You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Whateley cuando el <strong>horror</strong> se alejó <strong>de</strong> allí. Los<br />
hombres se miraron unos a otros y se susurraron<br />
algo al oído. Luego, dirigieron la mirada<br />
hacia abajo. Al parecer, el <strong>horror</strong> había <strong>de</strong>scendido<br />
prácticamente por el mismo sen<strong>de</strong>ro por<br />
el que había ascendido. Toda especulación holgaba.<br />
La razón, la lógica y las i<strong>de</strong>as normales<br />
que pudieran ocurrírseles se hallaban sumidas<br />
en el más completo marasmo. Sólo el anciano<br />
Zebulón, que no iba acompañando al grupo,<br />
habría sabido apreciar en su justo término la<br />
situación o hallar una posible explicación a todo<br />
ello.<br />
La noche <strong>de</strong>l jueves comenzó igual que<br />
casi todas las prece<strong>de</strong>ntes, pero acabó bastante<br />
peor. Las chotacabras <strong>de</strong>l barranco no pararon<br />
<strong>de</strong> chirriar ni un momento armando tal estrépito<br />
que fueron muchos los vecinos <strong>de</strong> Dunwich<br />
que no lograron conciliar el sueño, y a eso <strong>de</strong><br />
las tres <strong>de</strong> la madrugada todos los teléfonos <strong>de</strong><br />
la localidad se pusieron a sonar trémulamente.<br />
Quienes <strong>de</strong>scolgaron el auricular oyeron a una