0 Vida de Blanco White 2008-03-12.qxp - Seminario de Pilas

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ANTONIO RAFAEL RÍOS SANTOS
Su antífrasis clara en «ventajas» indica la idea del Blanco anglicano
(cuando escribió eso), sobre la confesión: algo más que «un
tema de controversia teológica». Su crisis posterior la amplía a sus
primeras experiencias en eso, con párrafos así:
Los efectos de la confesión sobre las almas infantiles suelen
ser perjudiciales / . A la práctica de la confesión debo yo mis
primeros remordimientos cuando todavía mi alma se
encontraba en un estado de pureza infantil.
No ve que la causa era una deficiente catequesis; en parte por
poca cultura y excesivo celo de la madre. Al narrar que su primera
confesión «tuvo lugar al cumplir los siete años», no añade que ocultó
una falta «hasta los catorce», como dice en otro texto. Pero, de
cada vez que recibió tal sacramento «con la conciencia de cumplir
un deber religioso», comenta: «Siempre lo hice teniendo que vencer
una enorme dificultad». Aun marginada su anécdota de una
terrible falta infantil no confesada en siete años, tan increíble como
el que ese crimen fuese quizás «el robo de un pajarillo», su deformada
idea de pecado grave concuerda con su aserto posterior: no
entender «ni una palabra» del Catecismo, del P. Ripalda. Exagera:
era listo, y podía consultar.
El padre fue preparado mal para el negocio: se le hizo viajar
por el extranjero y adquirió la cultura europea, salvo las ideas anticristianas
en boga; pero sin formación comercial, quebró en 1769.
Sólo le quedó ser socio; y, al morir su madre, parte de la hacienda
de Punta, tras Tablada. En el intervalo de apuro económico es la
boda y nace el primogénito. Éste confesará:
Fui educado sin percatarme de si éramos ricos o pobres,
aunque me hicieron adquirir las virtudes de la hidalguía
española.