Crónica de un viaje realizado por Mario Gastón (Teropus) y amigos

encontraba a la izquierda hidrográfica del afluente, cerca de las barandillas. Si seguimos la
levada hasta su final llegaremos al cauce del Inferno, pero desconocemos si es practicable
desde aquí.
Descripción
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Se trata de uno de los descensos más acuáticos de toda la isla.
Desde sus inicios en la levada do Faja Rodríguez, el agua está
presente con fuerza. En sus 3.000 metros de desarrollo, el
barranco nos muestra un barranco muy formado, con tramos
realmente encañonados y salvajes rompiendo diferentes estratos
que tintan con particulares colores los sombríos pasajes del
descenso. Desde las alturas veremos caer monumentales
cascadas que por sí mismas conforman barrancos de entidad.
Información importante
Hay que prestar especial atención en aquellos pasos marcados
como saltables. Ninguna de las marmitas es especialmente
profunda y las recepciones cubrían por la cintura (en un momento
donde el caudal era alto). Además, los fondos son rocosos e
irregulares, por lo que recomendamos evitar saltar.
Pese al caudal, las cascadas no canalizan el agua y son puntuales
los rápeles donde el agua golpea con fuerza. Detectamos alguna
corriente tipo drossage, pero ningún rebufo ni corriente peligrosa
destacable, dado que la morfología de las marmitas y de las cascadas son poco propicias para
ello.
El equipamiento sufre los azotes de las crecidas, ya que el nivel freático en estos casos queda
por encima. Cuando lo descendimos, las anillas estaban camufladas por restos de vegetación y
bailaban o estaban dobladas. Recomendamos llave del 13 para ir repasando los anclajes.
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También tuvimos que abandonar alguna cinta, por lo que es imprescindible material de
instalación.
El rápel de 60 puede hacerse sin fraccionar, pero hay fuertes rozamientos en la recuperación.
Hacer uso de Puños o Jumars en este caso.