Castilla y León - FECCOOCYL

Esperanza
Lobato
Inexplicable pero cierto
AUNQUE como quien dice, es un
“puñado” de trabajadores y trabajadoras
en el conjunto de los catorce mil,
no por ello deben pasar a ser los marginados
del Convenio Colectivo; para
la Federación Enseñanza de CC.OO.
la defensa de los derechos y mejoras
laborales debe ser para todos los trabajadores
por igual. Esto que es tan
obvio para la Federación de Enseñanza
de CC.OO. (sindicato de clase y
confederal) no es así para la Junta de
Castilla y León que, como Administración
Pública, debe ser garante de
todos y cada uno de los derechos
humanos y laborales de cada ciudadano;
por esto no se entiende que a este
personal (de atención a los comedores
escolares casi en su totalidad) no se le
permita participar en el concurso de
traslados abierto y permanente del
personal laboral de la junta de Castilla
y León, concurso de traslados que
depende del mismo Convenio al que
pertenecen este grupo de trabajadoras
y trabajadores; por otra parte, en el
Convenio del Ministerio de Educación
y Cultura -del que provienen- no
tuvieron jamás una “pega” para participar
en concursos de traslados con el
resto de los compañeros, a pesar de
que en dicho Convenio contaban con
un contrato de nueve meses en lugar
de diez meses con que cuentan ahora.
Tampoco se entiende que si por razón
de salud precisan de un cambio de
puesto de trabajo (reflejado en el artículo
11 del Convenio) se esté negando
este derecho, a pesar de contar en
alguna ocasión con situaciones realmente
preocupantes y/o graves para
la salud de alguno de estos trabajadores
y trabajadoras.
Para “colmo de males”, este año en
muchos casos les han pagado todas las
vacaciones o parte de ellas, debido a
que estos servicios precisaban más
tiempo del que su propio contrato
indica; la Administración de Castilla y
León se niega a hacerles contratos de
12 meses, es decir, como personal fijo,
aludiendo “que no tiene dinero”, cuestión
totalmente incierta.
Toda esta situación de los trabajadores
y trabajadoras de la Junta de
Castilla y León en condiciones tercermundistas,
sin derecho a cambios de
puesto por razones de salud, cobrando
las vacaciones anuales a las que tienen
derecho en lugar de disfrutarlas, sin
posibilidad de moverse del mismo
puesto de trabajo en toda su vida laboral,
resulta insostenible.
Pero, vergonzosamente, no es sólo la
postura irracional de la Administración
de Castilla y León, también compañeros
y compañeras de organizaciones sindicales
están avalando, manteniendo y perpetuando
dicha situación inexplicablemente.
¿Pero a dónde hemos llegado?,
¿dónde está la solidaridad?
opinión
En el conjunto de los aproximadamente 14.000 trabajadores y trabajadoras, afectados por el
Convenio Colectivo para el personal laboral de la Administración General de la Comunidad de
Castilla y León y Organismos Autónomos dependientes de ésta, hay 250 trabajadoras y trabajadores
de la Consejería de Educación con contrato de 10 meses como personal fijo discontinuo.
Solidaridad: bandera primordial
del sindicalismo, que siempre marginó
el individualismo y denunció ante el
resto de los compañeros y compañeras
aquellos “colegas” que particularmente
pretendían promocionar o mejorar su
situación individual a costa del resto
de los compañeros/as, y donde la
mejora global y la igualdad presidían
todas las mesas de negociación.
Compañeros y compañeras, ¡reflexionemos!
El avance en las condiciones
de trabajo de todas las trabajadoras
y trabajadores redundan en el
avance y mejora del puesto de trabajo
de cada uno de nosotros.
Por tanto, reivindiquemos todas y
todos el derecho de estas trabajadoras,
que no por ser menos en número son
menos importantes.
Por otra parte, hemos de tener en
cuenta que son menor en número no
porque no sean necesarias, sino porque
esta competente Administración
tiene privatizado la mayor parte del
servicio de comedores escolares, con
lo que puede suponer de pérdida de
calidad del servicio público.
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