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Isla Negra 6/254 Casa de poesía y literaturas - Le chasseur abstrait

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<strong>Isla</strong> <strong>Negra</strong> 6/<strong>254</strong><br />

<strong>Casa</strong> <strong>de</strong> <strong>poesía</strong> y <strong>literaturas</strong><br />

Septiembre - 2010<br />

suscripción gratuita. Lanusei,Italia. Dirección: Gabriel Impaglione.<br />

Publicación inscripta en el Directorio Mundial <strong>de</strong> Revistas Literarias UNESCO<br />

revistaislanegra@yahoo.es ‐ ‐ http://revistaislanegra.blogspot.es<br />

Otto René Castillo<br />

Guatemala - 1936 - 1967<br />

Intelectuales apolíticos<br />

Martín Micharvegas<br />

Argentina<br />

“Perdido <strong>de</strong> todo!<br />

Ganado <strong>de</strong> nadie!”<br />

"Parajodas (sic)", es una recopilasión escrita en fonética rioplatense, ante los "Fastos <strong>de</strong>l Biserpentario”<br />

Un día,<br />

los intelectuales apolíticos <strong>de</strong> mi país<br />

serán interrogados por el hombre<br />

sencillo <strong>de</strong> nuestro pueblo.<br />

Se les preguntará sobre lo que hicieron<br />

cuando la patria se apagaba lentamente,<br />

como una hoguera dulce, pequeña y sola.<br />

No serán interrogados sobre sus trajes,<br />

ni sobre sus largas siestas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la merienda,<br />

tampoco sobre sus estériles combates con la nada,<br />

ni sobre su ontológica manera <strong>de</strong> llegar a las monedas.<br />

No se les interrogará sobre la mitología griega,<br />

ni sobre el asco que sintieron <strong>de</strong> sí, cuando alguien,<br />

en su fondo, se disponía a morir cobar<strong>de</strong>mente.<br />

Nada se les preguntará sobre sus justificaciones absurdas,<br />

crecidas a la sombra <strong>de</strong> una mentira rotunda.<br />

Ese día vendrán los hombres sencillos.<br />

Los que nunca cupieron en los libros y versos <strong>de</strong> los intelectuales apolíticos,<br />

pero que llegaban todos los días a <strong>de</strong>jarles la leche y el pan,<br />

los huevos y las tortillas, los que les cosían la ropa, los que le manejaban los carros,<br />

les cuidaban sus perros y jardines, y trabajaban para ellos, y preguntarán,<br />

"¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaba en ellos,<br />

gravemente, la ternura y la vida?"<br />

Intelectuales apolíticos <strong>de</strong> mi dulce país, no podréis respon<strong>de</strong>r nada.<br />

Os <strong>de</strong>vorará un buitre <strong>de</strong> silencio las entrañas.<br />

Os roerá el alma vuestra propia miseria.<br />

Y callaréis, avergonzados <strong>de</strong> vosotros.<br />

Gustavo Pereira<br />

Venezuela<br />

Somari <strong>de</strong> los huevos <strong>de</strong> paloma<br />

Los huevos <strong>de</strong> paloma son como los cohetes<br />

Todo el mundo presume que volarán algún día.<br />

1


Gabriel Cacho Millet<br />

Mendoza, Argentina<br />

Y fue por pensar apasionadamente en todas estas cosas trascen<strong>de</strong>ntales e ínfimas, por lo que junté unas palabras con otras,<br />

esperando que Borges o su fantasma se aparecieran en algo que pudiera asemejarse a un poema. De los dos, no sé cuál vino. El<br />

recuerdo transforma todo en fantasía. Sé que antes <strong>de</strong> pasar las primeras lineas al papel, vi a Borges en sueños errar por una selva,<br />

como un viejo elefante que busca su secreto cementerio, porque no quiere -por pudor- que los otros <strong>de</strong> su especie lo vean morir.(Él<br />

sabía, por ejemplo, «que hay lugares en los An<strong>de</strong>s Meridionales don<strong>de</strong> van a morir los guanacos»). Otra vez, en mi sueño, era un<br />

esquimal cargado <strong>de</strong> años que, sintiendo la proximidad <strong>de</strong> su hora -por educación- se aleja <strong>de</strong>l helado caserío sin hacer ruido y se<br />

pier<strong>de</strong> por los glaciares...<br />

Borges<br />

Por perdidos glaciares <strong>de</strong> Alaska<br />

vaga esta noche un esquimal. Fatalmente<br />

<strong>de</strong>ja caer la gastada trama <strong>de</strong> sus huesos<br />

al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> un río invisible.<br />

Lo acompañan la inconstante luna<br />

y el lento andar <strong>de</strong>l agua bajo el hielo.<br />

Antes que la rigi<strong>de</strong>z sea toda su alma,<br />

el hombre piensa en la casa que no volverá a ver<br />

y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta noche es más gran<strong>de</strong>,<br />

en la borrosa imagen <strong>de</strong> una mujer que amó,<br />

en los hijos que festejan su viaje<br />

como quien se ha librado <strong>de</strong> un estorbo,<br />

en el gran dios <strong>de</strong>l frío burlado<br />

que no pue<strong>de</strong> ten<strong>de</strong>r trampas<br />

al que solitario a<strong>de</strong>lanta la hora<br />

y <strong>de</strong> antemano fija el lugar <strong>de</strong> la cita.<br />

A orillas <strong>de</strong> otro río,<br />

en el hemisferio austral, otro hombre,<br />

por oficio, lo ve salir <strong>de</strong>l mundo y acaso<br />

lo envidia. Harto <strong>de</strong> ser quien es,<br />

engarza palabras con el hilo <strong>de</strong>l sueño.<br />

Clan<strong>de</strong>stinamente <strong>de</strong>ja la casa,<br />

el hábito <strong>de</strong>l verso, Bioy y el bastón <strong>de</strong> laca.<br />

Sus huellas se pier<strong>de</strong>n cerca <strong>de</strong>l Ródano,<br />

que es un río que muere en Francia.<br />

Ignoro si abrevió su noche.<br />

Ignoro si llegó a su patria.<br />

¿Me oye, don Jorge?<br />

Derec Walcott<br />

Santa Lucía - 1930<br />

El amor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l amor<br />

El tiempo vendrá<br />

cuando, con gran alegría,<br />

tú saludarás al tú mismo que llega<br />

a tu puerta, en tu espejo,<br />

y cada uno sonreirá a la bienvenida <strong>de</strong>l otro,<br />

y dirá, siéntate aquí. Come.<br />

Seguirás amando al extraño que fue tú mismo.<br />

Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor<br />

a ti mismo, al extraño que te amó<br />

toda tu vida, a quien no has conocido<br />

para conocer a otro corazón,<br />

que te conoce <strong>de</strong> memoria.<br />

Recoge las cartas <strong>de</strong>l escritorio,<br />

las fotografías, las <strong>de</strong>sesperadas líneas,<br />

<strong>de</strong>spega tu imagen <strong>de</strong>l espejo.<br />

Siéntate. Celebra tu vida.<br />

2


Mairym Cruz-Bernal<br />

Puerto Rico<br />

Cateterismo<br />

la tarea <strong>de</strong>l poeta es vencer al miedo…<br />

y ayudarlo para que el miedo no tenga miedo.<br />

Aristóteles España<br />

Tengo miedo <strong>de</strong> las pecas que se esparcen en mis muñecas<br />

lunares pequeñísimos<br />

muestran la ausencia <strong>de</strong> caricias<br />

artritis florecida<br />

manos que se niegan a dar amor<br />

Tengo miedo ahora en este momento<br />

<strong>de</strong> la mujer en el cubículo a mi izquierda<br />

amenaza con ser fantasma<br />

acabo <strong>de</strong> abrazarla y repetirle<br />

varias veces la palabra Amor<br />

pienso que si la digo se ilumina<br />

su cuerpo<br />

y el mío<br />

Tengo miedo que no llegue a octubre<br />

se haya <strong>de</strong>rretido para siempre<br />

el helado <strong>de</strong> turrón<br />

que pienso regalarme con él<br />

un hombre que también como yo<br />

va fragmentándose<br />

y <strong>de</strong>sea que cambie el rostro <strong>de</strong> su espejo<br />

El miedo esta mañana tiene otros nombres<br />

ausencias que han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> doler<br />

Des<strong>de</strong> la ventana <strong>de</strong> mi cuarto<br />

el miedo a que me ahogue en el mar<br />

por eso coloco mi cama <strong>de</strong> espaldas<br />

y la luz se convierte en miedo a mi <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z<br />

El miedo anoche fue su voz<br />

pedirle hablar con Dios y saber que nadie escucha<br />

ni él ni Dios<br />

el miedo es esa lágrima que se atasca entre mis ojos<br />

como la sangre en el ventrículo izquierdo<br />

<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> mi madre<br />

El café acelera mi pulso<br />

este miedo no está triste ni <strong>de</strong>sea <strong>de</strong>saparecer<br />

no es el miedo <strong>de</strong> los gatos <strong>de</strong> Aristóteles<br />

que van al circo a disfrazarse <strong>de</strong> quienes no son<br />

Mi miedo es un ser iluminado<br />

que siente en el mundo<br />

algo alguien una esquina<br />

que ha <strong>de</strong> encontrarla<br />

porque este miedo que me mueve<br />

siendo sólo una palabra<br />

no es tonto ni inteligente<br />

es sólo una palabra que busca como yo su <strong>de</strong>finición<br />

El miedo sigue siendo el abismo entre dos bocas<br />

el riesgo <strong>de</strong> ese último salto<br />

lanzarse sin paracaídas posible<br />

El miedo es un apartamento en Manhattan<br />

que pi<strong>de</strong> tu boca cuando nadie más pi<strong>de</strong> tu boca<br />

libertad y resurrección<br />

el miedo pue<strong>de</strong> ser ese apartamento<br />

3


sus cuadros como caras vivas<br />

esperando aletargados<br />

tras los rojos, los violetas <strong>de</strong> sus labios mudos<br />

El miedo ya no está en mi reloj sin tintagueo<br />

ni en el viaje interminable <strong>de</strong> los aeropuertos<br />

El miedo sopla por mi ventana <strong>de</strong> cristal abierta<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l asesinato sin aclarar<br />

<strong>de</strong> mi vecina muerta muerta muerta<br />

cuchillo al cuello<br />

un nuevo tango para inventarse a solas<br />

por un hombre que se queda solo<br />

e inventa el último tango <strong>de</strong> su vida<br />

El miedo es siempre un miedo<br />

que me atrae al exilio <strong>de</strong> otro cuerpo<br />

esta mujer <strong>de</strong>spatriada mira la bahía y sueña con partir<br />

camina al mar y sueña con un velero que la lleve<br />

En mis aguas los peces no me hablan, compañero<br />

porque en mi vida hay dos peces humanos<br />

Daniel Tevini en Buenos Aires<br />

Ma<strong>de</strong>line en la isla <strong>de</strong> Manhattan<br />

Pez-Mujer y Pez-Hombre<br />

hermana pez, hermano<br />

ambos sumergidos<br />

respirando leche en el oxígeno <strong>de</strong>l agua<br />

anclas <strong>de</strong> algo bueno que está vivo<br />

hermanos peces en esta Amazona<br />

mis hermanos peces no tienen miedo<br />

se columpian en el vértigo diario <strong>de</strong> sus países<br />

e ignoran que son peces<br />

y nadar en el aire no nos salva<br />

El miedo es una palabra imbécil<br />

solo una palabra<br />

que esta mañana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este hospital<br />

me hace rabiar en tinta negra<br />

por las pecas que aun no han manchado mis manos<br />

y vendrán<br />

Rabiar por las sandalias rotas que calzan mis pies<br />

no tienen miedo <strong>de</strong> caer<br />

caer es el primer movimiento para el vuelo<br />

El miedo hace rato me enseñó a ser felíz sola<br />

y que las canciones en boca <strong>de</strong> cualquier cantante<br />

son mentiras<br />

en Uruguay Chile Cuba<br />

en cualquier ciudad que alguien cante<br />

el amor tiene que ver con un Tú que no llega<br />

o ha llegado y hace doler<br />

también la verdad miente<br />

El miedo esta precisa mañana sabe a metal<br />

a cuchilla que va a abrir el pecho <strong>de</strong> mi madre<br />

a la cuchilla que mató a mi vecina<br />

a mi hija que duerme sola con su perra que ladra y canta<br />

sin que entendamos sus palabras<br />

Y ahora siento el miedo en mis brazos fríos<br />

que amanecieron sin abrazos y lo sintieron<br />

el miedo a la noticia<br />

el miedo a entrar al infinito<br />

Porque este poema mío<br />

este poema mío <strong>de</strong> los miedos<br />

4


ya no tiene miedo<br />

me empujo al vacío y caigo<br />

toco el filo <strong>de</strong> la navaja<br />

esa tinta roja me sirve para escribir Amor<br />

Sí, este poema mío ha vencido al miedo<br />

ahora habrá que salvar al miedo<br />

para que el miedo no tenga miedo <strong>de</strong>l poema<br />

Mario Trejo<br />

Buenos Aires, Argentina - 1926<br />

La loca <strong>de</strong>l rubí<br />

1<br />

Esa mujer no estaba en sus caníbales<br />

Amaba con presentimientos feroces<br />

Regalaba somníferos en prueba <strong>de</strong> amistad<br />

No insistir<br />

No molestarla<br />

Que la melancolía ya tiene con sus abejas<br />

2<br />

¿Dón<strong>de</strong> están las mujeres <strong>de</strong> Babilonia<br />

Con ombligos <strong>de</strong> 21 rubíes?<br />

Venus está ahora en la casa <strong>de</strong> los viajes largos<br />

Yo resisto aquí, lejos, en otra parte<br />

3<br />

En<strong>de</strong>mientras conspiras con insomnios y miedos<br />

Con silencios y jaguares<br />

Eres un blanco fácil en el fondo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sfila<strong>de</strong>ro<br />

Despertamos al sueño para escuchar su ruido<br />

4<br />

La loca <strong>de</strong>l rubí aúlla <strong>de</strong> rabia o gime <strong>de</strong> placer<br />

No es <strong>de</strong> dolor su alarido<br />

Sos vos el único que emite espantos<br />

5<br />

Apagamos la luz<br />

para lamer<br />

nuestra soledad<br />

Gonzalo Arango<br />

An<strong>de</strong>s, Antioquia, Colombia -1931 - 1976<br />

La salvaje esperanza<br />

Eramos dioses y nos volvieron esclavos.<br />

Eramos hijos <strong>de</strong>l Sol y nos consolaron con medallas <strong>de</strong> lata.<br />

Eramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras.<br />

Eramos felices y nos civilizaron.<br />

Quién refrescará la memoria <strong>de</strong> la tribu.<br />

Quién revivirá nuestros dioses.<br />

Que la salvaje esperanza sea siempre tuya,<br />

querida alma inamansable.<br />

23 <strong>de</strong> agosto 2010.- <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l poema La mueca <strong>de</strong>l miedo <strong>de</strong> Aristóteles España<br />

Roque Dalton<br />

El Salvador - 1935 - 1975<br />

Ballet<br />

Para B.H<br />

El último vagón ha matado al cisne…<br />

Su mayor enemigo fue la mancha <strong>de</strong> barro<br />

y he aquí que hoy sus estertores anegan<br />

<strong>de</strong> suciedad los trajes <strong>de</strong> los traseúntes.<br />

Los niños ríen y traen varitas agudas<br />

para rematarlo a estocadas.<br />

5


Arnold <strong>de</strong> Vos<br />

Holanda – resi<strong>de</strong> en Trento, Italia<br />

Las heridas <strong>de</strong> las olas<br />

Fluyo a lo largo <strong>de</strong> tus riveras<br />

en la larga noche que se cierne sobre mí,<br />

tierra prometida que me exilias<br />

golpeo tus costas,<br />

enjuto arrecife <strong>de</strong> caricias<br />

excavo en tus escollos<br />

muralla <strong>de</strong> moluscos,<br />

agua que se lastima<br />

en tus puntas <strong>de</strong> diamante.<br />

Diáspora <strong>de</strong> la noche, ayúdame<br />

a <strong>de</strong>spumar <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l Talión<br />

las heridas <strong>de</strong> mis olas.<br />

Versión <strong>de</strong> Isabel Ruiz Boggio<br />

Jorge Boccanera<br />

Bahía Blanca, Argentina - 1952<br />

Suceso X<br />

los pájaros que construyen la noche<br />

sueñan con ella<br />

prolongan sus silencios hasta inventar<br />

países<br />

y cuidan <strong>de</strong> ella como si ella fuese<br />

su corazón un ala o una rama<br />

los pájaros que construyen la noche<br />

la brisa <strong>de</strong> la noche<br />

sueñan con ella<br />

porque los gestos <strong>de</strong> ella<br />

como pájaros senos muslos bocas se ponen<br />

a volar<br />

ella se pone a volar<br />

en fin<br />

los pájaros que construyen la noche<br />

aullan por ella.<br />

<strong>de</strong> Noticias <strong>de</strong> una mujer cualquiera<br />

James Joyce<br />

Irlanda – 1882 -1941<br />

Ella llora en Rahoon<br />

La lluvia en Rahoon cae suavemente, suavemente cae,<br />

don<strong>de</strong> mi oscuro amante yace.<br />

Triste es su voz que me llama, tristemente llama,<br />

cuando gris ascien<strong>de</strong> la luna.<br />

Amor, escucha tú<br />

cuán suave, cuán triste su voz llama siempre,<br />

siempre sin respuesta y la oscura lluvia cayendo<br />

entonces como ahora.<br />

Oscuros también nuestros corazones, oh amor, yacerán fríos<br />

como su triste corazón ha <strong>de</strong>scansado.<br />

bajo las ortigas grises <strong>de</strong> luna, la negra tierra<br />

y la lluvia que murmura.<br />

"¿Creen que los hijos <strong>de</strong>l país puedan volver a las ca<strong>de</strong>nas?¿No conocen los enemigos que, aún cuando logren<br />

nuestro exterminio, nuestros hijos han <strong>de</strong> vengar la muerte <strong>de</strong> sus padres?"- Mariano Moreno<br />

6


Martín Micharvegas<br />

Argentina – resi<strong>de</strong> en España.<br />

Santoriada 1971<br />

Vino el Radicheta y dale que habla que te habla<br />

que el moco va entre la guerra civil y la guerra revolucionaria<br />

Des<strong>de</strong> la ventana <strong>de</strong>l bar no se veía nada<br />

Pero eran días crápulas Media con miedo la calle y la gente<br />

Y dijo el Radicha que Ongaro se hizo cargo <strong>de</strong> sacar la jeta<br />

aclara que no concilia con nadie <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cárcel<br />

y que se consi<strong>de</strong>ra “uno más entre los prisioneros“<br />

y esas no eran fanfarronadas <strong>de</strong> pequeñoburgués<br />

El Radicheta estaba entusiasmado y nos entusiasmó<br />

Vino una mina que quiso hacerla fácil:<br />

peronismo guión antiperonismo<br />

Y llegó uno que estaba en la <strong>de</strong>l Ghandi<br />

( pero para mi acababa <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar plástico en alguna puerta )<br />

Sin violencia! No violentos: Sin Violencia!<br />

- astillando recursos <strong>de</strong> amparo para sindicalistas presos<br />

Y en malón llegaron los que <strong>de</strong>cían saber que el contenido latente<br />

<strong>de</strong> este mierdoso sueño popular y nacional<br />

era liquidar la guerra <strong>de</strong> las guerras ( episteme:<br />

la guerra <strong>de</strong> guerrillas ) Todos estos muchachos<br />

<strong>de</strong>jaron sus manuales sobre el estaño junto a las ginebras<br />

Y como un coro <strong>de</strong> trogloditas entraron<br />

los que hablan <strong>de</strong> 16 años<br />

- <strong>de</strong> los últimos 16 años<br />

( siempre están los que hablan<br />

<strong>de</strong> una cantidad equis <strong>de</strong> últimos años )<br />

Y que años <strong>de</strong> conciencia flotante<br />

Y que años <strong>de</strong> resistencia artesanal<br />

Y que floridos años <strong>de</strong> reorganización<br />

El bar estaba lleno <strong>de</strong> infelices ilusiones<br />

El mostrador abarrotado <strong>de</strong> manuales juveniles<br />

La caja registradora clink!<br />

La calle estaba en calma La gente mansa El músculo dormía<br />

Todos veían la Guerra Civil Española<br />

en la borra <strong>de</strong> sus copas<br />

Y entré yo Diciendo que venía <strong>de</strong> lejos Y patatín y patatán<br />

Aquello <strong>de</strong> arrastrando cosas que me confiaron<br />

La vida pura dije<br />

Giraron las cabezas al unísono ante esta situación<br />

vieja por excelencia<br />

Aclaré que no gozaría <strong>de</strong> ningún peculiar privilegio <strong>Le</strong>s gustó<br />

Convinimos: no mencionaríamos ninguna belleza ni verdad hasta allí<br />

sino para hacerlas mierda Dijo el Radicheta:<br />

háganlé un lugar<br />

Pero con la noche arribarían los que ejecutan<br />

en la calle En <strong>de</strong>scampados<br />

Y largas filas <strong>de</strong> ejecutados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> coches<br />

Qué beber asesinados<br />

y los obligados a arrodillarse en lagunas En arroyos tersos En canales<br />

Vendrá<br />

Vendrá la noche Entrará la calle mansa por su café con leche<br />

La gente mansa entrará por su ginebra<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber quemado sus manuales<br />

No confíen en nadie Ni en mi canción Ni en nuestra <strong>poesía</strong><br />

Bajan persianas los que recelan <strong>de</strong> la paciencia popular<br />

Por cada ojo Los dos ojos<br />

Por cada diente Toda la cara<br />

Madrid, 1978.- poema para Roberto publicado en el libro-homenaje: De SANTORO // Ediciones<br />

<strong>de</strong>l Rescate -serie <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong> la cultura represaliados en argentina, Madrid, 1979<br />

7


Raúl Zurita<br />

Santiago, Chile - 1950<br />

Guárdame en ti<br />

Amor mío: guárdame entonces en ti<br />

en los torrentes más secretos<br />

que tus ríos levantan<br />

y cuando ya <strong>de</strong> nosotros<br />

sólo que<strong>de</strong> algo como una orilla<br />

tenme también en ti<br />

guárdame en ti como la interrogación<br />

<strong>de</strong> las aguas que se marchan<br />

Y luego: cuando las gran<strong>de</strong>s aves se<br />

<strong>de</strong>rrumben y las nubes nos indiquen<br />

que la vida se nos fue entre los <strong>de</strong>dos<br />

guárdame todavía en ti<br />

en la brizna <strong>de</strong> aire que aún ocupe tu voz<br />

dura y remota<br />

como los cauces glaciares en que la primavera <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>.<br />

Daniel Montoly<br />

Montecristi, República Dominicana - 1968<br />

El viaje al altiplano<br />

Si cruzo frente a ella<br />

la observo <strong>de</strong>splazarse por todos lados<br />

como una estrella<br />

en la majestad <strong>de</strong> la bruma,<br />

encendidamente cálida.<br />

Entierra sus ojos en mi silencio<br />

hasta rozar mi piel<br />

con sus <strong>de</strong>seos<br />

y luego se disuelve,<br />

soterrada y fría,<br />

<strong>de</strong>jándome un vendaval <strong>de</strong> angustia<br />

en cada célula.<br />

Dionisio López Cabral<br />

República Dominicana - 1956 - 2006<br />

Enigma<br />

El enigma<br />

<strong>de</strong> la lluvia<br />

es morir<br />

para ser flor.<br />

Luis Ricardo Furlan<br />

Buenos Aires, Argentina -1928<br />

En la penumbra se <strong>de</strong>sliza un gato<br />

Crece la sombra <strong>de</strong> fantasma solo.<br />

Corre <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un ilusorio bolo,<br />

se amodorra en la cueva <strong>de</strong>l zapato.<br />

Brilla el ojo pirata en el retrato<br />

con el <strong>de</strong>lirio <strong>de</strong> inocente dolo.<br />

Lo cautiva la pausa <strong>de</strong>l gladiolo<br />

en el jarrón. (La luna, sin boato,<br />

circula en el tejado; es una tea<br />

<strong>de</strong> cal y miel mojando la azotea).<br />

Ronronea su vida libre y fatua:<br />

ya se diluye en patio <strong>de</strong> azulejos,<br />

ya ñoño se refleja en sus reflejos<br />

o tirita su miedo ante una estatua.<br />

8


Ch'en Ling<br />

China - siglo III<br />

El último paseo<br />

Dejaste caer en el suelo<br />

el tulipán rojo que yo te había dado.<br />

Lo levanté. Estaba blanco.<br />

Bastó ese levísimo instante<br />

para que nevase sobre nuestro amor.<br />

Traducción <strong>de</strong> Álvaro Yunque<br />

Charles Tomlinson<br />

Stoke-on-Trent, Inglaterra - 1927<br />

El arte <strong>de</strong> la <strong>poesía</strong><br />

Al principio, la mente se siente magullada.<br />

La luz hace blancos agujeros a través <strong>de</strong>l negro follaje<br />

o la niebla escon<strong>de</strong> todo lo que no es ella misma.<br />

¿Pero cómo dirá uno eso?—<br />

Siendo así que, cuando la verdad no es suficientemente buena<br />

exageramos. Las proporciones<br />

importan. Es difícil atraparlas <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada.<br />

Debe <strong>de</strong> haber algo<br />

superfluo, nada que no sea elegante<br />

Y nada que sea si es simplemente eso.<br />

Este ver<strong>de</strong> crepúsculo tiene orillas violeta.<br />

Las mariposas amarillas<br />

que apresuradas se trasladan<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las flores escarlata a las <strong>de</strong> bronce<br />

<strong>de</strong>saparecen mientras la tar<strong>de</strong> aparece.<br />

Mohammed Bennis<br />

Fez, Marruecos - 1948<br />

Silencio - 4<br />

En mi borrachera tropecé<br />

con rostros<br />

Yo sabía que habían nacido<br />

en una tierra <strong>de</strong> lin<strong>de</strong>s perdidas en el silencio<br />

Rostros<br />

que imaginé como un espectro<br />

que llama a la puerta y aterroriza a una noche<br />

y a la noche que sigue a esa noche<br />

Eh<br />

tabernero<br />

estamos aquí<br />

venimos buscando vino <strong>de</strong> Bur<strong>de</strong>os<br />

un amigo que se nos parece<br />

llegará ligero<br />

con el rocío <strong>de</strong> su amanecer<br />

ábrenos el cerrojo<br />

para que baje su cuerpo como un resplandor<br />

entre el vaso que bebía<br />

y el vaso<br />

que tal vez ha colmado el hueco <strong>de</strong> su pecho<br />

He hecho una invocación<br />

y ya están <strong>de</strong>vorando las tinieblas<br />

una estrella que refulgía<br />

al tiempo que<br />

refulgía el vaso<br />

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”. - Eduardo Galeano<br />

9


José Campus<br />

San Juan, Argentina – 1930 - 2009<br />

1<br />

Fue ayer.<br />

No. No fue ayer.<br />

Quizá fue hace mucho tiempo. Lo cierto es que era niño.<br />

¿Era niño?<br />

Sí, tal vez era niño.<br />

Estaba en el campo.<br />

Era la noche <strong>de</strong>l... No importa qué noche era.<br />

Esa noche abrí la ventana.<br />

Nunca lo hice antes.<br />

Miré.<br />

A lo lejos, los perros querían comerse la luna.<br />

No lograban aburrirse.<br />

Entre los ladridos vi una sombra.<br />

Era azul y se movía.<br />

No me importaron los perros.<br />

Aquello se agrandaba. Llegó al marco <strong>de</strong> la ventana.<br />

Cuando quise apresarla, echó a correr.<br />

La seguí.<br />

Después vi el sol.<br />

había corrido toda una noche.<br />

Al llegar a la ciudad, se <strong>de</strong>tuvo.<br />

Era un gato. Un gato azul.<br />

Caminamos juntos.<br />

Pasábamos los autos y los árboles.<br />

Nos metíamos en todas las casas.<br />

Pudo <strong>de</strong>tenerme el agrio grito prendido en el humo <strong>de</strong> cada chimenea,o el canto salado que se filtra por los poros <strong>de</strong>l<br />

cansancio.<br />

Mi gato azul, maullando <strong>de</strong> modo in<strong>de</strong>scifrable pero armonioso al oído me empujaba.<br />

Por las esquinas nos cruzaba algún camión, Cristo,<br />

los bomberos...<br />

y así no podíamos seguir.<br />

Entonces le dije:<br />

-¿Compremos esta casa?<br />

-¿Cuánto vale esta casa?<br />

...Y nos instalamos en la casa.<br />

Era una pieza gran<strong>de</strong> con una ventana no tan gran<strong>de</strong>.<br />

La abrí.<br />

Había otra ventana.<br />

Luego otra,<br />

y otra<br />

y otra.<br />

Fui abriéndolas a todas.<br />

De pronto mi gato me arañó.<br />

La sangre asomó negra <strong>de</strong> dolor.<br />

No le hice caso.<br />

Mi gato fue hasta la puerta. Quedó como esperando que le abrieran.<br />

El timbre sujetó mi intento.<br />

Era un mensajero.<br />

Un telegrama.<br />

Mi gato aprovechó la puerta abierta.<br />

Quise alcanzarlo, pero alguien dijo:<br />

-Firme aquí.<br />

En el telegrama cabía una sóla palabra<br />

2<br />

Entonces,<br />

el buen relojero puso en marcha todos los relojes y se retiró a <strong>de</strong>scansar.<br />

En el principio la marcha era acor<strong>de</strong>.<br />

10


Luego,<br />

algunos se retrasaron,<br />

otros,<br />

se a<strong>de</strong>lantaban <strong>de</strong>sesperados.<br />

-Atien<strong>de</strong> eso.<br />

Dijo el relojero a su ayudante.<br />

Un hombre joven entró al local <strong>de</strong> los relojes locos.<br />

Era lamentable la falta <strong>de</strong> ritmo.<br />

No se <strong>de</strong>sanimó.<br />

Comenzó lentamente su trabajo.<br />

Los regulaba según los latidos <strong>de</strong> su corazón.<br />

Era tarea ardua.<br />

En tres años sólo consiguió igualar a doce.<br />

El ruido <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más era ensor<strong>de</strong>cedor.<br />

La <strong>de</strong>sesperación crecía.<br />

Uno <strong>de</strong> aquellos doce, rompió el ritmo,<br />

otro se negó tres veces.<br />

El hombre sintió miedo.<br />

Miró hacia la planta alta don<strong>de</strong> habitaba el relojero, pero éste estaba en otra cosa.<br />

No oyó su grito.<br />

Pensó que lo había abandonado.<br />

Corrió por las escaleras.<br />

No regresó jamás.<br />

En la relojería nadie logra enten<strong>de</strong>rse.<br />

Las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l edificio están agrietándose<br />

Circe Maia<br />

Montevi<strong>de</strong>o, Uruguay – 1932<br />

Unidad<br />

Una pequeña tarea como esta <strong>de</strong><br />

cortar el pan y llevarlo a la mesa,<br />

empieza y luego acaba<br />

-círculo <strong>de</strong> sentido que se cierrala<br />

pequeña molécula <strong>de</strong> un proyecto<br />

/cumplido.<br />

¿Trivial? Tal vez, pero mira dibujarse<br />

con perfección acabadísima<br />

cada gesto enlazado en el siguiente<br />

anillado en la suave<br />

espiral invisible<br />

que va <strong>de</strong>l pensamiento hacia la mano<br />

<strong>de</strong>l ojo hacia el cuchillo.<br />

Can<strong>de</strong>lario Reyes García<br />

Honduras<br />

Sep<br />

La hostilidad es una escapatoria <strong>de</strong> responsabilida<strong>de</strong>s<br />

que divierte <strong>de</strong> los señores <strong>de</strong> Xibalbá, horror,<br />

pincelazos sueltos, pretensiosas bestialida<strong>de</strong>s uniformadas<br />

simulando seguridad en su atroz <strong>de</strong>sconfianza <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia<br />

y <strong>de</strong>scribiendo la injusticia posible bajo su mano,<br />

sólo por la fuerza. La <strong>de</strong>sidia y el egoísmo vuelan en sus miradas<br />

son alas que forman un compás <strong>de</strong> tijeras violentas,<br />

medidas <strong>de</strong> ajuste y estructuras piramidales<br />

<strong>de</strong> sujetar a los pobres con estucos <strong>de</strong> miseria y grilletes.<br />

-- Des<strong>de</strong> don<strong>de</strong> la oligarquía reprime la cultura y asesina la patria.<br />

“Ammatula ca t'allisci e fai cannola, 'u santu è di mammuru e nun sura”. (Es inútil que te embellezcas y le hagas<br />

rulos al cabello, el santo es <strong>de</strong> mármol, y no transpira)- proverbio siciliano.<br />

11


Jorge Eduardo Eielson<br />

Perú, Lima – 1924 - 2006<br />

¿por qué estoy vivo<br />

y el vaso lleno <strong>de</strong> agua<br />

y la puerta cerrada<br />

y el cielo igual que ayer<br />

y los pájaros dorados<br />

y mi lengua mojada<br />

y mis libros en or<strong>de</strong>n?<br />

¿por qué estoy muerto<br />

y el vaso igual que ayer<br />

y la puerta dorada<br />

y el cielo lleno <strong>de</strong> agua<br />

y los pájaros en or<strong>de</strong>n<br />

y mi lengua cerrada<br />

y mis libros mojados?<br />

Ida Vallerugo<br />

Meduno, Italia - 1946<br />

La cena<br />

Todos se fueron<br />

juntos aún cenamos esta noche.<br />

Ningún reloj para cargar<br />

ni en la mesita <strong>de</strong> luz ni en la Historia<br />

que casualmente pasa afuera, sobre el puente, hacia el Centro<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber puesto los huevos en los escalones <strong>de</strong> Redipuglia,<br />

se saca <strong>de</strong>l vestido, irritada, los cascotes, el polvo.<br />

Meduno, una escalada <strong>de</strong> gritos dormidos.<br />

Y tu frente lisa que aún más se distien<strong>de</strong>.<br />

Esos ojos negros tibetanos<br />

llenos <strong>de</strong> picudas nubes y aguas y helechos y azul profundo<br />

su almendra severamente dulce<br />

-mi fuerzaque<br />

me sonríe por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la muerta.<br />

No me <strong>de</strong>jes. Quizá la realidad no dura<br />

apenas más que el sueño, quizá no es<br />

sólo un sueño que se pue<strong>de</strong> tocar.<br />

Mañana te llevan.<br />

Mañana será un día perfecto<br />

como un huevo. Como el huevo que <strong>de</strong>scascaro entre las manos,<br />

[lentamente<br />

para no molestar tu clara transfiguración<br />

con el ruido <strong>de</strong> la cascara que se <strong>de</strong>spega<br />

Traducción: Rocco Carbone<br />

<strong>Le</strong>onel Rugama<br />

Nicaragua – 1949 - 1970<br />

Jacinto Baca<br />

Con el brazo izquierdo <strong>de</strong> mampuesta<br />

y con el <strong>de</strong>recho disparando su pistola.<br />

Sí señores.<br />

Hay una patrulla <strong>de</strong> JACINTOS arpillando al enemigo<br />

y una gran estatua<br />

aunque rota ya su sangre<br />

creció en una plaza <strong>de</strong> Rota.<br />

12


Luis Pérez Oramas<br />

Caracas, Venezuela - 1960<br />

Gazela <strong>de</strong> Hugo<br />

Nunca has visto las montañas<br />

que nos son blancas, blancas.<br />

Nunca has visto sólidas las nubes<br />

como inmensas piedras erguidas<br />

en tu sombra.<br />

Prepara<br />

para todos tus <strong>de</strong>svelos<br />

las armas<br />

<strong>de</strong>l silencio.<br />

Que repita el cuerpo<br />

sus olvidos<br />

que <strong>de</strong> nuevo traiga en sus sen<strong>de</strong>ros<br />

la unción matinal <strong>de</strong>l eucalipto<br />

los arándanos, los jazmines <strong>de</strong> agua<br />

el vino acariciando la piel dulce<br />

<strong>de</strong> los higos y a la espera.<br />

De: Prisionero <strong>de</strong>l aire - 2008.-<br />

Sonia Sales<br />

Brasil<br />

Costuro Estrelas<br />

Céu cinzento<br />

luzes <strong>de</strong> coral.<br />

O crepúsculo é apenas um<br />

anúncio, enxertado <strong>de</strong> relâmpagos<br />

no vestido azul que usarei<br />

domingo.<br />

Costuro estrelas<br />

brilhos e vidrinhos.<br />

Um alfaiate<br />

no anil si<strong>de</strong>ral.<br />

As andorinhas pousaram<br />

no Bezerro <strong>de</strong> Ouro,<br />

o vinho escorre da taça<br />

em chamas, mas em segredo<br />

inventarei a Primavera,<br />

cantarei no coral da igreja,<br />

tocando meu violão, e usarei<br />

no domingo o vestido azul<br />

costurado <strong>de</strong> estrelas.<br />

Antonio Arroyo Silva<br />

<strong>Isla</strong>s Canarias<br />

Se <strong>de</strong>slizan, se cruzan en las calles.<br />

No se ven si tropiezan <strong>de</strong> improviso,<br />

No se tocan el hombro aunque se toquen.<br />

Y sonríen, sonríen para enseñar los dientes.<br />

Y entonces se saludan, agachan la cabeza<br />

con humil<strong>de</strong> <strong>de</strong>svelo manteniendo la vista<br />

cruzada en el rencor. Si el otro inclina<br />

su máscara <strong>de</strong> asceta, entonces el que abre<br />

los ojos callará para escon<strong>de</strong>r su culpa,<br />

callará hasta el temor vestido <strong>de</strong> veneno<br />

mordiendo la secura <strong>de</strong> sus quebrados labios.<br />

Deberían tener<br />

un corazón <strong>de</strong> pájaro, no un pájaro<br />

en cada corazón.<br />

De: Casi luz.<br />

13


Jesús Aparicio González<br />

Cabanillas <strong>de</strong>l Campo, Guadalajara, España - 1961<br />

Miserable el momento si no es canto<br />

Claudio Rodríguez<br />

Mi pupila <strong>de</strong>spierta con la sed<br />

y acierta a <strong>de</strong>sandar las luces no cantadas.<br />

El tiempo <strong>de</strong> la espera es hoy fecundo<br />

en arpegios y no se escapa<br />

ninguna golondrina<br />

sin su beso.<br />

Abrazo cada instante, así me impulso<br />

con los sueños para mover la roca<br />

y salir con el rostro encendido<br />

como el más bello <strong>de</strong> los pájaros.<br />

Por mis venas aún corren amapolas.<br />

22 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 2005- De: Las cuartillas <strong>de</strong> un naufrago.Edic. Vitruvio,España-<br />

Walter Mondragón<br />

Colombia<br />

Eclipse <strong>de</strong> sol no previsto<br />

Estás<br />

<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r la cabeza<br />

<strong>de</strong> aventarse al abismo <strong>de</strong>l agua<br />

por tí se represan las cataratas <strong>de</strong> Iguazú<br />

por tí, las nieves perpetuas <strong>de</strong> los picos Colón y Bolivar<br />

se <strong>de</strong>rriten mientras tú te elevas<br />

quien pue<strong>de</strong> contra el cálido pe<strong>de</strong>rnal <strong>de</strong> tu viva presencia!<br />

quién con el áureo matiz <strong>de</strong> tus pestañas y la risa <strong>de</strong> tus ojos<br />

<strong>de</strong> tús ojos miel <strong>de</strong> los bosques relictios!<br />

Estás hecha a la medida <strong>de</strong> mi ansia: un eclipse <strong>de</strong> sol no calculado<br />

está ocurriendo; empiezo a soñar a plena tar<strong>de</strong>,<br />

eres la luz que parpa<strong>de</strong>a en este crepúsculo glorioso<br />

en que asisto a tu esplendor...,<br />

(pero) si hasta el arco iris ha salido para que tu pases!.<br />

La sombra que se aleja contigo me ha oscurecido<br />

...es cosa per<strong>de</strong>r la cabeza!<br />

Luali Abdalahe<br />

Sáhara Occi<strong>de</strong>ntal<br />

Tres<br />

Las miserias <strong>de</strong>l mundo<br />

yacen olvidadas bajo<br />

el escombro <strong>de</strong> los metalenguajes.<br />

El lenguaje con que chillan<br />

los intestinos <strong>de</strong>l sur<br />

es un enigma en los oídos<br />

<strong>de</strong>l norte.<br />

El monstruo <strong>de</strong> la ciudad<br />

se comió nuestra inocencia.<br />

La fe se estrella contra los gigantes<br />

que rascan un cielo que no pica.<br />

Los pequeños dioses agonizan<br />

ante el vacío <strong>de</strong> los verbos<br />

politizados.<br />

Y la guerra es una proyección<br />

<strong>de</strong>l diablo que <strong>de</strong>ambula como<br />

una posibilidad en las <strong>de</strong>soladas<br />

pra<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> nuestra esperanza.<br />

De Quince poemas saharauis<br />

14


Pablo Armando Fernán<strong>de</strong>z<br />

Las Tunas, Cuba - 1930<br />

La construcción <strong>de</strong>l templo<br />

¿En qué se igualan la acción, la palabra,<br />

o lo que es más oscuro y pavoroso,<br />

el silencio,<br />

ante nuestra mirada<br />

que aún no se hizo oficio y testimonio?<br />

Me contaba mi madre que aquel sabio<br />

sentado ante la puerta<br />

cerrada<br />

<strong>de</strong>l santuario: piedra <strong>de</strong> inesperada<br />

pero auténtica lumbre<br />

antigua que se alzaba lentamente<br />

al espacio.<br />

Me contaba que nunca abrió los labios<br />

ante la indiferencia o el obsequio;<br />

sólo sus ojos eran dóciles y seguían las huellas<br />

<strong>de</strong> quienes por temor,<br />

gracia o misterio<br />

otorgaban sus dádivas suntuosas<br />

a impenetrables dioses.<br />

Pero mi madre, que lo vio sentado, mudo,<br />

como príncipe que rechazó <strong>de</strong> manos ancestrales<br />

fortuna y dones, supo<br />

<strong>de</strong>l andrajoso y magro y penitente<br />

que no se alzó, juntó piedras,<br />

ni a ellas consagró<br />

palabras <strong>de</strong> blasfemia o alabanza,<br />

pero día tras día, humil<strong>de</strong>mente,<br />

construyó en el silencio, con ardua, tenaz,<br />

inquebrantable audacia,<br />

el templo<br />

y congregó a los fieles.<br />

Ana Ajmatova<br />

Rusia – 1889 - 1966<br />

La tierra natal<br />

No la llevamos en oscuros amuletos,<br />

ni escribimos arrebatados suspiros sobre ella,<br />

no perturba nuestro amargo sueño,<br />

ni nos parece el paraíso prometido.<br />

En nuestra alma no la convertimos<br />

en objeto que se compra o se ven<strong>de</strong>.<br />

Por ella, enfermos, indigentes, errantes<br />

ni siquiera la recordamos.<br />

Sí, para nosotros es tierra en los zapatos.<br />

Sí, para nosotros es piedra entre los dientes.<br />

Y molemos, arrancamos, aplastamos<br />

esa tierra que con nada se mezcla.<br />

Pero en ella yacemos y somos ella,<br />

y por eso, dichosos, la llamamos nuestra.<br />

Versión <strong>de</strong> María Fernanda Palacio<br />

“Al plantar el arroz cantan: primer encuentro con la <strong>poesía</strong>.”- Matsuo Basho<br />

15


Euphrase Kezilahabi<br />

Tanzania - 1944<br />

El hombre pobre<br />

El hombre pobre sacrificó miles <strong>de</strong> hormigas<br />

Para su última cena.<br />

Vivas, aún sin masticar<br />

Ellas entran y salen<br />

Con pedazos <strong>de</strong> carne<br />

De su boca ampliamente abierta.<br />

Él murió <strong>de</strong> hambre anteayer.<br />

Cada transeúnte le arroja una hoja ver<strong>de</strong><br />

Para evitar la maldición<br />

Pues será enterrado por el ayuntamiento<br />

Bajo ningún nombre.<br />

Traducción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inglés por Raúl Jaime- http://www.webislam.com<br />

Pedro Shimose<br />

Bolivia - 1940<br />

La esfera y el río<br />

Se engaña y engañándose te engaña<br />

sin querer. No ve más que el dolor lento<br />

<strong>de</strong> las cosas. Ignora el movimiento<br />

<strong>de</strong> la luz. El ve sólo la montaña.<br />

Es su realidad una maraña<br />

<strong>de</strong> símbolos, un puro sentimiento<br />

o un sueño don<strong>de</strong> el sueño es pensamiento,<br />

cristal <strong>de</strong> tiempo que la sangre empaña.<br />

Ojo burlado y burlador, tu instante,<br />

tu fragmento <strong>de</strong> certidumbre inerte<br />

no ve sino diamante en el diamante.<br />

Tú sabes lo que sabes al no verte<br />

e ignoras lo que ignora el nigromante,<br />

lo que ignora la vida <strong>de</strong> la muerte.<br />

Lour<strong>de</strong>s Vázquez<br />

Puerto Rico - 1950<br />

La superficie y su imagen<br />

Fijo los ojos en esta fotografía nuestra.<br />

Yo a tu lado que miro <strong>de</strong> frente<br />

el aparato en cuyo interior<br />

la transparencia <strong>de</strong> la luz nos compromete.<br />

Es cuando aprieto bien los latidos e<br />

indago por el muro que <strong>de</strong>bo brincar,<br />

la planta gigante que <strong>de</strong>bo escalar, la<br />

pantalla <strong>de</strong> proyección <strong>de</strong> cine que <strong>de</strong>bo<br />

penetrar. Entinto el revelado, como fósil<br />

en su yacimiento. Es cuando recuerdo<br />

este humano corazón mio.<br />

Claribel Alegría<br />

Nicaragua - 1924<br />

Muero <strong>de</strong> a poco<br />

Muero <strong>de</strong> a poco, amor<br />

no es la muerte sorpresa<br />

que <strong>de</strong>seaba<br />

la que libera<br />

y lanza<br />

es la otra<br />

la lenta<br />

la que corta en pedazos<br />

da estocadas<br />

y <strong>de</strong> perfil se escurre.<br />

16


Sonia Figueras<br />

Argentina<br />

El hombre<br />

La tar<strong>de</strong> <strong>de</strong>clina.<br />

Frío inmoral insolente<br />

quema las manos<br />

gastadas paspadas<br />

en el arrastre <strong>de</strong> pesados tablones<br />

<strong>de</strong> carretillas cargadas.<br />

La sirena suena<br />

interminable estri<strong>de</strong>nte ya,<br />

cesan los ruidos dantescos<br />

en los golpes <strong>de</strong> las mazas.<br />

<strong>Le</strong>nto con pausa cansino,<br />

moja su cabeza.<br />

Y la rutina<br />

lleva sus pies helados,<br />

con llagas<br />

y besa<br />

la frente<br />

<strong>de</strong> su niño dormido.<br />

Cuatro chapas<br />

una lona por cortina<br />

manso, replegado,<br />

la respiración entrecortada,<br />

se entrega sumiso a su <strong>de</strong>stino.<br />

Ya no piensa,<br />

sueña.<br />

Un día fue hombre.<br />

Hoy no sabe <strong>de</strong> dolores<br />

hoy espera simplemente<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> respirar.<br />

Larga fila<br />

negros rostros <strong>de</strong>samparados<br />

pies arrastrados llanto en los ojos<br />

bajos los brazos<br />

en sus <strong>de</strong>spojos cun<strong>de</strong> el horror.<br />

Esta noche tiene miedo<br />

los ojos negros<br />

mojados <strong>de</strong> agua salada<br />

y el cuerpo,<br />

chiquito,<br />

in<strong>de</strong>fenso.<br />

Muchos no vuelven...<br />

…quizás algunos... retumba el aire. . .<br />

Gritos... la bronca excita<br />

el <strong>de</strong>saliento <strong>de</strong> las mujeres<br />

cierra la mina no habrá trabajo<br />

aunque haya marcha.<br />

No se <strong>de</strong>tiene la bestia…<br />

y lloró.<br />

“La <strong>poesía</strong> es mi principal fuente <strong>de</strong> conocimiento. Me enseña el mundo, y en ella aprendo a conocerme a mí<br />

mismo. Ella nos hace unánimes, comunicativos.”- Manuel Altolaguirre<br />

17


Lêdo Ivo<br />

Maceió, Alagoas, Brasil - 1924<br />

El sueño <strong>de</strong> los peces<br />

No puedo admitir que los sueños<br />

sean privilegio <strong>de</strong> las criaturas humanas.<br />

Los peces también sueñan<br />

En el lago pantanoso, entre pestilencias<br />

que aspiran a la <strong>de</strong>nsa dignidad <strong>de</strong> la vida,<br />

sueñan con los ojos abiertos siempre.<br />

Los peces sueñan inmóviles, la bienaventuranza<br />

<strong>de</strong>l agua fétida. No son como los hombres, que se agitan<br />

en sus lechos estropeados. En verdad,<br />

los peces difieren <strong>de</strong> nosotros, que todavía no apren<strong>de</strong>mos a soñar.<br />

Y nos <strong>de</strong>batimos como ahogados en el agua turbia<br />

entre imágenes hediondas y espinas <strong>de</strong> peces muertos.<br />

Junto al lago que yo mandé cavar,<br />

volviendo la realidad a un incómodo sueño <strong>de</strong> infancia<br />

pregunto al agua oscura. Las tilapias se ocultan<br />

<strong>de</strong> mi sospechoso mirar <strong>de</strong> propietario<br />

y se resisten a enseñarme cómo <strong>de</strong>bo soñar.<br />

Gustavo <strong>Le</strong>spada<br />

Argentina - 1953<br />

Simulacro<br />

<strong>de</strong> verbos insectívoros<br />

<strong>de</strong> frase <strong>de</strong>l mesías <strong>de</strong> señales<br />

<strong>de</strong> nombres / <strong>de</strong> palabra revelada<br />

<strong>de</strong> sonido hermanable / <strong>de</strong> sentencia<br />

que restaure el sentido el equilibrio el or<strong>de</strong>n:<br />

un olor a comida cociéndose en el fuego<br />

puertas que se abren / el sonido <strong>de</strong> un saxo<br />

meciendo las cortinas / el mantel en la mesa<br />

con el pan compartido / con el vino<br />

la saliva y la noche<br />

nada <strong>de</strong> eso:<br />

es la grieta en la pared la viga<br />

que se parte / humedad <strong>de</strong>l cimiento<br />

es carbón en la olla / mugre bajo las uñas<br />

hervi<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> ácaros / sobre la piel cuarteada:<br />

otra pelambre asoma / otra corteza<br />

aborta su reseca tentativa<br />

su repliegue <strong>de</strong> huesos<br />

su fósil ceniciento.<br />

Adriana Versiani<br />

Ouro Preto/MG, Brasil - 1963<br />

castanha -VI<br />

Chove e não me lembro que estou molhada.<br />

Toda mãe é capaz do ódio.<br />

Quando criança, juntei gravetos, mutilei insetos.<br />

A areia é meu abrigo e ninguém me acompanha.<br />

Ele apontou para mim e disse:<br />

— Mulher, estás grávida, respeites o silêncio das coisas.<br />

Tomado <strong>de</strong> revista Escritoras Suicidas.<br />

18


Gerardo Guinea Diez<br />

Guatemala - 1955<br />

IV<br />

Pue<strong>de</strong> que él no sepa <strong>de</strong> mujeres fenicias<br />

ni <strong>de</strong> galeones españoles<br />

ni <strong>de</strong> sefarditas con su ladino <strong>de</strong> siempre<br />

en África o Nueva York.<br />

Pero ella, más torrencial parpa<strong>de</strong>a<br />

y habla según sus cálculos<br />

<strong>de</strong> mares <strong>de</strong> mediodía<br />

con sus fragatas inglesas<br />

con algo <strong>de</strong>l Caribe filtrado<br />

ventarrones por añadidura,<br />

y por análogas razones<br />

<strong>de</strong> atmósferas con peces <strong>de</strong> colores<br />

y señoritas con su cuerpo a la vista.<br />

Entonces él reconoce su ignorancia<br />

<strong>de</strong> esos <strong>de</strong>susados hombres,<br />

acce<strong>de</strong> a que ella <strong>de</strong>safíe sus saberes,<br />

no <strong>de</strong> Ovidio ni los dioses griegos,<br />

menos sus conocimientos <strong>de</strong> geografía,<br />

sino aquellos que resumen miserias<br />

morales y dudosas legalida<strong>de</strong>s.<br />

Siendo así las cosas,<br />

ella muestra su espinazo<br />

entrado en eternida<strong>de</strong>s<br />

para danzar en el corredor<br />

con un silencio que no se mueve<br />

más allá <strong>de</strong> sus fronteras<br />

en la palma <strong>de</strong>l sueño.<br />

De: <strong>Casa</strong> <strong>de</strong> nosotros<br />

Eugenio <strong>de</strong> Andra<strong>de</strong><br />

Portugal – 1923 - 2005<br />

Retrato Ar<strong>de</strong>nte<br />

No teu peito<br />

é que o pólen do fogo<br />

se junta à nascente,<br />

alastra na sombra.<br />

Nos teus flancos<br />

é que a fonte começa<br />

a ser rio <strong>de</strong> abelhas,<br />

rumor <strong>de</strong> tigre.<br />

Da cintura aos joelhos<br />

é que a areia queima,<br />

o sol é secreto,<br />

cego o silêncio.<br />

Deita-te comigo.<br />

Ilumina meus vidros.<br />

Entre lábios e lábios<br />

toda a música é minha.<br />

“El campo <strong>de</strong>l intelectual es por <strong>de</strong>finición la conciencia. Un intelectual que no compren<strong>de</strong> lo que pasa en su<br />

tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la<br />

antología <strong>de</strong>l llanto pero no en la historia viva <strong>de</strong> su tierra.”- Rodolfo Walsh<br />

19


Eduardo Dalter<br />

Buenos Aires, Argentina - 1947<br />

<strong>de</strong> Bocas Baldías (2000 – 2001)<br />

rota<br />

en la cuneta,<br />

¿quién la bebió?,<br />

¿quién<br />

la rompió?<br />

Una botella<br />

rota,<br />

con su etiqueta<br />

y su barro.<br />

Su pico<br />

apunta<br />

al cielo,<br />

y si te acercas,<br />

a tu frente,<br />

como un <strong>de</strong>do<br />

vacío,<br />

sin uña,<br />

sólo bor<strong>de</strong>.<br />

Una botella<br />

rota,<br />

más allá <strong>de</strong> todo<br />

olvido,<br />

en la media cuadra<br />

<strong>de</strong>l suburbio.<br />

Luis Luchi<br />

Buenos Aires, Argentina - 1921 –2000<br />

Ropa en la soga<br />

La limpieza expone a efectos públicos<br />

esa intimidad tan custodiada.<br />

El sol elige el centro <strong>de</strong> la ban<strong>de</strong>ra<br />

la convierte en zona <strong>de</strong> combate;<br />

las golondrinas hacen sus primaveras<br />

y los gorriones el resto <strong>de</strong> los solsticios.<br />

Vientos <strong>de</strong> paso silban los broches,<br />

les cierran las bocas.<br />

Entre las guerras <strong>de</strong> pañuelos<br />

pier<strong>de</strong>n los <strong>de</strong>l luto en los orillos,<br />

los lloros <strong>de</strong> los mayores con lágrimas,<br />

con mocos inconsolables a secarse.<br />

Parado en un extremo<br />

atado al alambre cubro las estaciones,<br />

los fantasmas disfrazados con sábanas<br />

exaltan la pasión escéptica <strong>de</strong> los domesticados.<br />

En la otra punta un poste<br />

me <strong>de</strong>ja hacer<br />

y no se cae <strong>de</strong> asombro.<br />

En “Jardín zoológico”, Ediciones Último Reino, 1995. Tomado <strong>de</strong> Revista Aromito<br />

Juan Gelman<br />

Argentina - 1930<br />

La acción lírica<br />

teniendo en cuenta sus <strong>de</strong>sastres íntimas <strong>de</strong>strucciones y asia áfrica américa latina caras caídos en la lucha cuba que<br />

obliga a respirar el poeta se entrega a sus ciclones carga sus rabias consecuentes en general el gran lirismo va y <strong>de</strong>güella<br />

esperanzas sentadas sonríen con sus bobas<br />

20


José Watanabe<br />

Trujillo, Perú - 1945 - 2007<br />

Vieja con perra<br />

Una vieja flaca y traposa<br />

como un arbusto seco en este aire polvoriento<br />

espera que su perra <strong>de</strong> tetas flaccidas<br />

beba el agua turbia <strong>de</strong> la acequia <strong>de</strong> los maizales.<br />

Mientras espera, embozada en su manta,<br />

nos observa largamente: pasajeros aburridos<br />

<strong>de</strong> un ómnibus cuyo <strong>de</strong>smañado conductor<br />

mea como un caballo <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una tapia.<br />

La perra ahita se le va<br />

pero regresará pronto con más perritos.<br />

En este caserío tan pequeño<br />

nadie se aleja nunca.<br />

El ómnibus reanuda su marcha<br />

y los pies <strong>de</strong> la vieja ahora parecen penetrar<br />

el subsuelo. Como la Baucis <strong>de</strong>l mito,<br />

enraizada, ya no dará un paso más, y el sol<br />

que se encien<strong>de</strong> <strong>de</strong> súbito<br />

la convierte a lo lejos en una fogata oscura.<br />

Alda Merini<br />

Milán, Italia -1931- 2009<br />

A Vanni, última flor<br />

Mi vivencia paradójica,<br />

aquello que no termina,<br />

es que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />

arrancado <strong>de</strong>l corazón<br />

la última flor,<br />

he visto florecer otras.<br />

Es posible que la muerte<br />

no haya caído sobre el universo,<br />

y que un diluvio <strong>de</strong> lágrimas<br />

no me haya <strong>de</strong>vastado?<br />

Ya te odio.<br />

Y no sé más<br />

a quién echarle la culpa<br />

<strong>de</strong> esta lejanía.<br />

Debiste al menos advertirme<br />

Debiste darme el último adiós.<br />

Juan Larrea<br />

Bilbao, España - 1895 – 1980<br />

Razón<br />

Sucesión <strong>de</strong> sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema<br />

es esto<br />

y esto<br />

y esto<br />

Y esto que llega a mí en calidad <strong>de</strong> inocencia hoy,<br />

que existe<br />

porque existo<br />

y porque el mundo existe<br />

y porque los tres po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar correctamente <strong>de</strong> existir<br />

21


Víctor Hugo Escan<strong>de</strong>ll<br />

Salta, Argentina<br />

Duelo<br />

La rosa refugió tu ausencia<br />

amada luz<br />

para mi sombra.<br />

Sepultaron tu vientre<br />

huérfano <strong>de</strong> pájaros azules.<br />

A qué cielo clamar<br />

cuando la piedra es sorda<br />

y la palabra se coagula<br />

en las espadas.<br />

Bebo el agua sedienta<br />

<strong>de</strong> tu muerte.<br />

Mi batalla sin ti<br />

es polvo astillado<br />

tiniebla agazapada<br />

en el silencio.<br />

Oculto llagas<br />

entre los harapos<br />

<strong>de</strong> la hierba<br />

y el rocío.<br />

Me hundo por laberintos<br />

ahuesado <strong>de</strong> espantos<br />

y <strong>de</strong> miedos.<br />

Mientras revolotean mariposas negras<br />

con un estertor <strong>de</strong> alas por el aire<br />

mi <strong>de</strong>rrota es la tierra.<br />

A la memoria <strong>de</strong> Olgui, mi esposa<br />

Miguel Angel <strong>de</strong> Boer<br />

Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina<br />

Cuestión<br />

El asunto es como lograr<br />

seguir siendo<br />

en medio <strong>de</strong>l atroz <strong>de</strong>samparo <strong>de</strong>l espanto<br />

María Pugliese<br />

Vicente López, Argentina<br />

a.<br />

lo mecí<br />

al son <strong>de</strong> un arrullo<br />

antiguo simple<br />

a media lengua<br />

en un idioma neutro<br />

un compás <strong>de</strong> latidos<br />

le ofrecieron regazo<br />

a sabiendas<br />

<strong>de</strong> que la ciénaga<br />

<strong>de</strong>sconoce sen<strong>de</strong>ros<br />

ironiza los pasos<br />

ofrece sólo sueños<br />

<strong>de</strong> sogas caballos fuerzas<br />

no obstante<br />

le di mis brazos<br />

lo mecí<br />

<strong>de</strong>l poemario Ejecuciones.<br />

22


Miquel Martí I Pol<br />

Catalunya, España - 1929 - 2003<br />

De "Quince poemas" - 5.<br />

Hay un remolino <strong>de</strong> agua don<strong>de</strong> las palabras se hacen dulces,<br />

don<strong>de</strong> las palabras se hacen lentas y claras<br />

como profundida<strong>de</strong>s.<br />

Hay un lugar en el espacio don<strong>de</strong> la voz os resuena,<br />

don<strong>de</strong> la voz os ro<strong>de</strong>a y seduce<br />

como si gritárais en una cueva.<br />

Si esto os digo es para sinceraros<br />

con vosotros mismos .<br />

No queráis <strong>de</strong>scubrir qué fuerzas os mueven.<br />

Hay la vida y la muerte, inmutables.<br />

Lo <strong>de</strong>más son palabras.<br />

Eugenio Montejo<br />

Caracas, Venezuela - 1938 - 2008<br />

Vuelve a tus dioses profundos<br />

Vuelve a tus dioses profundos;<br />

están intactos,<br />

están al fondo con sus llamas esperando;<br />

ningún soplo <strong>de</strong>l tiempo las apaga.<br />

Los silenciosos dioses prácticos<br />

ocultos en la porosidad <strong>de</strong> las cosas.<br />

Has rodado en el mundo más que ningún guijarro;<br />

perdiste tu nombre, tu ciudad,<br />

asido a visiones fragmentarias;<br />

<strong>de</strong> tantas horas ¿qué retienes?<br />

La música <strong>de</strong> ser es disonante<br />

pero la vida continúa<br />

y ciertos acor<strong>de</strong>s prevalecen.<br />

La tierra es redonda por <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> tanto gravitar;<br />

la tierra redon<strong>de</strong>ará todas las cosas<br />

cada una a su término.<br />

De tantos viajes por el mar<br />

<strong>de</strong> tantas noches al pie <strong>de</strong> tu lámpara,<br />

sólo estas voces te circundan;<br />

<strong>de</strong>scifra en ellas el eco <strong>de</strong> tus dioses;<br />

están intactos,<br />

están cruzando mudos con sus ojos <strong>de</strong> peces<br />

al fondo <strong>de</strong> tu sangre.<br />

Amaos, hermanos, por lo que os duele y os hechiza.<br />

De "Quince poemas"- Versión <strong>de</strong> Adolfo García Ortega<br />

Jorge Castañeda<br />

Río Negro, Argentina - 1951<br />

La médula <strong>de</strong>l río -XI – Sucedáneo<br />

Postrado como un fósil ardiente,<br />

Nomenclatura difícil <strong>de</strong> explicar<br />

Don<strong>de</strong> yace el cañaveral <strong>de</strong> los nichos,<br />

¿ a quien explicamos el verbo ?<br />

(...si nosotros, masticando la mística <strong>de</strong>l lenguaje<br />

cantáramos al ritmo <strong>de</strong> los salmos<br />

el universo en polvo<br />

se arrastraría por las venas <strong>de</strong> los muertos...).<br />

23


Efrain Espinoza Falconi<br />

Riobamba, Ecuador - 1963<br />

II<br />

Regresa a sí, en busca <strong>de</strong> algún sentido<br />

No conozco otros temas<br />

y hablo <strong>de</strong> mis alambradas<br />

Sin encontrar nubes para subirme<br />

tuve que bajar al pavimento<br />

en don<strong>de</strong> se vive precozmente<br />

es el bosque <strong>de</strong> cemento<br />

Allí se escon<strong>de</strong>n solitarios<br />

versos abatidos por ausencias<br />

Viven - <strong>de</strong>sviven<br />

aún no mueren pájaros trovadores<br />

terriblemente tristes <strong>de</strong> alimento y melodía<br />

¿De dón<strong>de</strong> surgen los poemas?<br />

¿Y los poetas?<br />

los poetas se hacen <strong>de</strong> la palabra<br />

la palabra hace poetas<br />

los poetas son los que hacen palabras<br />

las palabras y los poetas hacen <strong>poesía</strong><br />

la <strong>poesía</strong> hace poetas<br />

los poetas<br />

la palabra…<br />

¿Una inexistencia actual…?<br />

Me pregunto sin nunca respon<strong>de</strong>rme<br />

Sus voces roncas o melodiosas<br />

sus versos que únicamente no tienen alas<br />

para vivir <strong>de</strong>l viento<br />

o <strong>de</strong> tan usados zapatos<br />

sus callos ya no duelen al caminar<br />

La palabra separa a ella <strong>de</strong> la vida<br />

y la transforma en enreda<strong>de</strong>ra<br />

creciendo en el humo <strong>de</strong> cafeterías<br />

y construyendo la vida<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la exquisita especulación<br />

De: 10 60 90- 10 poetas ecuatorianos <strong>de</strong> los 90s (nacidos en los 60s)- K-Oz Editorial<br />

Rafael Alberti<br />

Cádiz, España - 1902 - 1999<br />

Santoral agreste<br />

¿Quién rompió las doradas vidrieras<br />

<strong>de</strong>l crepúsculo? ¡Oh cielo <strong>de</strong>scubierto,<br />

<strong>de</strong>l montes, mares, viento, parameras<br />

y un santoral <strong>de</strong>l par en par abierto!<br />

Tres arcángeles van por las pra<strong>de</strong>ras<br />

con la Virgen marina al blanco puerto<br />

<strong>de</strong>l pescado; ayunando, entre las fieras,<br />

se disecan los Padres <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto.<br />

El santo Labrador peina la tierra;<br />

Santa Cecilia pulsa los pinares,<br />

y el perro <strong>de</strong> San Roque, por el río,<br />

corre tras la paloma <strong>de</strong> la sierra,<br />

para glorificarla en los altares,<br />

bajo la luz <strong>de</strong> este soneto mío.<br />

24


Carmen Berenguer<br />

Santiago, Chile - 1946<br />

Naciste pintada<br />

Ruinas<br />

"Vengan los cuervos, Chile es un gran panizo. A la chuña, señores, corred todos,<br />

que todavía quedan migajas sobre la mesa."<br />

Vicente Huidobro<br />

La noche no es la noche i<strong>de</strong>al<br />

ni romántica <strong>de</strong> los cantos versallescos,<br />

ni trinos <strong>de</strong> pájaros en algún amanecer.<br />

La noche <strong>de</strong> la novela triste, es cuando sus luces<br />

se apagan y aparecen las sombras criminales<br />

en las esquinas <strong>de</strong> los bares, <strong>de</strong> las casas,<br />

a los pies <strong>de</strong> la cama, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las sábanas,<br />

en los colores <strong>de</strong> los muebles, en la opacidad<br />

<strong>de</strong> las tablas, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los cuadros, arriba <strong>de</strong>l armario,<br />

en los rincones <strong>de</strong> la escalera<br />

en este libro,<br />

en medio <strong>de</strong> estas páginas,<br />

en el temblor <strong>de</strong> tu sonrisa, en ese espejo <strong>de</strong>l baño,<br />

en el cepillo <strong>de</strong>l pelo, en el olor <strong>de</strong> tu traje,<br />

en el cubierto <strong>de</strong> la mesa, en la cajita <strong>de</strong> música,<br />

en el calcetín; broche <strong>de</strong> una noche antigua,<br />

en la maleta,<br />

en la página <strong>de</strong>l medio,<br />

en el candor, en la maceta <strong>de</strong> flores;<br />

<strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l tejido,<br />

y el pañuelo a rayas en el sillón Bauhaus,<br />

en el cuadro <strong>de</strong> Frida Kahlo, en el retrato <strong>de</strong> revistas viejas<br />

en los platos <strong>de</strong> comida, en el charquicán y el luche,<br />

en los juegos <strong>de</strong> luces pascueros, en los vasos <strong>de</strong> vino, en la<br />

ponchera, en el apiao y pajarete, en el chaleco azul,<br />

en el anillo, en el collar <strong>de</strong> un cuello, en los aretes,<br />

en el piso <strong>de</strong> la cocina, en la hela<strong>de</strong>ra,<br />

en la silla <strong>de</strong> paja, en el jarro <strong>de</strong>l café,<br />

en la azucarera, en la mermelada,<br />

como si arriba, en la cucharita <strong>de</strong>l té,<br />

crochete <strong>de</strong>l estío en la biblia latinoamericana,<br />

en el cantar <strong>de</strong> los cantares, en el libro <strong>de</strong> Job y Jeremías.<br />

en las páginas sueltas, aquí mismo,<br />

en el hilo <strong>de</strong>l medio,<br />

¡Es algo que da naúseas!<br />

Tiene pare<strong>de</strong>s, tiene pare<strong>de</strong>s blancas, tiene rejas, tiene perros<br />

rabiosos tras las rejas, tiene mercados, tiene malls, tiene edificios <strong>de</strong><br />

vidrios, tiene edificios nuevos con más vidrios don<strong>de</strong> se reflejan<br />

nubes grises, tiene todo nuevo, tiene comunicaciones, tiene celulares,<br />

tiene policía, tiene policía nueva, tiene autos nuevos, tiene camas<br />

nuevas, tiene puertas nuevas, tiene ventanas nuevas,<br />

"Chile aparece como un inmenso caballo muerto, tendido en las<br />

la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s bajo un gran revuelo <strong>de</strong> cuervos".<br />

Vicente Huidobro<br />

Páramos y ruinas,<br />

en el sahumerio,<br />

en el escapulario,<br />

en el sagrado corazón <strong>de</strong> Jesús,<br />

a la entrada <strong>de</strong> la casa,<br />

en el póster <strong>de</strong> psicosis,<br />

en el cuarto,<br />

en la música <strong>de</strong> Bélla Bartók,<br />

en el afiche <strong>de</strong>l cojo Días,<br />

en la postal <strong>de</strong>l indio,<br />

en el rostro sudaca,<br />

en estos ojos chinescos,<br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> todo eso, en las puntas,<br />

como si nada, en los santitos, en el ulpo,<br />

tiene metro nuevo, tiene bancos nuevos,<br />

tiene rejas nuevas, tiene seguridad nueva,<br />

25


tiene miedo nuevo, tiene comida nueva,<br />

tiene hambre nueva,<br />

en todo eso,<br />

cuando te acuestas,<br />

cuando te levantas,<br />

cuando miras <strong>de</strong> reojo,<br />

cuando fijas la vista,<br />

cuando te acercas,<br />

cuando hablas,<br />

cuando callas,<br />

cuando brincas,<br />

cuando te das vueltas,<br />

en la mañana,<br />

una hora <strong>de</strong>spués,<br />

cuando te agachas,<br />

cuando sudas,<br />

cuando aguantas,<br />

cuando aúllas,<br />

cuando todo eso,<br />

"El poeta inglés pudo <strong>de</strong>cir: Algo huele a podrido en Dinamarca",<br />

pero nosotros, más <strong>de</strong>sgraciados que él, nos veremos obligados a <strong>de</strong>cir:<br />

"Todo huele a podrido en Chile".<br />

Vicente Huidobro<br />

A las siete <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, cuando las nubes rosas se van por el<br />

poniente, la ciudad es recorrida en una sola dirección: para arriba. Se<br />

<strong>de</strong>ja ver una intención, una i<strong>de</strong>a pretenciosa <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todo esto.<br />

Quiere ser alegórica en su construcción y mítica en su necesidad <strong>de</strong><br />

Ritual. Noble pretensión <strong>de</strong> ser ciudad inventada,<br />

“¡Pobre Chile! Un país que ha tenido por toda industria el aceite <strong>de</strong><br />

Santa Filomena y los dulces <strong>de</strong> la Antonia Tapia”.<br />

Vicente Huidobro<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> quedarte escuchando las gotas <strong>de</strong> la llave mala,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la lluvia <strong>de</strong> Julio,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Julio,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l frío,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la helada <strong>de</strong> invierno,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la remesa <strong>de</strong> Julio,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong> Julio,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las cuentas <strong>de</strong>l invierno,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la piel seca <strong>de</strong>l invierno,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las noticias <strong>de</strong>l invierno,<br />

Irene Paulova ES LA REINA DE LAS NOCHES MOSCOVITAS<br />

Se parece a Rusia,<br />

se parece a Hong kong,<br />

se parece a mayamicito en Bolivia,<br />

se parece a Bla<strong>de</strong> Runner,<br />

se parece a los <strong>de</strong>rrumbes,<br />

se parece a la tar<strong>de</strong>,<br />

se parece a las nubes rosadas <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>,<br />

se parece a un justo invierno,<br />

se parece a las telarañas <strong>de</strong> la Babuchka,<br />

se parece a mi amigo viejo,<br />

se parece a su abrigo gris,<br />

se parece a su semblante adusto,<br />

se parece a la niebla,<br />

se parece a los pobres <strong>de</strong>l sur,<br />

se parece a los pobres <strong>de</strong>l norte,<br />

se parece a los pobres <strong>de</strong>l oriente,<br />

se parece a los pobres <strong>de</strong>l este,<br />

se parece a esta ciudad,<br />

se parece a este rincón,<br />

se parece a este vacío,<br />

se parece a este abismo,<br />

se parece a esta angustia,<br />

se parece a este insomnio,<br />

se parece a este chifón,<br />

se parece a tu rostro,<br />

26


Entonces te tomas un bromazepam,<br />

te tomas un diazepam,<br />

te tomas un tricalma,<br />

te tomas un alprazolam,<br />

un lorazepam,<br />

benzodiazepinas,<br />

fluoxetinas,<br />

elixir <strong>de</strong> la dicha,<br />

te lo tomas todo,<br />

te lo comes todo,<br />

te lo hablas todo,<br />

te lo tragas todo,<br />

y en medio <strong>de</strong> la semana,<br />

para los sentidos,<br />

marroquíes, colombianos,<br />

y paraguayos,<br />

y aparece por arte <strong>de</strong> magia el <strong>de</strong>sierto florido,<br />

y la palabra ( NO <strong>de</strong> añañuca amarilla y <strong>de</strong> añañuca roja,<br />

se entrelazan con los lirios <strong>de</strong>l campo y terciopelos, enrredándose<br />

como cabelleras enamoradas; garras <strong>de</strong> león, Diego <strong>de</strong> la noche y<br />

chinas, hierba <strong>de</strong>l hielo, encintan coronillas <strong>de</strong> fraile, cardo blanco,<br />

flor <strong>de</strong>l minero, y fucsias, pata <strong>de</strong> huanaco, malvillas, renillas y c<br />

actus, azulillos, monjitas y pajaritos, TOCAR )<br />

creo que tiene que ver con el olvido,<br />

creo que tiene que ver con una madre muerta,<br />

Se parece a ciudad miseria <strong>de</strong> Perú,<br />

Se parece a ciudad oculta en Argentina,<br />

Se parece a las fabelas <strong>de</strong> Brasil,<br />

Se parece a South Bronx <strong>de</strong> Nueva York,<br />

Se parece a Bla<strong>de</strong> Runner,<br />

Se parece a los <strong>de</strong>rrumbes,<br />

Se parece a los ojos que salen <strong>de</strong> las capuchas en Chiapas,<br />

En todo eso,<br />

cuando te acuestas,<br />

cuando te levantas,<br />

cuando miras <strong>de</strong> reojo,<br />

cuando fijas la vista,<br />

cuando te acercas,<br />

cuando hablas,<br />

cuando callas,<br />

cuando brincas,<br />

cuando te das vueltas en la mañana,<br />

una hora <strong>de</strong>spués,<br />

cuando te agachas,<br />

cuando sudas,<br />

cuando aguantas,<br />

cuando aúllas,<br />

cuando todo eso,<br />

Y más allá don<strong>de</strong> el inventario no alcanza a contarse:<br />

Se parece a los barrios bajos <strong>de</strong> Los Angeles.<br />

Allí asesinaron a Sal Mineo <strong>de</strong> una estocada en el corazón.<br />

Se parece a la cárcel <strong>de</strong> Chorrillos en Lima, don<strong>de</strong> tienen encerrada a<br />

Sibila Arredondo viuda <strong>de</strong> José Arguedas.<br />

Se parece a los rostros <strong>de</strong> las mujeres viejas que gritan AIMARA<br />

amarradas a la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> Bolivia en la Paz.<br />

Se parece a las mujeres jubiladas que toman el sol en las Plazas.<br />

Esta ciudad ayer parisina, antier española, tiene socavadamente una<br />

intención mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> ciudad, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

José María Pallaoro<br />

La Plata, Argentina<br />

Lo leí<br />

Lo leí o lo escuché <strong>de</strong>cir:<br />

subirse a un árbol<br />

y arrancar las hojas<br />

gritando<br />

“soy el otoño”<br />

“soy el otoño”<br />

1994<br />

27


Mariana Bernár<strong>de</strong>z<br />

México<br />

Alguna vez el ciervo<br />

Ganar silencio en el exceso o en la ausencia<br />

Aquietarse para vislumbrar el movimiento ligero<br />

Rastro apenas logrado<br />

cuando palpas la humedad <strong>de</strong> la tierra<br />

para <strong>de</strong>scubrir el abismo <strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro<br />

Contener el cuerpo en su arrojo<br />

aún <strong>de</strong> que la finura <strong>de</strong>l aire<br />

lo seduzca prometiéndole plumaje<br />

Sentir los músculos en tensión<br />

Saltar<br />

Escuchar el chasquido <strong>de</strong> las pezuñas contra las piedras<br />

el aliento entrecortado <strong>de</strong> la carrera<br />

y la lanza en la diestra <strong>de</strong>slizándose en vuelo.<br />

Alguna vez el Ciervo.. Cuarta <strong>de</strong> Félix Suárez. México: Editorial Praxis, 2010.<br />

Roberto Fernán<strong>de</strong>z Retamar<br />

La Habana, Cuba - 1930<br />

Con la forastera<br />

Pues no tendrán en común ni un idioma<br />

(No digamos una ciudad, un hogar, un hijo),<br />

Ni siquiera esas canciones, esos sitios,<br />

Esos olores que acaso sólo nos parecen hermosos porque<br />

nos recuerdan un recuerdo,<br />

Porque nos recuerdan a nosotros mismos, y quizá lo que<br />

llamamos belleza<br />

No sea sino la terca persistencia <strong>de</strong>l ser más allá <strong>de</strong> sí mismo,<br />

Más allá <strong>de</strong> su lugar y su tiempo, como la luz <strong>de</strong> un astro<br />

hace siglos apagado.<br />

Pero astros sí tendrán en común. Al levantar los ojos<br />

No habrá en el cielo país extranjero.<br />

Aquellas estrellas son estas mismas estrellas,<br />

No distan más <strong>de</strong> esa ciudad lejana que <strong>de</strong> ésta.<br />

Aquellas montañas y este mar les son igualmente familiares<br />

O igualmente extraños.<br />

Y también unas <strong>de</strong>sperdigadas horas <strong>de</strong> febrero<br />

pertenecientes para siempre<br />

Al insaciable pasado.<br />

De Siempre por primera vez<br />

Arturo Corcuera<br />

Trujillo, Perú - 1935<br />

La fuga<br />

¡Espinita <strong>de</strong> la tierra<br />

hiérele sus pies <strong>de</strong>snudos!<br />

Mi Camucha, tan porfiada,<br />

se quiere fugar con otro<br />

<strong>de</strong>gollando mi cariño.<br />

¡Espinita <strong>de</strong> la tierra<br />

hiérele sus pies <strong>de</strong>snudos!<br />

¡Avispa <strong>de</strong> los aires<br />

pícale en el corazón!<br />

Si ahora niega quererme<br />

por qué no lo negó<br />

aquella noche en la yerba.<br />

¡Avispa <strong>de</strong> los aires<br />

pícale en el corazón!<br />

Cantoral, Lima 1953.<br />

28


Carlos López<br />

Guatemala<br />

A duras penas<br />

Para Jessica<br />

Creo fielmente en la infi<strong>de</strong>lidad<br />

tanto en el campo como en la ciudad.<br />

Creo en la nada y en lo infinito;<br />

en las quijadas <strong>de</strong>l cangrejo<br />

y en el talón <strong>de</strong> Aquiles;<br />

en los colores que sólo ven los ciegos<br />

y en el Guernica <strong>de</strong> Picasso;<br />

en los abedules viejos, cansados, confiables;<br />

en los árboles quemados en su mejor verdor<br />

y en sus raíces bien echadas.<br />

Creo en el huevo <strong>de</strong> la gallina<br />

y, fielmente, creo que el huevo fue primero.<br />

Creo en las Homeomerías, en las mañas<br />

y en la dialéctica <strong>de</strong> Heráclito <strong>de</strong> Efeso;<br />

en Demócrito <strong>de</strong> Aduera como el papá <strong>de</strong> los pollitos.<br />

En lo que no tiene nombre y en los cuatro elementos,<br />

en el azul y ver<strong>de</strong> que separa el cielo <strong>de</strong> la tierra.<br />

Creo que creo en algo y eso es algo.<br />

Jorge Ariel Madrazo<br />

Buenos Aires, Argentina – 1931<br />

Dulces, cálidos espacios<br />

llamados “cama”, “silla”,<br />

planetas urgidos <strong>de</strong> acoger<br />

éste tu cuerpo el<br />

palpitar<br />

<strong>de</strong> tu cuerpo tangencial<br />

al trajín<br />

Sorda mezcla o escena teatral<br />

lámpara oscilando<br />

<strong>de</strong> uno al otro fiel<br />

<strong>de</strong>l escenario:<br />

cuerpo cuyo ja<strong>de</strong>o<br />

alumbra un no-físico ritual<br />

olla hasta ayer<br />

genérico metal<br />

(y hoy:<br />

cocción encebollada<br />

<strong>de</strong> la que pen<strong>de</strong><br />

el universo).<br />

De: De mujer nacido<br />

Alberto Szpunberg<br />

Buenos Aires, Argentina - 1940<br />

egepé<br />

Abajo aquí sus huesos sus fusiles<br />

ese atadito <strong>de</strong> hombre<br />

no sé la tierra cómo hace que se aguanta<br />

los que avanzan sobre ella son las mejores noticias<br />

que nos llegan <strong>de</strong> uste<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>len, muertos <strong>de</strong> amor, sostengan que nacemos.<br />

<strong>de</strong> El che amor (1965)<br />

29


Juan Antonio Vasco<br />

Argentina – 1924 - 1984<br />

Noticias <strong>de</strong>l Paraíso<br />

Waldo <strong>Le</strong>yva<br />

Cuba - 1943<br />

El rumor más inocente<br />

La oscuridad es un puente<br />

sobre el vacío.<br />

In<strong>de</strong>fenso<br />

busco las rutas <strong>de</strong>l origen,<br />

pero la noche<br />

tiene muros,<br />

gargantas ilusorias,<br />

falsos ruidos.<br />

Una gota <strong>de</strong> agua,<br />

el golpe <strong>de</strong>l reloj,<br />

una vieja campana lejanísima,<br />

pue<strong>de</strong>n ser catastróficos.<br />

La noche <strong>de</strong>l insomne<br />

es un <strong>de</strong>speña<strong>de</strong>ro<br />

sin fondo.<br />

Cuando el pueblo <strong>de</strong>ja caer su quijada en el polvo<br />

y recoge en cambio una moneda<br />

alza la cabeza esa mujer que conoce las artes <strong>de</strong>l<br />

nacimiento y hace sombreros <strong>de</strong> barro para las<br />

criaturas<br />

la esperanza ur<strong>de</strong> su mal con pasos <strong>de</strong> filo <strong>de</strong><br />

sombra en el agua<br />

y cada pájaro tiene un nido <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> su nido para<br />

construir con paciencia el infinito<br />

Adán y Eva liberados por fin <strong>de</strong> su injusta con<strong>de</strong>na<br />

domestican aves <strong>de</strong>l paraíso y las sueltan en la<br />

asamblea <strong>de</strong>l pueblo<br />

De su libro "Cambio <strong>de</strong> Horario"- Ediciones <strong>Le</strong>tra y Línea, Buenos Aires, 1954.<br />

“Poesía... tristeza honda y ambición <strong>de</strong>l alma ¡cuándo te darás a todos... a todos, al príncipe y al paria, a todos...<br />

sin ritmo y sin palabra!”. <strong>Le</strong>ón Felipe<br />

<strong>Isla</strong> <strong>Negra</strong><br />

no se ven<strong>de</strong> ni se compra ni se alquila,<br />

es publicación <strong>de</strong> <strong>poesía</strong> y <strong>literaturas</strong>.<br />

<strong>Isla</strong> <strong>Negra</strong> es territorio <strong>de</strong> amantes, porque el amor es <strong>poesía</strong>. <strong>Isla</strong> <strong>Negra</strong><br />

también es arma cargada <strong>de</strong> futuro, herramienta <strong>de</strong> auroras repartidas. Breviario<br />

periódico <strong>de</strong> la cultura universal. Estante virtual <strong>de</strong> biblioteca en <strong>Casa</strong> <strong>de</strong><br />

Poesía.<br />

http://revistaislanegra.blogspot.es<br />

<strong>Isla</strong> <strong>Negra</strong> en el Directorio Mundial <strong>de</strong> la Poesia - www.unesco.org/poetry<br />

“... porque la mayor locura que pue<strong>de</strong> hacer un hombre en esta vida es <strong>de</strong>jarse morir, sin más ni más... “-Sancho.<br />

(Quijote, 11, cap. 74.) Miguel <strong>de</strong> Cervantes Saavedra<br />

30

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