Feliz día Mujer!... - Elesteliano.com

Te creí perdida hace tiempo…
te juro lo creí
Cruzabas ante mí con
aquella gracia infantil y aun así
me veías, sí, más no me mirabas
Sonreías revelando un destello
de sol para mí aquellas frías
mañanas del colegio
Moría por perderme en esas
lagunas profundas de ámbar
que adornaban tu rostro
cándido
Crecimos… ¡oh sí!, crecimos
mucho y en nuestros años
mozos aún sonreías para
mí y al mismo tiempo ignorabas
que eran para mí.
Un día te encontré y una
daga envenenada partió mi
alma
Te había perdido cuando tu
vida tomó otro rumbo, lejos
del mío, muy lejos
Tuve que aprender a soltarte,
a dejarte ir, a que estabas
ya fuera de mi alcance
Tan irreverente y altanera
te creí perdida
Por un momento me odié
por callar y te odié por no
esperar.
Recuerdo aquella noche en
que te vi,
cruzabas ante mí como toda una
mujer pero ese día tú me miraste,
¡y puedo jurar que por primera
vez me miraste!, ¿qué te pasaba
mi niña bella?
¿Tan tarde era para mí o lo fue
para ti?
Podía aceptar tu partida y renunciar
a ti
pero no perderte ante una vida
de dolor y sufrimiento
Me viste y pude descubrir tantos
enigmas que antes creí ocultos:
-“¿Por qué no me detuviste?
–Recuerdo me dijiste en silencio
con cierto brillo altanero-
PARA MI DAMA DESCONOCIDA
¿Por qué permitiste que esto
pasara si yo siempre esperé
por ti?…
Si tú hubieras hablado antes;
no hubiera tomado esta decisión…”
Lo recuerdo todo, y quise hablar
pero ya era tarde mi ángel
rebelde…
Ya estabas muy lejos de mí
Protagonizabas una historia
donde mi nombre no fi guraba
Cuanto dolor ante esa inminente
verdad
¡Pero qué ironías las del destino!
Hoy has vuelto a mi vida, querida
niña,
y te juro que no dejé de regodearme
en mi victoria
¡Insulsa trampa! Y más convencido
estoy de lo que soy
capaz de hacer por ti
Yo mismo te hubiera entregado
al altar sí la felicidad era tu
MARZO/2010 # 90
Por: Lic. Rosa María Vivas Moncada*
destino
Si ese era el precio lo iba a
pagar
Y no hubieras vuelto a mí
como un corderito fl agelado
ante los embistes de una vida
ingrata
Pero ahora descubro mi verdad…
nuestra verdad
Ahora has vuelto y me atribula
no haber sido valiente
Agonizo al recordar que por mi
cobardía te creí perdida
Y sí, en verdad lo estuviste,
un tiempo… un tiempo que no
retornará
Tus ojos aún destellan esa
adorable irreverencia, aquella
que trastorna
Aquella que volvió a ti ahora
que eres libre
Esta es mi promesa mi bella
dama
Que la sabiduría nunca me falte
si mi senda está retorcida
Que ponga Dios en mi boca las
palabras que necesites escuchar
Que sean mis abrazos tu sostén
ante las tribulaciones de la
vida
Que tus lágrimas sean mis
lágrimas y tus sonrisas sean
mis triunfos
Dios mío ¡Que se derrumbe
el mundo!; que caiga quien
tenga que caer…
Pero es mi refl ejo en esas
lagunas ámbar las que ruego a
Dios no me niegue
Hoy has vuelto a mí, ya no
estoy perdido, mis pies han
vuelto a casa
Contigo estoy en mi hogar
* Monólogo de novela inédita
“El ocaso de Jacinto” por la
autora de este poema.
Tel # 8421 4024.
Página # 22 www.elesteliano.com