caseta no encontré nada
de interés, así que me subí en la
grúa para manejar los controles
y recogí la plataforma que había
encontré un botiquín dentro de una
caja y una cuerda con la que pude
alcanzar un saliente de la montaña.
Desde ésta disparé a los soldados
que aguardaban en la entrada del
templo antes de saltar hasta otra
cornisa (4).
Finalmente, enganché mi látigo en
unos hierros clavados en la ladera
de la montaña para llegar hasta la
entrada del edificio.
3 4
2. El secreto de la laguna Peng Lai: 2ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
en mitad del lago para colocarla junto
a la entrada elevada que había a
la derecha. Luego, al igual que hice
anteriormente con la cabeza gigante
en uno de los niveles anteriores, me
subí por el brazo de la grúa para
introducirme de esta manera por la
entrada elevada.
2

3. Cruz de hierro
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Como me había introducido en
una base nazi no debía ser
descubierto, ya que a lo largo de
las instalaciones había multitud
de alarmas listas para ser activadas.
Pero como soy aventurero y no
espía, en mi camino por la madriguera
enemiga fui descubierto unas
cuantas veces y, cada vez que accionaron
la alarma, aparecieron unos
soldados especiales del ejército
nazi armados con lanzallamas.
Para eliminarlos sin sufrir graves
quemaduras, decidí acabar por
la vía rápida usando mi colección
de armas de fuego (1).
Al igual que en la zona anterior,
debía evitar llamar la atención
para que las patrullas no diesen
la alarma y acudiesen los dichosos
nazis con lanzallamas.
Entré por la puerta de la izquierda,
subí las escaleras, eliminé un centinela
y me metí en la sala que había
a la izquierda en la primera planta.
Dentro había dos nazis mucho más
fuertes que las patrullas normales,
así que recurrí una vez más a mi pis-
Para acercarme a los dos patrullas
que rondaban por las pasarelas de
metal tuve que avanzar ocultándome
entre las cajas.
El enfrentarme a ellos de uno en uno
resultó ser un buen método, ya que
esos cobardes preferían dar la alarma
que luchar contra mi (2). Una
vez despejada la zona, me tiré al
agua para recoger munición de la
metralleta de la caja que había junto
a la verja. Este arma la encontré al
cruzar la ultima puerta del pabellón
tras subir y bajar las escaleras de
metal. Cerca de la palanca de la
alarma, en un rincón terminé en-
contrando una caja de madera que
contenía un botiquín.
(Ver Pieza de Museo).
Volví al pabellón del comienzo y bajé
por las escaleras que había junto a la
palanca de la alarma. Abajo me encontré
con otro nazi al que no me
costó mucho eliminar, ya que pude
acorralarle en el estrecho pasillo.
Posteriormente, atravesé la puerta
doble y accedí hasta otra sala
con más palancas de alarmas. En
esta ocasión fue imposible que no
me descubriesen y accionasen la correspondiente
alarma, así que me
armé con la MP-40 y me dirigí
1 2
3
tola. Encima de una mesa encontré
mucha munición de la M-40 (1).
Salí de la habitación y accedí a otro
pasillo por la puerta doble que había
enfrente de las escaleras. Antes de
salir del edificio por la puerta del
fondo, tuve que ocuparme de otro
nazi más.
Cuando llegué al patio un soldado
me vio y dio la alarma sin que
yo tuviese la opción de detenerle.
Menos mal que pude enfrentarme a
todos los nazis que aparecieron gracias
a la ametralladora de munición
infinita que encontré. (2)
Cuando la zona estaba despejada, se
abrió la verja situada al final de patio,
desactivé la alarma y entré por la
puerta que había enfrente de la palanca.
Dentro, tan sólo hallé, entre
las camas de los soldados, una
caja con multitud de granadas
(3). Salí de la barraca, crucé la verja
del final y me subí en la parte tra-
PS2
corriendo a desactivarla para poder
salir mientras eliminaba a las patrullas
(3). Entre todo este jaleo, encontré
munición de la Mauser en
el fondo del estanque, justo debajo
de la barca.
Pieza de Museo
Continué mi camino por la puerta que
había junto a la palanca de la alarma y
tras subir unas escaleras llegué a una pequeña
sala, donde había otra palanca de
alarma y un nazi. Tuve que matarlo rápidamente
para que no le diese tiempo a accionarla.
Allí encontré una reliquia muy importante
que los gañanes de los nazis no
sabían apreciar: el Sima Qian Shiji.
4. La base de submarinos: 1ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
sera del camión para recoger un
botiquín y munición de metralleta.
Subí por las escaleras que había enfrente
del convoy y salté al techo de
éste, para colarme por la rendija
que había en el techo de la caseta
de enfrente.
Una vez dentro, accioné la palanca
que allí había, gracias a la cual conseguí
abrir otra compuerta situada
junto a la escalera de metal que
había en el patio.
1 2 3
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5. La base de submarinos: 2ª parte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Aunque al inicio del conducto de
ventilación había una escalera,
seguí hasta el fondo para coger
una botella, un botiquín y muni-
Pieza de Museo
Como ya no había problema de ser atacado
ni de que diesen la alarma, me tiré al
agua para subirme al submarino por la
parte de atrás. Desde allí, salté hasta un
rincón del muelle donde encontré entre
cajas un botiquín, mucha munición de la
M-40 y la Tableta de Longjiang.
ción de la MP-40. Regresé a la escalera
y accedí hasta un muelle de un
gran submarino muy bien protegido
por patrullas.
En la sala de control neutralicé a un
primer centinela evitando que activase
la alarma (1). Salí por la puerta del
fondo y al final de la pasarela de metal
encontré una palanca que sirvió para
mover una grúa de transporte que
colgaba del techo del muelle. Posteriormente,
bajé a la planta inferior por
la puerta doble que había en mitad de
la pasarela para enfrentarme a un par
de enemigos y recoger un botiquín
de una caja.
Regresé a la entrada del conductos
de ventilación para colgarme
con mi látigo al gancho de la grúa y
acceder a la otra zona del muelle (2).
Allí me enfrenté a dos nazis más usando
mi pistola para no crearme más
problemas. Crucé la puerta doble y giré
a la izquierda para acceder a otra
sala de control, donde cogí un pase
de seguridad (3). Salí de la sala y
bajé las escaleras que había enfrente
para llegar a unas taquillas de metal
donde me hice con un traje de oficial
nazi. Ahora, todos los soldados
rasos con los que me crucé me saludaban
en vez de atacarme.
(Ver Pieza de Museo).
Para escapar del muelle, sólo me quedaba
atravesar la puerta vigilada
por dos soldados nazis (5).
1 2 3
06. MONTAÑAS PEI LANG
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. La carretera a Pei Lang
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Al seguir disfrazado, podía evitar
ser descubierto por los centinelas
siempre que no les golpease
o me vieran romper alguna caja.
Para coger el botiquín que había en
una caja dentro del camión aparcado,
tuve que romperla cuando los nazis
no estaban cerca. Dentro de la caseta
accioné la palanca para abrir una
compuerta. Tras ella, escalé por las
cajas para llegar al piso superior.
(Ver Pieza de Museo).
Regresé al piso superior escalando
por las cajas y me metí en una peque-
ña habitación de la caseta en la que
accioné una palanca para detener las
aspas del ventilador del otro lado de
la planta. Fuera de la caseta, junto a
un palé, pulsé otra manivela para
hacer que la grúa que había en el techo
del almacén se moviese (1). Me
subí encima de las cajas y usé el
látigo dos veces para engancharme
en el brazo de la grúa y llegar así hasta
el conducto de ventilación. Dentro
de éste tuve que hacer varias volteretas
lanzadas (L1) para atravesar
los ventiladores en movimiento sin
que sus aspas me golpeasen (2). Al
cruzar el segundo, caí por una rampa
y para no caer al vacío, salté justo antes
de llegar abajo.
Avancé por el conducto hasta que vi
un foso y un ventilador a mi derecha.
Atravesé este último para coger
un botiquín y una M-40. Volví al foso
y lo salté para continuar por el conducto
de ventilación hasta llegar a un
ventilador funcionando a pleno rendimiento
(3). Para no ser expulsado
por el viento que producía y caer al
foso que había al fondo del conducto,
1 2 3
salte de frente para colarme en un
conducto seguro que había enfrente.
Al final de éste, llegué a otra zona de
la base donde encontré un botiquín
dentro de una caja.
Pieza de Museo
Allí, me encontré con una trampilla en el
suelo que me llevó a un almacén lleno de
cajas, donde encontré la estatua Zhao
Mo Rhyton.

2. La infiltración
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Una vez que crucé la puerta, me di
cuenta que los oficiales, a diferencia
de los soldados rasos, sí podían
reconocerme.
Tuve que hacer uso de mi MP-40 para
eliminarlos dos antes de que diesen la
dichosa alarma de la caseta siguiente.
Allí dentro estaba el panel de control
que activaba el teleférico de la
planta de abajo, pero no había co-
Pieza de Museo
Sin embargo, el auténtico tesoro lo hallé
en el hueco que había entre el borde del
precipicio y la pared del almacén. Dentro
encontré el rollo de Gui Jian.
Nada más llegar al hangar, tuve
que eliminar a dos nazis antes de
que activasen la alarma con las palancas
situadas en los extremos de la
sala. Tras hacerlo, un portón se abrió y
aparecieron dos soldados más, uno de
ellos equipados con metralleta, así
que utilicé mi MP-40 para que no diesen
la alarma (1).
1
rriente. Descendí al hangar por las
escaleras de metal situadas donde
me enfrenté a los dos oficiales anteriormente.
Abajo, entre las cajas del
almacén encontré un botiquín.
(Ver Pieza de Museo).
Al otro lado del teleférico, encontré
otro almacén en el que hallé un botiquín
y unas escaleras que me llevaron
al piso superior. Al accionar una
palanca, las aspas de otro ventilador
que había al final de la pasarela
de metal se detuvieron. Para llegar
hasta él, realicé unos saltos muy
complicados que si hubiese fallado
habrían sido mi muerte: primero me
enganché a una cadena para saltar a
Alos pocos segundos de montarme
en el teleférico, me crucé
con otro en cuyo tejado había
dos nazis y una metralleta con
munición infinita (1).
Además, por el aire volaban varios
aviones de guerra así que, tras eliminar
con mi pistola a los dos que
vi, salté con cuidado al otro tele-
Cuando todo estuvo despejado, antes
de meterme por la compuerta que se
había abierto, rompí todas las cajas
pequeñas para recuperar un poco
de munición de mi arma subautomática.
Pase a la sala siguiente y me enfrenté
a otros dos nazis antes de coger
un botiquín que había tirado en
el suelo y pulsar una manivela que
una plataforma y luego usé el látigo
en un gancho (1).
Al final del conducto llegué a la sala
de los generadores. Usando otro
gancho salté a una plataforma donde
cogí al nazi por la espalda para lanzarlo
al vacío. Para llegar hasta la sala de
control de los generadores, eliminé a
otro nazi y realicé un par de saltos con
el uso de mi látigo (2). Entre todos
los botones del panel de control,
accioné una palanca que puso en
funcionamiento los generadores y dio
corriente al teleférico. Debía regresar
hasta él para escapar de la base, pero
el camino no iba a ser fácil.
Los nazis me habían descubierto y ha-
férico para ponerme a los mandos
del potente arma. Debía
derribar el mayor número de
aviones posible antes de llegar
a la base aérea, para evitar
de esta manera que hicieran
pedazos la estructura de la
cabina y me precipitara así a
una muerte segura.
abrió otra compuerta
(2). En la sala siguiente,
junto a las escaleras encontré
otro botiquín.
Allí, para enfrentarme
a varios enemigos
bien armados, tuve
que gastar gran parte
de mi artillería.
bían activado la alarma; desenfundé
mi metralleta y me preparé para
llegar allí lo antes posible. Bajé por la
rampa que había detrás del panel de
control y crucé la puerta para dar a los
pasillos de los generadores (3). Como
estaban encendidos, desprendían
fuertes rayos por lo que tuve que
pulsar una palanca que desactivaría
los generadores suficientes para salir
de allí y no perder corriente el teleférico.
En el camino de regreso tuve que
ejecutar los mismos saltos que antes
y eliminar con la MP-40 a los nazis
con los que me crucé. Antes de subirme
en la cabina, desbloqueé los frenos
en la sala de control del principio.
1 2 3
3. Terror a 2000 pies
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
4. La base aérea
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
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GUÍA ❯❯ Indiana Jones y la Tumba del Emperador
❯❯ Al subir las escaleras, hallé una caja
con munición de MP-40 que necesité
para eliminar a más alemanes (3).
Como la caseta que había al fondo es-
Al eliminar a dos nazis recogí de
una caja arrinconada munición
para mi revólver antes de ponerme a
los controles de una metralleta
con munición ilimitada para derribar
a 5 aviones que despegaron de
la pista a mi izquierda (1).
Muy cerca de la metralleta, en la fachada
del hangar, me subí a una plataforma
de metal para engancharme
con mi látigo en las dos vigas que
sobresalían de la pared. Menos mal
que no fallé... En el otro lado, junto a
la metralleta que usé para eliminar al
taba cerrada, me subí por los palés
apilados junto a ésta y me colé en su
interior por una rendija del techo
(4). Atravesé las puertas eliminando
nazi del lanzallamas que salió por la
puerta, encontré un botiquín. Crucé
la puerta doble de metal y en una
caja encontré munición de la MP-
40. Al final de la pasarela de metal me
monté en un ascensor que me llevó
hasta otro hangar, donde encontré la
resistencia de nazis armados con
metralletas, granadas y lanzallamas
(2). ¡Entre la multitud de cajas
que había allí sólo pude hacerme con
un botiquín y una granada!.
En el centro de la sala encontré una
palanca que trajo el teleférico que
con la metralleta a todos los enemigos
que se cruzaron en mi camino,
hasta que llegué a una pasarela elevada
de un enorme hangar.
había en la siguiente base. Hasta que
llegó, tuve que enfrentarme a unos
cuantos nazis, así que desenfundé mi
MP-40 y comencé a repartir plomo.
Cuando llegó la cabina del aparato,
Pieza de Museo
En una caja de madera al final de la pasarela
encontré la piedra Changan.
me subí en su techo por las escaleras
y, como hice anteriormente,
utilicé la metralleta para eliminar
a los aviones hasta que llegué hasta
la otra base.
1 2
07. FORTALEZA DEL DRAGÓN NEGRO
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
7ª Lección de lucha:
El manejo de la lanza
La longitud de este arma te servirá para
atacar a media distancia a tus enemigos y
golpear a varios a la vez. La forma más eficaz
de atacar es blandirla hacia los lados
(■), no pinchando a tus rivales (✖). Acabará
partiéndose con el uso.
1 2 3
5. Ascenso a la aventura
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1. La fortaleza del dragón negro
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Avancé hasta el final del tejado,
miré a mi derecha y vi unos andamios
de color verde en las que
pude apoyarme para llegar hasta el
puente que había debajo. Allí me enfrenté
a un caballero que portaba
una lanza y resistía bien mis golpes.
Como se cubría de la mayoría de mis
ataques, le agarré y le lancé para
quitarle la lanza (1).
Una vez lo dejé K.O., entré por la puerta
del fondo, subí las escaleras de
caña y arrojé una caja al piso inferior
para abrirme otro camino. Como la altura
era considerable, baje por la escalera
al primer piso y desde allí me
dejé caer por el agujero. Abajo, tuve
que utilizar el látigo por tres veces
consecutivas para llegar hasta el otro
extremo del puente y no caer al vacío
(2). Más adelante tuve que utilizar de
nuevo mi látigo para saltar una la zona
derribada de la cornisa. Tras un pequeño
salto y girando la esquina finalizó
la plataforma, pero encontré una
enredadera en el muro que me permitió
ascender por la torre. Allí me
enganché con el látigo en un madero
que sobresalía de la pared y derribé
el muro de enfrente con mi impulso.
Para enfrentarme a los dos
enemigos con lanzas que esperaban
dentro, me subí en uno de los andamios
y cuando intentaban subir les
daba una patada en la cara.
Tras derrotarlos ascendí hasta lo más
alto, donde me agarré con el látigo
a un tronco que sobresalía para derribar
otra vez parte de la pared y volver
al exterior de la torre.
(Ver Pieza de Museo).
Regresé a las enredaderas de antes y
subí hasta lo más alto de la torre,
donde me enfrenté otra vez con dos
guerreros. Esta vez uno de ellos iba
equipado con una ballesta, así que
mi objetivo principal fue desarmarlos
e intentar arrojarlos por la barandilla.

Subí por las escaleras de piedra y
entré por la pequeña puerta de la izquierda
para enfrentarme a más enemigos
y encontrar una fuente mágica,
munición de ballesta, una
poción fuerza de tigre, un cuchillo
arrojadizo y una cantimplora más
grande (3).
Salí de la sala y comencé el descenso
por las rampas donde me enfrenté
Cuando salí a la plaza después de
avanzar por los túneles inundados
vi a un par de guardias patru-
con multitud de enemigos. Cada vez
que peligraba mi vida y mi cantimplora
estaba seca, regresaba a la fuente
mágica arriba. Cuando llegué al
primer piso abrí la puerta y, tras enfrentarme
a un soldado, pulsé una palanca
dorada para abrir la puerta del
piso inferior (4). Dentro de éste había
dos enemigos con lanzas, un montón
de cajas con mucha munición de la
1
3
llando. Tuve que matarlos rápidamente
para que no diesen la alarma
con el gong que había en medio
de la plaza (1).
(ver Pieza de Museo).
Como evitar la llamada de auxilio de
los soldados me resultó imposible,
me armé con la ballesta para moverme
por la plaza hasta que encontré
una salida. Gracias a este
arma conseguí tirar al suelo a mis
enemigos rápidamente y disponer de
tiempo suficiente para correr. En una
sala que había a un lado de la plaza
encontré una pócima de salud, mucha
munición de ballesta, dinamita
y un cuchillo arrojadizo.
ballesta, una poción de piel de hierro
y dos cuchillos arrojadizos me
esperaban. Encontré una manivela
que abrió un acceso secreto en el
muro que había entre la planta baja y
la primera. Me acerqué al borde de las
escaleras que más cerca estaba de la
entrada y, tras subirme en el andamio
verde, salté usando mi látigo en
el madero que sobresalía.
En el otro extremo encontré una
fuente mágica donde pude curar
mis últimas heridas. Cerca de ésta,
encontré unos andamios que me
permitieron huir de la plaza y llegar
hasta el tejado de la entrada del palacio,
donde aguardaba un guardián
con ballesta al que disparé
Pieza de Museo
Aunque había unas enredaderas en el
muro que tenía a mi izquierda, vi otras en
el muro de enfrente y, como no podía ser
de otra forma, mi espíritu aventurero hizo
que saltase para enganché en ellas y ascender
hasta una plataforma de cañas
de bambú que me llevó a una sala donde
encontré la Máscara de Cambaluc.
8ª Lección de lucha:
El manejo de la ballesta
Aunque tan sólo puedas disparar de una en
una las flechas, son más dañinas que las balas
de la Mauser o la Luger. La fuerza con
que salen disparadas hacen que los enemigos
caigan al suelo, así que aprovecha para
intentar arrojarlos al vacío cuando
estos se encuentren cerca de un precipicio.
2. Llamada de combate
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Pieza de Museo
En un pedestal que había enfrente de su
peculiar medio de alarma encontré la Estela
de Mármol Qi.
2
4
PS2
para arrojarlo (2). Para cruzar por
todos los andamios, tuve que hacer
uso de mi látigo y de mi ballesta una
vez más para eliminar a otro soldado
que me salió al paso.
Al final encontré una pared agrietada
que pude derruir con la ayuda
de la dinamita.
1 2
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3. La torre de las tormentas
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Antes de colgarme con mi látigo
de las cañas de bambú del techo,
me metí en el agujero que
había en la pared para encontrar en
el interior munición de la ballesta y
una poción de fuerza de tigre.
Tras pasar por las cañas de bambú,
crucé una zona derruida por la
Parecía que para rescatar a mi
compañera tenía que enfrentarme
a dos bellezas muy peligrosas
(1).
Armadas con abanicos metálicos,
mis armas de fuego no eran del todo
eficaces, así que para eliminarlas
usé las pócimas que había adqui-
estrecha cornisa que había junto al
muro. Seguidamente me encontré
con dos cañas y con una cadena,
así que me toco hacer un poco el
mono a miles de metros de altura.
Ascendí por la última cuerda hasta
el piso superior, donde usé mi
látigo para empujar a dos solda-
1 2
rido y empleé las armas que había
en la sala. Como no quería verme
todo el rato en inferioridad numérica,
tuve la sabia ocurrencia
de centrar todos mis ataques sobre
una de ellas para eliminar a
la otra con posterioridad en igualdad
de condiciones (2).
dos por el precipicio (1).
(Ver Pieza de Museo).
Subí otra vez al piso superior y me
enfrenté a los tres soldados armados
haciendo uso de mi olvidado revólver.
Al final del pasillo vi dos elevadores
de madera que formaban un
sistema de balanza, es decir, que
cuando me subí en el primero
descendió por mi peso y el segundo
ascendió (2).
Para llegar hasta el otro lado, salté
rápidamente de uno a otro. Al final
del siguiente pasillo encontré dos
enemigos y una fuente mágica con
la que curar todas mis heridas y rellenar
mi cantimplora.
Pieza de Museo
Al final del pasillo de madera, encontré
otros andamios que me permitieron subir
al piso superior donde, tras arrojar las
piedras que obstruían el elevador, pude
colarme en un hueco donde encontré una
cantimplora y la reliquia Yuan Xiang.
4. El rescate
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
1 2
08. TEMPLO DE KONG TIEN
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. Descenso a la oscuridad
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Al caer por la rampa tuve que
utilizar el látigo rápidamente
para engancharme en una lámpara
y no caer al vacío.
Nada más aterrizar, encontré a mi izquierda
una fuente mágica con la
que pude rellenar mi cantimplora.
Llegué hasta el final del pasillo andando
con cuidado para no caerme
por los huecos y sin pisar las
baldosas-trampa de distinto color
que activaban unos dardos venenosos
(1). Al final, me tiré por una
rampa y me deslicé por ella sin dejar
1
2

Pieza de Museo
Tras la tercera rampa, encontré una lámpara
en la que pude agarrarme con el látigo
para acceder a una sala secreta, donde
encontré la cacerola Yuyao. De paso,
aproveché ese paréntesis de mi descenso
para descansar y beber un poco del
agua milagrosa de mi cantimplora.
Al aterrizar, llegué a unas catacumbas
donde vi cómo un espíritu
se metía en los cuerpos descompuestos
que había enterrados
para atacarme. Eran enemigos muy
ágiles y peligrosos, a los que las armas
de fuego no resultaban demasiado
efectivas (1).
Tras derrotar a un par de ellos, me
apoyé en las piedras que se habían
derrumbado para subir a un pasillo.
En los nichos que había a ambos
lados del corredor encontré un sable
y una pócima de fuerza del tigre
que me sirvieron para enfrentarme
a más zombis. Por suerte, al
fondo encontré una fuente mágica
que curó las heridas y una argolla
que abrió la puerta de la izquierda
(2). Tras ésta, encontré otro pasillo
lleno de nichos en los que me encontré
más sables y donde me enfrente a
otros tres muertos vivientes. Al fondo,
accioné la palanca que había junto a
la puerta para dar a otro pasillo infectado
de más demonios. Allí encontré
Pieza de Museo
En los nichos que rodeaban la sala cuadrada,
encontré una poción de salud y la estatuilla
Liaoning Miangin.
lanzas para enfrentarme a mis peculiares
enemigos y una fuente
mágica con la que evité caer derrotado.
Muy cerca encontré también un
mazo con el que golpeé un gong
que accionó una rampa debajo de mis
pies.
Mis buenos reflejos me permitieron
saltar a tiempo para no caer a la
lava que había al final de ésta. Abajo
encontré una llama azul que no
podía apagarse y que me permitió
encender todos los calderos como
el que encontré enfrente. En la sala
contigua hallé un enigma que sólo
se resolvería si encendía todos los
calderos del templo. Alrededor de la
placa central había tres puertas que
me llevarían a todos los calderos de
las catacumbas, aunque de momento
sólo pude cruzar por una. Tras ésta,
tuve un nuevo enfrentamiento con
los zombis donde descubrí que esta
antorcha azul era bastante eficaz contra
ellos (3).
(Ver Pieza de Museo).
de moverme hacia los lados y saltando
rápidamente para no pisar ese tipo
de losas.
(Ver Pieza de Museo).
Al finalizar la quinta rampa, me
agarré en otra lámpara para alcanzar
un pasillo donde encontré una nueva
fuente mágica para curarme de
Subí por unas cuestas
para llegar a una sala
donde encontré una
fuente mágica y dos
calderos más. Tras
encenderlos, llegué
hasta un pasillo donde
descubrí unas baldosas-trampa
de
color rojo que no
debía pisar (4).
Al final de éste llegué
otra vez a la
sala del gong,
donde me enfrenté
con más zombis y
encendí otros
dos calderos.
Como no hubo
forma de encontrar
otro camino
por el que continuar
mi avance
en la aventura, decidí que lo
mejor sería regresar otra vez a
la sala central.
1 2
3 4
PS2
los dardazos que había recibido y
para, de paso, rellenar la cantimplora.
Además de las losas-trampa que
encontré durante mi camino, en los
dos últimos descensos se accionaron
unas llamas que no tuve más
remedio que esquivar si no quería
convertirme en pollo asado (3).
2. Las catacumbas
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
9ª Lección de lucha:
El Pa-Cheng
Este arma legendaria, que a simple vista
parece inofensiva, es el arma más potente
y eficaz de todas. Podrás utilizarla en
lucha cuerpo a cuerpo (✖) y lanzarla a larga
distancia como un boomerang (■). Además,
este artilugio te permite cubrirte de todos
los golpes que recibas (R1).
Es el arma perfecta para enfrentarte a todo
tipo de criatura sobrehumana.
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3. La garra del dragón
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Cuando regresé a la sala central
otra de las puertas que rodeaban
el enigma se abrió y di a parar a
un puente un poco extraño. A la ida
pude pasar sin problemas y llegar
hasta otros dos calderos pero a la
vuelta fue diferente, ya que tenía
que saltar únicamente a los círculos
azules, porque si pisaba las
baldosas rojas caería al vacío
(1). El orden que hice para llegar
hasta el final del puente fue:
1, 3, 5, 7, 5, 3, 2, 3, 5, 6, 4, 7, 9, 8.
1
1
Regresé a la sala principal y pase por
la puerta de mi derecha que se acaba
de abrir para encender los últimos
candelabros. Al final de pasillo
vi un gran foso que parecía no tener
camino, pero con la luz mágica de
la antorcha apareció un camino
de color rojo que me permitió cruzar
sin problemas para iluminar los
dos últimos calderos (2).
A la vuelta, ese sencillo camino mágico
se había convertido en plataformas
que no paraban de moverse,
así que tuve cuidado para saltar en
el momento oportuno y no caerme
al vacío. De vuelta en la sala central
pude accionar las tres ruedas con
jeroglíficos para imitar las marcas
que rodeaban la mesa (3).
Tras colocar correctamente las tres
rocas, apareció el arma definitiva
con el me enfrenté a los zombis:
el Pa Cheng. Con él en mi poder
llegué a la sala donde encontré el
gong para estrenar mi arma legendaria
sobre unos cuantos zombis con
2 3
2
Aunque conseguí rescatar a mi
amiga del sacrificio, llegué un
poco tarde y tuve que enfrentarme
a una diablesa con alas.
Para eliminar los espíritus lancé mi arma
mágica. Para protegerme de los
rayos, me coloqué detrás de las columnas
y para no ser herido por las
la que pude rematar sus almas (4).
(Ver Pieza de Museo).
En la sala siguiente me enfrenté a
otros cuantos zombis y me colé por
un túnel secreto que encontré a
través de un nicho.
Pieza de Museo
Junto a las escaleras de piedra me introduje
en un nicho abierto donde encontré la
estatuilla Henan Bei.
4. La sombra de Kong Tien
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
bolas de energía teledirigidas me
protegí con el escudo especial
del Pa Chen (1).
Cuando lanzaba los rayos el demonio
se quedaba desprotegido unos segundos,
así que lancé mi arma para destrozar
los tres dragones que la rodeaban
y que le daban su fuerza (2).
09. LA TUMBA DEL EMPERADOR
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. La tumba del primer Emperador
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Todo parecía muy extraño y debía
permanecer muy atento a las
posibles trampas, pues ningún soldado
nos dio la bienvenida.
Al final del enorme pasillo, encontré
una columna giratoria que accioné
para abrir una puerta dorada y caer
en la primera trama. Para salir de ella,
me aparté de las columnas de pin-
chos que se aplastaban con la pared
de enfrente y trepé por ellas para llegar
arriba (1).
Tras cruzar la puerta que había abierto,
llegué a un enorme foso que pude
cruzar enganchando mi látigo en las
columnas rojas del techo. Pero la
cosa no era tan fácil, ya que una serie
de llamas salían de las paredes, así
1
2

Nada más bajar las escaleras, me
enfrenté a 4 ninjas llamados
dragones negros. Aunque no estaban
muertos, el Pa Cheng me fue de
gran utilidad para arrojarlos por los
acantilados de las cataratas y evitar
que los espíritus que salieron más tar-
Nada más aterrizar me enfrenté
a dos zombis y a unos gigantes
de piedra que, aunque sus golpes
eran muy potentes, se deshacían
fácilmente con mis golpes.
(Ver Pieza de Museo).
Más adelante, llegué a una sala donde
unas campanas comenzaron a
sonar. Para resolver este nuevo
enigma, tenía que repetir la melodía
con otras campanas situadas
en los rincones de la sala. Para
llegar hasta ellas, atravesé los fosos
cruzando por unos puentes mágicos
que descubrí gracias a la inesti-
1
de se metieran en sus cuerpos (1).
Una vez estuvo la zona despejada, pude
recuperar tranquilamente mi salud
en la fuente mágica. En la siguiente
sala oí un enorme estruendo, pero como
no sabía de donde venía saqué de
mi mochila el espejo de los sue-
3
2
mable ayuda de mi fiel espejo de
los sueños (1).
En un par de ocasiones, fallé la repetición
de la melodía y un espíritu
apareció para atacarme. Las
cuatro melodía que repetí fueron
que tuve que sincronizar mis saltos
para no chamuscarme (2). Al final
del foso encontré una palanca que
abrió dos puertas doradas.
En el pasillo que se había abierto
aguardaban unas bolas con electricidad
que me freían si me acercaba
demasiado. Aunque había calaveras,
para lanzar preferí lanzar el Pa
Cheng (3). Al pasar el primer grupo
de bolas, encontré una zona segura
donde cogí una poción de salud.
(ver Pieza de Museo).
Al doblar la esquina vi en el pasillo
unos huecos en los que encontré una
fuente mágica y una palanca que
abrió la puerta del fondo.
ños, que me acompañó hasta el final
del pasillo (2). Gracias a él pude ver
cómo dos grandes bloques chocaban
entre si. Tenía que pasar en el
momento oportuno realizando una
voltereta para no ser aplastado. Más
adelante, tuve que sortear otros dos
bloques y un grupo de pinchos que
salían del suelo antes de llegar al foso.
Para cruzarlo, tuve que pisar sobre
unas plataformas que sólo pude ver
gracias al espejo de los sueños (3).
En la siguiente sala encontré otra
reliquia y bastante enemigos que me
obligaron a sacar el Pa Cheng.
(Ver Pieza de Museo).
(según el orden de izquierda a derecha
de las campanas) (2):
1ª melodía: 1, 3, 5.
2ª melodía: 2, 4, 5, 1.
3ª melodía: 2, 4, 3, 5, 1.
4ª melodía: 3, 2, 1, 5, 4.
1 2
Pieza de Museo
En el segundo foso del pasillo, vi una
cornisa que me permitió saltar hasta un
pequeño saliente, donde encontré la estatuilla
Shang.
2. Camino al peligro desconocido
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Pieza de Museo
A la derecha de la estatua del carro encontré
una cornisa que me permitió subirme
hasta un balcón, donde encontré el libro
de leyes Quin sobre un pedestal.
3. Las campanas de la muerte
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
PS2
Pieza de Museo
En el pasillo siguiente gracias al espejo de
los sueños vi unas escaleras invisibles
que me llevaron a una sala secreta donde
hallé la tabla de Jade Liuso en un altar.
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4. La venganza de Von Beck
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Tras cruzar un foso ejecutando un
salto y enganchando mi látigo
en una viga roja, llegué a un pasillo
con muchas zonas del suelo derruido.
Detrás de mi apareció mi viejo amigo
con una máquina topo con la que
pretendía atropellarme (1). Las balas
no servían de nada, así que sólo me
quedó correr. No debía detenerme y
superar los fosos con el uso del látigo.
Para evitar caer en los derrumbes,
cada vez que veía una viga roja la
utilizaba para avanzar con el uso
de mi látigo (2).
Al final del pasillo, llegué a una rampa
por la que me tiré para despistar a
mi perseguidor. Al llegar abajo, me
enganché a otra viga con mi láti-
go para ver cómo el nazi caía al vacío
y desaparecía para siempre… o no
(3). Un poco más adelante, encontré
una fuente mágica donde pude recuperar
mi salud al 100% antes de
adentrarme en el mismo Infierno.
1 2 3
10. EL INFIERNO
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHSASAQWHSAQWHHSAQWHHSSAQWHStA
1. Los pilares del inframundo
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Pieza de Museo
Al asomarme al borde de la muralla donde
había luchado con el espíritu, vi una cornisa
donde encontré el plato Albero.
No conforme con esta reliquia, vi en un lado
de la muralla una fila de lámparas en
las que me balanceé con mi látigo para llegar
hasta una plataforma. Allí había más
enemigos y la máscara funeraria Gao.
Alos pocos metros de andar por
la muralla, me topé con un alma
de color azul que comenzó a
desprender espíritus que se introdujeron
en las estatuas de piedra para
cobrar vida (1). Aunque éstos no
dejaban de atacarme, mi principal
objetivo fue el espíritu azul que
pude derrotar con la ayuda, una vez
más, del Pa Cheng.
Más adelante me topé con tres pilares,
los cuales al ser girados hacían
aparecer unas plataformas por
las que pude continuar mi camino.
Tuve que pasar muy rápido a través
de ellas, ya que cuando los pilares
dejaban de dar vueltas, éstas desaparecían.
Para disponer del máximo
tiempo posible giré los pilares en
el siguiente orden de izquierda a
derecha: 3, 2 y 1.
Al otro lado de la muralla me enfrenté
de nuevo con otro espíritu azul
y encontré más columnas giratorias.
En esta ocasión seguí el siguiente
orden: 2, 4, 1, 3. Más ade-
1
lante todo se volvió a repetir y giré
en primer lugar el torno de la derecha
y luego el de la izquierda (2).
Ya al final de la muralla, me enfrenté
de nuevo con otro espíritu azulado
y, antes de llegar hasta el final de ésta
zona, decidí inspeccionar el lugar
en busca de objetos de valor.
(Ver Pieza de Museo).
Regresé por donde había llegado y
ya sólo me quedó girar las columnas
del final de la muralla en el siguiente
orden: 3, 5, 4, 1, 2.
2

2. El corazón del dragón
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
Llegué a un pasillo con unas baldosas
misteriosas. Cogí el espejo
de los sueños de nuevo, ya que
estaba convencido de que me sería
de gran utilidad. Debía permanecer
sólo en las baldosas que tenían
dibujado el símbolo verde y
pasar rápidamente por las blan-
Para enfrentarme finalmente
al Emperador Negro sólo hice
uso de dos armas: mi fiel látigo
y el Pa Cheng.
Para aguantar más sus ataques, con-
cas antes de que desapareciesen
(1). Cada vez que pisaba una losa de
color verde, a los pocos segundos
aparecía otra igual un poco más adelante
que me permitía avanzar. Por si
fuera poco, tenía que tener mucho
cuidado con los cañones de
rayos para no electrocutarme.
sistentes en grandes llamaradas y
terremotos me tomé una pócima
de salud (1).
Para eliminarlo mi arma legendaria
era insuficiente, así que decidí
cargarla con una energía especial
que encontré en los portales
de los extremos del patio y atacarle
con él (2). Para llegar a los centros
de energía, tenía que saltar por las
zonas derribadas utilizando mi látigo
en las lámparas (3).
Cuelga el látigo, guarda el sombrero
y descansa un rato, te lo has ganado.
Al final del peculiar pasillo, llegué
hasta una sala decorada con unos
espectaculares dragones… que
pena que no llevar una cámara de fotos
encima (2).
(Ver Pieza de Museo).
Antes de subir las escaleras y hacerme
con la bola del dragón, recu-
PS2
peré mi salud en la fuente mágica,
ya que intuía que habría jaleo en
breve. En efecto, al momento, cinco
gigantes de piedra me atacaron y
terminé por perder el tesoro. Menos
mal que usando el Pa Cheng pude
salir de aquel atolladero sin muchos
problemas (3).
1 2 Pieza de Museo
A la izquierda, sobre un taburete encontré
la estatuilla Shi Huangdi Cong. Al finalizar
mi aventura, como recompensa por la
adquisición de todas las reliquias, me dieron
un homenaje fotográfico.
3. La ascensión del Emperador Negro
SAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHSAQWHSASAQWHS
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