En busca de las respuestas perdidas - Escritores Teocráticos.net
En busca de las respuestas perdidas - Escritores Teocráticos.net
En busca de las respuestas perdidas - Escritores Teocráticos.net
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
— Venga, le presentaré a algunos <strong>de</strong> ellos.<br />
—<strong>En</strong>cuentro con <strong>las</strong> <strong>respuestas</strong> <strong>perdidas</strong>—<br />
La amable mujer les presenta a dos hombres <strong>de</strong> mediana edad, muy amables.<br />
Uno <strong>de</strong> ellos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cruzar unas cuantas palabras con Víctor, le solicita que<br />
lo espere para conversar más tranquilamente, ya que Víctor le ha planteado su<br />
<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> hacerle varias preguntas doctrinales. Después <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r unos asuntos,<br />
el hombre se retira a un extremo <strong>de</strong>l salón invitando a Víctor a hacer lo propio.<br />
La primera pregunta que plantea Víctor, <strong>de</strong>ja perplejo al hombre.<br />
—¿Qué significa el número 666 <strong>de</strong> la bestia, y quién es la bestia?<br />
Víctor se apronta para escuchar eso <strong>de</strong> que ― primero hay que apren<strong>de</strong>r a ‗sumar y<br />
restar‘, y <strong>de</strong>spués ‗matemática superior‘ ‖, o algo por el estilo... Lejos <strong>de</strong> ello, el<br />
hombre <strong>busca</strong> en su Biblia el versículo que habla <strong>de</strong>l tema y lo muestra a Víctor.<br />
— Usted se refiere a este pasaje <strong>de</strong> la Biblia ¿verdad? –dice calmadamente.<br />
— Claro. He preguntado a muchas personas acerca <strong>de</strong>l significado, y nadie ha<br />
sabido respon<strong>de</strong>rme <strong>de</strong> modo que me satisfaga.<br />
— Bueno, en realidad quien nos lo explica es el mismo creador. Toda su<br />
palabra está en perfecta armonía. De tal modo que leyendo el contexto o<br />
pasajes relacionados, se pue<strong>de</strong> llegar a <strong>las</strong> <strong>respuestas</strong> que <strong>busca</strong>mos, con<br />
la seguridad que estamos recibiendo la respuesta directamente <strong>de</strong> Dios.<br />
― Las <strong>respuestas</strong> <strong>perdidas</strong>‖ –pensó Víctor.<br />
El hombre pasó a explicar el tema con admirable <strong>de</strong>streza, lo que <strong>de</strong>jó perplejo<br />
ahora a Víctor. Nunca había visto a nadie usar la Biblia con tal habilidad.<br />
Rápidamente paso a preguntar acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> ―<strong>respuestas</strong> <strong>perdidas</strong>‖, que tanto le<br />
habían inquietado. Nuevamente el hombre se limitó a mostrar pasajes <strong>de</strong> la Biblia<br />
que admirablemente explicaban todas <strong>las</strong> inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Víctor. Pensó poner a<br />
prueba a esta ―gente rara‖. Él daba por <strong>de</strong>scontado que ningún cristiano que se<br />
precie <strong>de</strong> tal, consentiría con ir a la guerra o apoyar el entrenamiento militar.<br />
Preguntó, seguro <strong>de</strong> que su argumento <strong>de</strong>jaría callado al ―anciano‖.<br />
— ¿Por qué entonces <strong>las</strong> religiones apoyan la guerra y envían a sus<br />
seguidores a ser entrenados en el ejército con ese específico fin?.<br />
El hombre contesta con otra pregunta....