Yirmeyah – hymry – Jeremías - Wisdom In Torah

esta ciudad, todas las cosas valiosas, toda su fortuna, ciertamente todos los tesoros de los reyes de
[2R 20:27; 2Cr 36:10; Da
Yahudáh, a sus enemigos, quienes los saquearán, los cogerán y llevarán a Bavel.
1:2] 6 Y tú, Pashjur, junto con toda tu casa, irás a cautiverio; tú irás a Bavel, donde morirás y serás
[97] [Hch 13:8-11; 2P 2:1-3]
sepultado – tú y todos tus amigos a quien les has profetizado mentiras.'"
7
Me engañaste, O YAHWEH; he sido tu víctima. Me sobrecogiste, Tú has prevalecido.
[98] [Ex 5:22; Nu 11:11-15; 1C 4:9 -13; He 11:36]
Todo el día soy el hazmerreír; todos se burlan de mí.
8 Cada vez que hablo, tengo que gritar: "¡Violencia!" y "¡Destrucción!"
¡Así que la palabra de YAHWEH se convierte para mí
[He 11:26; 13:13; 1P 4:14]
en la causa de reproche y escarnio todo el día!
9
Entonces dije: "No nombraré Su Nombre más, y no hablaré más en Su Nombre"
[Job 32:18-20; Sal 119:11; Hch 4:20; 17:16; 18:5]
entonces parece como si fuego quemara en mi corazón,
[cp 23:29; 1C 9:16; 2C 5:13-15]
aprisionado en mis huesos; me agoto completamente
tratando de mantenerlo dentro pero sencillamente no lo puedo soportar.
10 He oído a muchos susurrando su conspiración: "¿'Terror en todas la direcciones'?
¡Denúncienlo! ¡Vamos a denunciarlo! Aun hasta todos mis amigos cercanos
[Sal 31:13]
están vigilantes a que dé un mal paso – "Quizás pueda ser entrampado,
[Hch 5:33; 23:12-15]
entonces prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza."
11 [De 32:35; Is 41:10; Ro 8:31]
Pero YAHWEH está conmigo como un guerrero temible;
así que, ellos me persiguieron, pero no pudieron percibir nada contra mí, [cp 17:18; Is 51:7 ]
ellos estaban grandemente confundidos, porque ellos no percibieron su desgracia,
[Is 54:17; Da 12:2-3]
su deshonra duradera no será olvidada.
12
O YAHWEH, Tú que pruebas obras justas, entendiendo la conciencia y los corazones.
[Is 7:9; Sal 139:23]
deja verte tomar venganza sobre ellos, porque yo he comprometido mi causa a ti.
13 [Sal 34:6; 35:9 -11; Ya 2:5-6]
¡Canta a YAHWEH! ¡Alaba a YAHWEH!
Porque El rescata el alma de los pobres de las garras de los malhechores.
14 ¡Una maldición al día que nací! El día que mi madre me dio a luz –
[Job 3:3¨16]
¡que no sea bendecido!
15 Una maldición al hombre que trajo la noticia a mi padre: "¡Un hijo te ha nacido!"
16 [Ge 19:25]
¡Qué ese hombre sea como las ciudades que YAHWEH derribó sin misericordia!
Que él oiga los gritos de alarma en la mañana y el sonido de la batalla al mediodía,
17 porque Elohim no me llevó a la muerte en el vientre [Job 10:18; Ec 6:3; He 10:36]
y dejó que mi madre fuera mi sepultura, su vientre para siempre lleno conmigo.
18 ¿Por qué tuve que salir del vientre, sólo para ver aflicción y dolor,
[99][Ge 3:16-19; Sal 90:10; Job 3:20; He 10:36; 12:2 ]
y terminar mis días en vergüenza?
97 La verdad incomodaba tanto a los principales de Yahudáh que querían matar a Yirmeyah, la misma expresión se ve hoy
cuando uno lleva el mensaje a los que no lo quieren oír, se les ve en sus ojos que tienen ganas de matarlo a uno.
98 Yirmeyah clamó a YAHWEH en su desesperación (vv 7-18), pero no dejó de alabar abriendo su corazón a YAHWEH.
Proclamó con fidelidad su Palabra y no recibió nada a cambio más que persecución y dolor. Aun cuando se abstuvo de
proclamar la Palabra de YAHWEH por un tiempo, ésta se volvió como fuego en sus huesos hasta que ya no pudo contenerla
más. Cuando la Palabra viviente de YAHWEH se vuelve fuego en sus huesos, también te sentirás impulsado a anunciarla a
otros, cualquiera sea el resultado.
99 En este sexto y último lamento, Yirmeyah expresa profunda angustia en medio de la persecución y casi llega a pecar
debido al lenguaje que usa para dirigirse a YAHWEH. El oficio de profeta no le ha ganado a Yirmeyah nada sino abusos y
burlas (v. 10), y a pesar de su deseo de dejar de proclamar el mensaje de YAHWEH, no puede detenerse. El lamento termina
con una nota positiva de confianza y alabanza (v. 13). Pero de las alturas de la alabanza, Yirmeyah cae a las profundidades de
la desesperación (vv. 14–18). Atrapado entre el llamado divino del cual no puede desprenderse, y el rechazo y la persecución
de su pueblo, y la traición de sus amigos, maldice el día en que nació. La agonía de su ruaj no tiene límites y las palabras que