Crónica de un viaje realizado por Mario Gastón (Teropus) y amigos

(apenas 100-150 mts) dejaremos el coche (Parking 2). Desde aquí cogeremos una senda que
parte entre unos campos de cultivo. Hay dos
sendas marcadas al principio, cogeremos la
que está más a la izda. La senda empieza
cómoda, pero luego pasa a asilvestrarse entre
zarzas y otra maleza. A los 10-15 minutos hay
que buscar una calzada a mano izda. (es fácil
saltárselo) que tendremos que superar para
continuar. Si seguimos y no vemos este
desvío de la izda, pronto se nos irá cerrando el
camino con más las zarzas. A partir de la
calzada la senda es más tupida.
Continuaremos por ella salvando como
podamos la espinosa vegetación hasta que la
senda tuerce a la izda y comienza a adentrase
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en el barranco. Vigilaremos los árboles de la
derecha puesto que el acceso al cauce es
desde uno de ellos, con un rápel arrampado
de unos 20 mts. (en su día habían cuerdas y mallons, aunque dicen que a veces los roban).
Inmediatamente después está el R55, con anclaje a la izda.
Descripción
Se trata de un descenso de una estética similar al Ribeiro Funda. El rápel de 55 está muy
formado, conformando una cascada realmente bonita. El resto del descenso tiene tramos
bastante encajados, con agua suficiente como para colorear cada rincón y con el clamor de las
olas esperándonos en un rápel final fascinante.
2 CHATONS DERECHO
Aprox: 20 min
Descenso: 4-5 h
Retorno: 25 min
Mapa: Hoja 1
Se trata de uno de los descensos importantes de la isla, con 550 metros de desnivel. Sigue una
estructura similar al Joao Delgado, con un tramo inicial muy frondoso y con ausencia de
anclajes artificiales, seguido de un tramo intermedio más trabajado y menos tupido. En la
confluencia de los dos cauces el trabajo del agua nos brinda como colofón un tramo final bien
excavado que se inicia con una bonita cascada.
Acceso
Final
Saliendo desde Porto Moniz
dirección Sao Vicente, al cruzar la
Ribera de Janela tomaremos el
primer desvío a la derecha. Hay
que seguir la carretera que
transcurre paralela al cauce por
su margen derecho. Justo donde
nos encontramos una curva muy
pronunciada a la izda y la
carretera comienza a ascender es
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donde encontraremos la senda de retorno. Hay que buscar una especie de pasillo blanco con
unos escalones al principio que se dirige hacia el río cruzando unas plantaciones colgadas
sobre el talud. Intentaremos dejar el coche lo más cercano a este punto (Parking 1).
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