DRÁCULA BRAM STOKER - Portal Académico del CCH
DRÁCULA BRAM STOKER - Portal Académico del CCH
DRÁCULA BRAM STOKER - Portal Académico del CCH
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Drácula Bram Stoker<br />
alegremente. Supongo que vio algo en mi rostro que lo puso en guardia, pues repentinamente se<br />
interrumpió, y dijo, con una especie de fervor masculino que me hubiese hecho amarlo si yo hubiese<br />
estado libre, si mi corazón no tuviera ya dueño, lo siguiente:<br />
"Lucy, usted es una muchacha de corazón sincero; lo sé. No estaría aquí hablando con usted<br />
como lo estoy haciendo ahora si no la considerara de alma limpia, hasta en lo más profundo de su ser.<br />
Dígame, como un buen compañero a otro, ¿hay algún otro hombre que le interese? Y si lo hay, jamás<br />
volveré a tocar ni siquiera una hebra de su cabello, pero seré, si usted me lo permite, un amigo muy<br />
sincero.<br />
"Mi querida Mina, ¿por qué son los hombres tan nobles cuando nosotras las mujeres somos tan<br />
inmerecedoras de ellos? Heme aquí casi haciendo burla de este verdadero caballero de todo corazón. Me<br />
eché a llorar (temo, querida, que creerás que esta es una carta muy chapucera en muchos sentidos), y<br />
realmente me sentí muy mal. ¿Por qué no le pueden permitir a una muchacha que se case con tres<br />
hombres, o con tantos como la quieran, para evitar así estas molestias? Pero esto es una 'herejía', y no<br />
debo decirla. Me alegra, sin embargo, decirte que a pesar de estar llorando, fui capaz de mirar a los<br />
valientes ojos <strong>del</strong> señor Morris y de hablarle sin rodeos: "Sí; hay alguien a quien amo, aunque él todavía<br />
no me ha dicho que me quiere.<br />
"Estuvo bien que yo le hablara tan francamente, pues una luz pareció iluminar su rostro, y<br />
extendiendo sus dos manos, tomó las mías, o creo que fui yo quien las puso en las de él, y dijo muy<br />
emocionado:<br />
"Así es, mi valiente muchacha. Vale más la pena llegar tarde en la posibilidad de ganarla a usted,<br />
que llegar a tiempo por cualquier otra muchacha en el mundo. No llore, querida. Si es por mí, soy una<br />
nuez muy dura de romper; lo aguantaré de pie. Si ese otro sujeto no conoce su dicha, bueno, pues lo<br />
mejor es que la busque con rapidez o tendrá que vérselas conmigo. Pequeña, su sinceridad y ánimo han<br />
hecho de mí un amigo, y eso es todavía más raro que un amante; de todas maneras, es menos egoísta.<br />
Querida, voy a tener que hacer solo esta caminata hasta el Reino de los Cielos. ¿No me daría usted un<br />
beso? Será algo para llevarlo a través de la oscuridad, ahora y entonces. Usted puede hacerlo, si lo<br />
desea, pues ese otro buen tipo (debe ser un magnífico tipo, querida; un buen sujeto, o usted no podría<br />
amarlo) no ha hablado todavía.<br />
"Eso casi me ganó, Mina, pues fue valiente y dulce con él, y también noble con un rival (¿no es<br />
así?) y él, ¡tan triste! Así es que me incliné hacia a<strong>del</strong>ante y lo besé con ternura.<br />
"Se puso en pie con mis dos manos en las suyas, y mientras miraba hacia abajo, a mi cara, temo<br />
que yo estaba muy sonrojada, dijo:<br />
"Muchachita, yo sostengo sus manos y usted me ha besado, y si estas cosas no hacen de<br />
nosotros buenos amigos, nada lo hará. Gracias por su dulce sinceridad conmigo, y adiós.<br />
"Soltó mi mano, y tomando el sombrero, salió <strong>del</strong> cuarto sin volverse a ver, sin derramar una<br />
lágrima, sin temblar ni hacer una pausa. Y yo estoy llorando como un bebé. ¡Oh!, ¿por qué debe ser<br />
infeliz un hombre como ese cuando hay muchas chicas cerca que podrían adorar hasta el mismo suelo<br />
que pisa? Yo sé que yo lo haría si estuviera libre, pero sucede que no quiero estar libre. Querida, esto me<br />
ha perturbado, y siento que no puedo escribir acerca de la felicidad ahora mismo, después de lo que te<br />
he dicho; y no quiero decir nada acerca <strong>del</strong> número tres, hasta que todo pueda ser felicidad.<br />
"Te quiere siempre,<br />
LUCY<br />
"P. D.—¡Oh! Acerca <strong>del</strong> número tres, no necesito decirte nada acerca <strong>del</strong> número tres, ¿no es<br />
cierto? Además, ¡fue todo tan confuso! Pareció que sólo había transcurrido un instante desde que había<br />
entrado en el cuarto hasta que sus dos brazos me rodearon, y me estaba besando. Estoy muy, muy<br />
contenta, y no sé qué he hecho para merecerlo. Sólo debo tratar en el futuro de mostrar que no soy<br />
desagradecida a Dios por todas sus bondades, al enviarme un amor así, un marido y un amigo.<br />
"Adiós."<br />
34