Yirmeyah – hymry – Jeremías - Wisdom In Torah

Melej el Etíope, un eunuco de la casa real, oyó que habían puesto a Yirmeyah en la mazmorra.
[cp 39:16-18: Lu 10:30 -37; 13:29] 8
Cuando el rey estaba sentado en la puerta que conduce a Binyamin,
Eved-Melej salió del palacio del rey, y le dijo al rey: 9 "¡Mi señor, rey! Lo que estos hombres han
hecho al profeta Yirmeyah es malvado. Lo han echado en la mazmorra; y lo más seguro es que
muera allí donde está, a causa de la hambruna, porque ya no hay más comida en la ciudad." 10
Entonces el rey ordenó al Etíope Eved-Melej: "Toma treinta hombres de aquí y saca al profeta
Yirmeyah de la mazmorra para que no muera." [Pr 21:1 ] 11 Así que Eved-Melej llevó los hombres
con él y fue al almacén debajo de la tesorería en el palacio del rey y cogió algunos trapos viejos y
sogas, y los echó a Yirmeyah en la mazmorra. 12 Eved-Melej el Etíope dijo a Yirmeyah: "Usa
éstas como almohadillas entre tus sobacos y las sogas." Después que Yirmeyah había hecho esto,
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ellos alzaron a Yirmeyah con las sogas y lo sacaron de la mazmorra. Yirmeyah permaneció en
[188] [cp 39:16-18; Ro 12:10; Ef 4:32; Hch 24:23-27]
los cuarteles de los guardias.
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Tzidkiyah mandó a llamar a Yirmeyah y se lo trajeron a él por la tercera entrada a la
casa de YAHWEH. Entonces el rey dijo a Yirmeyah: "Yo quiero preguntarte algo, no ocultes nada
de mí." [1R 22:16] 15 Yirmeyah dijo a Tzidkiyah: "Si yo te lo digo, ¿no me matarás? Y si te doy
consejo, no me escucharás." [Lu 22:67] 16 Por tanto, Tzidkiyah juró secretamente a Yirmeyah: "Como
YAHWEH vive, quien nos dio estas almas, no te mataré; ni te entregaré en las manos de estos
[Ec 12:7; Jn 3:2; He 12:9]
hombres."
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Entonces Yirmeyah dijo a Tzidkiyah: "Así dice YAHWEH: 'Si sales y te rindes a los
príncipes del rey de Bavel, tu alma vivirá – esta ciudad no será quemada; y tú y tu casa
vivirán. [Job 23:13] 18 Pero si no sales de esta ciudad a las manos de los Kasdim; ellos la quemarán
hasta los cimientos; y tú no escaparás de ellos.'" [2R 24:4 -10] 19 El rey Tzidkiyah dijo a Yirmeyah:
"Tengo temor de los Yahudim que desertaron y se pasaron a los Kasdim, ellos pueden entregarme
en sus manos, y ellos se burlarán." [Is 51:12; Pr 29:25; Jn 12:42] 20 Yirmeyah respondió: "Ellos no te
entregarán. Te suplico, escucha la voz de YAHWEH referente a lo que te estoy diciendo; y tu
alma vivirá. [2Cr 20:20; 2C 5:11; 6:1; Ya 1:22] 21 Pero si rehúsas rendirte, entonces ésta es la palabra que
YAHWEH me ha mostrado: [Nu 23:19; Is 1:19; Pr 1:24-31; Hch 20:26; He 12:25] 22 Todas las mujeres que quedan
en el palacio del rey de Yahudáh serán sacadas a los príncipes del rey de Bavel, y esas mujeres te
reprocharán con insulto: 'Tus propios mejores amigos te engañaron y prevalecerán contra ti, han
causado que tu pie resbale y fallen, ellos te han vuelto la espalda.' [Mi 7:5; Sal 69:2] 23 Ellos entregarán
a todas tus mujeres y a tus hijos a los Kasdim, y tú no escaparás de ellos. Más bien, serás
capturado por el rey de Bavel, y tú causarás que esta ciudad sea quemada hasta los cimientos." [2R
25:7; 2Cr 36:20; ]
24 Tzidkiyah dijo a Yirmeyah: "No le digas a nadie lo que acabas de decirme, y
ciertamente no morirás. [1S 16:2] 25 Si los príncipes oyen que he hablado contigo, y ellos vienen a ti
y dicen: 'Dinos lo que dijiste al rey,' 26 entonces les dices: 'Yo presenté mi súplica al rey que no
me hiciera regresar a la casa de Yehonatan para morir allí.'" 27 Todos los príncipes sí vinieron a
Yirmeyah y le preguntaron, y él les dijo todo lo que el rey le había ordenado decir. Por tanto,
[1S 10:15; 16:2-5; 2R 6:19Mt 2:8; Hch 23:6 ] 28
dejaron de hablar con él ya que el asunto no había sido reportado.
que quiera, para tratarlo bien o mal, ponerlo en cadenas o no, encerrarlo incomunicado o no, admitir visitantes o no. De
acuerdo con el "regalo" (soborno), el prisionero es tratado, si es mucho, puede aun ponerlo en el apartamento del carcelero, o
tratarlo con la mayor inhumanidad, esto añade doble energía a esos pasajes que hablan de las súplicas del prisionero (v 26;
37:20). [Sal 40:2; 69:2; Zc 9:11; Lu 3:19; Hch 16:23; 2C 4:8-9; He 10:36]
188 Ebed-Melej (siervo del rey) temía más a YAHWEH que al hombre. De entre todos los funcionarios del palacio fue el único
que se levantó en contra de esta confabulación para asesinar a Yirmeyah. Su obediencia le pudo haber costado la vida.
Debido a que obedeció, sin embargo, le perdonaron la vida cuando Yerushalayim cayó (39.15–18).