La oración - Edición
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Página juvenil<br />
El joven príncipe en el exilio<br />
¡Orar ayuda! de un hombre<br />
joven, se, que si el esta en el<br />
trabajo frente a un problema,<br />
muchas veces ora en silencio,<br />
mientras que le pide Dios que le<br />
ayude a resolver su problema. En<br />
repetidas ocasiones compartió con<br />
sus colegas su experiencia, de<br />
cómo Dios le ayudo: “Orar ayuda”<br />
entonces aparecen miradas<br />
interrogativas, o a veces una<br />
sonrisa burlona…pero es su<br />
oportunidad de testificar.<br />
Orar ayuda. ¿Puedes confirmar<br />
eso? <strong>La</strong> Biblia nos muestra en<br />
varios lugares que esta afirmación<br />
es cierta. <strong>La</strong> objeción de que las<br />
historias de este libro antiguo no se<br />
pueden probar, puede reforzar por<br />
las innumerables oraciones de los<br />
cristianos devotos, los hijos de<br />
Dios.<br />
¿Cómo es esto con tigo querido<br />
joven? ¿Conoces la respuesta a la<br />
<strong>oración</strong>? ¿Cuándo has<br />
experimentado la ultima? Pero<br />
ahora llévate tiempo para pensar<br />
en ello, y sobre todo agradece a<br />
Dios por ello.<br />
Al pensar en ello podrás tal vez<br />
confirmar que has experimentado<br />
la respuesta de muchas oraciones,<br />
pero no has sido conciente de ello.<br />
¿No oramos nosotros todas las<br />
mañanas por la protección y los<br />
cuidados de Dios? ¿Nos damos<br />
cuenta que si esto sucede así, Dios<br />
ha respondido a nuestras<br />
oraciones? ¿Agradecemos también<br />
conciente de ello? ¿No es igual con<br />
PAGINA JUVENIL<br />
nuestra salud? Y ¿Qué pasa con la<br />
bendición solicitada? ¿Es con<br />
nosotros, es con tigo querido lector<br />
que nuestras oraciones se han<br />
transformado en un hábito?<br />
Entonces no debería sorprendernos<br />
si la fuerza de la <strong>oración</strong> en<br />
nuestra vida deja mucho que<br />
desear. Aun así la Biblia nos deja<br />
saber, que la <strong>oración</strong> es nuestro<br />
acceso al padre. Encontramos en<br />
ella, muchos consejos valiosos de<br />
cómo la <strong>oración</strong> puede ser una<br />
verdadera fuente de fortaleza.<br />
Exploremos más a fondo el<br />
ejemplo del joven Daniel. Aquí<br />
encontramos muchos paralelismos<br />
con la situación de muchos jóvenes<br />
cristianos de nuestros tiempos.<br />
Que lindo seria si esto también<br />
influyera en la vida personal de<br />
<strong>oración</strong>.<br />
Daniel era uno de los hombres<br />
más sano, inteligente, hermoso y<br />
educado que el rey Nabucodonosor<br />
deportó a Babilonia. En el patio<br />
del rey debió asistir a las mejores<br />
escuelas para ser entrenado como<br />
siervo del rey. Allí no debía<br />
faltarle nada, incluso el menú del<br />
rey estaba a su disposición y todas<br />
las demás comodidades. Esto ¿no<br />
suena tentador? ¿Quién no quisiera<br />
asistir a la mejor escuela de la<br />
ciudad, en la mejor universidad<br />
del país culminar sus estudios y<br />
obtener de inmediato un puesto de<br />
trabajo? ¿También conseguir el<br />
mejor albergue para estudiantes,<br />
con todas las comodidades? ¿Tú<br />
dices que no perteneces a eso?<br />
¿Por cual criterio te decides tú?<br />
¿No buscas tu lo mejor que esté a<br />
tu alcance? Volvamos a Daniel,<br />
Daniel estaba con sus tres amigos<br />
en babilonia, y ellos sabían que el<br />
nuevo ambiente para su vida<br />
espiritual podría ser peligroso. Por<br />
eso tomaron la decisión de<br />
prescindir de las comodidades que<br />
le ofrecían. Literalmente significa:<br />
y Daniel propuso en su corazón no<br />
contaminarse con la porción de la<br />
comida del rey, ni con el vino que<br />
él bebía;…( Dan. 1; 8) ¿Cómo<br />
podemos imaginarnos eso? ¿No se<br />
presento Daniel delante de Dios en<br />
<strong>oración</strong> y le suplico por una salida?<br />
Eso es seguro, y Dios le dio<br />
también la salida, si, aun mas; Dios<br />
premio su decisión de manera que<br />
no solo el personal era simpático<br />
con ellos (Dan.1; 16), sino que<br />
también con el estudio no tuvieron<br />
ningún problema (Dan.1; 17).<br />
¿Qué hay contigo? ¿Oras tú,<br />
por la protección de las tentaciones<br />
de estos tiempos? ¿Qué pasa con la<br />
fiesta del primer semestre? ¿Qué<br />
pasa con la noche de cine con los<br />
compañeros? ¿Sigue en orden esto<br />
contigo? ¿O realmente crees que<br />
de tomar esa decisión perderás?<br />
Piensa un momento en la vivencia<br />
de Daniel, y piensa en su enfoque.<br />
Jesús nos dice en su palabra: “el<br />
que pide, recibirá” ¿Te animas con<br />
la ayuda de Dios, dejar que esa<br />
fuente de fuerza brote nuevamente<br />
en tu vida? Por lo tanto empieza,<br />
pero concientemente a orar por las<br />
cosa de todos los días, y anímate<br />
también a traer a Dios en <strong>oración</strong><br />
los pequeños problemas y<br />
preocupaciones que se te presentan<br />
en el correr del día.¡ También tu, te<br />
darás cuenta que orar ayuda!<br />
Nico Ernst<br />
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