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2. El secreto de la mezquita: 1ª parte
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En el interior de la mezquita se
estaban haciendo unas excavaciones
muy sospechosas por parte
de los nazis, así que me decidí a descender
para ver que tramaban.
Encontré un acceso lateral que me
permitió avanzar usando mi látigo en
la lámpara para sortear una zona derruida.
Tras un par de saltos llegué
hasta una rampa en la que me deslicé
para descender al piso superior.
Para no caerme al vacío, al final de
esta tuve que saltar y usar mi látigo
para engancharme en una lámpara
(1). Cerca de donde aterricé,
detrás de un arco hallé un esqueleto
con un botiquín y munición de la
metralleta.
Ya en la sala principal de la excavación,
me topé con dos nazis de es-
paldas y en el borde de un balcón así
que aproveché la ocasión para tirar
a uno de ellos al vacío. En la parte
izquierda de ésta plataforma encontré
una pequeña cornisa que me
permitió cruzar hasta otra sala (2).
Tuve que moverme rápido, ya que al
final me esperaban dos nazis armados
con Mausers y un soldado con
espada. Intenté tirarlos a la excavación,
aunque no tuve más remedio
que emplear parte de la munición de
mi pistola. Encima de una carreta
encontré una MP-40 y más munición
que tuve que gastar al final del
pasillo para eliminar a dos soldados.
Seguí descendiendo hasta que me
topé con una cueva donde parte del
camino estaba derruido. Para atravesar
esta zona sin peligro, giré a la iz-
Al salir de la sala secreta, tuve
que eliminar a un nazi con metralleta
y a un soldado con espada
usando mi MP-40. Como no encontré
otro camino, tuve que subirme
por los andamios que rodeaban la
quierda y bajé por unos peldaños
hasta la orilla del lago donde pude
eliminar con la Mauser a un
enorme tiburón (3). De esta forma
evité un peligro por si caía en los sucesivos
saltos que debía ejecutar para
atravesar la cueva. Subí y, utilizando
el látigo crucé hasta otra
zona donde me enfrenté con dos
soldados armados con espadas.
Como estos no sabían nadar, intenté
tirarlos al lago que había debajo para
deshacerme de ellos rápidamente y
sin malgastar munición. Tras otro
salto con el látigo, vi una columna
en mitad de la sala. La rodee utilizando
la pequeña cornisa que había
en su base, realicé otro salto con mi
inseparable cuero y avancé por un
estrecho camino para llegar hasta
sala y llegar hasta lo más alto donde
pude colarme por el hueco que
había en la pared.
Posteriormente, me enganché en
la cornisa que había sobre mi cabeza
para acceder a otro ventanuco
una fuente mágica. Una vez repuesto
de mis heridas gracias al
agua milagrosa, salí de la sala tras
un espectacular salto combinado
con el uso de mi látigo para salvar el
enorme derrumbe.
En los siguientes pasillos, tuve que
utilizar toda la munición de mi
MP-40 para encargarme de los 5
nazis equipados con pistolas, metralletas
y granadas que protegían esta
zona. Al final del pasillo de la derecha
encontré una carga de demolición,
un botiquín, una granada y
munición para la ametralladora. Retrocedí
unos metros hasta que vi una
brecha en la pared del pasillo. Gracias
a ésta pude abrirme un nuevo
camino colocando la dinamita en
ella (4).
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3. El secreto de la mezquita: 2ª parte
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Pieza de Museo
Una vez crucé por el hueco que me había
abierto en la pared, en frente encontré
un muro semiderruído. Para colarme por
la brecha que había en su base tuve que
hacer una voltereta lanzada. El esfuerzo
tuvo su recompensa, ya que al otro lado
encontré un valiosísimo sello Otomano.
1
PS2
ubicado un poco más arriba (1).
Desde allí pude saltar hasta los andamios
que había enfrente para colarme
por otro hueco. Entonces tuve
que usar mi látigo en una lámpara
para alcanzar la sala de oración
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